PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN ASAMBLEA DE COMERCIANTES
Barranquilla, 23 mar. (SNE). Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez durante la asamblea
de la Unión Nacional de Comerciantes (Undeco), que se realiza
en la capital del Atlántico.
“Quiero saludarlos muy respetuosamente. La verdad es que
siento un entusiasmo en la conciencia al comprobar que, como expresión
del Estado Comunitario, a lo largo de estos cuatro años,
próximos a cumplirse, hemos estado en permanente diálogo
con ustedes. Diálogo que ha resuelto unos problemas, diálogo
que ha creado conciencia de otros problemas que aún no se
resuelven.
Resolverlo todo en la sociedad colombiana es muy difícil,
hacer política social cuando hay dinero no es gracia, lo
que hemos hecho de política social lo hemos hecho con una
escasez tremenda, con un déficit fiscal muy alto, con un
alto endeudamiento.
Creo que lo bueno de este proceso democrático que llamamos
el Estado Comunitario, del cual ustedes han sido partícipes,
es que a través de la perseverancia en el diálogo
del Gobierno con los sectores de la Nación, los funcionarios
públicos asumimos con más entereza nuestras responsabilidades,
nos sentimos obligados a hacer menos promesas y a gestionar más
soluciones, nos sentimos obligados a dar cuenta transparente de
nuestras obligaciones de manera permanente.
Venir una vez a Undeco, pronunciar un discurso e irse para nunca
más volver, no produce efectos. Pero asumir el deber, con
afecto, de reunirse periódicamente con ustedes para hacerle
seguimiento a sus problemas, va produciendo resultados.
El Estado Comunitario es un tema no de milagros, pero sí de
perseverancia. Ayuda mucho a la responsabilidad del funcionario,
y en la medida que el funcionario sea más responsable por
el control popular, que lo posibilita este contacto, el Estado
es más eficiente y más transparente.
Ese es el efecto que hemos buscado con este diálogo permanente
a lo largo de los cuatro años, próximos a cumplirse,
con nuestros compatriotas en todas las regiones de la Nación.
Y por supuesto, esto permite que todos los sectores de la opinión
tengan mejor información, cabal conocimiento de las posibilidades
y limitaciones del Estado, y que esa información, ese conocimiento,
les permita tasar expectativas, buscar opciones y al mismo tiempo
priorizar de manera muy lógica.
Ustedes han tratado temas de gran importancia. Les voy a pedir:
vayan pensando los productos que les preocupen sobre el TLC. Quiero
referirme a algunos de los temas que han tratado la doctora Esperanza
y el doctor Alejandro, y en seguida responder preguntas que ustedes
me quieran formular sobre temas, productos concretos, que los preocupen
del TLC. Vayan pensándolos a ver cómo podemos avanzar
en clarificaciones esta tarde.
En primer lugar me alegra muchísimo que haya mejor coordinación
con la Policía. Qué bueno el seguimiento. Alguna
vez fui a un consejo comunitario a Córdoba y un crítico
mío dijo: “vuelve Uribe a lo mismo”. Hay que
volver a lo mismo. Si a las cosas no se les hace seguimiento, los
problemas no se resuelven.
Por ejemplo, el lunes tengo que volver a Sincelejo. ¿A
qué? A hacerles seguimiento a los bancos de maquinaria,
a los bancos de materiales, que les ofrecimos a los compatriotas
de las inundaciones, para entregarles unos conjuntos de materiales,
para que puedan reconstruir las casitas afectadas por las inundaciones
del año pasado.
Y seguramente tengo que volver a Barranquilla, donde ya empieza
a funcionar otro banco de materiales, creado por el departamento
administrativo de Atención de Desastres.
Tengo que volver a lo mismo. Pero es que la administración
necesita seguimiento. Hay que hacer seguimiento permanente, esto
es de planificación, esto es de discusión, esto es
de definición de prioridades, de planes de largo plazo,
de planes de corto plazo, de planes de mediano plazo, y de seguimiento.
