PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN FORO INTERPARLAMENTARIO DE LAS AMÉRICAS
Bogotá, 20 nov (SNE). Las
siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, al intervenir en el
V Foro Interparlamentario de las Américas.
“Honran ustedes a Colombia, a la ciudad de Bogotá y
a nuestro parlamento, al realizar aquí en esta ciudad la
V Asamblea Plenaria del Foro Interparlamentario.
En primer lugar, quiero felicitarlos porque
el Foro Interparlamentario se ha convertido en un evento con
constancia, en una lucha permanente,
dejó de ser algo ocasional, y yo creo que con la perseverancia
va a rendir buenos frutos para las democracias del continente.
Y muchas gracias por haber seleccionado a Colombia.
Quiero agradecer inmensamente la disposición de cada uno
de ustedes de venir a nuestro país, el interés operes
de la señora senadora y Presidente del foro, la senadora
Céline Hervieux-Payette, y el gran entusiasmo de la senadora
Nancy Patricia Gutiérrez Castañeda, quien puso toda
la energía para la feliz realización de esta asamblea
aquí en Colombia.
La señora presidente Céline
Hervieux-Payette se ha referido al tema del comercio, al tema
de las inequidades en
el continente, al tema de las finanzas para las microempresas y
al tema de las drogas ilegales.
Permítanme dividir esta intervención en dos: primero
para dar unas breves reacciones a la señora Presidente sobre
estos temas, y después para recoger algunas inquietudes
de ustedes, que son parlamentarios y, que como el nombre de su
oficio lo indica, siempre les gusta más el diálogo
activo que aquello de sólo escuchar discursos magistrales.
El comercio. Señora Presidente, muy distinguidos parlamentarios,
Colombia ha estado los últimos años en una tarea
intensa para buscar integrar la economía a la economía
mundial. Hace cinco años, prácticamente no se veía
la posibilidad del acuerdo entre la Comunidad Andina y Mercosur.
Hemos realizado ese acuerdo, está en plena vigencia. Creo
que fue un gran paso en el proceso de integración del continente.
Algunos países andinos, Perú y Colombia, hemos avanzado
en negociaciones con los Estados Unidos. Perú firmó su
tratado. Colombia está dispuesta a firmarlo en dos días,
el 22 de noviembre. Ahora queda faltando el proceso de ratificación
en los Congresos.
La Constitución colombiana adicionalmente exige una revisión
de constitucionalidad del tratado por parte de la Corte Constitucional
de Colombia, que es el máximo órgano encargado de
la guarda de la Constitución.
Por lo pronto hemos venido luchando para
que el Congreso de los Estados Unidos y su Ejecutivo aprueben
la extensión de las
preferencias a Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia.
La semana anterior tuve la oportunidad
de estar dos días
en los Estados Unidos en esa tarea, pidiendo nuevamente al Ejecutivo
y al Congreso, una extensión de esas preferencias que han
sido bastante útiles para nuestros países.
Esas preferencias son muy útiles pensando, por ejemplo,
en los 100 mil trabajadores de la ciudad del El Alto, en los alrededores
del aeropuerto de La Paz, en Bolivia, cuyo producto todo va al
mercado de los Estados Unidos, y que en buena parte es competitivo
en ese mercado por las preferencias.
Esas preferencias son necesarias para muchas
tareas exportadoras del Perú, para buena parte de las exportaciones agrícolas
del Perú, para ese crecimiento en la producción de
textiles, de confecciones del Perú. Esas preferencias son
necesarias para la canasta exportadora del Ecuador, salvo del petróleo.
Y esas preferencias son necesarias para cuatro mil productos de
exportación de Colombia.
Le hemos dicho a Estados Unidos que la
región requiere
esas preferencias y que son justas, no solamente porque compensan
unos grandes esfuerzos que la región hace contra el narcotráfico,
sino también porque ayudan a acceder al mercado de los Estados
Unidos y en algo a equilibrar las balanzas.
Algo que no es notorio a primera vista.
