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23 de marzo

PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN ASAMBLEA DE COMERCIANTES

Barranquilla, 23 mar. (SNE). Las siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez durante la asamblea de la Unión Nacional de Comerciantes (Undeco), que se realiza en la capital del Atlántico.

“Quiero saludarlos muy respetuosamente. La verdad es que siento un entusiasmo en la conciencia al comprobar que, como expresión del Estado Comunitario, a lo largo de estos cuatro años, próximos a cumplirse, hemos estado en permanente diálogo con ustedes. Diálogo que ha resuelto unos problemas, diálogo que ha creado conciencia de otros problemas que aún no se resuelven.

Resolverlo todo en la sociedad colombiana es muy difícil, hacer política social cuando hay dinero no es gracia, lo que hemos hecho de política social lo hemos hecho con una escasez tremenda, con un déficit fiscal muy alto, con un alto endeudamiento.

Creo que lo bueno de este proceso democrático que llamamos el Estado Comunitario, del cual ustedes han sido partícipes, es que a través de la perseverancia en el diálogo del Gobierno con los sectores de la Nación, los funcionarios públicos asumimos con más entereza nuestras responsabilidades, nos sentimos obligados a hacer menos promesas y a gestionar más soluciones, nos sentimos obligados a dar cuenta transparente de nuestras obligaciones de manera permanente.

Venir una vez a Undeco, pronunciar un discurso e irse para nunca más volver, no produce efectos. Pero asumir el deber, con afecto, de reunirse periódicamente con ustedes para hacerle seguimiento a sus problemas, va produciendo resultados.

El Estado Comunitario es un tema no de milagros, pero sí de perseverancia. Ayuda mucho a la responsabilidad del funcionario, y en la medida que el funcionario sea más responsable por el control popular, que lo posibilita este contacto, el Estado es más eficiente y más transparente.

Ese es el efecto que hemos buscado con este diálogo permanente a lo largo de los cuatro años, próximos a cumplirse, con nuestros compatriotas en todas las regiones de la Nación.

Y por supuesto, esto permite que todos los sectores de la opinión tengan mejor información, cabal conocimiento de las posibilidades y limitaciones del Estado, y que esa información, ese conocimiento, les permita tasar expectativas, buscar opciones y al mismo tiempo priorizar de manera muy lógica.

Ustedes han tratado temas de gran importancia. Les voy a pedir: vayan pensando los productos que les preocupen sobre el TLC. Quiero referirme a algunos de los temas que han tratado la doctora Esperanza y el doctor Alejandro, y en seguida responder preguntas que ustedes me quieran formular sobre temas, productos concretos, que los preocupen del TLC. Vayan pensándolos a ver cómo podemos avanzar en clarificaciones esta tarde.

En primer lugar me alegra muchísimo que haya mejor coordinación con la Policía. Qué bueno el seguimiento. Alguna vez fui a un consejo comunitario a Córdoba y un crítico mío dijo: “vuelve Uribe a lo mismo”. Hay que volver a lo mismo. Si a las cosas no se les hace seguimiento, los problemas no se resuelven.

Por ejemplo, el lunes tengo que volver a Sincelejo. ¿A qué? A hacerles seguimiento a los bancos de maquinaria, a los bancos de materiales, que les ofrecimos a los compatriotas de las inundaciones, para entregarles unos conjuntos de materiales, para que puedan reconstruir las casitas afectadas por las inundaciones del año pasado.

Y seguramente tengo que volver a Barranquilla, donde ya empieza a funcionar otro banco de materiales, creado por el departamento administrativo de Atención de Desastres.

Tengo que volver a lo mismo. Pero es que la administración necesita seguimiento. Hay que hacer seguimiento permanente, esto es de planificación, esto es de discusión, esto es de definición de prioridades, de planes de largo plazo, de planes de corto plazo, de planes de mediano plazo, y de seguimiento.

Me gusta mucho que en este seguimiento aparezcan mejores noticias sobre la seguridad. Y le encarezco al señor general Parra que mantenga un contacto profundo, directo, con todos estos compatriotas, los pequeños comerciantes de Barranquilla, para poder garantizar un gran mejoramiento de la seguridad. Me alegra esa buena noticia que recibo hoy de Alejandro.

El tema de las grandes superficies. Nuestra Patria se ha convertido en un país que empieza a generar mucha confianza para invertir, eso es bueno, yo diría que Colombia tiene hoy una bonanza de confianza, nunca la había tenido.

