PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN LA XVI CUMBRE
IBEROAMERICANA DE JEFES DE ESTADO
Montevideo (Uruguay), 4 nov. (SNE).- Las
siguientes son las palabras pronunciadas por el presidente Álvaro Uribe Vélez
en la sesión Plenaria de la XVI Cumbre Iberoamericana
de Jefes de Estado.
“Nuestra gratitud a usted, señor presidente Tabaré Vásquez,
por su hospitalidad y por el esfuerzo y el éxito de esta
Cumbre, nuestra gratitud a Su Majestad, al Presidente del Gobierno
de España y a su Gobierno, por el permanente interés
por sacar adelante a la comunidad iberoamericana, nuestra gratitud
al Presidente Iglesias (Enrique), por esta dedicación
a coordinarnos y un saludo muy respetuoso a ustedes, distinguidos
presidentes, jefes de Estado y delegados.
Colombia tiene dos características, es un país
abierto, con las menores restricciones a las corrientes de inmigrantes,
pero es un país que por el terrorismo se ha convertido
en las últimas décadas en expulsor de ciudadanos.
El ocho por ciento de los colombianos viven hoy por fuera, en
una Nación de casi 44 millones habitantes. Nuestro primer
esfuerzo es que la recuperación de la seguridad permita
que los colombianos que quieran migrar, lo hagan libremente,
no expulsados por el terrorismo.
Por supuesto cuando ya hay cerca de cuatro millones de colombianos
en la comunidad internacional, todos los días los problemas
con estos compatriotas son mayores, pero también aparecen
soluciones.
Queremos destacar el esfuerzo que ha hecho el Gobierno de España
en pro de la legalización, en pro de la legalización
de los colombianos que viven allí. Expreso aquí,
al Presidente del Gobierno Español, al pueblo Español
por conducto de Su Majestad, nuestra gratitud. Y lo ponemos como
un ejemplo de lo que puede hacerse en muchos países del
mundo.
El tema de las migraciones debería convertirse en el
primer imperativo de la globalización. Es incomprensible
que se le asigne más importancia al flujo de capitales
que a las consideraciones sociales con los migrantes.
Nuestra propuesta es que la migración se entienda no
como una libertad formal, sino como un derecho social, que en
consecuencia,
vaya acompañado con unos acuerdos que nos obliguen a todos
en materia de seguridad social.
Desde hace muchas décadas estamos hablando que cualquier
ciudadano de cualquiera de nuestros países, debería
poder ejercer los derechos de acceso a la seguridad social en
cualquiera otro de los países de nuestra comunidad. Hagámoslo.
Apenas hay unos pocos acuerdos entre algunos de nosotros, para
que los servicios de afiliación pensional se acumulen
entre un país y el otro. Y son casi inexistentes los acuerdos
para que a un emigrante de un país, en el país
receptor, le presten los servicios de seguridad social relacionados
con la salud. La integración de la seguridad social se
convierte en un factor esencial para poder desarrollar la migración
como derecho social.
Deberíamos dar el paso de buscar el pasaporte iberoamericano.
Yo creo que esa identificación ayudaría a consolidar
esos elementos culturales de gran región que son los que
soportan los esfuerzos de ésta cumbre.
LA SEGURIDAD
Por supuesto, no puedo dejar de informar a ustedes sobre el
tema del rescate de la seguridad en Colombia, estando completamente
de acuerdo con las palabras del Presidente de España,
en su acepción de la seguridad como un concepto integral.
Nuestra seguridad es democrática. El gran enemigo, el
terrorismo, no es equiparable con las insurgencias latinoamericanas
que enfrentaron dictaduras. Allí es el sicario, el verdugo
de la democracia.
Tenemos reveses, pero los avances son considerables. Este año
realizamos las elecciones de Parlamento y de Presidencia, pudieron
ser las más amenazadas de la historia y en concepto de
la prensa internacional, resultaron las más pacíficas.
La seguridad demostró en Colombia su virtud para la democracia.
Nadie, ni opositores ni amigos de Gobierno, pueden levantar la
mano para decir que la seguridad no estuvo al servicio del ejercicio
efectivo de las libertades democráticas.
La seguridad en nuestro caso no se opone al diálogo.
De 60 mil terroristas que encontramos hace cuatro años,
se han desmovilizado 40 mil, alrededor de 30 mil paramilitares
y casi 8 mil guerrilleros.
En el pasado Colombia desmovilizó 3.500 guerrilleros,
en procesos de paz muy sonoros, que el mundo entero conoció.
