PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE SOBRE LA INDUSTRIA TURÍSTICA DE LOS
CRUCEROS
Cartagena, 4 may (SNE). Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, al intervenir en
el foro “Reactivación de la industria turística
de los barcos de cruceros”, organizado por la Sociedad
Portuaria de Cartagena.
“Nos reunimos esta noche aquí en frente de la Bahía,
con la amable brisa de Cartagena, para examinar algunos aspectos
de la industria del turismo, en lo que ha sido el gobierno que
he tenido el honor de presidir.
En primer lugar, agradezco al señor capitán (de
corbeta, Alfonso) Salas (gerente general de la Sociedad Portuaria
de Cartagena), la generosa narración de los esfuerzos
hechos por el Gobierno. Yo mismo no habría sido capaz
de hacerla tan completa. Muchas gracias, Capitán.
Agradezco la presencia de todos ustedes esta noche, de mis buenos
amigos los guías de turismo, de su vocero.
Cuando el pasado primero de mayo examinábamos qué ha
pasado, qué ha ocurrido en el empleo de la patria, y esto
nos va conduciendo al turismo, encontrábamos lo siguiente:
en un período muy breve Colombia llegó a tener
un desempleo cercano al 20 por ciento.
Iniciado el Gobierno me dijo el ministro Juan Luis Londoño,
que en paz descanse: Presidente, no espere reducciones rápidas
del desempleo. Es tal la fuerza con que viene creciendo, que
llegará al 25 por ciento antes de estabilizarse y de empezar
a reducirse.
Además notábamos otro agravante: el crecimiento
acelerado del desempleo de jefes de hogar. El más pernicioso.
Porque cuando pierde el empelo el jefe de hogar se corre mucho
riesgo para la unidad de la familia. Los hijos universitarios
abandonan la universidad. Cuando hay cónyuge que está atendiendo
los niñitos, desesperadamente tiene que abandonar su atención
y buscar incursionar en el mercado del trabajo. Adolescentes,
por el desespero de la pérdida del empleo del jefe de
hogar, también son desertores del aparato escolar.
Ese desempleo de jefes de hogar brincó en Colombia rápidamente
del 4 al 10 por ciento.
El desempleo general lo hemos reducido, no es para cantar victoria,
menos en una ciudad con tanta pobreza como Cartagena. Como que
acabamos de percibirla de nuevo en una reunión que acaba
de terminar en el Centro de Convenciones con nuestros sectores
populares y universitarios.
Pero hemos reducido el desempleo al 11,3. Falta mucho, pero una
cosa es hablar de desempleo del 20 por ciento, y otra de desempleo
del 11,3. Y además se ha presentado ya una importante
reducción del desempleo de jefes de hogar.
La cifra de marzo indica esto: en marzo de 2002 Colombia tenía
16 millones 654 mil trabajadores. Este año 18 millones
505 mil. Se han creado durante el Gobierno 1 millón 951
mil empleos.
Vayamos pensando en el turismo. Aquí hay que entrar a
mirar el tema de calidad de empleo. El subempleo se ha reducido
del 34 al 29, llegó a estar en el 38. El 29 es muy alto,
no es para cantar victoria, no es para bañarnos en agua
de rosas. Pero hemos empezado a inducir una tendencia de reducción
del subempleo.
El subempleo se mide en tres factores. El numero de ciudadanos
que contesta no estar trabajando tiempo completo. Hoy de todos
los ciudadanos que hace cuatro años decían no estar
trabajando tiempo completo, hay 2 millones que aceptan haber
pasado de tiempo parcial a tiempo completo.
Una segunda medición del subempleo, ciudadanos que contestan
que están desempeñando un oficio distinto al aprendido,
una tarea profesional diferente a la estudiada. Allí no
tenemos mayores avances para mostrar. Por eso hay que seguir
haciendo esfuerzos en el crecimiento de la economía y
en la revolución educativa, para que, combinado el crecimiento
de la economía como generador de oportunidades y la revolución
educativa a través del elemento de la pertinencia, que
lleve al aparato educativo de la patria a ofrecer lo que realmente
necesita la sociedad, los ciudadanos puedan trabajar en el desempeño
de lo aprendido.
Y aparece un tercer factor de medición de subempleo:el
porcentaje de ciudadanos trabajadores que contesta que no están
contentos con el salario. En todas las sociedades es alto, pero
miremos qué ha pasado en Colombia. En los cuatro años
de este Gobierno, hemos aumentado el salario mínimo por
encima de inflación, en los cuatro años de este
Gobierno. La inflación acumulada en estos cuatro años
es del 23,83 y el salario mínimo incrementado, el incremento
es del 31,02.
