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23 de noviembre

PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN CONGRESO DE GANADEROS

Cartagena, 23 nov (SNE). Las siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, al intervenir en el Congreso Nacional de Ganaderos, organizado por Fedegan.

“Quería, en primer lugar, felicitar a Fedegan por muchos motivos. Por los logros de estos años, bajo un liderazgo probo, entusiasta, eficiente, de un patriota respetable, culto, imaginativo, el doctor José Félix Lafaurie. Muchas felicitaciones a Fedegan por este balance.

Quiero felicitar a Fedegan también por su contribución a la Visión 2019. Los pueblos necesitan el trabajo cotidiano y la visión de largo plazo. Si hay trabajo cotidiano pero no hay visión de largo plazo, la ciudadanía se pregunta: ¿para qué tanto esfuerzo? ¿Hacia donde vamos? Y si hay visión de largo plazo pero no hay un gran impulsado de todos los días, esa visión se convierte en nuevo enunciado retórico, sin posibilidades de éxito.

Por eso hemos venido haciendo el esfuerzo de comprometer en el debate democrático a nuestros compatriotas para esa visión de la Colombia con la cual soñamos, al 7 de agosto del 2019, cuando habrán de completarse dos siglos de la Batalla de Boyacá. Este esfuerzo de Fedegan es un ejemplo.

Todos los gremios, los sectores, los subsectores, los departamentos, los municipios, todos deben tener su Visión 2019. El Gobierno la incorpora como un anexo de la visión general.

Y felicitaciones a Fedegan por la certificación de calidad. Le vemos todos los efectos positivos prácticos. Me parece que llega en un momento muy oportuno. En concordancia con la meta de la erradicación total de la aftosa para el 2008, esta certificación de calidad da credibilidad internacional, se convierte en un gran escudo que puede exhibir el país, en el propósito de abrir mercados para la carne, para la leche y los derivados lácteos de Colombia. Tiene un gran valor en este momento, cuando estamos atentos a poder abrir efectivamente ese mercado.

Y muchas felicitaciones a los compatriotas ganaderos que han recibido el galardón de la Federación. A todos ellos por sus méritos. Recordamos a los que nos han abandonado y nos acompañan desde el cielo, como a Luis Samuel Martínez, a su señora, a sus hijos, una felicitación desde el fondo del alma por este galardón que han recibido hoy en homenaje a Luis Samuel.

Quisiera referirme a tres temas: el tema de nuestra visión general para el país en estos cuatro años, unas apuntaciones concretas sobre la ganadería y el tema del orden público.

Hoy, no por falta de voluntad mía sino por la coincidencia de este congreso con el Banquete del Millón del Minuto de Dios en Bogotá, al cual deberé asistir, el tiempo se me ha hecho relativamente corto, porque me sentiría mal de no acompañar al Minuto de Dios.

Les propondría respetuosamente que antes de que yo aborde esos tres temas, pueda escuchar algunas preguntas, comentarios, preocupaciones de ustedes, pero además anticipo que en estos tres temas voy a referirme a muchos de los temas que trató en su muy articulada y profunda intervención el doctor Lafaurie.

Entonces les ofrezco la palabra a algunos de ustedes. El doctor Lafaurie me ayuda asignando la palabra, yo tomo nota y procuraré dar respuesta a algunos de estos comentarios.

Déjenme referir a algunos de los temas del doctor Lafaurie: el tema de pobreza y el tema de equidad. Primero, nuestra noción de crecimiento: sí, nosotros queremos crecer al 6 por ciento, lo necesitamos. El país no puede seguir con unos crecimientos anémicos, el país necesita crecimientos vigorosos.

Pero quiero hacer esta observación: nosotros no estamos en ninguna de las tesis que antagonizaron en América Latina. Durante años nos dijeron que el modelo era el brasilero: crecer y que la equidad y la superación de la pobreza llegarían espontáneamente. Fracasó. Hubo otras décadas más tarde cuando nos dijeron: hay que repartir, hay que repartir, y le dieron la espalda al crecimiento. Llegaron simplemente a repartir pobreza. Nosotros creemos que hay que llevar el crecimiento de mano de la equidad.