Si repasamos la historia económica del siglo pasado, encontramos que Colombia en los años de 1920 tuvo una bonanza de inversión, porque Estados Unidos nos pagó los 25 millones de dólares de indemnización por la pérdida de Panamá, por el Canal. Los gobiernos de la época invirtieron eso y el país progresó.

Después las guerras mundiales nos obligaron a producir aquí lo que importábamos, se afectaron esos mercados, se afectaron nuestras fuentes de provisión y se afectaron también los mercados donde nosotros despachábamos nuestros productos básicos, nuestras materias primas. Se produjo el fenómeno de sustitución de importaciones: no importe este producto, prodúzcalo en el país. Eso generó alguna bonanza.

En el Gobierno del señor general Rojas Pinilla, el café tomó un buen precio, eso generó bonanza. Esas bonanzas se repitieron, las cafeteras, en los gobiernos del presidente López Michelsen y del presidente Belisario Betancur. Hubo momentos buenos para el país.

En los últimos lustros ha habido algunos momentos de inversión. Por ejemplo, con el descubrimiento de Caño Limón, de Cusiana y Cupiagua, eso ha sido importante.

Cuando los gobiernos tomaron la decisión de aceptar la televisión privada, hubo inversión para el montaje, puesta en operación de los canales privados de televisión.

Cuando Colombia creó la posibilidad de que entrara la telefonía móvil, hubo inversión.


Ha habido bonanzas ilegitimas, desastrosas, de marihuana, de coca.

Yo diría que estamos en presencia de la primera bonanza de confianza. Han rebajado las tasas de interés, no se han aumentado los plazos de los créditos, y hay confianza inversionista en el país.

Un país que estaba muy quebrado. Mi Dios sabe cómo hace las cosas. Si a las ganas que nosotros mantenemos de producir resultados para Colombia, mi Dios le hubiera sumado una chequera gruesa, Virgen María, dónde iríamos. Pero a nosotros nos dio muchas ganas y poquita plata.

Nos tocó este período de cuatro años con un déficit muy alto. En agosto de 2002 el déficit era del 4.2, el año pasado llegamos a equilibrio, el Gobierno no lo esperaba y todavía tenemos un problema muy grave en el Gobierno Nacional central. Está todavía con un alto déficit.

Hace cuatro años el endeudamiento de la Nación era del 53 por ciento del PIB. De cada cien pesos que producíamos, debíamos 53. Hoy todavía debemos 43, hay que bajarnos al 30. Esto ha sido difícil, pero ahí vamos. Yo diría que hay confianza en el país, ha crecido la inversión.

Hace pocos días en Barranquilla veíamos el Plan 2.500 de pavimentos, haciéndole seguimiento. Tengo que ser un Presidente cansón. Yo ese Plan 2.500 no lo abandono hasta el último día de Gobierno, con el programa Contratistas Visibles. Señores contratistas, den la cara, respóndanle a la comunidad por cada contrato. Eso es garantía de transparencia, y ahí hemos visto inversión. Hay más confianza inversionista en el país.

Y esa confianza se refleja también en que todas las grandes superficies están creciendo en Colombia y quieren instalarse más en Colombia.

Quiero hablarles con todo el corazón, pero con un corazón que la emoción no lo lleve a decir imprecisiones. A mí me sorprende el crecimiento de Barranquilla. Lo que he visto del crecimiento de Barranquilla en estos años es asombroso.

Y el departamento. El departamento empieza a ser uno de los departamentos más prósperos de Colombia, con mejores finanzas públicas.

Y Barranquilla está superando esa crisis. El alcalde Hoenigsberg, y debo reconocerlo, se puso al día con la Ley 617. Y eso nos permitió cofinanciar una serie de obras que ustedes conocen, no las vamos a repasar hoy, salvo que haya algún problema.

Me sorprende el crecimiento de las construcciones en Barraquilla, me sorprende la manera como los barranquilleros están dispuestos a pagar la valorización. Mi tierra tal vez es la pionera de valorización en Colombia y les quiero hacer una confesión: hoy hay más cooperación ciudadana para pagar valorización en Barranquilla que en Medellín.

