ENTREVISTA
DEL PRESIDENTE URIBE EN CARACOL RADIO
Bogotá, 29 nov. (SNE).- La
siguiente es la entrevista concedida por el presidente de la
República, Álvaro Uribe Vélez,
en el informativo 6am, Hoy por Hoy de Caracol Radio.
Darío Arizmendi, director de 6am, Hoy por Hoy: Presidente,
muy buenos días.
Álvaro Uribe Vélez, presidente de la República: Buenos días a usted, a todos sus compañeros de Caracol
y a todos los compatriotas que nos escuchan a esta hora.
D.A.: Muchas gracias por acompañarnos, como usted entenderá estamos
en un gran huracán, en una tremenda tempestad política.
Usted ha sido muy claro, muy enfático en decir que la responsabilidad
penal es de carácter individual y ha pedido, con mucha franqueza
y con mucha vehemencia, que todas estas investigaciones que se
adelantan por parte de la Corte Suprema de Justicia y otras autoridades
se lleven hasta sus últimas consecuencias, pero esta mañana
el Ministro del Interior, su Ministro, Carlos Holguín Sardi,
contempló la posibilidad de estudiar, si la crisis se ahondara
mucho más, con algunos otros congresistas encartados más
adelante con la Corte, de revocar el mandato del Congreso.
¿Qué nos puede decir, comparte usted esa apreciación?
Presidente de la República: Primero,
lo que ha pasado es triste, pero es la consecuencia de lo que
se viene haciendo para
recuperar la institucionalidad.
La mayoría de estos hechos se remontan a períodos
anteriores a este Gobierno. Yo le hice un diagnóstico al
país en la campaña de 2002, que encontraba la institucionalidad
colombiana rebasada por los grupos guerrilleros, por los grupos
paramilitares, financiados ambos por el narcotráfico. Que
encontraba el poder del Estado derrotado por estos grupos y emprendimos
la tarea de la Seguridad Democrática para recuperar la institucionalidad.
Hoy, la mayor parte de este paramilitarismo
tiene –gracias
a nuestra política de Seguridad Democrática- desmontando
su poder militar. De los 67, 68 líderes conocidos, hay 65
en La Ceja, en un sitio abierto al escrutinio de la opinión,
de la prensa internacional, de la prensa nacional, que se ha habilitado
como cárcel. La gran mayoría de esos paramilitares
están desmovilizados.
Hay 600 reincidentes, que es un porcentaje
pequeño frente
al total de desmovilizados, pero 600 personas delinquiendo son
muchas, el Gobierno los está persiguiendo con toda la decisión.
No más, antes de ayer, se desmanteló un grupo que
quedaba por allá en Aguadas, en el norte de Caldas –me
dicen que ustedes conocieron el hecho y todo eso se informó-.
Todo esto es un proceso para recuperar
la institucionalidad, por eso le quiero decir a todos los colombianos
que tengamos confianza
en el proceso. Le quiero decir a los que hacen comentarios de la
economía, porque aquí leo el titular de Portafolio: “Temor
económico por efecto paras” ¡por Dios!, lo que
debería haber es tranquilidad porque se están desmontando
estos poderes.
Ahora, como todo lo que hemos hecho apunta
a recobrar el poder legítimo del Estado, a que el Estado pueda recuperarse y
desalojar a esos usurpadores que han sido guerrilla y paramilitares,
lo que hay que recuperar son las instituciones. Por eso, creo que
de mis palabras en la Corte Suprema –el viernes hará dos
semanas- se infiere claramente lo siguiente: congresista que por
alguna circunstancia vaya a la cárcel, que lo reemplacen.
Una cosa es la responsabilidad penal, individual, de un congresista
y otra cosa es la institución legislativa del Estado de
Derecho. De ninguna manera vamos a poner en riesgo la institución
legislativa del Estado de Derecho. Congresista que haya cometido
un delito, congresista sobre quien vengan unas dudas que obliguen
a la justicia a detenerlo o algo por el estilo, pues que lo reemplace
el que sigue en la lista, para que se preserve la institucionalidad.