Cuando se mira la balanza comercial entre Colombia y Estados
Unidos, a primera mirada aparece
que esa balanza fuera positiva para Colombia. En efecto, aparecen
registradas exportaciones colombianas del orden de 9 mil millones
de dólares e importaciones provenientes de los Estados Unidos
de algo más de 6 mil. Pero cuando se resta el petróleo,
que en el caso de Colombia es declinante, petróleos de Colombia
con su declinante producción exporta a Estados Unidos, esa
balanza se torna negativa. Y cuando restamos el carbón,
se torna todavía mucho más negativa. O sea que cuando
pedimos las transferencias y el TLC para acceder al mercado de
los Estados Unidos, también lo hacemos en procura de tener
oportunidades para hacer esa balanza más equitativa.
Quisiéramos que la hermana Republica Bolivariana de Venezuela
pudiera participar con nosotros en todo este proceso de acceso
al mercado de los Estados Unidos, del TLC, y pudiera participar
también en el tema de la búsqueda de las preferencias.
El tema siempre lo manejamos con la mayor hermandad y con la mayor
prudencia.
Los hermanos países centroamericanos, con la excepción
de Panamá aún, han suscrito y ratificado el tratado,
falta por ratificarse Costa Rica, el tratado de comercio con los
Estados Unidos. Nosotros tenemos la preocupación de que
Centroamérica tenga este tratado con los Estados Unidos
y los países andinos y del sur también, porque en
algún momento lo tendrán los del sur, y que entre
Centroamérica y en este caso la Comunidad Andina no haya
esas mismas posibilidades de intercambio de productos, de acceso
recíproco a los mercados.
Por eso hemos venido desde el mes de febrero
avanzando en el tratado entre tres de los países centroamericanos y Colombia, que
procuraríamos que fuera extendiéndose también
a los hermanos países andinos. Los tres países centroamericanos
con los cuales estamos en plena negociación son Honduras,
El Salvador y Guatemala. El próximo lunes se firmará en
Santiago de Chile el Tratado de Comercio entre Colombia y la Nación
austral. Y se está también estudiando un acuerdo
entre la Comunidad Andina y Chile. Creemos que es de gran importancia.
Nosotros estamos buscando el acuerdo con
la hermana República
Bolivariana de Venezuela, que sustituya las normas que en la Comunidad
Andina regían las relaciones entre Colombia y Venezuela
en el campo comercial.
Esta mañana me informaban lo siguiente, para mostrar que
esto es positivo para todo el mundo: en Colombia hemos pasado de
unos años en los cuales se producían 60 – 66
mil vehículos, a un año como éste en el cual
estaremos produciendo cerca de 180 – 200 mil vehículos.
Un salto enorme.
Y este año la Comunidad Andina es muy dinámica en
la materia. Por ejemplo, la fábrica de Toyota instalada
en Venezuela, que alimenta el mercado colombiano, ha agotado existencias
este año, hasta el punto que para alimentar las necesidades
del mercado colombiano empieza a presentarse el imperativo de importar
vehículos Toyota desde Tailandia. Esto demuestra como, bien
estimulado este comercio, le da mucha dinámica a nuestras
economías.
¿Por qué no las preferencias unilaterales como camino
permanente? Por dos razones: primero, esas preferencias unilaterales
no incluyen todos los productos en los cuales hay potencial exportador
en nuestras economías. Son restrictivas, excluyen muchos
productos. Y segundo, los inversionistas no invierten cuando falta
la certeza del acceso permanente a los mercados. Si ellos ven que
hay unas preferencias concedidas unilateralmente para un período
de cuatro años, que se extienden por un año, pues
ven mucha incertidumbre en el acceso a los mercados y por eso frenan
las decisiones de inversión. Para que haya decisiones de
inversión se necesita el acceso permanente a los mercados.
De allí que estemos buscando por una extensión temporal
de las preferencias en los Estados Unidos, pero estemos luchando
por una solución permanente, que es el acceso al mercado
norteamericano a través del acuerdo de comercio.
Y algo semejante con Europa. Hace dos años obtuvimos una
renovación de las preferencias europeas por 10 años,
pero 10 años pasan en nada, sobre todo para materias tan
complejas. Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia estamos en
la fase exploratoria para buscar el primer acuerdo con Europa,
que debe llevarnos a tener un acuerdo permanente con la Unión
Europea. Quisiéramos que en algún momento pudiéramos
estar en ese acuerdo en compañía de la hermana República
Bolivariana de Venezuela.