Me gusta mucho que en este seguimiento aparezcan mejores noticias
sobre la seguridad. Y le encarezco al señor general Parra
que mantenga un contacto profundo, directo, con todos estos compatriotas,
los pequeños comerciantes de Barranquilla, para poder garantizar
un gran mejoramiento de la seguridad. Me alegra esa buena noticia
que recibo hoy de Alejandro.
El tema de las grandes superficies. Nuestra Patria se ha convertido
en un país que empieza a generar mucha confianza para invertir,
eso es bueno, yo diría que Colombia tiene hoy una bonanza
de confianza, nunca la había tenido.
Si repasamos la historia económica del siglo pasado, encontramos
que Colombia en los años de 1920 tuvo una bonanza de inversión,
porque Estados Unidos nos pagó los 25 millones de dólares
de indemnización por la pérdida de Panamá,
por el Canal. Los gobiernos de la época invirtieron eso
y el país progresó.
Después las guerras mundiales nos obligaron a producir
aquí lo que importábamos, se afectaron esos mercados,
se afectaron nuestras fuentes de provisión y se afectaron
también los mercados donde nosotros despachábamos
nuestros productos básicos, nuestras materias primas. Se
produjo el fenómeno de sustitución de importaciones:
no importe este producto, prodúzcalo en el país.
Eso generó alguna bonanza.
En el Gobierno del señor general Rojas Pinilla, el café tomó un
buen precio, eso generó bonanza. Esas bonanzas se repitieron,
las cafeteras, en los gobiernos del presidente López Michelsen
y del presidente Belisario Betancur. Hubo momentos buenos para
el país.
En los últimos lustros ha habido algunos momentos de inversión.
Por ejemplo, con el descubrimiento de Caño Limón,
de Cusiana y Cupiagua, eso ha sido importante.
Cuando los gobiernos tomaron la decisión de aceptar la
televisión privada, hubo inversión para el montaje,
puesta en operación de los canales privados de televisión.
Cuando Colombia creó la posibilidad de que entrara la telefonía
móvil, hubo inversión.
Ha habido bonanzas ilegitimas, desastrosas, de marihuana, de coca.
Yo diría que estamos en presencia de la primera bonanza
de confianza. Han rebajado las tasas de interés, no se han
aumentado los plazos de los créditos, y hay confianza inversionista
en el país.
Un país que estaba muy quebrado. Mi Dios sabe cómo
hace las cosas. Si a las ganas que nosotros mantenemos de producir
resultados para Colombia, mi Dios le hubiera sumado una chequera
gruesa, Virgen María, dónde iríamos. Pero
a nosotros nos dio muchas ganas y poquita plata.
Nos tocó este período de cuatro años con
un déficit muy alto. En agosto de 2002 el déficit
era del 4.2, el año pasado llegamos a equilibrio, el Gobierno
no lo esperaba y todavía tenemos un problema muy grave en
el Gobierno Nacional central. Está todavía con un
alto déficit.
Hace cuatro años el endeudamiento de la Nación era
del 53 por ciento del PIB. De cada cien pesos que producíamos,
debíamos 53. Hoy todavía debemos 43, hay que bajarnos
al 30. Esto ha sido difícil, pero ahí vamos. Yo diría
que hay confianza en el país, ha crecido la inversión.
Hace pocos días en Barranquilla veíamos el Plan
2.500 de pavimentos, haciéndole seguimiento. Tengo que ser
un Presidente cansón. Yo ese Plan 2.500 no lo abandono hasta
el último día de Gobierno, con el programa Contratistas
Visibles. Señores contratistas, den la cara, respóndanle
a la comunidad por cada contrato. Eso es garantía de transparencia,
y ahí hemos visto inversión. Hay más confianza
inversionista en el país.