Todo el proceso en que estamos, es un proceso
de recuperación
de institucionalidad.
D.A.: Es decir, no, definitivamente, al cierre del Congreso, que
respondan los corruptos con sus conductas individuales ante la
Corte Suprema de Justicia.
Presidente de la República: Creo que así tiene que
ser. Yo tenía esta mañana un compromiso con una emisora
de Tunja, pero me contaron –aquí los compañeros
en la oficina- la preocupación que había por el tema,
que lo estaban oyendo a usted y dije: me da pena, sin que Darío
Arizmendi me hubiera llamado previamente pero, hay que salvar la
institucionalidad, por eso voy a atreverme a llamar a Darío
Arizmendi para despejar cualquier duda sobre esa materia y por
supuesto, sobre aquellas que estime convenientes, porque en esta
hora nos tenemos que batir como leones, para salvar la institucionalidad.
D.A.: Sin duda, Presidente y nos alegra
profundamente que nos haya llamado, se lo agradecemos inmensamente
y nos alegra sobre
todo, más, lo que nos está diciendo: la recuperación
de las instituciones, el fortalecimiento de todos los órganos
del poder público, de la justicia, a tono con su discurso
en la conmemoración de 120 aniversario de la Corte Suprema
de Justicia y también la recuperación del Congreso,
que respondan individualmente aquellos congresistas corruptos.
¿Le falló Jorge Noguera,
su amigo, en el DAS?
Presidente de la República: Primero, le repito todo lo
que les dije en Semana Santa: lo conocí en el 2001, 2002, él
había trabajado en la gobernación del Magdalena,
de Juan Carlos Vives –a quien aprecio mucho, quien trabajó hasta
hace poco con el Gobierno-, me recomendó a Jorge Noguera
como una persona de la mayor confianza.
Jorge nos acompañó en esa campaña de 2002,
lo nombré director del DAS, con toda la confianza. Salió del
DAS, hubo una serie de cuestiones de buen servicio no de índole
moral. Después sobrevinieron estas investigaciones, lo defendí y
lo defendí directa y personalmente ante el país,
pero al Presidente de la República le toca asumir la superior
responsabilidad de ejemplo en aquello de acatamiento a la justicia.
¿Qué me toca decir ahora?: repetir todo lo que le
he dicho al país y esperar, con humildad republicana, que
la justicia decida y apoyarla y respetar el fallo de la justicia,
ahí no hay más camino.
Inclusive la semana pasada pedí públicamente que él
debía comparecer ante la justicia. Aquí me dicen
en la Presidencia que perdieron el contacto telefónico con él,
que está en una ciudad de Estados Unidos y que sacó un
comunicado diciendo que estaba en muy malas condiciones económicas
para venir al país. El comunicado nuestro es muy claro,
donde se dice que: quien tuvo una tarea tan importante en el Estado,
tiene que comparecer ante la justicia cuando sea llamado por la
justicia.
D.A.: ¿Le fallaron, también, el Director de INVIAS,
(Mauricio) Ramírez Koppel y el Director del INCO (Luis Carlos
Ordosgoitía)?
Presidente de la República: Sobre el doctor Ramírez
Koppel. Primero lo nombramos, por las más altas recomendaciones –no
recomendaciones politiqueras- de su profesionalismo, etcétera,
yo he confiado en él. Ha habido unos rumores, de aquellos
que llaman chismes y yo mismo me he propuesto despejarlos.
‘Es que estaban pidiéndole plata a una firma de ingenieros’,
ahí mismo llamé a esa firma de ingenieros, -yo inmediatamente
llamo, yo no me pongo con misterios ni con rodeos ni con subterfugios,
ahí mismo llamo-, inclusive llamé a Salvador Otero
de Wackenhut, que ha sido amigo mío, le dije: ¿hay
alguna queja contra Mauricio Ramírez Koppel, ha habido algún
manejo en el INVIAS? y me lo negó, me lo negó rotundamente.
