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15 de noviembre

PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN 30 AÑOS DE INCOLMOTOS YAMAHA

Girardota (Antioquia), 15 nov (SNE). Las siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, durante la celebración de los 30 años de Incolmotos Yamaha.

“Me emociona mucho ver este gran esfuerzo de Incolmotos Yamaha. Este esfuerzo de optimismo, de confianza en Colombia, de confianza en Antioquia. Qué bueno asistir a la puesta en marcha de una inversión generadora de tecnología, generadora de empleos con buena remuneración, de empleos con afiliación a la seguridad social.

Agradezco inmensamente el giro que ha venido dándose en nuestras relaciones con el Japón. Hace cuatro años, las inversiones de Japón en Colombia estaban suspendidas. Suspendidas por secuestros de japoneses en Colombia, suspendidas porque parte de los 21 pleitos que encontramos en la vieja Telecom eran con empresas japonesas. Se han reiniciado estas inversiones. Tenemos superados ya todos los pleitos con los japoneses en Telecom. De todos los que encontramos allí nos queda el de Alcatel, que confió que lo podamos superar rápidamente, que no es empresa japonesa.

Y una muestra de la confianza recobrada de Japón en Colombia es que, por primera vez, el Ministerio de Hacienda de Colombia ha tenido éxito en la colocación de bonos del Tesoro colombiano en Japón, a períodos muy largos de 20 a 30 años y con tasas de interés difícilmente pensables.

Ahora nos aprestamos a avanzar con el Gobierno del Japón en otras obras de gran trascendencia para nuestro país.

Muchas gracias al Pueblo y al Gobierno del Japón por su recobrada confianza en Colombia. Sabemos que una de las características de la Nación japonesa es que no hace inversión, ni presencia internacional, mientras haya desconfianza de su Gobierno en el destino internacional. Por eso al celebrar esta inversión, hay que reconocer que los inversionistas japoneses participan en ella porque hay el visto bueno de su Gobierno.

Quiero honrar la memoria del doctor Arturo Rodríguez Echavarría, quien en buena hora fuera inspirador de esta gran empresa y quien nos acompaña hoy desde la historia. Un antioqueño inolvidable.

Felicitar al doctor Francisco José Sierra, nuestro Embajador en Japón, quien con el entusiasmo empresarial de laboriosidad que siempre mantiene, ha sido, con sus socios, con el capital nacional, con el capital japonés, artífice muy importante de esta gran tarea de Incolmotos Yamaha.

Felicito a todo el equipo de Incolmotos Yamaha, su Junta Directiva, a sus ejecutivos, encabezados por el doctor José Luis Arango, a sus trabajadores. Celebro este gran ensanche. Lo celebro porque es un ensanche generador de empleo estable, de empleo bien remunerado, de empleo que todos los días exige más destreza técnica de empleo con afiliación a la seguridad social.

Felicito a quienes participaron en el diseño, en la construcción y en la instalación de esta gran planta.

Apreciados compatriotas, hace cuatro años la pobreza en Colombia estaba en el 60 por ciento. El año pasado en el 51. Nuestra meta es, para 20 de julio de 2010, haberla reducido entre el 39 y el 35, para que aquellos gobiernos que nos sucedan encuentren un camino que permita que el país, el 7 de agosto de 2019, al cumplir los 200 años la Batalla de Boyacá, fecha para la cual estamos construyendo la visión de largo plazo, pueda llegar a niveles de pobreza no superiores al 15 por ciento.

El país había vivido 20 años de crecimiento económico promedio del 2 – 2,5. La crisis del 99, del 2000, que no apareció súbitamente sino que fue el producto de una serie de causas que se fueron acumulando en los años anteriores, nos produjo un gran decrecimiento de la economía. Todos perdimos. Perdió el empleo, perdieron los empresarios, perdió el fisco, perdieron transferencias las regiones.

En el 2002 crecimos el 1,9. Empezamos a trabajar para crecer al 5. Era un sueño. Lo logramos el año pasado. Ahora la meta es estabilizar ese crecimiento al 5 y lograr el 6.

Para nosotros el crecimiento no es un fin en si mismo, es un medio de reducción de pobreza, de construcción de una sociedad democrática, de una sociedad sin exclusiones, sin odio de clases, de generación de empleo de buena calidad.

El crecimiento es posibilidad de emprendimiento. Todos los esfuerzos que estamos haciendo se orientan a estas metas. Seis por ciento de crecimiento estable como medio para lograr la reducción de la pobreza al 39, al 35, para que el país en el año 2019 la situé en el 15 por ciento.