Yo como Gobernador derrame allá una serie de valorizaciones para unas carreteras. Oh, Dios, qué dificultades. Si se juntan tres elementos: la gente pague la valorización, las obras se ejecuten con transparencia y eso vaya produciendo capital social, sentido de solidaridad, esta ciudad esta llamada a ser una ciudad ejemplar. No hay duda alguna.

Y las grandes superficies quieren instalarse aquí. Miren lo que he visto yo de supermercados. Ahora del helicóptero vi otro Éxito. Yo lo miré abajo y le pregunté al señor general Paredes. Le dije: allí veo un letrero del Éxito. Inclusive la valla. A uno lo sorprenden todos los días los inventos. Yo me quedé en la radiola Phillips de hace cincuenta años. Y ahora los muchachos andan con esas cosas que se llaman iPods. Entonces veía ahí: Éxito iPod.

Y vine con un amigo, que se murió a los pocos días, a inaugurar el Hotel Dann, hecho en esta bonanza de confianza. El Congreso me ayudó mucho con las exenciones a los hoteles. Ahora saludé a algunos de ustedes del sector turístico, contentos, por los estímulos tributarios de este Gobierno a los hoteles.

Yo diría, Esperanza, lo siguiente: ¿qué me sorprende a mí? Que han crecido mucho los almacenes de cadena y han crecido los tenderos. La cifra que da Alejandro me sorprende. En tenderos. Pero hay que ser cautelosos, el tema es muy delicado. Y es un tema que corresponde a las entidades locales, porque el uso del suelo por competencia está asignado a los distritos y municipios.

Mi propuesta es que Colombia estudie una ley para darle toda la confianza a los tenderos y a los almacenes grandes, y decirles a los almacenes de cadena que se sitúen en unos sitios donde no les causen riesgo a los tenderos.

Apúntame eso, Cecilia, no me lo olvides, que yo lo hablo con Claudia Jiménez.

Pero miren: por ejemplo he visto a algunas de estas cadenas que están haciendo un gran esfuerzo, y bien por Colombia, de comprarles a los pequeños productores agropecuarios y a los pequeños industriales. Eso es bueno, eso ayuda mucho. Y están comprando en Colombia para vender también en sus almacenes que están por fuera de Colombia.

Este país tiene que tener espacio para todos. Un almacén grande, bien situado, se convierte en un jalonador de las pequeñas empresas.

Entonces vamos a buscar una cosa concertada, y yo empiezo a estudiar desde ya la ley complementaria de la ley de planes de los POT, de los Planes de Ordenamiento Territorial, para decirles a las entidades locales que pongan todo el cuidado para definir la ubicación de estos almacenes en sitios que no constituyan riesgo para las tiendas y el pequeño comercio.

La parte tributaria. En estos años hemos tenido unos incentivos para crecer. La deducción del 30 por ciento a las nuevas inversiones, la exención a los nuevos hoteles, la exención a las inversiones en viejos hoteles. Están exentos cultivos de tardío rendimiento como la madera, la palma africana, el cacao.

Yo creo que hay unas cosas buenas. Ustedes me proponen crear un régimen intermedio entre el común y el simplificado. Ustedes me hacen esa propuesta, pero también me dicen que han tenido mejores relaciones con la Dian. Lo que le he pedido yo a la Dian es transparencia y diálogo. Y le he dicho: para que el diálogo sea transparente, háganlo en audiencia pública.

Yo rogaría, Alicia, que miremos si la Dian sí está haciendo las audiencias públicas. Porque en todo el país noto que estos consejos comunitarios han producido una mejor comunicación de la ciudadanía con el Gobierno.

Bancoldex antes no era abierto a los sectores populares, hoy sí. Tanto va el agua al cántaro, que termina por romperlo. Hemos roto, hemos destruido, hemos demolido las puertas de entidades del Estado.

¿Cuándo la Dian le daba la cara, con cariño y de manera permanente, a los sectores populares? Nunca. Tenían que hacerle un paro en Maicao y quemar ochenta buses allá y ochenta camiones, para que llegara la Dian, ahí de mala gana, a apaciguar eso. Ahora la DIAN tiene la orden: cero corrupción y diálogo permanente. Y eso lo vamos a impulsar.

Yo creo que un avance de este Gobierno es eso. Bancoldex era para los exportadores. Pero que unos pequeños empresarios colombianos en mangas de camisa fueran a Bancoldex, allá no los recibían. Esas puertas también las tumbamos. Y yo he visto que gracias a este dialogo, Bancoldex hoy le da la cara a todos los colombianos, en todas las regiones: el país para todos.

