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8 de noviembre

Dice el presidente Uribe

NO ES HORA DE ELIMINAR NI EL SALARIO MÍNIMO NI LOS APORTES PARAFISCALES

Bogotá, 8 nov. (SNE).- El presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, consideró que no es hora de eliminar la decisión de fijar un salario mínimo en el país ni los llamados aportes parafiscales que pagan las empresas al Sena, al Bienestar Familiar y a las cajas de compensación familiar.

Al intervenir en el seminario “Libertad económica y creación de empleo”, organizado por la Fundación Jean Francoise Revell, el Jefe de Estado se refirió a quienes proponen que en Colombia no se fije un salario mínimo como marco para regular las relaciones laborales entre empleadores y trabajadores, y que se suspendan los aportes parafiscales y los asuma el Estado a través del Presupuesto.

“Primero quiero recordarles que los costos parafiscales y de seguridad social de Colombia son deducibles. Cada vez que se habla de la necesidad de eliminar unos aportes a cajas de compensación, al Sena, etcétera, es bueno recordar que todos esos costos son deducibles.

Con relación al salario mínimo el Presidente señaló que hay quienes consideran que determinar un salario básico para un grupo de ciudadanos es atropellar las libertades económicas y debería haber libertad, y opinó que lo que se debe es formalizar más la economía y tener un mayor crecimiento.

Sobre esto, el Mandatario precisó:

“En seguida se dice ¿por qué Colombia sigue fijando salario mínimo? Eso se considera que es un atropello a las libertades económicas y en el caso colombiano se muestra una gran brecha, entre el salario promedio de las mayorías pobres y el salario mínimo.

La verdad es que en un país con esta pobreza y con esta inequidad, esos instrumentos de intervención no se pueden abandonar.

En efecto en los últimos tres años, nosotros hemos aumentado el salario mínimo por encima de inflación, y no le ha hecho daño al sector privado, eso ha coincidido con grandes crecimientos de inversión en el sector privado. El año pasado la inversión privada creció en más del 20 por ciento, y este año -dicho por los propios dirigentes gremiales- la inversión privada está creciendo alrededor del 30, 32 por ciento.

Yo creo que no es el momento de que Colombia abandone la obligación de cotizar a entidades como el Sena, Bienestar Familiar, cajas de compensación, constituyen una gran institucionalidad social. Habría que preguntarse, ¿qué sería de Colombia con los graves programas sociales que tiene, si no contara con estas instituciones?

La solución que algunos han dado es que esas instituciones sean financiadas por el Presupuesto Nacional, lo lograría unos dos años, después las marchitan. Yo prefiero bajarle la renta al sector privado, darle toda clase de estímulos para que crezca, pero se garantiza la financiación de estas instituciones mucho mejor cuando están a cargo de cotizaciones del sector privado, que cuando están a cargo del Presupuesto Nacional.

En materia de salarios yo creo que el esfuerzo que tiene que hacer Colombia no es eliminar el salario mínimo para ajustar más, para que el salario que aparezca sea el salario efectivo que reciben las mayorías pobres. Yo creo que el esfuerzo que tiene que hacer Colombia es procurar que la economía se vaya formalizando y vaya creciendo, de tal manera que el salario que perciben las mayorías pobres se ajuste al salario mínimo”.

A los llamados calificadores de las libertades económicas, Uribe les recordó que en flexibilización laboral, Colombia tiene hoy un punto más equitativo entre la flexibilidad que necesitan los empleadores y la estabilidad que requieren los trabajadores.

“No nos podemos olvidar que el país ha hecho dos reformas laborales recientemente, profundas. Cuando hablo con los jóvenes universitarios de hoy, ellos no alcanzan a dimensionar lo que era la retroactividad en las cesantías, que apenas las pudimos remover y parcialmente, en el año 1990, cuando se introdujo la Ley 50, el daño que le estaba haciendo al crecimiento empresarial y a los propios ahorros de los trabajadores.

Y la última reforma laboral la hicimos cuando empezaba este Gobierno, fue aprobada en diciembre de 2002.

Yo creo que estamos hoy en un punto bastante equitativo, y surge esa calificación subjetiva seguramente, cuando comparamos las normas de estabilidad, las normas de flexibilidad de nuestro estatuto laboral, con los otros que hay en la región”, puntualizó.

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