Hace cuatro años, la inversión privada había descendido al 6,5 por ciento de PIB. La inversión total estaba alrededor del 9,11. Hace muchos años añorábamos la participación de la inversión en Chile del Producto. Era del 21. Este año la inversión colombiana participa increíblemente en el 26 del Producto. ¿Cuándo íbamos a soñar que podríamos registrar un índice de participación de la inversión superior al de Chile?

Vengo justamente del aeropuerto Olaya Herrera, y una de las personas que me acompañaba en esta visita a los Estados Unidos y en la reunión esta mañana en la República de El Salvador para impulsar nuestro acuerdo con los países centroamericanos, es el Presidente de la Andi. Y me ha dicho que la inversión privada en Colombia este año crece en el 32 por ciento, y que se está situando en el 20 – 21 del PIB.

Yo creo que son buenos caminos, no obstante todo lo que falta, que es mucho más por la situación tan difícil del empleo, de la pobreza, de la afiliación a la seguridad social en Colombia.

Tenemos articulado un programa de construcción de capital social, de construcción de capital físico, de manejo macroeconómico, de incursión de la economía en la comunidad internacional.

En el capital social nuestras metas son muy exigentes. En este cuatrienio, plena cobertura en educación, grandes avances en calidad, un avance significativo en el Sena, millón y medio de estudiantes en el Sena en ambiente virtual.

Hemos reformado 300 empresas del Estado, nos faltan muchas. Ahora apenas empezamos a reformar las Clínicas del Seguro Social.

Una de las empresas reformadas, Telecom, garantiza los pagos a los pensionados, a los trabajadores, y la nueva Telecom tiene en sus arcas 650 millones de dólares para invertir en los años que vienen, a fin de hacer un gran avance en banda ancha, en internet, en conectividad de escuelas, en conectividad de empresas, de librerías, de oficinas públicas, en conectividad de esta Patria con el mundo, en dar un salto adelante en acceso tecnológico.

Tenemos unas metas muy ambiciosas en salud, como la llegada a la plena cobertura.

Unas metas muy ambiciosas en crédito popular. Hemos avanzado mucho en microcrédito. Pero hoy los colombianos que no han accedido dicen: como ya algunos accedieron ahora lo necesitamos para todos.

El 21 de noviembre, con la ayuda de Dios, vamos a empezar en Bogotá, el esquema de Banca de Oportunidades, para llegarles a los sectores más pobres de la población.

En el capítulo del capital físico, sabemos que tenemos que hacer un gran esfuerzo en vías para el comercio exterior de Colombia. Confío que, además de esta doble calzada Medellín-Atillo-Barbosa, podamos avanzar con la licitación en su totalidad y parte de la obra en la doble calzada Medellín-Puerto Berrío, para poder darle más competitividad al comercio exterior de nuestra tierra, conectándolo de manera más ágil con el Caribe a través del río Magdalena.

Estamos trabajando un programa de comercio exterior, de acceso a mercados. Hemos hecho todos los esfuerzos para tener el tratado de comercio de la Comunidad Andina-Mercosur.

Apreciados trabajadores de Incolmotos Yamaha, para nosotros el libro comercio no es una categoría ideológica. Es un principio práctico. Una Nación con 42 millones de habitantes, necesita tener la posibilidad de que los productos que produzcan sus trabajadores se vendan en otros mercados, y que los productos que compren sus consumidores sean de mercados locales y externos, para garantizar la mejor calidad y el más bajo precio.

El 22 de noviembre firmaremos el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Sabemos que no es fácil la aprobación en los dos Congresos, pero haremos todo el esfuerzo.

Queremos visitar los 535 congresistas de los Estados Unidos, uno a uno o en grupo, con toda la paciencia, con toda la dedicación, para llevar todos nuestros argumentos, hacerlo de la misma manera como hemos venido hablando con cada uno de los congresistas de Colombia.

Hemos firmado un acuerdo de comercio con Cuba. Aspiramos firmarlo con Venezuela, para poder sustituir en el tiempo el retiro de Venezuela de la Comunidad Andina.

El 27 de noviembre nos procedemos firmar con la presidenta Michelle Bachelet, de Chile, el acuerdo de comercio entre Colombia y Chile, fundamental.