Nosotros, sin procesos de paz formales, en nombre de una política
de seguridad, hemos desmovilizado cerca de 8 mil guerrilleros.
Por los resultados, es el proceso de paz más ambicioso
de la vida colombiana, surgido del ejercicio de autoridad, no
del apaciguamiento de los terroristas.
Allí tenemos un gran reto que es reinsertarlos. Un reto
costoso, exigente, ETA, IRA, han tenido apenas docenas de activistas.
Nosotros enfrentamos un país con 60 mil terroristas bien
armados, ricos, financiados por el narcotráfico y ya hay
40 mil de ellos desmovilizados. Nos cumple un deber costoso,
muy exigente, que es reinsertarlos, para lo cual necesitamos
toda la cooperación internacional.
El terrorismo en Colombia ha sido causa muy eficiente de la
pobreza. El terrorismo no solo ha producido el éxodo de
cuatro millones de colombianos, un desplazamiento interno de
más de dos millones, sino que dejó la economía
del país totalmente paralizada durante años. Se
estancó el crecimiento, desaparecieron los recursos para
hacer inversión social y el país llegó a
niveles de pobreza que amenazaban con destruir la unidad de la
Nación.
Para nosotros la seguridad es un valor democrático y
una fuente de recursos, es un camino de superación de
pobreza. Y también lo relacionamos con el tema ambiental
al que refería el señor Presidente del Gobierno
de España.
El terrorismo es un perturbador ambiental de mayor grado. Para
financiarse de la droga destruye la selva. Colombia tiene en
su territorio una extensión igual a la extensión
de Francia, solamente en selva. El terrorismo ha destruido 2
millones de hectáreas de selva para sembrar coca.
La contaminación de los ríos ha sido producto
de los precursores químicos del procesamiento de la coca.
La derrota de la droga en Colombia es un imperativo para recuperar
medio ambiente, para preservarlo y, por supuesto, para superar
el terrorismo.
En el tema de seguridad hemos tenido que tomar decisiones recientes
que quiero brevemente explicar a ustedes. Para nosotros la seguridad
es un camino de reconciliación, lo muestra la desmovilización.
Pero no puede ser un camino de apaciguamiento que le entregue
el país al terrorismo.
Por el auspicio, la generosidad de Cuba, hemos venido adelantando
allí diálogos que aspiramos conduzcan a la paz
con el ELN, la segunda guerrilla. Transcurridas las elecciones
presidenciales el 28 de mayo, abrí como Presidente de
la República, un amplio compás, para buscar procesos
de paz con las FARC, para buscar un acuerdo humanitario que permitiera
la liberación de Ingrid Betancourt y de otros 80 colombianos
que la guerrilla tiene secuestrados.
La respuesta de estos señores del terrorismo fue explotar
carros bombas. Por eso explicaba esta mañana a la Comisión
Europea, que Colombia, como país democrático, no
puede avanzar hacia una zona de encuentro con terroristas, mientras
la respuesta de los terroristas sea explotar carros bombas.
La confianza de los colombianos depende, en muy buena parte,
de la firmeza de su Gobierno frente al terrorismo. Me preguntaba
la Comisaria Europea: ¿Hay manera de reanudar los diálogos
de un acuerdo humanitario? Yo le decía, en el momento
en que haya una señal de buna fe, una decisión
de estos grupos de suspender acciones terroristas.
Regresando al tema de la pobreza, nosotros queremos presentar
aquí tres elementos a los cuales algunos de ustedes se
han referido. El tema de la energía biológica,
el tema del agua, el tema del microcrédito.
El continente debería convertirse en el gran productor
mundial de energía biológica. Tenemos todas las
posibilidades, eso permite tres grandes retos, la alternativa
de los combustibles fósiles, la preservación del
medio ambiente y la erradicación de la pobreza en las
zonas más pobres que son las rurales.
Deberíamos asignarle toda la prioridad que, y esta conectado
con el agua, está conectado con el reto que nos proponían
esta mañana, de superar las deficiencias en suministro
de agua.
Entre las estrategias sociales que viene adelantando Colombia,
hemos asignado especial énfasis al tema del microcrédito,
muy en consonancia con la política que promueve en toda
la región el Banco Interamericano. Nuestra cartera microempresarial
creció en un 300 por ciento los anteriores cuatro años.
Y ahora con diferentes mecanismos que compromete toda la banca
pública, la privada, las instituciones de segundo piso,
fondos estatales de garantía, fundaciones de acompañamiento
y capacitación, esperamos llegarle a los sectores más
pobres de la población.