Anoche llamé a Luis Fernando Jaramillo Correa y me dijo
que no tenía ninguna queja. Usted sabe como hemos adjudicado
nosotros las licitaciones, audiencia pública -¡no
hay precedentes, en la historia de Colombia, de la manera como
este Gobierno ha manejado las licitaciones!-, a toda hora, todo,
en audiencia pública.
El Director del INCO (Instituto Nacional
de Concesiones). Yo no hice sino tener buenos comentarios sobre
el Ministro, sobre el
tema como va evolucionando la infraestructura el pasado viernes,
en la Cámara de la Infraestructura en Cartagena, donde había
1.000 ingenieros.
¿Qué ha pasado con el director del INCO?: una cosa
de hechos anteriores a este Gobierno. Primero, dejo claro y el
legitimador es lo que viví el pasado viernes en la Cámara
de la Infraestructura en Cartagena, que allá había
un alto reconocimiento a su tarea y a lo que viene haciendo el
INCO. La semana pasada se adjudicó, con toda la transparencia –como
lo ha hecho este Gobierno-, esa licitación de Rumichaca – Pasto – Chachaguí.
¿Qué pasa?: el domingo sale una entrevista en el
periódico El Tiempo del senador Miguel Alfonso de La Espriella,
dice que en una reunión con paramilitares por allá en
el 2000, 2001, hubo congresistas, dirigentes políticos,
funcionarios de gobierno. Entonces inmediatamente llamé y
dije: ¿qué funcionario de gobierno fue allá?,
entonces apareció que Luis Carlos Ordosgoitía, director
renunciado del INCO, en esa época congresista –antes
de este Gobierno-, había estado en esa reunión.
(Yo llamé, en Santiago de Chile –porque el celular
le permite a uno hoy ir a Chile a cumplir unos compromisos para
promover la inversión en el país y ahora hablamos
un poquito de eso, porque es que esto lo tenemos que superar, es
que esto es todo producto de que el Estado viene recuperando su
vigencia, es muy importante, el celular le permite a uno estar
allá firmando un convenio y promoviendo la inversión
en Colombia y al mismo tiempo pendiente del país-).
Le dije a Alicia Arango, secretaria privada
de la Presidencia y a Ricardo Galán, Jefe de Prensa: acompáñenme
que voy a hacer dos llamadas. Llamé a Miguel Alfonso de
La Espriella y le dije: ¿usted conoce algún hecho
que involucre al Presidente de la República, al Gobierno
en el paramilitarismo? Dijo: ‘no, no Presidente, de ninguna
manera’. Le dije: el único favor que le pido, Senador,
es que no me defienda ni defienda al Gobierno, dígale al
país totalmente la verdad.
Llamé al doctor Ordosgoitía y le dije. Luis Carlos ¿usted
estuvo en esa reunión a la que le alude el Senador De La
Espriella? Me dijo: ‘si, Presidente, estuve’. Y me
dijo que él había tenido una autorización
de la administración del Presidente Pastrana para estar
promoviendo o buscando unos acercamientos con grupos paramilitares –concretamente
me habló de Carlos Castaño- para un eventual proceso
de paz y me dijo que eso aparecía en el libro del Presidente
Pastrana, después me dijeron que aparecía también
en el libro, creo que de Jorge Lesmes –se los cuento para
que ustedes lo busquen allá- y que aparecía también
en el libro de Carlos Castaño. Yo le dije a Luis Carlos
Ordosgoitía: por favor, dígale la verdad al país.
Ayer regreso de Santiago de Chile, aquí a la oficina, reuní el
equipo de Gobierno, me dijeron que algún vocero del ex Presidente
Pastrana dijo que Ordosgoitía no estaba autorizado para
esa reunión, entonces hice el siguiente análisis,
con mucho respeto por Luis Carlos Ordosgoitía: no entremos
en esa discusión, aceptemos que le habían dado una
autorización general para hablar con estos grupos paramilitares
en busca de la paz, pero que, así como él podía
interpretar que esa autorización era suficiente para esa
reunión, también el gobierno de la época podía
interpretar que esa reunión estaba excluida, no entremos
en ese tema, respetemos lo que pudo pasar en esa época,
presumamos siempre que era la buena fe en la búsqueda de
la paz.