Nosotros no miramos el tema del comercio,
distinguidos parlamentarios del continente, como un tema ideológico. Nosotros lo miramos
como un tema práctico, como un tema de acceso a mercados,
que ayuda en muchísimos aspectos.
Primero, atrae inversión. China, que todo el mundo la premia,
la señala como la campeona en recepción de inversión
extranjera directa, Nación que durante 15 – 17 años
ha venido recibiendo inversiones del orden del 54 – 57 – 67
mil millones de dólares al año, lo ha logrado porque
ha tenido éxito en la incursión en casi todos los
mercados del mundo. Ese es un aspecto bien importante a resaltar.
Nosotros conectamos el acceso a los mercados con la posibilidad
de adquirir inversión extranjera directa.
De hecho, la situación en Colombia ha mejorado en materia
de inversión extranjera directa. El país empieza
a ser un buen receptor. Ya el año pasado fueron alrededor
de 5 mil 400 millones de inversión neta. Este año
alrededor de 6 mil millones. Y bastantes distribuidores en varios
sectores de la economía. Pero el acceso a mercados es una
condición necesaria para que eso se dé.
Esa inversión se convierte en un factor necesario para
la generación de empleo, de buena calidad, con afiliación
a la seguridad social, y también para que haya un proceso
sostenido de expansión de la economía, que le permita
al Estado recaudar los recursos con los cuales hacer el desatraso
social, con los cuales financiar superación de pobreza y
financiar la construcción de equidad.
Esos tratados ayudan muchísimo a los consumidores. Al tiempo
que ayudan a los inversionistas, a los exportadores, también
ayudan a los consumidores, porque al ir abriendo estos mercados
muchas veces se puede obtener productos que vienen de los países
con los cuales se hace el acuerdo, productos de mejor calidad y
mejor precio que aquellos que se ofrecen en el mercado local.
Esto finalmente beneficia a todos. Nosotros
hemos visto una gran expansión de la economía andina,
gracias al crecimiento de lo que se llama el comercio intrandino.
Y para nosotros el acceso a los mercados,
la integración
de los pueblos, no tiene limitaciones ideológicas. Nosotros
estamos procediendo con un gran respeto a la diversidad del continente.
Por eso hace pocos días culminamos nuestras negociaciones
con la República de Cuba, y Colombia ya cuenta con un tratado
de comercio con la Republica de Cuba.
Y confiamos poder avanzar con el Canadá, señora
Presidente. Hace cuatro años, hace dos años, con
los anteriores Primeros Ministros hablamos del tema, no se pudo
avanzar, y con el actual Primer Ministro hemos hablado nuevamente
el tema y ya hay una comisión mixta de Colombia-Canadá,
mirando cómo podemos avanzar. Qué bueno poder tener
rápidamente un acuerdo entre Canadá y los países
andinos.
Para los trabajadores consideramos que
los tratados son muy importantes, no sólo porque dan posibilidades de mejores empleos, de
empleos con afiliación a la seguridad social, sino también
porque en las cláusulas sociales que se consignan en los
tratados, cada país exige de su contraparte el respeto total
a las obligaciones laborales, y cuando se quiebran esas obligaciones
laborales, entonces los otros países signatarios del tratado
pueden ejercer el derecho de sancionar al país miembro del
tratado que ha violentado, que ha quebrantado las disposiciones
laborales.
A los trabajadores al interior de nuestros
países los protegen
las cartas constitucionales, los desarrollos legales, los jueces,
los gobiernos, la contratación colectiva, pero las cláusulas
sociales de los tratados también entran a proteger a nuestros
trabajadores.
Nosotros vemos, pues, señora Presidente, el tema de la
integración de nuestras economías como un tema de
oportunidades sociales de gran importancia.
Ahora, hay sectores que corren riesgos.
Cerca de la ciudad de Cartagena, en un municipio del departamento
de Bolívar que
se llama Arjona, tuvimos un consejo comunitario el sábado
sobre el sector agropecuario, y hay subsectores del sector agropecuario
que corren riesgos, esto no se puede desconocer.