Y quiero dar esta cifra: hace cuatro años la pobreza estaba en el 60, el año pasado en el 51. El doctor Lafaurie me releva de explicarles que la meta del nuevo Gobierno es entregarla, el 20 de julio de 2010, no más del 35 – 39, para que los gobiernos que nos sucedan, a partir del 2010, puedan entregarla en el 2019 no por encima del 15 por ciento.

Por primera vez en Colombia empieza a mejorar el coeficiente Gini de distribución del ingreso, después de muchos años que no mostraba tendencias de mejoramiento.

Las malas noticias se difunden muy fácil. Recuerdo lo que decía un célebre político norteamericano: a falta de noticias hay que presumir buenas noticias. Cuando hay buenas noticias, no hay noticias.

Miremos los últimos datos de crecimiento económico y hagámoslos concordantes con la visión social.

En el mes de septiembre la industria creció por encima del 14 por ciento. Eso no tiene antecedentes. En el mes de septiembre el comercio creció casi al 20 por ciento. El empleo industrial, que estaba estancado, creció al 4 y medio.

Olvidemos esto. ¿Qué es lo importante? Lo importante es que el consumo de alimentos ha venido creciendo al 5 – 7 por ciento. En el mes de septiembre creció al 7 por ciento. Yo creo que esa es una gran noticia social en Colombia.

Aquí se decía: para qué crece la economía si no crece el consumo de alimentos. Y llevamos ya varios trimestres registrando un gran incremento en el consumo de alimentos. Ustedes lo han sentido en carne. Y yo creo que se ha sentido también en el tema de la leche.

Y no sólo por el esfuerzo que el Gobierno ha hecho de aumentar las políticas de Bienestar Familiar, sino por lo que está pasando en el conjunto de la vida social de Colombia. La situación de pobreza del país es dramática, pero yo creo que el camino que hemos trazado tiene que rendir sus frutos, y que empezamos a cosechar resultados.

Cuando yo veo esas cifras de aumento del consumo de alimentos, yo me digo: esto no es porque los más pudientes están comiendo más, ellos viven a dieta, ellos no le echan una yuca y un pedazo de ñame adicional al sancocho. Ellos se cuidan mucho en tener que tomar leche descremada y casi ninguno la toma, que porque le cae mal, etcétera. Son los sectores pobres, subconsumidores de alimentos, los que están tonificando la economía de los alimentos en Colombia.

Yo creo que ese punto hay que resaltarlo ante el país, doctor Lafaurie, porque en el discurso político se dice: para qué crecimiento, si no hay beneficio para los pobres. Hay que resaltar cuando empezamos a tener esta gran recuperación del consumo de alimentos.

No nos podemos olvidar lo siguiente: en los últimos cuatro años, en cada uno de estos años, el salario mínimo ha crecido por encima de inflación.

Y no nos podemos olvidar lo siguiente: las convenciones colectivas de trabajo firmadas este año, han definido unos aumentos salariales del 8 por ciento. Lo registra el Banco de la República. Cuando la inflación esperamos que no esté por encima del 4,5 – 4,7. O sea que en medio de todas las dificultades sociales que tenemos, el país va mejorando.

Para cumplir nuestra meta de reducción de pobreza al 35 – 39, hay que hacer grandes esfuerzos en materia de capital social, de capital físico, de acceso a mercados, de esfuerzos macroeconómicos.

Capital social: nosotros nos hemos propuesto, y aquí está la señora Ministra, me alegra mucho la presencia de una Ministra destacada, la Ministra de Educación (Cecilia María Vélez) que el país, con la ayuda de Dios, por primera vez va a tener una Ministra de Educación por 8 años. Y estoy seguro que mis sucesores la van a invitar a que continúe en el cargo.

La meta es plena cobertura en educación básica en este cuatrienio. Pero plena cobertura. Por eso celebro mucho el acuerdo con Fedegan, para que el programa de alfabetización que debe llegarles a un millón de colombianos en este cuatrienio, cumpla la meta de que toda la población vinculada al sector ganadero, que allí se erradique el analfabetismo. Tenemos mucha confianza en ello.

No voy a entrar en temas que ustedes van a tener oportunidad de mirar, como el tema del Sena, donde hemos avanzado y tenemos unas metas muy ambiciosas para el nuevo cuatrienio. En el tema de la universidad, en el tema del Icetex, etcétera.