Yo lo que no tengo claridad es del régimen intermedio. Yo no tengo claridad del régimen intermedio, y yo quiero ser muy franco con ustedes, porque ustedes me han invitado año tras año a este dialogo porque no nos hemos dicho mentiras. Si nos hubiéramos engañado, no habríamos construido confianza.

Yo lo que sí les invito es a esto: el Gobierno tiene que preparar unas normas tributarias que orienten este país al crecimiento. Yo los voy a invitar a ustedes a que participen en esa comisión de concertación, a ver si este Gobierno, que termina el 7 de agosto, le entrega a la próxima administración un proyecto en ese sentido.

Yo diría: unas normas tributarias que tengan estas características: que orienten al crecimiento y al empleo, transparentes, redistributivas, y que financien lo social.

Y aquí quiero hacer una anotación: las Fuerzas Militares y de Policía necesitan más tecnología y más equipos. Yo creo que hemos crecido bastante en hombres. La idea de este Gobierno es que las nuevas necesidades de las Fuerzas Militares y de Policía no compitan con el presupuesto de inversión social.

Que el presupuesto de inversión social crezca con los recursos de la Nación. Y las nuevas necesidades de tecnología y de transporte de la Fuerza Pública, las financien los más pudientes, con una inversión forzosa por una sola vez, con un impuesto en una ley, de dos artículos, por una sola vez, concertado. ¿Queda claro?

Porque muchos dicen: es que Uribe es la guerra, no hay inversión social. Ahí están las cifras para responder eso. Lo que sí yo no voy a hacer es irme al otro extremo. A decir que Uribe no es la guerra sino la paloma. Aquí no. Aquí se necesita autoridad. Si no hubiéramos enfrentado estos bandidos con autoridad, quién sabe dónde estuviera el país.

Yo no les veo a ustedes con plata para poner tiendas en Miami, ni en Madrid. Ustedes necesitan seguridad para poder trabajar aquí. Entonces lo que no puede hacer este Gobierno es renegar de la seguridad. La seguridad es una necesidad, pero hay que llevar de la mano la inversión social.

Yo tengo muy claro: las normas tributarias tienen que estimular el empleo, garantizar la inversión social, ser simples, garantizar la transparencia. Y las inversiones adicionales en seguridad, especialmente en tecnología, financiarlas con un impuesto especifico, que paguen los más pudientes y que no compita con los recursos de inversión social. ¿Estamos de acuerdo? Ayúdenme diciéndoles eso a los colombianos. Pero lo que no tengo claro es ese régimen intermedio.

A mí me alegra muchísimo lo que ha pasado en el Sena: hemos hecho la primera revolución, y ustedes lo reconocen: cómo les ha ayudado el Sena, cómo se han integrado con él. Y lo va seguir haciendo.

El Sena en este Gobierno pasó de 5 millones 700 mil horas de enseñanza en el 2002, a 13 millones el año pasado. ¿El director regional está? Está en Alemania el Director encargado. Usted está encargado. El Director en propiedad está en Alemania. ¿Así de bien se ha manejado, que está en Alemania? Pero que vuelva rapidito que en Alemania todo está hecho. Aquí todo está por hacer.

Quedan dadas la bases para que este país produzca la segunda revolución del Sena. Yo creo que la segunda revolución del Sena tiene que caracterizarse por dos caminos: primero, masificar la formación titulada, técnicos y tecnólogos. Y segundo, que todo muchacho que termine una técnica o una tecnología en el Sena, tenga la posibilidad posterior de acceder a una universidad, completar los créditos y acceder al título de educación superior.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Esperanza, déjeme hablarle con toda franqueza: yo no creo que la solución a los problemas de Colombia sea más ministerios. Yo creo que es más trabajo de todo el mundo. Y hay que revisar si estamos trabajando lo suficiente en Bienestar Familiar o no. Ha avanzado mucho en cobertura.

Por ejemplo, en el Atlántico, Bienestar Familiar, en este Gobierno, ha tenido un crecimiento enorme. Ha crecido en 202 mil usuarios. En el Atlántico, Bienestar Familiar. Oígase bien: en el 2002 Bienestar Familiar atendía 227 mil atlanticenses, el año pasado atendió 429 mil. Ese un crecimiento enorme, pero falta mucho.

