Bogotá, 31 may. (SNE).- Con ocasión del Día
Mundial sin Tabaco, el Instituto Nacional de Cancerología
urgió de los congresistas el estudio y la aprobación
de una legislación que controle el consumo de tabaco en
Colombia, práctica que causa la muerte de 20 mil colombianos
y pérdidas de 1,2 billones de pesos cada año.
Según el director del Instituto, Carlos Vicente Rada,
actualmente en el Congreso de la República cursan cinco
proyectos de ley (cuatro en Senado y uno en Cámara), que
buscan legislar sobre diferentes aspectos relacionados con el
control del consumo de tabaco.
Entre ellos se destaca el proyecto de Ley 128 de 2005 del Senado,
que busca que Colombia adhiera al Convenio Marco de Lucha Antitabáquica
de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con el Instituto de Cancerología, “aprobar
y aplicar una legislación para controlar el consumo de
tabaco, asegura un entorno más saludable para las futuras
generaciones, al mismo tiempo que significa una protección
más eficaz de toda la población”.
CIFRAS
De acuerdo con estudios de esta entidad especializada en el
tema,
la pérdida de ingresos asociadas al consumo de tabaco
en Colombia asciende a 1,2 billones de pesos, es decir al 0,5
por ciento del PIB.
Parte de esas pérdidas se relacionan con la mortalidad
prematura y discapacidad asociadas al tabaquismo.
Para el Cancerológico, el consumo de tabaco no sólo
es un problema de la sociedad a nivel mundial, sino también
de la comunidad colombiana, a la que afecta en forma dramática
y con énfasis en los menores de edad.
Según el Instituto, “en forma lenta la sociedad
ha venido comprendiendo el riesgo que representa el consumo de
tabaco. Hoy se sabe que el humo del cigarrillo está compuesto
por más de 4 mil sustancias químicas, que incluyen
50 sustancias productoras de cáncer, y productos tóxicos
como el amoníaco, arsénico, benceno, acetaldehído,
cadmio, cianuro de hidrógeno, monóxido de carbono
y otros. Son estas sustancias las responsables de un número
importante de enfermedades, entre las que sobresalen diferentes
tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares”.
Las cifras del Instituto indican cómo afecta el consumo
de tabaco a los colombianos:
La prevalencia de fumadores actuales en la población
adulta, de 18 a 69 años de edad, es del 18,9 por ciento,
es decir de aproximadamente 5 millones de fumadores.
El 18,6 por ciento de los adolescentes colombianos ha fumado
cigarrillos alguna vez.
Anualmente mueren 20 mil colombianos por hechos atribuibles
al consumo de tabaco.
El 62 por ciento de los estudiantes de Bogotá ha probado
alguna vez el cigarrillo, sin que se presenten diferencias significativas
por género.
El 30 por ciento de los niños y niñas entre los
13 y 15 años de los colegios de Bogotá, ha probado
alguna vez el cigarrillo.
El 12,6 por ciento de los niños y niñas que consumen
tabaco, fuma en casa. Esta conducta es más frecuente entre
las alumnas que entre los alumnos.
Frente a estos indicadores que muestran el grave impacto del
tabaco en la vida de los colombianos, el Instituto de Cancerología
considera que parte de la respuesta debe darse en el ámbito
político y legislativo, donde las medidas son más
eficaces.
“El grave impacto que tiene el tabaco en la vida de las
personas, motiva el debate con respecto a la necesidad de defender
a las generaciones presentes y futuras de los graves estragos
que conlleva su consumo, mediante medidas que permitan prevenir
el consumo, proteger a los fumadores y a los no fumadores y facilitar
su abandono. Las medidas para prevenir el consumo de cigarrillo
se realizan en diferentes ámbitos, a nivel individual,
comunitario y político. La evidencia ha mostrado que aquellas
medidas que se realizan en el ámbito político y
legislativo son las más eficaces”.
El proyecto de ley 128, que busca que Colombia adhiera al Convenio
Marco de Lucha Antitabáquica de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), va encaminado en esa dirección.
Dicho Convenio aborda el control del tabaco desde la perspectiva
tanto de la oferta como de la demanda, proponiendo acciones de
prevención del uso mediante incremento en precios e impuestos,
prohibición a la publicidad y prohibición de la
venta a menores.
Otras acciones están encaminadas a la promoción
de la cesación, a la protección a la exposición
al humo ambiental, a la regulación de los empaques, al
fortalecimiento de la información que se brinda a la población
y a la reducción del contrabando de los productos de tabaco.
Esta iniciativa, de autoría de varios ministerios del
Gobierno Nacional, ya fue aprobada en primer debate en la Comisión
II del Senado. Ahora los ponentes deben rendir ponencia para
debate en la plenaria del Senado, luego pasará a Cámara
para debates de comisión y plenaria, y de ahí a
sanción presidencial en caso de que el Congreso dé la
luz verde definitiva.