Me entusiasma no tanto por el comercio como la inversión. A los chilenos les sobran 30 mil millones de dólares para invertir. Cuando yo veo esa platica tan grande, desocupada en Chile, digo: en Colombia tenemos donde ocuparla. Por eso hay que hacer ese tratado de comercio, para darle uso aquí a 30 mil millones de dólares que tiene la Nación austral, parte de lo cual puede invertir en nuestra tierra.

Y estamos luchando por este tratado con Europa, con los países centroamericanos. Cuando les doy la mano a los trabajadores de Incolmotos, cuando tuve la oportunidad de saludarlos a la entrada, pensaba: estos esfuerzos internacionales son para ellos, para que aquí allá confianza en la inversión, para que crezca la inversión en esta arrugada topografía, se aproveche el talento colombiano, le vendamos al mundo. Esa es la razón de ese esfuerzo.

Tenemos una plataforma legislativa en el Congreso. Confiamos sacarla adelante. Está articulada a nuestros propósitos de crecimiento económico. Las transferencias, la capitalización de Ecopetrol, la reforma tributaria.

Constituyen ustedes una gran audiencia que me permite decir: la capitalización de Ecopetrol no es para vender la compañía sino para agrandarla, para que la compañía no se seque por falta de reservas de petróleo, para que tenga los recursos para poder invertir en exploración, en refinerías, en distribución.

Va a valer para Colombia mucho más el 80 por ciento de una Ecopetrol capitalizada, vigorosa, va a valer más ese patrimonio público, que lo que valdría el ciento por ciento de un patrimonio público sin reservas de petróleo, sin capacidad de invertir. Son saltos adelante, generan mucha controversia política. Pero voy a pedir a mis compatriotas, en todos los sitios de la Patria, que nos apoyen, que lo que queremos es dar estos saltos por el bienestar, la pujanza, la prosperidad de nuestra Nación.

Esta noche, al asistir al periódico El Colombiano, para ser testigo de los premios a los mejores, explicaré en detalle el proyecto de las transferencias.

Aquí, en una tierra que ha sido líder de la descentralización en Colombia, estamos buscando el equilibrio, fomentar la descentralización, sin arruinar a la Nación. Nada peor para la descentralización que arruinar a la Nación.

La fórmula es equilibrada. Prevé que para el 2008 las transferencias a las regiones crezcan en inflación más 4, para el 2009 en inflación más 4, para el 2010 inflación más 3,5.

Todo eso es positivo en términos reales, si se tiene en cuenta que la población está creciendo al 1,03. Todo lo que crezca por encima del 1,03, y va a crecer, porque será inflación más 4, más 3,5, más 3, es ganancia real para la descentralización.

Se evita el albur en contra de las regiones. Hoy existe la norma que si la economía llegare a crecer a menos del 2 o al 2, se le hace un recorte a las regiones. Nuestra propuesta elimina eso. En cambio se mantiene la posibilidad, la obligación de que cuando la economía crezca al 4 o más, se haga un ajuste proporcional en favor de las regiones.

Dedicamos dos puntos porcentuales de esas transferencias a atender las necesidades de los municipios de menos de 25 mil habitantes, que son aproximadamente 785, en un país con 1.098 municipios.

Y se dispone que en los años 2016 ó 2020, las transferencias se ajusten de acuerdo con el promedio de crecimiento de los ingresos corrientes de los últimos años.

La consigna política es: descentralización sin arruinar a la Nación.

Les he dicho a los alcaldes, a los gobernadores, lo quiero repetir a todos mis compatriotas: cuando la Nación se arruina, como se nos estaba arruinando, al llegar a esos déficit tan altos y a esos porcentajes de endeudamiento tan altos, no solamente le va mal a la Nación sino a las regiones.

En el 99, en el 2000, por la ruina de la Nación, las regiones vieron recortadas sus transferencias. Allí se aplicó aquella enseñanza de esta tierra: qué ganas con que me comprometa a pagarte cinco, si a la hora de la verdad no puedo pagarte sino uno.

Esto de las transferencias tiene que ser ambicioso dentro de la realidad.

Cuando se dan esas crisis, como la crisis que Colombia no asimiló bien en la opinión pública, de haber perdido la calificación como país de inversión, que estamos buscando recuperar, los intereses se elevan exageradamente, como los tuvo exagerados el país.

Hace cuatro años estábamos sorteando una crisis de Papeles del Estado, con tasas de interés al 17, cuando este año se colocan entre el 8 y el 10.