En el tema de salud. Meta: plena cobertura en salud. Pero ahí nos van a tener que ayudar ustedes. Vamos a necesitar verificar que no haya finca ganadera en Colombia, los 450 mil ganaderos aproximadamente que tiene el país, que eluda el pago de las cotizaciones a la seguridad social. Para nosotros lograr plena cobertura en salud, todos tenemos que demostrar el cumplimiento con esas metas.

Está el tema del crédito popular al cual me referí. En el Consejo Comunitario le dedicaremos un espacio al tema de infraestructura, donde hay gran atraso en el país, pero yo creo que lo que se está haciendo en el Plan 2500, y lo que empieza a desatrasarse en materia de nuevas concesiones, va a ser muy importante.

En el tema de los instrumentos macroeconómicos: es fundamental la ayuda del Congreso para aprobar la reforma tributaria. Ya me referí a algunos puntos de ella de gran importancia para incentivar la inversión Y B, las transferencias.

Yo voy a rogar que cada uno de ustedes nos ayude a crearle legitimidad a estos proyectos. ¿Cuál es la propuesta de transferencias? Hombre, descentralicemos sin quebrar a la Nación.

Uno no puede ponerse en esto a hacer demagogia para dejar a la Nación quebrada. La Nación no se quebró súbitamente. La quiebra de la Nación se fue generando por una serie de decisiones, de manejos y de falta de correctivos. Y se quebró.

Nosotros encontramos un endeudamiento neto del 48 por ciento, hoy está en el 33. Un déficit en el Gobierno Nacional fiscal del 6 y medio. Después de haber asumido cinco billones de pagos anuales de pensiones al Seguro Social, ese déficit este año puede quedar entre el 4,5 y el 4,9. Todavía es muy alto.

¿Qué pasa donde nosotros tomemos una decisión no juiciosa en materia de transferencias? Quebramos a la Nación y quebramos las regiones. El país ya lo vivió, en los años 1999 y 2000 el Gobierno Nacional tuvo que decirle a las regiones: sí, nos habíamos comprometido en el 91 a transferirles 10, pero no les podemos transferir sino 6.

Qué ganamos nosotros si yo le digo ahora al gremio ganadero: cuenten con 100, y a la hora de la verdad el Presupuesto Nacional no les puede dar sino 50. En esto hay que tener realismo.

Miren: si la decisión de transferencias no es juiciosa, al otro día volvemos a tener una crisis financiera.

Que no nos olvidemos que hace cuatro años, por esta época, estábamos enfrentando la crisis de los TES, con tasas de interés del 17 – 18. Con unos mercados que tenían ganas de cerrarle a Colombia.

A mí me dijo el representante del Banco Mundial hace cuatro años que Colombia estaba perdiendo la viabilidad financiera. Hoy esa DTF está al 6.6. Esos TES se colocan entre el 8 y el 10.

Colombia, después de que le quitaron en los años 1999 y 2000, la condición de país grado de inversión, ¿qué le pasó a Colombia? Durante muchos años tuvo enormes dificultades. Hoy empieza a superarlas. Pero esto todavía está muy frágil.

Miren, tengan en cuenta esto: hace un mes, mes y medio, celebramos que le prestaron al país mil millones de dólares a 31 años de plazo, a una tasa de interés de 7.44.

Hace tres semanas salimos al mercado internacional por 500 millones de dólares, para asegurar todo el financiamiento del año entrante. Nos ofrecieron 3.000. ¿Saben a cómo los tomamos? Los tomamos a 31 años de plazo y al 7.14. Eso beneficia a todo el mundo.

Lo peor que le puede pasar a las regiones es que se quiebre la Nación. Una decisión, y lo digo al oído de los congresistas aquí presentes, de quienes me apoyan y de quienes hacen oposición, una decisión no juiciosa en materia de transferencias, inmediatamente se refleja en un encarecimiento de la tasa de interés, que afecta al Gobierno Nacional, a las regiones y al sector privado.

Yo creo que es importante lograr la sostenibilidad de las tasas de interés que viene consiguiendo Colombia, y prepararnos a ver si el país es capaz de recuperar el grado de inversión.