Por ejemplo, hay cosas buenas. Este año en restaurantes escolares en el país crecemos en más de 300 mil cupos. El Atlántico se ha crecido muchísimo. Este año en el Atlántico, y gracias a esfuerzos conjuntos con el Gobernador, se va crecer en 99 mil cupos en restaurantes escolares. Eso va a ser muy bueno. Y además estamos pasando de 120 días a 142. No es suficiente. Hay que llegar a 180 días.

Lo de los ancianos, que ustedes me plantean. Este Gobierno está apoyando 600 mil ancianos en Colombia. En el Atlántico hay 15.122 que reciben un almuerzo y 7.862 que reciben un subsidio. Hemos dado un brinco importante, un salto, de 60 mil ancianos que se apoyaban cuando empezó este Gobierno, a 600 mil que hoy se apoyan. Pero no es suficiente. Hay 860 mil ancianos pobres.

Ustedes me proponen una atención al tendero que no se alcanzó a jubilar. Yo creo, Cecilia, Alicia, que hay que hablar con Claudia Jiménez, que hay que buscar un mecanismo para que aquellos colombianos que no tienen posibilidad de una pensión, puedan hacer una prudente cotización, que sea una especie de ahorro, que el Estado lo complemente, para que tenga un subsidio de retiro. Entonces vamos a buscar eso.

Yo quisiera que alguien de Undeco tomara nota de esto, porque los compromisos nuestros han sido serios. Los que no hemos podido cumplir no ha sido por falta de voluntad. Esta tareíta hay que hacerla con amor y con alegría, pero no es fácil. A ver cómo respondemos esa preocupación de ustedes.

El tema de corrupción: lo más importante para enfrentar el problema de corrupción es la participación de la ciudadanía.

Esperanza, mire, yo le abono al proceso electoral que acaba de concluir, lo siguiente: por primera vez el país votó sin auxilios parlamentarios. Este Gobierno no ha aprobado auxilios parlamentarios.

Sin presupuesto adicional. El Congreso le habría podido aprobar al Presidente de la República un presupuesto adicional en diciembre, ni siquiera presentamos proyecto por dos razones: por contribuir al saneamiento fiscal de la Nación y a la transparencia electoral.

Ahora, hay problemas todavía: Registraduría, jurados, dificultades en el tarjetón, tenemos que seguir trabajando en eso.

Yo creo que el gran camino, yo que he sido de pronto el Mandatario colombiano más empeñado en derrotar el terrorismo, he sido adversario de la pena de muerte y de la cadena perpetua. Y creo en la necesidad de tener tanta firmeza para enfrentar el terrorismo, como disposición al diálogo.

Esta mañana yo me sorprendía, en un periódico decía: Antonio García, jefe del ELN, viene libre a Colombia. Y yo leí la noticia extrañado: ese decreto lo produje yo. Para impulsar esas negociaciones preliminares, exploratorias, en Cuba se aceptó darles libertad a esos señores para que vengan a Colombia a promover la paz, en la esperanza que al percibir ellos en su propio ser los vientos, las brisas amables de la libertad, contribuyan a la paz. O sea que es un Gobierno tan dispuesto a enfrentar los terroristas, como dispuesto a abrir caminos de paz, caminos de reconciliación.

Me gusta mucho la interpretación de Esperanza. Yo no soy amigo, jamás he sido amigo, de la pena de muerte, ni de la cadena perpetua. Cuando hablo de linchar, es para utilizar un lenguaje figurativo, fuerte, penetrante, para que los colombianos pensemos en que tenemos que redoblar el compromiso para acabar con la corrupción, con el terrorismo, con el narcotráfico. Ese es el sentido.

Y entonces ahí viene este tema de cómo tenemos que seguir en esa lucha contra la corrupción. Estamos estudiando qué más puede hacer el país para seguir enfrentando la corrupción, para que este sea un país totalmente transparente.

Con corrupción la gente no invierte, con corrupción no hay recursos para lo social, con corrupción no hay confianza en el país.

Los contratos que nosotros hemos adjudicado, los hemos adjudicado todos en audiencia pública. Todos esos contratos del Plan 2.500, todos los Transmilenios, los Transmetros, todo eso se ha adjudicado en audiencia pública. Yo creo que eso ha empezado a generar confianza, de que hay una gran determinación de eliminar la corrupción.

El crédito. Uno de los problemas que yo encontré con ustedes, era su acceso al crédito. Algo se ha mejorado, pero falta.