Hace cuatro años, el Banco Mundial nos dijo que habíamos perdido la viabilidad financiera. Por eso, cuando ello ocurre por el mal manejo de las finanzas de la Nación, a los municipios y a los departamentos se le encarecen las tasas de interés.

Cuando les prestan, reciben los créditos a plazos más cortos, se les cierra el acceso al crédito, se deprime la economía, disminuye su captación de recursos.

Voy a llamar a los alcaldes y a gobernadores de Colombia a que hagan esta cuenta: miremos el total de los ingresos que recibe el Estado colombiano. Ellos están recibiendo hoy el 34, el 35 por ciento de los ingresos corrientes de la Nación.

Pero además, por su cuenta, recaudan el 12 – 14 por ciento del total de los ingresos que recibe el fisco estatal colombiano, que incluye Nación, Departamentos y Municipios.

Y hay otras transferencias de la Nación muy importantes, como las Universidades Públicas Departamentales, otras transferencias a la salud, etcétera.

Y a la Nación todos los días se le exige: dé el aval para tal obra, cofinancie esta doble calzada, cofinancie aquel túnel, aquel de más allá, y en todo el país. Entonces no se le puede exigir y al mismo tiempo privarla de los recursos.

Creo que al aprobar la capitalización de Ecopetrol, el proyecto de transferencias, el país va a tener más confianza en su economía, mejores posibilidades de generar empleo. A eso le vamos a sumar la continuidad de nuestra política de transformar el Estado.

Cuando llego a nuestra ciudad de Medellín, pasa por mi mente esta reflexión: tenemos las clínicas privadas mejores del mundo, mejor administradas del mundo, más competitivas del mundo, y las clínicas del Seguro Social que dan pena.

Acabamos de entregarle la clínica del Seguro Social de Envigado al municipio de Envigado, que administra muy bien su hospital. Vamos a entregarle la de Bello al hospital de Bello. Y he llamado a los gerentes de las clínicas de Medellín para que estudien la manera de hacerse cargo de la administración de las clínicas del Seguro Social, para ponerlas en un nivel tan bueno de servicio, como las clínicas privadas de Medellín, hoy al alcance de todos. Gracias a la Ley 100, clínicas que son modelo en el mundo. Vamos a continuar esa reforma administrativa.

Todo esto, apreciados paisanos, genera controversia, genera discusión política, lo importante es tener serenidad y firmeza para avanzar.

Y en cuanto a la Reforma Tributaria, ha habido una gran discusión en estos meses. A mí me parece saludable. El Gobierno y el Congreso captaron qué quiere el país y qué necesita. En el período anterior luché mucho por introducir unos estímulos tributarios, casi no consigo los votos en el Congreso. Los criticaron los centros de estudio de Bogotá, los periódicos de Bogotá, los economistas de Bogotá, y finalmente el Ministro de Hacienda propuso eliminar todos esos estímulos y en los últimos cuatro meses se vino el país encima, en contra. Qué bueno que se haya dado esto, para que la ortodoxia económica se dé cuenta que aquí hay unos sectores productivos que necesitan esos estímulos.

Por eso, consciente de que no hay condiciones políticas para avanzar en IVA, me parece que lo que está impulsándose en la reforma tributaria en la parte de impuesto corporativo, es importante para Colombia.

Se mantienen los estímulos a la Ley del Libro, a la Ley del Cine. Se mantienen los estímulos a vivienda. No son para que crezca la especulación inmobiliaria, son para dotar a los colombianos más pobres de vivienda social.

Se mantienen los estímulos que introdujimos para darle exención a la reforestación comercial. Ya los chilenos están comprando aquí, en Antioquia, 40 mil hectáreas para reforestarlas.

Se mantienen los estímulos que introdujimos a los cultivos de tardío rendimiento, a los combustibles alternativos, al etanol, al biodiesel, a la industria turística, en todo lo cual nuestro país tiene tanto futuro.

En la ponencia han acordado una modesta reducción de la tarifa de renta. El Gobierno abogará para que esa reducción sea mayor.

Pero lo más importante: preguntaba el doctor Arango si Yamaha, Incolmotos, en esta expansión utilizó nuestra deducción del 30 por ciento, y me dijo que sí. La introdujimos hace tres años.

Dispone que toda nueva inversión generadora de renta se puede descontar del ingreso gravable del contribuyente hasta en un 30 por ciento. Se aprobó con alcance provisional. Nuestra propuesta ahora es que quede con alcance permanente en nuestra legislación.