Hay casi 8 puntos de ganancia del salario mínimo sobre
inflación. Creo que no es fácil encontrar algo
igual en la historia reciente de Colombia. No es que los colombianos
tengan un buen salario mínimo, pero hemos avanzado mucho
en este cuatrienio.
Y además de verificar qué ha sucedido con esos
tres factores que constituyen, que conforman el subempleo, es
importante además verificar lo que ocurre con otras indicaciones
de calidad de empleo.
Al régimen contributivo de salud se han incrementado 2
millones y medio de beneficiarios, resultado directo del incremento
del empleo. Las cajas de compensación familiar tiene hoy
más de 700 mil afiliados adicionales a hace cuatro años.
No hablo de estudiantes en formación, sino de trabajadores
afiliados como cotizantes a las empresas del Sena: se han aumentado
en un 30 por ciento.
Cuando miramos el sistema general de pensiones y el sistema
general de riesgos profesionales, hoy hay más de 1 millón
de nuevos trabajadores afiliados.
Yo creo que es un buen camino, no una victoria, pero un camino
que se va abriendo y que tiene relación con la pobreza. ¿Quién
va a negar la pobreza de esta ciudad, que tenemos que enfrentar?
La pobreza de la patria. Pero la pobreza llegó en Colombia
muy rápidamente al 60 por ciento. Allá tocando
ese techo la encontró el Gobierno. Estaba en el 49 en
septiembre del año pasado.
Paramos ese ascenso vertiginoso y empieza a regresar. Colombia
tiene que proponerse que en el año 2019 la pobreza no
sea superior al 20. Ojalá en el próximo cuatrienio
se sitúe máximo en el 35. Una reducción
de 14 puntos en un cuatrienio sería algo muy bueno para
Colombia.
Pues bien, a perfilar esta tendencia que es positiva contribuye
la confianza generada en la economía de la patria. En
mi concepto, Colombia ha tenido unas bonanzas específicas
y empieza a tener una bonanza de confianza.
Cuando Estados Unidos pagó la indemnización por
la separación de Panamá, el gobierno del general
Pedro Nel Ospina presidió un período de bonanza
en inversión, con esos 25 millones de dólares.
Nuestra economía tuvo que apresurar un proceso de sustitución
de importaciones porque mucho de lo que exportábamos perdió mercados
en las guerras mundiales y no había de dónde abastecernos
en mucho de lo que comprábamos. Hubo una bonanza por sustitución
de importaciones.
Los gobiernos del general Rojas Pinilla, de los doctores Alfonso
Lopez y Belisario Betancur, tuvieron bonanzas de café.
Caño Limón, Cuisiana, Cupiagua, bonanzas petroleras.
El país se abrió a la telefonía celular
para el sector privado y hubo una bonanza para invertir en celulares,
otra para invertir en canales privados de televisión.
Pero el volumen de inversión extranjera, el volumen de
turistas que empieza a crecer, provenientes del extranjero, la
disminución de las tasas internacionales de interés,
la mayor oferta de crédito a Colombia, la circunstancia
de que el país ha colocado bonos en pesos en el mercado
de Nueva York, que el país ha recuperado el mercado financiero
de Tokio, son todas expresiones de que hay confianza en Colombia.
Confianza que tenemos que cuidar.
Hoy tuvimos una nueva expresión de confianza en Colombia.
El señor Richard Fain, de Royal Caribbean, por primera
vez visitó a Colombia y a Cartagena. Y vino a decirnos
que Royal Caribbean había tomado la decisión de
reanudar sus cruceros a Cartagena, sin esperar que el Departamento
de Estado de los Estados Unidos elimine la alarma de viajeros,
qué bueno eso.
Le pregunté: Mr. Fain, ¿lo puedo decir en público?
Me dijo: dígalo, que yo lo corroboro. Y lo corroboró a
un grupo muy importante de comunicadores que lo entrevistó al
mediodía.
Nos dijo: es tanta la confianza en Colombia, que vamos a venir
inicialmente con 38, 39 cruceros, 66 mil pasajeros a Cartagena,
sin que los Estados Unidos haya levantado la alarma. Y apenas
empiecen a tener éxito esos cruceros, agregó, se
propone acompañar al Gobierno de Colombia en las gestiones
ante el Departamento de Estado para que el Departamento de Estado
reconozca los hechos positivos y elimine la alarma.
