PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE DURANTE LANZAMIENTO DEL IV CONGRESO INTERNACIONAL
DE LA LENGUA
ESPAÑOLA
Bogotá, 7 nov (SNE). Las
siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez durante el lanzamiento
del IV Congreso Internacional de la Lengua Española, evento
que se realizará en Cartagena del 26 al 29 de marzo de 2007.
“Queremos agradecer inmensamente al señor ex presidente
Belisario Betancur, a la Academia Colombiana de la Lengua, encabezada
por su presidente, nuestro ex ministro Jaime Posada, la diligencia,
el esfuerzo para que Colombia fuera honrada como sede del nuevo
Congreso de la Lengua y de la reunión previa de las Academias.
No era fácil, dada la manera como se miraba al país,
pero lo lograron.
El domingo en la mañana tuve oportunidad de hablar con
Su Majestad el Rey de España, quien me confirmó que
estaría presente en los dos eventos: tanto en la reunión
de las Academias en Medellín, como en el Congreso en Cartagena.
Quiero agradecer inmensamente el esfuerzo
que todos vienen haciendo, encabezados por la señora Ministra
de la Cultura, para el buen suceso de estos eventos, que honran
mucho a Colombia.
Y esta Patria lo merece. Nuestra Academia
es la decana de todas las americanas. Nuestras letras están en la avanzada de
la humanidad. En Colombia, el arte, la literatura, la música,
están unidos al alma popular. El país habría
visto disolverse su capital social, si no tuviera lazos espirituales
que nos enaltecen y configuran la personalidad nacional, el principal
de los cuales es este idioma castellano.
Somos un pueblo con una esencia literaria.
Hemos sacado de nuestra difícil situación toda una inspiración,
que nos hace tener una verdadera literatura nacional.
Desde épocas remotas se ha desarrollado en Colombia el
arte de escribir y componer. La gesta libertadora, por ejemplo,
produjo millares de páginas memorables: García del
Río, Caballero, Caldas, Nariño, Zea, José Manuel
Restrepo, son una pequeña de ello.
Luego vinieron los cultivadores de la lengua,
los juristas, ensayistas y teólogos. Su altura intelectual explica por qué don
Miguél Cané dijo en 1877 que Bogotá era como
una Atenas Suramericana.
El Siglo XX entonces recibió una literatura colombiana
madura, llena de presión autóctona, pero con valor
universal. Carlos E. Restrepo, presidente de Colombia, fue quien
indujo, o más bien retó a don Tomás Carrasquilla
con una apuesta, para que escribiera la primera novela urbana de
Medellín, publicada en los albores del Siglo XX, con prólogo
de Pedro Nel Ospina, también presidente de Colombia.
A Carlos E., Pedro Nel Ospina y Marco Fidel
Suárez, les
unió su membresía en la gran fraternidad mundial
de admiradores de Cervantes, estudiosos de su obra, discípulos
de sus enseñanzas, donde hemos aprendido el castellano.
Vamos a aprovechar este año para hacer una reflexión
sobre el lenguaje, para corregir los abusos, para pulirlo. Vamos
a pulir este año nuestro lenguaje. Vamos a cumplir un objetivo
del Ministerio de Educación: mejorar para bien de la Patria
el manejo del lenguaje, la comprensión del lenguaje. Que
los tecnicismos no sigan estrechando el lenguaje. Debemos recuperar
su amplitud, mejorarlo.
Los colombianos debemos releer los Sueños de Luciano Pulgar,
ese compendio de saber enciclopédico, la relación
de sus variados y amenos recuerdos, las pinceladas sobre las gentes
que dejaron huella perdurable en su memoria. El estudio sobre temas
gramaticales, la historia, las descripciones de los paisajes que
admiró en sus extensos recorridos por la Patria. Una obra
que, por su prosa y la pureza de su estilo, es un clásico
de la lengua castellana.
En esos ensayos del presidente Marco Fidel
Suárez hay uno
publicado en el primer tomo de sus Sueños, con valiosísimos
conceptos, conceptos sobre el ejercicio responsable de las libertades
y la defensa del idioma.
Decía don Marco Fidel Suárez: Sí, señor,
aquí se han olvidado los estudios de lenguaje que prosperaron
en otro tiempo. Esto ha dado causa para que la mayor parte de los
periódicos no ofrezca ya aquella tersura que llegaron a
ostentar, sino tal descuido que en ocasiones lo que hace uno al
recibirlos es, primero que todo, pasar por ellos la vista para
entresacar y apuntar los dislates que todos los días se
producen.
Y continuaba don Marco Fidel: En lugar
de decir asunto, argumento, campo, cosa, caso, cuerpo, materia
de negocio, objeto, particular,
sujeto, materia, tema, dice ‘el tópico’, palabra
que absolutamente no tiene que ver con otras ideas. Sin necesidad
llaman a la ciudad la ‘urbe’, latinismo tan innecesario,
como los de Juan de Mena, que ocasionaba una transposición
de letras de resultado muy desagradable.