Y esa confianza se refleja también en que todas las grandes
superficies están creciendo en Colombia y quieren instalarse
más en Colombia.
Quiero hablarles con todo el corazón, pero con un corazón
que la emoción no lo lleve a decir imprecisiones. A mí me
sorprende el crecimiento de Barranquilla. Lo que he visto del crecimiento
de Barranquilla en estos años es asombroso.
Y el departamento. El departamento empieza a ser uno de los departamentos
más prósperos de Colombia, con mejores finanzas públicas.
Y Barranquilla está superando esa crisis. El alcalde Hoenigsberg,
y debo reconocerlo, se puso al día con la Ley 617. Y eso
nos permitió cofinanciar una serie de obras que ustedes
conocen, no las vamos a repasar hoy, salvo que haya algún
problema.
Me sorprende el crecimiento de las construcciones en Barraquilla,
me sorprende la manera como los barranquilleros están dispuestos
a pagar la valorización. Mi tierra tal vez es la pionera
de valorización en Colombia y les quiero hacer una confesión:
hoy hay más cooperación ciudadana para pagar valorización
en Barranquilla que en Medellín.
Yo como Gobernador derrame allá una serie de valorizaciones
para unas carreteras. Oh, Dios, qué dificultades. Si se
juntan tres elementos: la gente pague la valorización, las
obras se ejecuten con transparencia y eso vaya produciendo capital
social, sentido de solidaridad, esta ciudad esta llamada a ser
una ciudad ejemplar. No hay duda alguna.
Y las grandes superficies quieren instalarse aquí. Miren
lo que he visto yo de supermercados. Ahora del helicóptero
vi otro Éxito. Yo lo miré abajo y le pregunté al
señor general Paredes. Le dije: allí veo un letrero
del Éxito. Inclusive la valla. A uno lo sorprenden todos
los días los inventos. Yo me quedé en la radiola
Phillips de hace cincuenta años. Y ahora los muchachos andan
con esas cosas que se llaman iPods. Entonces veía ahí: Éxito
iPod.
Y vine con un amigo, que se murió a los pocos días,
a inaugurar el Hotel Dann, hecho en esta bonanza de confianza.
El Congreso me ayudó mucho con las exenciones a los hoteles.
Ahora saludé a algunos de ustedes del sector turístico,
contentos, por los estímulos tributarios de este Gobierno
a los hoteles.
Yo diría, Esperanza, lo siguiente: ¿qué me
sorprende a mí? Que han crecido mucho los almacenes de cadena
y han crecido los tenderos. La cifra que da Alejandro me sorprende.
En tenderos. Pero hay que ser cautelosos, el tema es muy delicado.
Y es un tema que corresponde a las entidades locales, porque el
uso del suelo por competencia está asignado a los distritos
y municipios.
Mi propuesta es que Colombia estudie una ley para darle toda la
confianza a los tenderos y a los almacenes grandes, y decirles
a los almacenes de cadena que se sitúen en unos sitios donde
no les causen riesgo a los tenderos.
Apúntame eso, Cecilia, no me lo olvides, que yo lo hablo
con Claudia Jiménez.
Pero miren: por ejemplo he visto a algunas de estas cadenas que
están haciendo un gran esfuerzo, y bien por Colombia, de
comprarles a los pequeños productores agropecuarios y a
los pequeños industriales. Eso es bueno, eso ayuda mucho.
Y están comprando en Colombia para vender también
en sus almacenes que están por fuera de Colombia.
Este país tiene que tener espacio para todos. Un almacén
grande, bien situado, se convierte en un jalonador de las pequeñas
empresas.
Entonces vamos a buscar una cosa concertada, y yo empiezo a estudiar
desde ya la ley complementaria de la ley de planes de los POT,
de los Planes de Ordenamiento Territorial, para decirles a las
entidades locales que pongan todo el cuidado para definir la ubicación
de estos almacenes en sitios que no constituyan riesgo para las
tiendas y el pequeño comercio.