Hace cuatro años Colombia recibía medio millón
de visitantes internacionales, más o menos. El año
pasado aspirábamos a un millón, nos quedamos cortos,
llegaron 937 mil visitantes internacionales.
La meta Colombia Visión 2019, 7 de agosto, segundo centenario,
es que para ese entonces la patria esté recibiendo ocho
millones de visitantes extranjeros al año. Una gran meta,
nos obliga a trabajar muchísimo.
Nuestra líder turística, Cartagena, tiene que
hacer los mayores esfuerzos.
Hoy se están construyendo en el país 48 hoteles.
Tenemos ya operadores de ecoturismo en el parque de Amacayacu,
en el Amazonas, en la isla de Gorgona, en el parque de los Nevados
y en el parque Tayrona, ya hay operadores de ecoturismo.
El Congreso nos aprobó la exención tributaria
a las empresas de ecoturismo, y Colombia ha conformado uno de
los marcos tributarios más importantes para hoteles.
Un hotel nuevo que se construya en nuestra patria, tiene 30
años en exención de impuestos. Un hotel viejo que
se remodele, los ingresos proporcionales o que correspondan en
proporción a la inversión realizada en remodelación,
son ingresos que no contabilizan para ingresos, exentos de impuestos.
Todo esto es útil, pero nada es útil si no hay
Seguridad Democrática.
Si hay algún sector que siente el beneficio de la Seguridad
Democrática es el turismo. Por eso tenemos que persistir.
Hay reveses, ustedes no saben lo triste que fue hace una semana,
asistiendo yo a un foro de Fedesarrollo, cuando llegó la
noticia del asesinato de la hermana del señor ex presidente
César Gaviria. La desazón que recorrió mi
ser.
Al otro día, cuando me dirigía a Pereira, me preguntaba
si tenía energías para encarar la responsabilidad
frente a esta tragedia. La tristeza de reunirme con el señor
ex Presidente y su familia, la única hermana asesinada,
pensar que en algún momento yo voy a ser ex Presidente,
que mi familia vive en Medellín y que tanta huella del
terrorismo genera vulnerabilidades.
Visitar a toda una sociedad enlutada, afligida, en la sala de
velación, y visitar la familia, que también asistí al
funeral de su ser querido, el policía asesinado con la
doctora Liliana Gaviria. Son reveses de esta política
de seguridad.
Pero Unamuno decía que el fuego que derrite la manteca,
templa el acero. El Libertador expresaba bellamente que cada
dificultad debe ser convertida en una nueva trinchera, y de allí tenemos
que obtener una nueva victoria.
Por eso, en momentos de tristeza, desde el alma yo invito a
los colombianos a persistir en materia de seguridad.
En esta tierra nació el ex presidente Rafael Núñez,
primero fue gobernador, presidente del Estado de Bolívar,
en nombre del orden, de la autoridad y de la paz, y después
de la Nación entera.
El examen cuidadoso de la cultura caribe de la patria, muestra
que subyacente a esa alegría y a esa espontaneidad, en
este Caribe lo que hay es una personalidad colectiva de rechazo
del desorden y de rechazo de la violencia.
Cada año, cuando se aproxima la fecha del Carnaval de
Barranquilla, o las festividades del 11 de noviembre en Cartagena,
recuerdo que en sus orígenes se enmarcan expresiones de
rechazo a la violencia.
El general Vengoechea, quien concibió la Batalla de Flores
de Barranquilla, la imaginó cuando el país acababa
de concluir el sangriento episodio de la Guerra de los Mil Días,
se había perdido a Panamá, y no cualquier cosa,
habíamos perdido la cabeza, y dijo el general Bengoechea:
los caribeños vamos a exigir que las únicas batallas
que de ahora en adelante se den en Colombia, sean las batallas
de flores.
Una historia, un recorrido, una personalidad colectiva de rechazo
a la violencia aquí en el Caribe, y además la percepción
de una realidad: el turismo jalonador del empleo, el turismo
causante de recursos para la inversión social, no se da
si no se supera la violencia.
Muchos rechazan este Gobierno con el cuento de que Uribe es
guerrero, que es guerrerista, y que no hay inversión social.
Esa distorsión, a mi juicio, es equivocada. Colombia necesita
una política de autoridad para derrotar el terrorismo
y tiene que llevar de la mano una política de inversión
social. No son excluyentes, van de la mano.