Todo lo que sea inflación más 1.03, es ganancia en la descentralización.

Porque dicen: es que Uribe quiere acabar la descentralización. Por Dios, yo vengo de la región. Yo soy un político de parroquia. Si alguien tiene que tener afecto por la descentralización, soy yo. Lo que pasa es que yo no he sabido quebrar a la empresa privada ni al Estado.

Y yo, como Presidente de Colombia, no voy a permitir que quebremos a la Nación. Estamos haciendo un esfuerzo muy grande por sacarla adelante. La población está creciendo al 1.03. Y esa tasa de crecimiento es declinante.

¿Qué ha aprobado el Senado de la República y la Comisión Primera de la Cámara? Que las transferencias, en el año 2008, sean inflación más 4.

Todo lo que sea por encima de 1.03, que es el crecimiento de la población, es ganancia de la descentralización. En el año 2009, inflación más 4; en el año 2010, inflación más 3 y medio; en 2011 inflación más 3; en el 2016, cuando se supone que ya hemos empezado a regresar en materia de esta carga pensional, estaríamos en el promedio del crecimiento del ingreso de la Nación en los últimos cuatro años.

Si la economía crece al 4 por ciento, todo lo que crezca por encima del 4 se refleja en aumento de las transferencias a las regiones. Por ejemplo, si un año la economía crece al 5 y ese año estaba previsto que el aumento sería inflación más 3 y medio, entonces ya no será de inflación más 3 y medio sino de inflación más 4 y medio.

La base más el punto adicional de crecimiento por encima del 4 por ciento.

Para nosotros es fundamental para atender los requerimientos de la Nación y de las regiones, una decisión equilibrada en eso.

Yo aplaudo la decisión ayer en la Comisión Primera de la Cámara, pero estamos haciendo fuerza para que la Plenaria de la Cámara nos apruebe eso en las dos semanas que vienen, y para que el Congreso en su conjunto le dé aprobación en segundo debate, en segundo período legislativo, a partir del mes de marzo. Ruego que ustedes nos ayuden a crear una gran conciencia de opinión sobre el tema.

Y viene la capitalización de Ecopetrol: no es venderlo sino crecerlo. Y nos han dicho que hay que crecerlo de una u otra manera. La única manera es abrirlo a que lo capitalicen. Y ustedes, que son prácticos, les voy a proponer una reflexión: ¿qué es mejor para la Nación: ser dueña del 100 por ciento de una Ecopetrol que puede perder las reservas, o del 80 por ciento de un Ecopetrol que puede ser próspera, con más capacidad de inversión?

Es lo que ha pasado en Telecom. Hace 4 años la Nación era dueña del 100 por ciento de Telecom, era dueña de una mortuoria quebrada, no había con qué pagarles a los pensionados ni a los trabajadores, ni con qué hacer inversiones. Hoy la Nación es dueña del 50 por ciento menos una acción de Telecom, pero están asegurados los pensionados, y por cuenta de Telecom.

¿Para dónde íbamos? ¿Qué le hubiera pasado a la Nación si nosotros no hubiéramos reformado 300 empresas y no reformamos las que nos faltan? ¿Ustedes se imaginan el Gerente de Telecom llegando donde el Ministro de Hacienda: ministro, mis 500 mil millones para pagar pensiones? ¿En qué estaríamos? Eso lo evitamos.

Se aseguró el pago de los pensionados, hoy hay tranquilidad laboral en Telecom. ¿Saben cuánto tiene en plata? Tiene 650 millones de dólares para inversión en los próximos años.

Yo he visto aquí con entusiasmo la propuesta de Fedegan de una gran revolución de las telecomunicaciones en el campo. Para allá vamos. Yo tengo, yo comparto que todo ganadero debería estar conectado a Internet. Las subastas tienen que convertirse en subastas virtuales. Todo empresario del campo, grande, chiquito o mediano, debe tener una conexión de Internet con banda ancha, con toda la velocidad y sin limitaciones, que le permita saber qué dicen los satélites sobre las lluvias, cómo están los mercados, en qué momento compra insumos, en qué momento vende producto final.

Eso está en principio despejado hoy en Colombia, porque tenemos 650 millones de dólares para invertir en esa empresa.