La parte tributaria. En estos años hemos tenido unos incentivos
para crecer. La deducción del 30 por ciento a las nuevas
inversiones, la exención a los nuevos hoteles, la exención
a las inversiones en viejos hoteles. Están exentos cultivos
de tardío rendimiento como la madera, la palma africana,
el cacao.
Yo creo que hay unas cosas buenas. Ustedes me proponen crear un
régimen intermedio entre el común y el simplificado.
Ustedes me hacen esa propuesta, pero también me dicen que
han tenido mejores relaciones con la Dian. Lo que le he pedido
yo a la Dian es transparencia y diálogo. Y le he dicho:
para que el diálogo sea transparente, háganlo en
audiencia pública.
Yo rogaría, Alicia, que miremos si la Dian sí está haciendo
las audiencias públicas. Porque en todo el país noto
que estos consejos comunitarios han producido una mejor comunicación
de la ciudadanía con el Gobierno.
Bancoldex antes no era abierto a los sectores populares, hoy sí.
Tanto va el agua al cántaro, que termina por romperlo. Hemos
roto, hemos destruido, hemos demolido las puertas de entidades
del Estado.
¿Cuándo la Dian le daba la cara, con cariño
y de manera permanente, a los sectores populares? Nunca. Tenían
que hacerle un paro en Maicao y quemar ochenta buses allá y
ochenta camiones, para que llegara la Dian, ahí de mala
gana, a apaciguar eso. Ahora la DIAN tiene la orden: cero corrupción
y diálogo permanente. Y eso lo vamos a impulsar.
Yo creo que un avance de este Gobierno es eso. Bancoldex era para
los exportadores. Pero que unos pequeños empresarios colombianos
en mangas de camisa fueran a Bancoldex, allá no los recibían.
Esas puertas también las tumbamos. Y yo he visto que gracias
a este dialogo, Bancoldex hoy le da la cara a todos los colombianos,
en todas las regiones: el país para todos.
Yo lo que no tengo claridad es del régimen intermedio.
Yo no tengo claridad del régimen intermedio, y yo quiero
ser muy franco con ustedes, porque ustedes me han invitado año
tras año a este dialogo porque no nos hemos dicho mentiras.
Si nos hubiéramos engañado, no habríamos construido
confianza.
Yo lo que sí les invito es a esto: el Gobierno tiene que
preparar unas normas tributarias que orienten este país
al crecimiento. Yo los voy a invitar a ustedes a que participen
en esa comisión de concertación, a ver si este Gobierno,
que termina el 7 de agosto, le entrega a la próxima administración
un proyecto en ese sentido.
Yo diría: unas normas tributarias que tengan estas características:
que orienten al crecimiento y al empleo, transparentes, redistributivas,
y que financien lo social.
Y aquí quiero hacer una anotación: las Fuerzas Militares
y de Policía necesitan más tecnología y más
equipos. Yo creo que hemos crecido bastante en hombres. La idea
de este Gobierno es que las nuevas necesidades de las Fuerzas Militares
y de Policía no compitan con el presupuesto de inversión
social.
Que el presupuesto de inversión social crezca con los recursos
de la Nación. Y las nuevas necesidades de tecnología
y de transporte de la Fuerza Pública, las financien los
más pudientes, con una inversión forzosa por una
sola vez, con un impuesto en una ley, de dos artículos,
por una sola vez, concertado. ¿Queda claro?
Porque muchos dicen: es que Uribe es la guerra, no hay inversión
social. Ahí están las cifras para responder eso.
Lo que sí yo no voy a hacer es irme al otro extremo. A decir
que Uribe no es la guerra sino la paloma. Aquí no. Aquí se
necesita autoridad. Si no hubiéramos enfrentado estos bandidos
con autoridad, quién sabe dónde estuviera el país.