La política de Seguridad Democrática crea confianza
para invertir en nuestra patria. Expandir la economía,
generar empleo, propone o permite que se den los ingresos para
poder hacer inversión social. Van de la mano la política
de seguridad y la política de inversión social.
Claro, Colombia necesita más inversión social,
y también más seguridad. Nosotros no podemos estar
tranquilos ni por lo uno ni por lo otro.
En este Caribe ha mermado mucho el terrorismo, pero hay focos
de inseguridad urbana muy preocupantes, frente a los cuales la
Policía, la fuerza pública, la Fiscalía,
las autoridades competentes debemos ser más eficaces.
Muy buenas estas instalaciones portuarias, así lo reconoció hoy
Richard Fain. Bella Cartagena. Nos dijo: puede ser el destino
más atractivo del Caribe para los tres millones y medio
de turistas que por el Caribe moviliza Royal Caribbean al año.
Eso se vuelve nada si no hay seguridad. Por eso mi invitación
a persistir en el tema de seguridad. Lo otro se va construyendo.
Y relacionar seguridad, turismo, inversión social, fortaleza
de la economía.
El foro que acabamos de terminar nos hace pensar en cómo
tener caminos más simples y más eficaces para la
eliminación de la pobreza en Cartagena.
En este Gobierno hemos creado más de ocho millones de
cupos en el régimen subsidiado de salud. Hemos pasado
de diez millones y medio a 18 millones 600 mil. En Cartagena
111 mil, pero la cobertura en la ciudad es muy baja.
El país debe llegar en los próximos años
a plena cobertura en régimen subsidiado de salud, ojalá rápidamente
llegáramos en Cartagena.
Esta tarde el Gobernador, el Alcalde, el Ministro encargado
de Protección, en frente de los congresistas, conmigo,
hemos asumido la responsabilidad de financiar otros 200 mil carnés
de salud para Cartagena en las próximas semanas.
Hay que cumplir e invitar a las universidades a que constituyan
un pool de vigilancia, para que se garantice total transparencia
en la contratación de los recursos y se certifique, y
lo vamos a lograr.
Y hay que continuar el proceso hasta reabrir plenamente el Hospital
Universitario y sacar adelante los otros hospitales. El tema
de la salud en Cartagena sigue siendo dramático. No obstante
todos los avances de este Gobierno en muchas regiones del país,
fuera de la ampliación en cobertura, todavía no
tenemos otros resultados en Cartagena. Allí enfrentamos
un gran desafío para salir adelante.
El día de la madre del año pasado, estamos para
celebrar uno nuevo, el Gobierno inauguró la decisión
de llevar por primera vez el programa Familias en Acción
a grandes ciudades.
Esta mañana vine a Cartagena, me reuní aquí con
familias pobres de El Pozón y empezamos los pagos. Ese
programa iniciado por mi antecesor, este año completará 650
mil familias pobres que reciben un subsidio periódico
para la nutrición y la educación de sus hijos.
Hay que masificarlo en Cartagena.
Si ustedes me preguntaran dos acciones sociales, amén
de muchas, terminada la vía perimetral en su primera fase,
hay que proponernos convertir todos esos tugurios en viviendas
dignas.
Amén de muchas, si ustedes me preguntaran por dos prioridades
para eliminar la pobreza en Cartagena, yo diría: continuar
la Seguridad Democrática para que siga la recuperación
del turismo y otras actividades de la economía, por un
lado, y por el otro avanzar a la plena cobertura en régimen
de salud y a la masificación de Familias en Acción.
Pienso que el discurso para eliminar aquí la pobreza
tenemos que simplificarlo y traducirlo en hechos y avances en
estos capítulos.
Veo pues, apreciados compatriotas que nos reunimos esta noche,
una relación clarísima entre la Seguridad Democrática,
la confianza en la ciudad y en el país, la reactivación
del turismo, la generación de empleo y la posibilidad
de complementar eso con acciones de inversión social que
lleguen a redimir a la ciudad de esta pobreza tan grande.
Es muy difícil hablar de la ciudad integralmente, porque
tiene tanta belleza y al mismo tiempo tanta pobreza, que uno
tiene que mostrar las dos caras.
Mi invitación es a que hagamos todos los esfuerzos para
mostrar en Cartagena progresos serios, importantes, en materia
de eliminación de la pobreza.
No sé, capitán, si hay alguna persona que quisiera
hacer un comentario, una pregunta, formular un tema, con el mayor
gusto lo escucharíamos”.