En Colombia nos estamos preparando, con
grandes esfuerzos del parlamento, que está en el proceso de aprobar una ley que
se llama ‘Agro: Ingreso Seguro’, mediante la cual en
Colombia se van a aumentar enormemente los recursos para estimular
la competitividad del agro, para transformar sectores, para desarrollar
nuevos sectores.
También es importante señalar que nos hemos forzado,
nos hemos visto obligados a avanzar en muchos casos a través
de soluciones bilaterales, porque las soluciones multilaterales
no avanzan.
Nosotros queremos expresar nuestra preocupación por la
falta de resultados en la Ronda de Doha. Estamos en mora que los
países industrializados tomen la decisión no solamente
de eliminar los subsidios a las exportaciones agrícolas,
sino también de eliminar los subsidios a la producción
de alimentos.
Si eso se resolviera en la Ronda de Doha,
estarían resueltos
muchos de los problemas que han venido frenando la integración
multilateral. Y a falta de avances multilaterales, se hacen imperativos
para muchos países los tratados bilaterales. Por ejemplo, ¿qué hace
Colombia si no logra un tratado bilateral para acceder al mercado
de los Estados Unidos y vive de preferencias en preferencias, que
no generan confianza inversionista? El ideal sería tener
ya unos tratados multilaterales, pero a falta de ellos, por razones
de necesidad, nos vemos abocados a explorar y a buscar la vía
bilateral.
Tiene razón, señora Presidente, al presentar su
preocupación por los temas de inequidad, por los temas de
pobreza, de inequidad en la distribución de ingreso en el
continente.
Hace cuatros Colombia tenía niveles de pobreza del 60 por
ciento. El año pasado estaban en el 31, confiamos en la
nueva administración reducirlos al 35. El país tiene
una visión de largo plazo al año 2019, que está fijando
para ese año haber reducido la pobreza a no más del
15.
Y por primera vez el Coeficiente Gini, que mide la equidad distributiva,
empieza a mostrar una leve tendencia de mejoramiento en Colombia.
En toda nuestra plataforma legislativa,
bastante numerosa e importante, que avanza en este Congreso,
hay una constante, que es ayudar que
esta economía colombiana crezca al 6 por ciento, ayudar
a superar las metas que nos hemos propuesto de disminución
de la pobreza y ayudar en la construcción de equidad.
Tenemos metas muy exigentes. Tenemos la
meta de lograr plena cobertura en educación básica en este cuatrienio, de avanzar
muchísimo en educación preescolar, de lograr plena
cobertura en salud, de avanzar muchísimo en el tema de agua
potable y de saneamiento básico.
Nosotros creemos que hay que llevar de
la mano el crecimiento, la superación de la pobreza y la construcción
de equidad.
El continente vivió entre extremos: en los años
sesenta era creciente la doctrina que decía que lo que importaba
era estimular el crecimiento de la economía y que el mejoramiento
de la distribución vendría espontáneamente.
Eso fracasó.
Después, en décadas posteriores, se dijo que lo
que era necesario era distribuir, se le dio la espalda al crecimiento,
y finalmente donde se pudo distribuir se distribuyó pobreza.
Para nosotros hay que llevar de la mano,
crecimiento, superación
de pobreza y distribución.
Se ha referido la señora Presidente al tema del crédito
al microempresario. Todo el continente tiene grandes potencialidades.
Una de las maneras de superar la exclusión es a través
de conectar los sectores microempresariales, tradicionalmente excluidos,
a las corrientes del crédito.
En nuestra primera administración un millón 800
mil microempresarios colombianos lograron crédito, crecimos
la cartera microempresarial, pasó de ser una cartera de
736 mil millones a una cartera de 3 billones.
Mañana, aquí en la ciudad de Bogotá, vamos
a empezar lo que llamamos la segunda etapa de la revolución
del microcrédito, un esquema que denominamos Banca de Oportunidades.
¿Cuál es el objetivo? Llegarles con crédito
a sectores excluidos, a los sectores más vulnerables, a
los sectores de dificultades en acceso al crédito, llegarles
con crédito a aquellos sectores que han tenido que proveerse
de recursos financieros a través del mercado negro del agiotismo
y a través de llegarles con ese crédito, ayudarles
a que tengan más posibilidades con menores tasas de interés,
a que tengan más posibilidades de prosperidad económica,
y a que no dependan del mercado negro del sistema financiero.