Llaman ‘verbo’ la elocuencia, el intelecto, el entendimiento,
afectación innecesaria que pervierte el lenguaje llano con
el empleo de voces escolásticas para decir, manifestar o
declarar palabras muy claras y de uso espontáneo.
Dicen ‘exteriorizar’, como si hubiera interiorizar.
Y para significar impedir, estorbar o dificultad, dicen ‘obstaculizar’,
vocablo nefando a todas luces.
‘Otras voces oyen cantar el gallo y no saben dónde’,
continuaba don Marco Fidel, extendiendo correcciones muy fundadas
a casos que ellos no comprenden, cuando supongo que así como
no puede decirse: ‘recién que llegó’,
tampoco puede decirse ‘recién llegado’, siendo
muy corriente el uso de ‘recién’ con palabras
como ‘llegado’, ‘nacido’, ‘venido’.
Lo mismo sucede con frases como ‘entonces fue que llegó’,
que se corrige: ‘entonces fue cuando llegó’,
pero que no obliga a decir a todo trance desde cuándo llegó,
hasta cuándo venga, porque en estas locuciones puede muy
bien decirse: ‘desde que’, ‘hasta que’,
como en otras muchas en que no medía el verbo ser, ahora,
hoy que, luego que.
Todas estas reflexiones las hacía en sus ensayos de los
Sueños de don Luciano Pulgar don Marco Fidel Suárez,
preocupado por las distorsiones del lenguaje en su época.
Vamos a aprovechar la reunión de
las Academias, del Congreso de la Lengua en Cartagena para que
pulamos el lenguaje.
Quiero sugerir a los ministerios de Cultura
y Educación,
que realicemos un trabajo con la Academia Colombiana de la Lengua,
para masificar en la televisión el llamado de atención
sobre los malos usos del lenguaje. Yo creo que sería un
efecto práctico de la posibilidad de Colombia de tener estas
dos reuniones.
Así como don Marco Fidel en la época, lo preocupaban
aquellas locuciones, hoy uno encuentra, en personas con un alto
nivel intelectual, repetir permanentemente: ‘ha habido’.
Hay un inmenso problema en la conjugación de verbos compuestos.
Nos tiene que aclarar la Academia (de la Lengua) si se puede decir: ‘pueden
haber’ o es necesario decir: ‘puede haber’.
Preocupa muchísimo cómo, mientras nuestro lenguaje
avanza para ser el segundo en el mundo, en la cantidad de personas
que lo hablan tratamos de maltratarlo con la adopción de
nuevos vocablos extranjerizantes.
Cuando se está preparando una presentación, ya no
se oye decir ‘preparemos las ideas fuerza’, sino ‘los
bullet points’.
Hay una preocupante reducción del vocabulario. Para escuchar
la palabra ‘apesarada’, hay que ponerse de nuevo, con
falta de tiempo, a escuchar aquel vallenato, que dice: ‘con
su nota apesarada llora mi acordeón’.
Preocupante la manera como hemos estrechado el lenguaje, y preocupante
la manera como lo maltratamos.
Aprovechemos para que la Academia de la
Lengua nos ayude a precisar, a identificar cuáles son los maltratos de común usanza,
y hagamos una tarea pedagógica en la televisión,
en todos los establecimientos de educación, para corregirlo.
Por ejemplo, podríamos sacar una colección de introductores,
y decir: no digamos ‘en base a, digamos ‘con base en’.
Pero la verdad es que esta oportunidad es necesaria para que los
colombianos volvamos por los caminos del buen manejo del idioma.
Confundimos y nos confunden con estos manejos incorrectos del
idioma.
No entenderíamos tener esa gran oportunidad, hacerla coincidir
con el homenaje a García Márquez, a todo lo que ha
sido la tradición del buen manejo del idioma en Colombia,
no entenderíamos que se hiciera una nueva publicación
con el título ‘La Gramática de Medellín’,
si nosotros no hacemos un gran esfuerzo para mejorar el idioma.
La Ministra de Educación viene trabajando en las pruebas
Saber, una prueba muy importante: la de Comprensión de Lectura.
Es el momento para insistir en que ese
lenguaje que queremos que se comprenda, también se escriba
de mejor forma, como de perfecta forma lo han escrito tantos
en Colombia.
Muchas gracias a todos, por este esfuerzo,
por la tarea ejecutiva que están emprendiendo. Señor ex Presidente Belisario
Betancur; doña Elvira Cuervo, nuestra ministra de la Cultura;
doctor Jaime Posada, presidente de nuestra Academia (de la Lengua).
Que este sea uno de los grandes sucesos
colombianos de todos los tiempos, porque habrá otros el año entrante, como
la reunión del Congreso Mundial del Turismo, en la ciudad
de Cartagena, sede que con tanto tesón gestionó el
señor Vicepresidente de la República (Francisco Santos),
y otros eventos en varias ciudades colombianas, como el evento
también cultural que vamos a tener en nuestra ciudad de
Bogotá.
Muchas gracias, y cumplámosle bien a Colombia y al mundo
con este gran compromiso”. |