Bogotá, 18 may. (SNE).- A los colombianos de menores
ingresos, a los microempresarios, a los pequeños y medianos
empresarios, a los jóvenes profesionales ubicados en cualquier
rincón del país y que no tienen ninguna relación
con el sistema financiero, llegará la Banca de las Oportunidades.
Y lo hará a través de Corresponsales No Bancarios
que pueden ser una tienda, una droguería, un pequeño
supermercado, la oficina de telecomunicaciones, la oficina de
correos, etc, ubicadas en cualquier pequeño municipio.
Por medio de un decreto se permitirá que todos los grandes
bancos comerciales que hoy funcionan en el país hagan
contratos con esos establecimientos de comercio, los doten tecnológicamente
de un datáfono, les den las facilidades técnicas
y puedan hacer las transacciones mínimas que hace una
persona.
Ese ciudadano común y corriente podrá desde esa
pequeña tienda o droguería -previamente autorizada
por un banco-, pagar los recibos de servicios públicos,
consignar, retirar de sus cuentas de ahorro, recibir y tramitar
las solicitudes de crédito, hacer transferencias de recursos
entre cuentas, ofrecer seguros y hasta pagar los aportes a pensiones.
La ministra de Hacienda encargada, María Inés
Agudelo, explicó que la Banca de las Oportunidades es
una política que busca promover el acceso a los servicios
financieros buscando la equidad social.
El objetivo es incorporar a los segmentos de la población
no atendidos por el sector financiero, lo que en lenguaje especializado
se entiende como “bancarizar”.
Se ha comprobado que el acceso a los servicios financieros tiene
efectos benéficos como estrategia para combatir la pobreza
y generar equidad y que una mayor profundización financiera,
estimula el crecimiento de la economía de los países.
REFORMAS A REALIZAR
Para poner en marcha esta política de la Banca de las
Oportunidades, el Gobierno Nacional está trabajando en
varias reformas.
Por ejemplo, que a las cuentas de ahorro a partir de un determinado
monto, no se le cobre el impuesto del 4 por Mil.
Que esas cuentas para este determinado grupo de población
objetivo de la Banca de las Oportunidades, estén exentas
de inversiones forzosas.
Que se simplifiquen los requisitos en la apertura exigidos por
el Sistema de Información de Política de Lavado
de Activos (Sipla).
Se busca establecer un marco legal más apropiado que
asegure que los créditos puedan ser cobrados de forma
segura, predecible y transparente.
También se requiere una regulación y el fortalecimiento
de las centrales de riesgo, para que obtengan información
diferente a las del sector financiero, por ejemplo sobre el pago
de los servicios públicos, los pagos de arriendos, entre
otros.
¿CÓMO OPERARÁ?
La Ministra de Hacienda encargada fue enfática en señalar
que la Banca de las Oportunidades no prestará directamente
a la población, es decir que no será un banco de
primer piso, no tendrá oficinas para atender a la gente.
Que tampoco avalará o garantizará ninguna operación
de crédito o transacción financiera.
Que no será banco de segundo piso, es decir que redescuente
a los bancos –o les devuelva parte de lo que presten- por
las transacciones.
Esas operaciones las efectuarán los bancos ya establecidos
en el país y el estímulo es que sin tener que montar
grandes y costosas oficinas o sucursales, podrán llegar
y servir en los rincones más apartados del país.
El Gobierno contribuye creando el Fondo Proacceso con 120 mil
millones de pesos que se le retirarán al capital del Granbanco
Bancafé, y que será el encargado de promover la
política de la Banca de las Oportunidades.
Será un fondo muy pequeño, de una infraestructura
mínima, con poco personal pero altamente calificado, se
encargará de promover las reformas que sean necesarias,
diseñar incentivos para promover el acceso a los servicios
financieros y ofrecerá programas de asistencia técnica
y fortalecimiento institucional a Organizaciones No Gubernamentales
(ONGs) y cooperativas.
De otro lado pondrá 20 mil millones de pesos como capital
semilla para crear una sociedad comercial que se encargue de
prestar todos los servicios técnicos y tecnológicos
que se requieren para poder llegar a todos los rincones del país.
Actualmente no existe en el país una sociedad que preste
los servicios de plataforma tecnológica que puedan usar
los bancos, sin tener que incurrir en grandes costos y establecerlos
en sus oficinas.
Por ejemplo, esa sociedad podrá prestar servicios de
software, podrá ofrecer redes de puntos de punto de servicios
a través de computadores o datáfonos, pude facilitar
la infraestructura para realizar las transacciones básicas.
La ministra de Hacienda aseguró que la banca ya manifestó su
interés en trabajar conjuntamente con el Gobierno para
participar en la Banca de las Oportunidades.
También que existe un compromiso de las ONGs, de las
cooperativas y de las cajas de compensación familiar,
en promover en el país y entre los colombianos, un mayor
acceso a los servicios financieros.