Mañana empezaremos con mil familias vulnerables, desplazadas,
en la ciudad de Bogotá, que por primera vez reciben un crédito
formal, y empezaremos con 300 egresados del Sistema Nacional de
Aprendizaje.
Allí vamos a ver dos grupos: familias en extrema pobreza,
que han estado siendo organizadas por el Gobierno en un proyecto
que se llama Familias en Acción, de subsidios educativos,
y que ahora entran a la segunda fase, a la fase de recepción
de crédito para desarrollar proyectos productivos.
Y mañana le llegaremos a un sector cuya vulnerabilidad
es distinta, es un sector de recién egresados en técnicas
y tecnologías que, por su condición de ser muy jóvenes,
de haber apenas concluido una fase de estudios, generalmente no
tienen acceso a recursos de crédito.
Para ello estamos comprometiendo todo el
sector financiero colombiano, el estatal y el privado, las cooperativas
y las fundaciones, y
una institución que ha crecido mucho en Colombia, de gran
importancia, que es el Fondo de Garantías.
Aquí tenemos en el nivel nacional dos fondos de garantías:
uno para el microempresario en general y otro para el sector agropecuario.
Y en muchos de los departamentos colombianos ya hay fondos de garantías.
Entonces estamos llegando con ese crédito a sectores muy
pobres, pero socialmente organizados. Es muy importante la organización
social de los destinatarios del microcrédito. A sectores
que no están en ese nivel de pobreza, pero que necesitan
el crédito y, por su juventud, por su condición de
reciente egreso de programas tecnológicos o universitarios,
tienen dificultades de acceso al crédito.
Todas esas personas tienen una etapa de
preparación y tienen
quien los presente a ordenar el crédito y quien los acompañe.
Por ejemplo, cada una de las familias que
van a recibir crédito
mañana, ha tenido una etapa de preparación a través
del Servicio Nacional de Empleo. Eso también lo podrá dar
el sector privado, sus diferentes fundaciones.
La institución que ha preparado a la familia, la presenta
al Banco que le va ha hacer el crédito, y esa institución
se compromete a acompañar a la familia mientras sea deudora.
Y el Fondo Nacional de Garantías concurre a otorgar la garantía,
a otorgar el aval.
Hemos venido diseñando muy cuidadosamente toda esta institucionalidad
de microfinanzas, y ahora tenemos todo el compromiso desde mañana
de mostrar periódicos resultados para que podamos llegarles
a los sectores más pobres de la población.
Hemos producido recientemente un decreto,
que autoriza los corresponsales financieros no bancarios. Abrir
una sucursal bancaria en sectores
populares de nuestras grandes ciudades es prácticamente
imposible, lo mismo en áreas rurales remotas.
Antes era muy difícil por la inseguridad, ahora menos difícil
por esa razón. Pero sigue siendo muy costosa la forma tradicional.
Abrir una oficina bancaria en una comunidad rural colombiana antes,
además de los problemas de violencia tenía el riesgo
del costo y la falta de la base tecnológica. Había
que montar una oficina costosa, en edificación, etcétera.
¿Cuál es el concepto del corresponsal no bancario,
que empezará a operar en Colombia en las próximas
semanas? Es la posibilidad de llegar con una sucursal bancaria
muy sencilla, pero con muy buen soporte tecnológico, a los
barrios más pobres de las grandes ciudades y a las comunidades
rurales.
Se hace un acuerdo con una parroquia, con
una escuela, con una farmacia, con una pequeña tienda, con una Acción
Comunal. Allí el respectivo banco que va a abrir su corresponsal
no bancario, instala una casilla, ya no es la construcción
pomposa de antaño, ahora es una casilla sencilla. Eso sí,
antes no había base tecnológica, ahora la casilla
tiene que estar dotada de una base tecnológica moderna,
que permita la comunicación desde ese sitio con la central
bancaria que debe atender a la persona.
Confiamos que todos estos mecanismos nos
permitan presentar ante los colombianos y ante los hermanos del
continente un avance muy
significativo en financiación de crédito popular.
