PALABRAS DEL PRESIDENTE
EN LOS 50 AÑOS
DE LEONISA Medellín, 20 nov. (SNE).- Las
siguientes son las palabras del presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez,
durante la conmemoración de los 50 años de Leonisa:
“Acudo esta noche, con varios de mis compañeros de Gobierno,
a cumplir el deber patriótico de rendir un homenaje a Leonisa
por sus ejecutorias en estos 50 años.
Pero tampoco puedo ocultar que acudo con
un gran afecto por la familia Urrea. He conocido año tras año los 50
años de Leonisa. He visto todos sus logros, he estado
muy de cerca, por una amistad que valoro inmensamente con don
Joaquín y doña Nena; con don Julio, don Luis y
don Marcos, quienes nos acompañan esta noche desde el
cielo y con sus hijos.
Leonisa surgió cuando todavía el país estaba
en el entusiasmo de la sustitución de importaciones. Pudo
quedarse allí, sin embargo se anticipó 50 años
a la globalización.
Estos primeros 50 años de Leonisa, son 50 años de
trabajo visionario para la globalización. Hubo que provocar
el fenómeno de sustitución de importaciones porque
nuestras materias primas perdieron mercados, los abastecedores
de productos con valor agregado entraron en las guerras, sus economías
devastadas. No era fácil hacer instalaciones industriales
a esta distancia del océano. E inconcebible, todavía
más, era pensar en los mercados de exportación.
Leonisa nace todavía en el auge mental de la sustitución
de importaciones y desde ese momento desarrolla una gran visión
global. Su vocación exportadora también tiene 50
años. ¡Un ejemplo! Si muchas empresas hubieran hecho
lo mismo, habrían superado con más éxito las
crisis, otras no habrían fracasado.
Desde esta montaña de gente laboriosa, Leonisa se lanzó a
tantos mercados, hoy son 22. Apenas había acabado de nacer –primero
en un taller en Armenia y después en Medellín- y
ya estaba con sus socios centroamericanos instalando la fábrica
de Costa Rica.
Ha vivido en permanente actualización, ha vivido en el proceso
de innovación en sus productos, en el proceso de incorporación
de la más moderna maquinaria, de las más modernas
materias primas. Y ha vivido en el proceso de hacer los ajustes
administrativos que le permitan la mayor productividad y la mayor
competitividad.
Tiene Leonisa una característica de las empresas del futuro:
nació con afecto por su tierra, pero en la conciencia de
que la mejor manera de servirle a su tierra, era procediendo como
una empresa sin fronteras, característica con la cual Leonisa
nos ha dado ejemplo.
¿Quienes la fundaron y la han administrado?
Una familia laboriosa, innovativa, aguerrida, con un gran empuje
para conquistar el mundo.
Podría decirse de esta familia, lo que dice el poeta de
las gentes de esta tierra: “desde Guarne han visto chiquitico
el mundo”.
Y esa familia, además de sus atributos empresariales, es
todo un ejemplo en su unidad, en sus costumbres, en su sentido
cristiano, en la práctica de la solidaridad. En fin, en
el universo de sus condiciones humanas.
Quiero destacar no sólo los aportes de Leonisa a tantas
empresas sociales, don Julio Ernesto, don Joaquín, líderes
del fomento del microempresarismo, pero también quiero destacar
la manera como Leonisa ha fomentado el cooperativismo, sin distorsionarlo,
en el total respeto a su naturaleza cristiana, solidaria, fraterna.
Las cooperativas de trabajo asociado,
promovidas por Leonisa y con ese gran liderazgo de Gilberto Giraldo,
en el oriente de
esta comarca, son un ejemplo al mundo de cómo el cooperativismo,
inserto en el capitalismo, es una gran posibilidad de nuevas
empresas, de trabajadores empresarios, de integración
entre el pequeño esfuerzo y el gran capital.
Cuando tenemos hoy, el problema de muchas cooperativas de trabajo
asociado en Colombia, que se han creado para evadir prestaciones
sociales, para deprimir el salario, para no pagar las cotizaciones
a la seguridad social, las cooperativas promovidas por Leonisa
son el ejemplo del verdadero cooperativismo que requiere Colombia.
