Bogotá, 23 jun. (SNE).- Recursos por 2.150 millones de pesos acaba de girar la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional, con el fin de pagar las labores de recuperación y conservación del medio ambiente que realizan las Familias Guardabosques en las cuencas del Bajo Atrato chocoano.

Los recursos beneficiarán directamente a 3.584 Familias Guardabosques del Chocó, que habitan en los municipios de Ríosucio, Carmen del Darién, Belén y Unguía.

En la actualidad estos guardabosques fortalecen organizaciones de trabajo productivo, con el fin de invertir los recursos bimestrales que reciben del Programa en el desarrollo agroforestal de la región.

Por el momento han priorizado proyectos de palma, cacao y forestales, a los que pretenden apostarles una vez entren los acompañamientos técnico, ambiental y social que destina el Programa para este fin.

Luis Alfonso Hoyos Aristizábal, director de Acción Social, recalcó que el compromiso es apoyar a las comunidades guardabosques del Pacífico colombiano, en la estructuración de los proyectos que sean aptos para la región, siempre y cuando cumplan los acuerdos establecidos con el Gobierno Nacional de no sembrar ni resembrar cultivos ilícitos, y asistan a las capacitaciones que brinda el programa Familias Guardabosques.

Victoria Eugenia Restrepo Uribe, directora del Programa contra Cultivos Ilícitos de Acción Social, del cual depende Familias Guardabosques, resaltó que “es importante que las familias se eduquen en las áreas social y técnico-ambiental, y que destinen parte de sus recursos al ahorro para poder sacar adelante proyectos productivos que les garanticen la sostenibilidad en el tiempo, una vez finalice la etapa de entrega del incentivo”.

Familias Guardabosques es un componente de la estrategia de desarrollo alternativo del Programa contra Cultivos Ilícitos. Busca generar alternativas de trabajo legales para las comunidades que habitan en áreas de importancia ambiental para Colombia y que están afectadas directa e indirectamente por los cultivos ilícitos.

Como estrategia de lucha contra el narcotráfico, el programa ha logrado vincular a un total de 42.702 familias, las cuales en la actualidad mantienen libres de coca y amapola más de 1 millón 250 mil hectáreas de bosques primarios y secundarios.