Comparto plenamente su inquietud, señora Presidente. Yo
he abrazado la causa del crédito popular en Colombia con
emoción, con gran amor. Es la única manera de sacarla
adelante. Y aspiramos que todo el sector financiero de este país,
pueda mostrarle a la Nación un balance social en materia
de crédito popular.
No sé, doctora Nancy Patricia, honorable senadora, si algunos
de los distinguidos congresistas visitantes quisieran acompañarnos
mañana a El Tunal de Bogotá, donde entregaremos los
primeros créditos del nuevo esquema de crédito popular
Banca de Oportunidades
Le rogaría coordinar con ellos, le pediré ese favor
a la doctora Alicia Arango, secretaria privada de la Presidencia,
y sería honroso y grato que ustedes nos acompañaran
en esa experiencia, que hemos venido diseñando y que vamos
a lanzar mañana en un sector pobre de esta ciudad.
Y ha tocado usted en el último de los puntos, señora
Presidente, la preocupación por las drogas ilícitas,
y en un país que tanto ha sufrido.
Colombia está haciendo un gran esfuerzo en fumigación,
erradicación manual, cultivos alternativos. Un gran esfuerzo
en confiscación de la riqueza ilícita y un gran esfuerzo
en extradiciones.
Este año se fumigan unas 160 mil hectáreas en Colombia,
con gran ayuda de los Estados Unidos. Pero también con un
enorme esfuerzo nacional, en dos días estaremos completando
la erradicación de 40 mil hectáreas de droga, erradicación
manual.
Por primera vez tuvimos un programa fuerte
de erradicación
manual el año anterior, erradicamos 31.200 hectáreas.
Y este es el segundo año consecutivo. Este año estamos
completando la erradicación de 40 mil. Nos proponemos para
el año entrante erradicar 50 mil inicialmente. Este año
40 mil, el año entrante 50 mil.
Le hemos pedido a la Unión Europea que nos ayude en la
erradicación. Estados Unidos está haciendo un gran
esfuerzo para ayudarnos en la fumigación y necesitamos que
la Unión Europea, ojalá Canadá, nos pudieran
ayudar en la erradicación. El programa de erradicación
manual no tiene las objeciones que en algunas partes tiene el programa
de fumigación.
Pero hay casos bien interesantes. Hace
un año tomamos la
decisión de erradicar manualmente las hectáreas de
droga de los Parques Nacionales. ¿Saben qué nos pasó?,
en un gran parque que se conoce con el nombre de Parque Natural
de la Macarena, fueron asesinados entre policías y erradicadores,
por acciones del terrorismo, más de 20 personas.
Eso nos obligó, para proteger la vida de los erradicadores,
a fumigar en aquel Parque. No queríamos hacerlo, queríamos
liberar ese parque de la droga a través de la erradicación
manual, pero la acción cruenta del terrorismo contra policías
y contra erradicadores nos obligó a proceder a fumigar lo
que allí quedaba de droga.
Hemos hecho un gran esfuerzo en cultivos
alternativos, pero el mejor cultivo alternativo es el crecimiento
general de la economía.
Un crecimiento de la economía que fuera sostenido al 6 por
ciento, se convertiría en el gran cultivo alternativo a
los problemas de la droga en Colombia.
Este país, distinguidos congresistas, tiene un millón
164 mil kilómetros cuadrados: 578 mil están todavía
en selva. Este es uno de los países más ricos del
mundo en biodiversidad y en disponibilidad de agua dulce, en relación
con la extensión territorial. La droga es el gran enemigo.
La selva colombiana es una alcancía de biodiversidad de
la humanidad entera. La selva colombiana es una inserción
a la selva amazónica. La droga ha destruido en Colombia
2 millones de hectáreas.
Hemos creado un programa que se llama Familias
Guardabosques, hay 43 mil familias vinculadas a este programa.
Esas familias se
comprometen a mantener un área libre de droga, a proteger
la recuperación del bosque. En zonas donde la tierra no
sea erosionable, esas familias tienen actividades económicas
lícitas y están recibiendo un apoyo del Estado, de
más o menos, 1.500 – 2 mil dólares al año.