Confiamos que nuestro país pueda obtener, conjuntamente
con Bolivia, Ecuador y Perú, la extensión de las
preferencias en el mercado norteamericano (APTDEA) y confiamos
que el Tratado de Comercio (TLC) que se va a firmar el 22 de noviembre,
sea ratificado en el próximo año por nuestros congresos
en los Estados Unidos y en Colombia.
Las preferencias y el Tratado son una necesidad y se constituyen
en un paso de justicia.
Las preferencias siguen siendo una necesidad, al menos mientras
se aprueba y se implementa el Tratado.
Y el Tratado es una necesidad porque con
las preferencias no basta, muchos productos quedan por fuera
y muchos empresarios no se
atreven a invertir mientras exista un mecanismo de acceso al
mercado norteamericano precario, limitado en el tiempo, como
las preferencias. Muchas inversiones están a la expectativa
del TLC porque es lo que finalmente asegura el acceso permanente
al Tratado norteamericano.
Las preferencias y el TLC son de justicia,
las preferencias. De justicia, no solamente para compensar a
países como Colombia
en su lucha contra el narcotráfico y la delincuencia que
de él deriva, sino también para equilibrar las
balanzas, para crear unas relaciones verdaderamente fraternas
entre los Estados Unidos y la región.
Cuando damos la primera mirada a la balanza
bilateral de comercio entre Estados Unidos y Colombia, uno se
halaga porque cree que
es positiva. En efecto, aparecen nueve mil millones de dólares
de exportación y algo más de seis mil de importaciones.
Pero al restar petróleo, que es un producto declinante
en nuestra economía, la balanza inmediatamente se torna
negativa para Colombia y favorable a los Estados Unidos. Y al
restar carbón, ese déficit en contra de Colombia,
es aún más agudo.
Sabemos que Leonisa le ha dado el ejemplo
al país de perderle
miedo a la búsqueda de mercados. El caso Leonisa es uno
de los que nos ha entusiasmado a buscar este acceso a mercados,
por eso en los últimos años hemos laborado hasta
suscribir y poner en marcha, en el tratado entre MERCOSUR y la
Comunidad Andina. Confiamos que después de firmado el 22
de noviembre, se convierta en Tratado ratificado por los congresos,
aquel negociado con los Estados Unidos.
El próximo lunes firmaremos en Santiago de Chile, el Tratado
con Chile que nos ilusiona muchísimo, especialmente por
el capítulo de inversiones.
La Nación austral se ha convertido en un gran ejemplo de
construcción doméstica de capital, le sobran no menos
de 30 mil millones de dólares y ese Tratado ayuda a que
encuentren en Colombia el destino de inversión de Chile,
que muchos de sus empresarios están mirando con gran confianza.
También esperamos, en los próximos meses, tener finalizada
la negociación de Colombia con tres de las hermanas naciones
centroamericanas: Guatemala, El Salvador y Honduras. No se entendería
que las hermanas naciones latinoamericanas negocien con los Estados
Unidos, a su turno también nosotros y que entre Centroamérica
y la Comunidad Andina nos demos la espalda. Abrigamos la esperanza
de que en los próximos meses despeguen las negociaciones
con Canadá y ya hay un proceso embrionario que debe fructificar
entre los países andinos y la Unión Europea.
Por supuesto, le asignamos preferencial
importancia a la hermana República Bolivariana de Venezuela, confiamos que por
lo pronto podamos avanzar con Venezuela en el tratado bilateral
que sustituya la normatividad andina y que todos los elementos
de las relaciones internacionales giren para bien, en el camino
de la armonía, para que Venezuela haga parte de los tratados
regionales y multilaterales que estamos buscando.
Don Joaquín, doña Nena, muy apreciada familia: ustedes
le han dado un gran ejemplo a Antioquia y al país. Desde
mi afecto, el aprecio y la valoración de la amistad que
a ustedes me ha unido, reciban hoy la expresión de la gratitud
de todos los colombianos por esta gran tarea que apenas empieza.
Muchas gracias, muchas felicitaciones
y que todos los días
sean de éxito para que Leonisa siga contribuyendo al bienestar
de miles y miles de colombianos. |