Yo no les veo a ustedes con plata para poner tiendas en Miami,
ni en Madrid. Ustedes necesitan seguridad para poder trabajar aquí.
Entonces lo que no puede hacer este Gobierno es renegar de la seguridad.
La seguridad es una necesidad, pero hay que llevar de la mano la
inversión social.
Yo tengo muy claro: las normas tributarias tienen que estimular
el empleo, garantizar la inversión social, ser simples,
garantizar la transparencia. Y las inversiones adicionales en seguridad,
especialmente en tecnología, financiarlas con un impuesto
especifico, que paguen los más pudientes y que no compita
con los recursos de inversión social. ¿Estamos de
acuerdo? Ayúdenme diciéndoles eso a los colombianos.
Pero lo que no tengo claro es ese régimen intermedio.
A mí me alegra muchísimo lo que ha pasado en el
Sena: hemos hecho la primera revolución, y ustedes lo reconocen:
cómo les ha ayudado el Sena, cómo se han integrado
con él. Y lo va seguir haciendo.
El Sena en este Gobierno pasó de 5 millones 700 mil horas
de enseñanza en el 2002, a 13 millones el año pasado. ¿El
director regional está? Está en Alemania el Director
encargado. Usted está encargado. El Director en propiedad
está en Alemania. ¿Así de bien se ha manejado,
que está en Alemania? Pero que vuelva rapidito que en Alemania
todo está hecho. Aquí todo está por hacer.
Quedan dadas la bases para que este país produzca la segunda
revolución del Sena. Yo creo que la segunda revolución
del Sena tiene que caracterizarse por dos caminos: primero, masificar
la formación titulada, técnicos y tecnólogos.
Y segundo, que todo muchacho que termine una técnica o una
tecnología en el Sena, tenga la posibilidad posterior de
acceder a una universidad, completar los créditos y acceder
al título de educación superior.
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Esperanza, déjeme
hablarle con toda franqueza: yo no creo que la solución
a los problemas de Colombia sea más ministerios. Yo creo
que es más trabajo de todo el mundo. Y hay que revisar si
estamos trabajando lo suficiente en Bienestar Familiar o no. Ha
avanzado mucho en cobertura.
Por ejemplo, en el Atlántico, Bienestar Familiar, en este
Gobierno, ha tenido un crecimiento enorme. Ha crecido en 202 mil
usuarios. En el Atlántico, Bienestar Familiar. Oígase
bien: en el 2002 Bienestar Familiar atendía 227 mil atlanticenses,
el año pasado atendió 429 mil. Ese un crecimiento
enorme, pero falta mucho.
Por ejemplo, hay cosas buenas. Este año en restaurantes
escolares en el país crecemos en más de 300 mil cupos.
El Atlántico se ha crecido muchísimo. Este año
en el Atlántico, y gracias a esfuerzos conjuntos con el
Gobernador, se va crecer en 99 mil cupos en restaurantes escolares.
Eso va a ser muy bueno. Y además estamos pasando de 120
días a 142. No es suficiente. Hay que llegar a 180 días.
Lo de los ancianos, que ustedes me plantean. Este Gobierno está apoyando
600 mil ancianos en Colombia. En el Atlántico hay 15.122
que reciben un almuerzo y 7.862 que reciben un subsidio. Hemos
dado un brinco importante, un salto, de 60 mil ancianos que se
apoyaban cuando empezó este Gobierno, a 600 mil que hoy
se apoyan. Pero no es suficiente. Hay 860 mil ancianos pobres.
Ustedes me proponen una atención al tendero que no se alcanzó a
jubilar. Yo creo, Cecilia, Alicia, que hay que hablar con Claudia
Jiménez, que hay que buscar un mecanismo para que aquellos
colombianos que no tienen posibilidad de una pensión, puedan
hacer una prudente cotización, que sea una especie de ahorro,
que el Estado lo complemente, para que tenga un subsidio de retiro.
Entonces vamos a buscar eso.