Miremos otro tema. No creo que la autorización, para hablar
con ellos, pueda entenderse, extendida a firmar acuerdos o compromisos
con ellos y Luis Carlos Ordosgoitía, con franqueza, con
gran valor civil, me dice –el domingo por la noche, cuando
lo llamo de Santiago de Chile- que efectivamente él firmó ese
compromiso allá. Le dije: ¿qué compromiso
Luis Carlos? Me dijo: lo que recuerdo, era un compromiso para buscar
la paz, básicamente.
Entonces, cuando ayer tomo la decisión de aceptarle la
renuncia, produzco ese comunicado –que ustedes deben tener-
donde digo que ningún funcionario del Gobierno debe tener
el precedente de haberse reunido con grupos ilegales, guerrilla
o paramilitares o narcotráfico o de haber firmado compromisos
o acuerdos con ellos, sin la autorización del Gobierno Nacional
correspondiente.
Esto es, se le aceptó la renuncia, a pesar de que fueron
hechos sucedidos en anterior administración presidencial.
Y es muy importante todo el debate allí, porque la verdad
es que yo llegué con unas banderas en el 2002: acabar con
la guerrilla y con el paramilitarismo, recuperar la institucionalidad.
Y en esos departamentos de la Patria, donde hoy hay tanto cuestionamiento,
en todos perdí las elecciones del 2002, salvo en el departamento
del Magdalena donde las gané por 7, 8 mil votos.
D.A.: ¿Presidente, usted conoce
el texto de ese acuerdo del Nudo de Paramillo, como se llama?
Presidente de la República: No lo conozco y por eso en
el comunicado de ayer tarde pido… ¿a ustedes les llegó el
comunicado?
D.A: Sí señor, por supuesto que sí y ya lo
divulgamos, como es nuestra obligación, en aras del derecho
a la información de todos los colombianos.
Presidente de la República: … lo que les estoy diciendo
con ese comunicado, inclusive digo, que por favor ese compromiso
debe ser entregado a la justicia y revelado a la opinión
pública. Eso lo digo con toda claridad en el comunicado
de ayer.
D.A.: ¿En qué posición queda la Canciller
(María Consuelo Araújo) si en el día de mañana,
cuando ya responda la diligencia de indagatoria el senador Álvaro
Araújo, su hermano, le fuera dictada una medida de aseguramiento?
Presidente de la República: Ese es un tema bien importante
y algún asesor mío de comunicaciones me dirá: ‘¿usted
porque sale y le dice todo esto a Darío?’, porque
es que el Presidente de la República tiene que enfrentar
todo, además aquí estamos de buena fe y con patriotismo
y con ánimo de luchar, hasta el último día,
por recuperar la institucionalidad. ¡Hombre!, ¿ahora
que quiere llegar la inversión al país, la vamos
a dejar deteriorar?, ¿ahora que tenemos la posibilidad de
acabar guerrilla y paramilitares, vamos a dejar que esto eche para
atrás? ¡De ninguna manera, de ninguna manera!
Hablemos de la Canciller. Yo no la conocía. En la campaña
de 2002, Alicia Arango y otras personas me hablaban de ella, de
una excelente funcionaria, jovencita, una revelación juvenil
en la administración de Enrique Peñalosa en Bogotá.
Recuerdo que alguna vez llegué a Valledupar y me crucé en
el aeropuerto con la Consuelo Araújo Noguera, ya no era
Ministra de Cultura, entraba yo a Valledupar y ella salía
con unos niñitos vallenatos para Washington y me dijo: ‘Álvaro,
tenemos que hablar porque quiero acompañarlo’. Y no
volví a ver a Consuelo Araújo Noguera, quien había
sido buena amiga mía, la asesinó las Farc. Es que
aquí también hay tragedias de familias, por eso estos
temas no se pueden mirar aisladamente, hay que mirar todo el conjunto.