Cuando en América Latina muchos sectores tienen que financiarse
del agiotismo, la financiación formal de los sectores
más pobres se convierte en un camino muy eficiente de
superación de pobreza.
Permítanme hacer una referencia a Europa y una referencia
al comercio internacional.
Majestad, estamos preocupados porque en Europa aparece el mayor
crecimiento de consumo de drogas, y buena parte, crecientemente
la droga, que infortunadamente se produce en Colombia, busca
el destino europeo.
Requerimos que Europa fortalezca las medidas contra el consumo,
nos abra las fronteras a los latinoamericanos pero le cierre
las fronteras a la droga.
Una de las grandes preocupaciones que nosotros tenemos frente
a Europa, con excepción de España que ha sido tan
generosa frente a nuestro migrantes, es que Europa es muy restrictiva
con nuestro migrantes pero muy ineficaz para controlar la llegada
de la droga. Muy difícil para nosotros enfrentar este
problema, si esos mercados no se le cierran.
Tenemos dos estrategias en Colombia, que necesitamos que España
nos ayude para que la Unión Europea las apruebe, las apoye
masivamente. La una es la erradicación manual, no nos
hemos dedicado solamente a la fumigación, la manejamos
con los Estados Unidos y que tiene bastante resistencia a Europa.
El año pasado erradicamos manualmente 32 mil hectáreas
y este año estamos erradicando manualmente 40 mil hectáreas,
esas ya son cifras mayores, pero lo hemos hecho fundamentalmente
con presupuesto del Gobierno colombiano y con toda limitación.
Qué bueno que Europa nos pudiera ayudar más activamente
en ese tema de la erradicación.
Y el otro tema es el tema de guardabosques. Los europeos permanentemente
preguntan por cultivos alternativos. En la selva amazónica
el mejor cultivo alternativo para el planeta, en su conjunto,
es proteger el bosque y recuperarlo allí donde ha sido
destruido. Nosotros ya tenemos 43 mil Familias Guardabosques.
El seguimiento se los hace Naciones Unidas.
La obligación de esas familias es evitar que haya droga
en sus áreas, cuidar la recuperación del bosque
y reciben un subsidio estatal, un estipendio de más o
menos dos mil dólares al año. Lo hemos financiado
casi todo con nuestros recursos.
Cuando uno ve documentales de televisión producidos en
Europa muy preocupados porque se tala la selva amazónica
para sembrar soja, yo me pregunto: ¿Y porque esos documentales
no han ido a mirar donde se tala la selva amazónica para
sembrar coca? ¿Y por qué esos documentales no se
preocupan por buscar cómo remuneramos esos campesinos
por prestarle al mundo el servicio de recuperar nuestro bosque?
Ojalá podamos avanzar en otro tema con gran velocidad,
que es el acuerdo de la Comunidad Andina y la Unión Europea.
Los países, nuestros compañeros compatriotas ecuatorianos,
bolivianos, peruanos y nosotros los colombianos, estamos en todo
el empeño de sacar adelante esta negociación y
estamos muy esperanzados en el acuerdo de la Comunidad Andina
con Chile, y ojalá en los días que vienen también
con México.
Finalmente, necesitamos que tenga éxito la ronda de Doha,
cada día que fracasa la ronda de Doha se desestimula el
multilateralismo, cada fracaso de la Ronda de Doha es un atentado
contra el multilateralismo. Los que estamos acudiendo al bilateralismo
no lo hacemos por convicciones, ni por darle la espalda al multilateralismo,
sino porque no tenemos alternativas.
Es muy importante que se entienda que si queremos salvar el
multilateralismo, la Ronda de Doha tiene que ser capaz de superar
problemas. Pasan y pasan los días y la Ronda de Doha no
le entrega a nuestros países un resultado en materia de
compromiso de los países desarrollados, para desmontar
los subsidios a la producción agropecuaria y para ser
más flexibles en sus mercados para que nosotros podamos
llegar.
Yo comprendo la gran preocupación por el multilateralismo
pero a eso no se llega hoy simplemente por vocación ideológica,
hay que llegar a través de un camino práctico.
Dejo esta reflexión: mientras esfuerzos como el de la
Ronda de Doha no prosperen, no produzcan unos satisfactorios
resultados, muchos países no vamos a tener más
camino, contra nuestra voluntad, que seguir buscando el bilateralismo.
Muchas gracias”