Yo quisiera que alguien de Undeco tomara nota de esto, porque
los compromisos nuestros han sido serios. Los que no hemos podido
cumplir no ha sido por falta de voluntad. Esta tareíta hay
que hacerla con amor y con alegría, pero no es fácil.
A ver cómo respondemos esa preocupación de ustedes.
El tema de corrupción: lo más importante para enfrentar
el problema de corrupción es la participación de
la ciudadanía.
Esperanza, mire, yo le abono al proceso electoral que acaba de
concluir, lo siguiente: por primera vez el país votó sin
auxilios parlamentarios. Este Gobierno no ha aprobado auxilios
parlamentarios.
Sin presupuesto adicional. El Congreso le habría podido
aprobar al Presidente de la República un presupuesto adicional
en diciembre, ni siquiera presentamos proyecto por dos razones:
por contribuir al saneamiento fiscal de la Nación y a la
transparencia electoral.
Ahora, hay problemas todavía: Registraduría, jurados,
dificultades en el tarjetón, tenemos que seguir trabajando
en eso.
Yo creo que el gran camino, yo que he sido de pronto el Mandatario
colombiano más empeñado en derrotar el terrorismo,
he sido adversario de la pena de muerte y de la cadena perpetua.
Y creo en la necesidad de tener tanta firmeza para enfrentar el
terrorismo, como disposición al diálogo.
Esta mañana yo me sorprendía, en un periódico
decía: Antonio García, jefe del ELN, viene libre
a Colombia. Y yo leí la noticia extrañado: ese decreto
lo produje yo. Para impulsar esas negociaciones preliminares, exploratorias,
en Cuba se aceptó darles libertad a esos señores
para que vengan a Colombia a promover la paz, en la esperanza que
al percibir ellos en su propio ser los vientos, las brisas amables
de la libertad, contribuyan a la paz. O sea que es un Gobierno
tan dispuesto a enfrentar los terroristas, como dispuesto a abrir
caminos de paz, caminos de reconciliación.
Me gusta mucho la interpretación de Esperanza. Yo no soy
amigo, jamás he sido amigo, de la pena de muerte, ni de
la cadena perpetua. Cuando hablo de linchar, es para utilizar un
lenguaje figurativo, fuerte, penetrante, para que los colombianos
pensemos en que tenemos que redoblar el compromiso para acabar
con la corrupción, con el terrorismo, con el narcotráfico.
Ese es el sentido.
Y entonces ahí viene este tema de cómo tenemos que
seguir en esa lucha contra la corrupción. Estamos estudiando
qué más puede hacer el país para seguir enfrentando
la corrupción, para que este sea un país totalmente
transparente.
Con corrupción la gente no invierte, con corrupción
no hay recursos para lo social, con corrupción no hay confianza
en el país.
Los contratos que nosotros hemos adjudicado, los hemos adjudicado
todos en audiencia pública. Todos esos contratos del Plan
2.500, todos los Transmilenios, los Transmetros, todo eso se ha
adjudicado en audiencia pública. Yo creo que eso ha empezado
a generar confianza, de que hay una gran determinación de
eliminar la corrupción.
El crédito. Uno de los problemas que yo encontré con
ustedes, era su acceso al crédito. Algo se ha mejorado,
pero falta.
Yo diría que hay cosas buenas. El país tiene hoy
salvado al sector financiero y salvadas a las cooperativas.
Este Gobierno salvó a Coopcentral, una gran cooperativa
que estaba quebrada, y acabamos de salvar 3.114 cooperativas afiliadas
a Coopdesarrollo, que habían perdido sus aportes.
Con la operación de Coopdesarrollo y Megabanco, banco que
se recuperó gracias a la gestión de mis compañeros
de Gobierno que lo dirigen, al vender eso, la semana pasada, se
recupera la plata que el Estado invirtió para salvar a los
ahorradores, se recupera el dinero que habían perdido 3.114
cooperativas.