Tenemos 43 mil familias, le hemos pedido a Europa, al mundo, que
nos ayuden. Porque si pudiéramos llegar a 100 mil familias,
podríamos superar más exitosamente, más rápidamente,
el flagelo de la droga.
En muchos foros se discute el tema de la
droga y se alega que la fumigación es la causa de mucho problema ambiental. La
causa del problema ambiental no es la fumigación, es la
droga. En el río Putumayo, fronterizo, primero con la hermana
República del Ecuador y después con la hermana República
del Perú, hemos encontrado que la disminución de
la fauna acuática, se dio no por la erradicación
y la destrucción de la droga, sino mucho antes por la siembra
de la droga.
Lo primero que hacen para sembrar droga
es derribar la selva, un gran daño ecológico, erosionan los suelos, la
escorrentía de la lluvia amazónica lleva esa erosión
a las aguas, sedimenta el cauce de los ríos, y en el proceso
de la droga, la utilización de todos los precursores químicos,
envenena la selva y envenena las corrientes de agua.
Permítanme alegar ante ustedes lo que suelo alegar ante
las nuevas generaciones de mi país: el problema de la droga
hay que empezar a mirarlo no simplemente con las aproximaciones
tradicionales, sino con una nueva aproximación: la droga
es un gran enemigo de la ecología.
Este país ha comprobado, con la destrucción de dos
millones de hectáreas de selva tropical, con la afectación
de la fauna acuática, con la afectación de la flora
amazónica, cómo es de dañina la droga para
el equilibrio ambiental de una Nación como Colombia, y del
mundo en general.
Para no hablar hoy de la realidad que ustedes
conocen: nuestra lucha contra el terrorismo, que va avanzando,
que presenta hoy
un país más seguro, más amable, pero que le
falta mucho en su recorrido, esa lucha sería menos difícil
si en Colombia pudiéramos erradicar totalmente la droga.
Por eso pedimos la solidaridad de todos los pueblos del mundo,
de nuestras naciones hermanas.
El terrorismo no tiene amigos, ni tiene
fronteras, ni tiene aliados, el terrorismo engaña, es farsante. El terrorismo, en un
momento, cuando no puede secuestrar en un país, secuestra
en el otro.
Cuando no puede extorsionar en un país,
extorsiona en el otro.
Cuando no puede producir drogas en un país,
produce en el otro.
La lucha que Colombia libra hoy, en la
medida que sea exitosa, será una lucha que habrá de
beneficiar a todos nuestros vecinos, al mundo entero.
Nosotros damos una batalla por la seguridad desde la democracia,
y eso marca nuestra lucha por la seguridad, la pone diferente a
lo que fue la lucha por la seguridad en dictaduras.
Otros países del continente agitaron las banderas de la
seguridad para sustentar dictaduras. Aquí nuestra seguridad
es democrática, porque a diferencia de la doctrina de la
seguridad nacional, de ingrata recordación, que recordó el
continente, violó derechos humanos, cercenó libertades
públicas, afectó el disenso, cerró los derechos
de la oposición, la seguridad nuestra es democrática.
Colombia vivió este año dos procesos electorales:
el del Congreso y el de la Presidencia. Los más amenazados
pero también internacionalmente reconocidos como los más
pacíficos de la historia. Todos los voceros de la oposición,
los amigos de las diferentes tendencias políticas, los amigos
del Congreso, del Gobierno, recorrieron el país, agitaron
sus campañas, rodeados de plenas garantías. Fue un
bello proceso.
Todavía grupos guerrilleros, en algunas regiones del país,
amenazaron a los votantes que se inclinaban a votar en favor de
la reelección presidencial, pero confiamos que, en la medida
que avance la Seguridad Democrática, aquí finalmente
no haya ni paramilitares ni guerrilla que presionen a los electores.
Quisiera, si ustedes lo tienen a bien,
porque comprendo su vocación
parlamentaria en todas las horas, responder algunas inquietudes
que deseen formular. Les agradezco inmensamente su presencia en
Colombia, el honor que le hacen a nuestra Patria de haberla escogido
para esta V Asamblea del Foro Interparlamentario de las Américas.
Muchas gracias y bienvenidos los comentarios,
preocupaciones, preguntas de ustedes”. |