Yo diría que hay cosas buenas. El país tiene hoy salvado al sector financiero y salvadas a las cooperativas.

Este Gobierno salvó a Coopcentral, una gran cooperativa que estaba quebrada, y acabamos de salvar 3.114 cooperativas afiliadas a Coopdesarrollo, que habían perdido sus aportes.

Con la operación de Coopdesarrollo y Megabanco, banco que se recuperó gracias a la gestión de mis compañeros de Gobierno que lo dirigen, al vender eso, la semana pasada, se recupera la plata que el Estado invirtió para salvar a los ahorradores, se recupera el dinero que habían perdido 3.114 cooperativas.

Y sobran 80 - 100 mil millones. Tengan en mente para dónde van, guarden eso en la mente que ahora volvemos a atar ese eslabón.

Empieza a presentarse en el país una reducción de las tasas de interés, bien importante. ¿Quién soñaba pues que este país iba a reducir el crédito de vivienda de UVR + 12 + 13 + 11, a UVR + 7.5? Yo creo que ese es un buen paso, indudablemente, y me alegra mucho, pero especialmente por la clase media colombiana.

Yo creo que hemos hecho otra cosa importante. Cuando empezó este Gobierno había 732 mil millones de cartera para los microempresarios. Hoy hay 3 billones, pero no estamos contentos. Eso es apenas la prerrevolución del crédito popular. Mi compromiso, lo asumo ante Undeco, es: antes del 7 de agosto de este año, cuando termine este Gobierno, queriendo Dios, Colombia tendrá el Banco de las Oportunidades, para masificar el crédito popular en nuestro país.

Algunos me han dicho: Presidente, llámelo el banco de los pobres. A mí no me gusta. A mí no me gusta eso de decir: el banco para los pobrecitos. No. A mí me gusta decir: el banco para los alentados que quieren salir de pobres.

Alguna vez le preguntaron a Salvador Allende, le dijeron: hombre, usted que es socialista, ¿por qué tiene esa vida de tan buen vivir? Dijo: porque yo no quiero que los socialistas vivan pobres, sino que tengan un alto nivel de vida.

De Deng Xiao Ping, el de la Revolución China, se recuerdan muchas anécdotas. Una de ellas cuando dijo: no importa que el gato sea blanco, pardo o negro, sino que cace ratones.

Pero lo que más me llama la atención de Deng Xiao Ping en esa Revolución China, es que le dijeron: pero usted, formado en el marxismo, en el estalinismo, en el leninismo, en el socialismo de Mao Tse Tung, ¿cómo está abriendo la economía china, para que se integre a la economía de mercado? Dijo: porque a los socialistas no nos pueden condenar a ser pobres, también tenemos el derecho de ser ricos.

Nosotros queremos el Banco de las Oportunidades para profundizar, para hacer una gran masificación del crédito popular en Colombia, para que la gente pobre pueda reivindicarse, pueda salir adelante.

Esta semana tuve una reunión con el equipo de Hacienda, y seguramente lo podemos hacer antes del 7 de agosto, porque lo escindiremos de una entidad.

Ahora, él no va a llegar como un Papá Noel a repartir regalos, pero sí a forzar que se masifique el crédito popular en Colombia. Será de segundo piso y buscará que todas las entidades del sector financiero, fundaciones, ONG’s cooperativas, banco privado y público, Fondo de Garantías, estén comprometidas en todos los lugares de Colombia a masificar el crédito popular.

Yo confiaría, reunirme con ustedes antes del 7 de agosto de este año, para lanzar en Barranquilla el Banco de las Oportunidades ya creado.

¿Recuerdan los 80 - 100 mil millones de las cooperativas, que nos sobran de la operación Megabanco? Eso es para apoyar el cooperativismo, orientado a su participación en el Banco de las Oportunidades.

Entonces asumo estos compromisos con ustedes: impulsar en estos meses de Gobierno la segunda revolución del Sena, el Banco de las Oportunidades, tenerlos en cuenta a ustedes en la concertación de reforma tributaria y buscar un subsidio de retiro para sectores como tenderos, etcétera, que por alguna razón no han podido pagar las cotizaciones para pensionarse. Vamos a buscar esos temas.

¿Qué productos los preocupan en el TLC? Pero no me hablen de sectores de la economía, sino de productos con nombre propio. ¿Quién quiere empezar? Allá, el señor”.

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