Y sobran 80 - 100 mil millones. Tengan en mente para dónde
van, guarden eso en la mente que ahora volvemos a atar ese eslabón.
Empieza a presentarse en el país una reducción de
las tasas de interés, bien importante. ¿Quién
soñaba pues que este país iba a reducir el crédito
de vivienda de UVR + 12 + 13 + 11, a UVR + 7.5? Yo creo que ese
es un buen paso, indudablemente, y me alegra mucho, pero especialmente
por la clase media colombiana.
Yo creo que hemos hecho otra cosa importante. Cuando empezó este
Gobierno había 732 mil millones de cartera para los microempresarios.
Hoy hay 3 billones, pero no estamos contentos. Eso es apenas la
prerrevolución del crédito popular. Mi compromiso,
lo asumo ante Undeco, es: antes del 7 de agosto de este año,
cuando termine este Gobierno, queriendo Dios, Colombia tendrá el
Banco de las Oportunidades, para masificar el crédito popular
en nuestro país.
Algunos me han dicho: Presidente, llámelo el banco de los
pobres. A mí no me gusta. A mí no me gusta eso de
decir: el banco para los pobrecitos. No. A mí me gusta decir:
el banco para los alentados que quieren salir de pobres.
Alguna vez le preguntaron a Salvador Allende, le dijeron: hombre,
usted que es socialista, ¿por qué tiene esa vida
de tan buen vivir? Dijo: porque yo no quiero que los socialistas
vivan pobres, sino que tengan un alto nivel de vida.
De Deng Xiao Ping, el de la Revolución China, se recuerdan
muchas anécdotas. Una de ellas cuando dijo: no importa que
el gato sea blanco, pardo o negro, sino que cace ratones.
Pero lo que más me llama la atención de Deng Xiao
Ping en esa Revolución China, es que le dijeron: pero usted,
formado en el marxismo, en el estalinismo, en el leninismo, en
el socialismo de Mao Tse Tung, ¿cómo está abriendo
la economía china, para que se integre a la economía
de mercado? Dijo: porque a los socialistas no nos pueden condenar
a ser pobres, también tenemos el derecho de ser ricos.
Nosotros queremos el Banco de las Oportunidades para profundizar,
para hacer una gran masificación del crédito popular
en Colombia, para que la gente pobre pueda reivindicarse, pueda
salir adelante.
Esta semana tuve una reunión con el equipo de Hacienda,
y seguramente lo podemos hacer antes del 7 de agosto, porque lo
escindiremos de una entidad.
Ahora, él no va a llegar como un Papá Noel a repartir
regalos, pero sí a forzar que se masifique el crédito
popular en Colombia. Será de segundo piso y buscará que
todas las entidades del sector financiero, fundaciones, ONG’s
cooperativas, banco privado y público, Fondo de Garantías,
estén comprometidas en todos los lugares de Colombia a masificar
el crédito popular.
Yo confiaría, reunirme con ustedes antes del 7 de agosto
de este año, para lanzar en Barranquilla el Banco de las
Oportunidades ya creado.
¿Recuerdan los 80 - 100 mil millones de las cooperativas,
que nos sobran de la operación Megabanco? Eso es para apoyar
el cooperativismo, orientado a su participación en el Banco
de las Oportunidades.
Entonces asumo estos compromisos con ustedes: impulsar en estos
meses de Gobierno la segunda revolución del Sena, el Banco
de las Oportunidades, tenerlos en cuenta a ustedes en la concertación
de reforma tributaria y buscar un subsidio de retiro para sectores
como tenderos, etcétera, que por alguna razón no
han podido pagar las cotizaciones para pensionarse. Vamos a buscar
esos temas.
¿Qué productos los preocupan en el TLC? Pero no
me hablen de sectores de la economía, sino de productos
con nombre propio. ¿Quién quiere empezar? Allá,
el señor”. |