Ayúdenme a crear conciencia sobre la necesidad de capitalizar a Ecopetrol.

Ahora, vienen otras reformas, ahora vamos a reformar todas las clínicas del Seguro Social. Ya queda entregada la semana entrante a una organización religiosa la administración de la clínica Enrique de la Vega, aquí en Cartagena.

Yo confío en un año poder mostrar buena parte de las clínicas del Seguro Social con una administración diferente y eficiente. ¿Para qué conservarlas en la modalidad actual, que para el país son una carga y no un buen servicio? Necesitamos sacar estas reformas adelante.

Yo voy a referirme al tema de orden público. A ver, apreciados compatriotas, hablemos de instituciones.

Las instituciones son efectivas o son retóricas. El poder es real o es un poder de apariencia. Yo creo que el país había llegado a unas instituciones retóricas, de apariencia. La justicia sin poder actuar, las Fuerzas Militares y de Policía desplazadas y los nuevos poderes reales eran los grupos irregulares. Se disputaban el poder real en unas regiones los paramilitares, en otras regiones la guerrilla, o llegaban a tener unas regiones compartidas y se delimitaban entre ellos. Para que me vengan a decir a mí que estamos acabando con la institucionalidad. La estamos recuperando. Era una institucionalidad de papel.

Cuando Alemania invadió a Francia, la pregunta de los juristas de la época fue: ¿quién ejerce el poder en el territorio francés? Y la respuesta científica del derecho fue: no ejerce Francia, lo ejerce quien tiene el poder eficaz, que es el invasor alemán. Lo mismo estaba pasando en el territorio de Colombia. El poder había dejado de ejercerlo la institucionalidad democrática de Colombia. Lo ejercían los sustitutos terroristas: paramilitares, guerrillas. Todo esto ha sido un proceso de recuperación de institucionalidad.

Este proceso de paz no se ha dado por mera liberalidad de los paramilitares. Aquí se hablaba de ellos en cocteles, unos los justificaban y otros los atacaban, pero no había acción contra ellos. Este Gobierno ha dado de baja a más de 1.500, y de los 67 líderes reconocidos hoy están en La Ceja (Antioquia), en un sitio que se está habilitando como cárcel, abierto al examen del mundo, 65 de ellos.

Hay grandes desafíos: el desafío de la reinserción. Confío que salgamos adelante en esto. El desafío de las zonas donde estaban estos paramilitares, han tratado de recuperarlos la guerrilla, todos los días estamos trabajando en eso. Y también hay unas bandas de bandidos, que llaman allí bandas emergentes. La decisión es: a todos combatirlos con toda la decisión.

Uno de ustedes me presentaba preocupaciones por bandas emergentes en Puerto López y Puerto Gaitán. Allá voy a volver en dos semanas. Había asumido el compromiso de ir mañana, pero tengo que ir a la reunión de Gobernadores en Valledupar, voy a ir a las 6:00 de la mañana en Cali, después a Valledupar y voy a estar aquí por la tarde en la Cámara de Infraestructura. Pero vamos rapidito al Llano para volver a examinar con la Fuerza Pública cómo acabamos con los bandidos que quedan de las bandas emergentes.

Nuestra visión es muy clara, apreciados compatriotas: Colombia sin guerrilla, Colombia sin paramilitares, Colombia sin narcotráfico, Colombia sin corrupción.

Sí, a mí me parece que lo que está pasando es bueno: los testigos antes se morían de miedo. La justicia estaba interferida. Gracias a la Seguridad Democrática, la gente ha perdido el temor a denunciar y la justicia se siente más libre. Lo importante es que no haya abusos.

A mí me parece que a los gobiernos hay que juzgarlos por resultados, nos falta mucho, los problemas del país son inmensos, pero nosotros estamos procurando que esto vaya por la vía correcta.

Miren: nosotros no pusimos en discusión la extradición. Esta mañana con unas nuevas resoluciones hemos completado 495 extradiciones autorizadas en este Gobierno: 495 extradiciones autorizadas.

Aquí todo el mundo declaraba contra el narcotráfico, hasta en la declaración de renta. Pero yo creo que si ha habido una lucha eficaz contra el narcotráfico y contra el paramilitarismo, es ésta.