Yo no creo que baste con bajar la tarifa. Más importante que bajar tarifas, es dar estímulos para que se expanda la inversión. Cuando simplemente se bajan las tarifas, hay más apropiación de utilidades, pero no hay garantía de inversión. Y en Colombia más que apropiar utilidades, necesitamos esfuerzos inversionistas para expandir la economía y generar empleo.

Confío que la reforma tributaria que aprobemos, sea una reforma que estimule el crecimiento de la economía.

Mateo Restrepo, quien trabaja con nosotros en la Presidencia, va a estudiar, doctor Arango, su propuesta de dar unos pasos en materia de arancel, que protejan a las ensambladoras nacionales frente a la moto importada. Usted lo ha entendido bien: el ajuste en IVA es por decisión de la Organización Mundial de Comercio.

Claro, doctor Arango, que cuando yo lo vi a usted, le respondía por allá en mi mente: para bien de este país, Colombia hace cuatro años producía 120 mil motos, este año 380 mil. Tenemos que estar mejor, pero no vamos mal, doctor Arango. Yo creo que no hay mucho que preocuparse en este renglón.

Y sé la preocupación por esos miles de compatriotas que hoy son moto-taxistas. No podemos mirar el país como un todo. Hay que mirarlo selectivamente. Una ciudad de la Costa hace cuatro años tenía 600 motos, hoy tiene 14 mil. Otra ciudad de la Costa hace cuatro años tenía mil motos, hoy tiene 24 mil.

Hemos encontrado una gran disputa entre el transporte formal y el moto-taxismo. No ha sido fácil para el Gobierno. Creo que el decreto que expedimos es razonable, porque ese tema que se llama manejo del espacio público, por ende, del transporte, la Constitución lo radica exclusivamente en cabeza de los alcaldes.

El decreto que el Gobierno expidió les da facultades a los alcaldes para que introduzcan algunas regulaciones. En las últimas semanas hemos visto buena evolución. Yo creo que para esta industria, para el transporte popular en motos, es mejor una regulación a tiempo que una confrontación que concluya con una prohibición.

El tema de los seguros, son muy difíciles para garantizar la formalización del transporte público en motos. El tema de la seguridad es muy difícil para garantizar el transporte público en motos. Nosotros queremos una salida intermedia, la consignada en el decreto, para que se dé una regulación razonable que evite la agudización de la confrontación.

Es muy difícil cuando el Gobierno llega a algunas ciudades colombianas y encuentra esa confrontación en toda su dimensión. El transporte formal totalmente quejoso, y los moto-taxistas totalmente a la defensiva. Para el buen suceso de esta industria a futuro, yo creo en la regulación razonable. Vamos a ver cómo lo logramos.

Aquí está el doctor Pedraza, director de transporte del Ministerio, y estoy seguro que él va a mirar con ustedes aquí en Incolmotos Yamaha, va a mirar con ustedes el proyecto de ley.

En un tema tan difícil seguramente nadie va a quedar del todo contento con ese proyecto de ley, nos tocará aplicar con él la máxima de Santa Teresa: la distribución equitativa de la inconformidad. Pero es mejor para el futuro, que simplemente quedarnos de espaldas a una realidad que trae confrontación.

Usted lo decía doctor Arango: necesitamos nuestra política de seguridad. Un país sin guerrilla, sin paramilitares y sin narcotráfico.

Hace cuatro años no había un paramilitar preso, hoy el 80 por ciento de los líderes del paramilitarismo están presos. El 20 por ciento que todavía no se ha sometido a la justicia, hay orden perentoria a la Fuerza Pública de perseguirlos y llevarlos a la cárcel.

Este país, durante muchos años, permitió que el crecimiento de guerrilla, narcotráfico y paramilitares fuera desplazando el poder real del Estado.

Hoy con 40 mil desmovilizados, con una política de seguridad avanzando, a pesar de todo lo que falta, se empiezan a desmontar esos poderes y empiezan a imperar las fuerzas institucionales, el Ejército, la Policía, la administración de justicia. En esa tarea continuaremos, porque sabemos que la seguridad es una fuente de recursos, un valor democrático. Sin seguridad no se dan estas inversiones, sin seguridad no se expande la economía, para poder recaudar los impuestos que requiere nuestra inversión social.

Gracias, Incomotos Yamaha, por esta nueva planta que nos llena de ilusiones a los antioqueños y a los colombianos todos. Necesitamos muchas más, con inversión japonesa, aquí en nuestro país.

Muchas gracias”.

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