No nos dejemos engañar. Yo he soportado en mi carrera política, tranquilamente y echando para delante, toda clase de epítetos: Uribe paramilitar, Uribe fachista, Uribe militarista.

Desde que haya buena fe y amor a la Patria, que digan lo que quieran y nosotros para delante.

No podemos dejar que la guerra política de la guerrilla y de sus amigos cree factores de distracción de opinión.

No podemos dejar que eso ocurra, porque cada vez que en Colombia un gobierno quería enfrentar la guerrilla, ahí mismo lo frenaban, diciéndole: ese gobierno es fachista, es paramilitar, ese gobierno es violador de derechos humanos, y lo hacían morir de miedo.

A mí, por fortuna, cuando nací le mostraron a mi papá el muchachito, y él le quitó el piñón del miedo. Y le pido a mi Dios que no me lo vaya a dar ahora de viejo.

Entonces esto, con toda transparencia, hay que seguirlo, con toda firmeza.

Hay mucho estudioso en Colombia que justifica la acción de la guerrilla. Yo creo que nosotros no podemos pensar en terroristas buenos y malos. Todos son igualmente perversos.

Es muy importante que la verdad sea completa. Yo lo dije muy claramente en la Corte Suprema de Justicia la semana pasada. Les pedí, hombre, dirigentes de la política, congresistas, del Ejecutivo, etcétera, que hayan tenido relación con los paramilitares, cuéntensela a la justicia, a la opinión pública.

Pero también, para que la verdad sea completita, que nos cuenten todo lo que pasó con el M–19, que nos cuenten las alianzas de sectores de la política con las Farc y con el ELN.

Porque allá hay un sesgo, allá hay un sesgo: muchos le hacen el asco al proceso de paz con los paramilitares. Hay veces me dice Luis Carlos Restrepo: ‘Presidente, me siento solo, a la hora de hablar de paz con el ELN sobra quien ayude. A la hora de hablar de paz con los paramilitares, nadie ayuda, sobra quien critique’.

Eso tampoco es bueno. Le hacen el asco al proceso de paz con los paramilitares, cuyas bondades acaba de destacar el doctor Lafaurie: siempre es menos difícil el futuro del país con 30 mil desmovilizados de paramilitares y más de 8 mil desmovilizados de la guerrilla, con cerca de 20 mil fusiles que han entregado, a que eso no se hubiera dado.

Pero lo que no es bueno es darles ese tratamiento diferencial. Más aún, pensando en el futuro del país, yo creo que la Ley de Justicia y Paz, en el momento de un acuerdo con los del ELN y con las Farc, habrá que reformarla.

Paradojas: esa Ley parece muy blandita frente a los paramilitares y es tan dura frente a la guerrilla, que no la aceptan. Va haber que reformarla. Y el Presidente de la República tiene la obligación de anticiparse a ello. En el momento que haya un acuerdo de paz sincero, de buena fe, con el ELN y con las Farc, esa Ley habrá que reformarla creando unas condiciones más benignas. Esa controversia hay que enfrentarla. Eso hay que decírselo con toda claridad al país.

El país va a tener que pensar en verdad, justicia, reparación. Yo diría: en el momento que se haga un proceso de paz con las Farc, con el ELN, en ese momento sí va a aflorar el tema del perdón. Yo creo que olvido no. No para estimular rencores, sino para evitar la repetición de errores.

Porque yo creo, doctor Lafaurie, que su tesis es una tesis muy respetable, del cerco anti-rural en la historia de Colombia. Pero déjeme agregar otro: aquí la generación mía vivió muchos años en los cuales el sesgo era otro: el sesgo era que la dirigencia del país confundía la civilidad con la debilidad. Por posar de civilistas, procedían con toda la debilidad. Y en lugar de apoyar a la Fuerza Pública, vivían era de zalamería en coqueteo con los grupos al margen de la ley y con los delincuentes.

En eso que no quepa dudas, apreciados compatriotas. El tema es difícil, pero vamos para adelante. Una Colombia sin guerrilla, sin paramilitares, sin narcotráfico, sin corrupción.

Rápidamente nos vemos en el Consejo Comunitario (del sector ganadero). Muchas gracias”.

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