Entonces en la campaña del 2002, tengo el recuerdo de Consuelo
Araújo Noguera, la nostalgia de que esa Ministra de la Cultura
sale del ministerio porque nombran a su esposo, Edgardo Maya, Procurador;
que la secuestra y la asesina las Farc y simultáneamente
me hablan Alicia Arango y otras personas, de María Consuelo
Araújo Castro y gano la elección del 2002 y sin conocerla,
en lo que averigüé por ella, la nombré Ministra
de la Cultura. La conocí personalmente, ya nombrada. ¡Cuota
de nadie!
Álvaro Araújo Castro, su hermano –ese año
lo eligen Senador de la República- estuvo con otra campaña,
no me apoyó a mí, él se demoró para
apoyarme. Entonces, cuando llego a la Presidencia empiezo a buscar
el apoyo de muchos congresistas que no me habían apoyado
y a construir coaliciones con ellos como era mi deber para aprobar
las leyes, como ahora tendré que buscar que no dejemos de
aprobar las leyes –yo quiero hacerle, a través de
Caracol, un gran llamado al Congreso porque tenemos en estas dos
semanas el compromiso de aprobar esta agenda legislativa-.
Entonces, nombro a María Consuelo Araújo por sus
méritos, hice una asociación con Consuelo Araújo
Noguera, su tía y no tiene nada que ver con Álvaro
Araújo porque Álvaro Araújo había estado
en otra campaña, Álvaro Araújo se demora para
apoyarme a mí después de que soy elegido Presidente.
María Consuelo Araújo hace un excelente ministerio
de la Cultura, me lo dicen en todo el país: ‘como
trabaja creando las bandas de música, como trabaja estimulando
los festivales folclóricos del país’. Hizo
una reforma que nadie se había atrevido hacer en la orquesta
Sinfónica de Colombia: la sacó de Bogotá,
la puso a recorrer el país, le redujo sustancialmente los
costos, me comprendió plenamente lo que dije de que necesitábamos
un país de lectores.
Ella se retira del Ministerio de la Cultura
por una sola razón:
porque su hermano iba a aspirar, de nuevo, al Senado de la República.
Me acompaña en la campaña –donde tengo un equipo
femenino excelente-, está ella, la actual ministra de Comunicaciones,
María del Rosario Guerra –ella había me había
acompañado como vicerrectora de la Universidad del Rosario
por allá en el año 2002-, Claudia Jiménez –quien
fue la directora del programa de renovación del Estado en
el pasado Gobierno-.
Y a raíz del nombramiento de Carolina Barco, excelente
Canciller, en la Embajada de Washington, nombro a María
Consuelo Araújo. La noche del nombramiento también
me hice esta reflexión: es mi deber dejarle a Colombia buenos
líderes de las nuevas generaciones, por eso he nombrado
tanta gente joven.
D.A.: Y por eso se va a quedar la Canciller
en su actual posición.
Presidente de la República: La verdad es que le voy a pedir
al país y al mundo que entiendan esto: pase lo que pase
con Álvaro Araujo, el país debe respaldar a Canciller
y el Gobierno la va a respaldar porque las responsabilidades son
individuales, porque hay que mirarle a ella su carrera. Y la verdad
es que lo que estamos viviendo es el producto de tragedias de familia,
que se vivieron en todas esas regiones, regiones que estuvieron
muchos años bajo el poder de la guerrilla.
D.A.: Y bajo el poder del narcotráfico y bajo el poder
de los paramilitares….
Presidente de la República: No me dio tiempo de decírselo.
Los gobiernos no le prestaron atención a eso, los gobiernos
se iban a tomar whisky a esas regiones y avanzaba la guerrilla
y avanzaba el narcotráfico...
D.A.: Tampoco actuaron ni la Fiscalía
ni la Justicia ni las Fuerzas Militares.
Presidente de la República: Si, pero es que las Fuerzas
Militares tienen un Comandante y hubo muchos comandantes de las
Fuerzas Militares que en lugar de dirigir las Fuerzas Militares,
se pusieron fue a coquetear con la guerrilla. En un Gobierno interesó más
consentir al ELN y levantar el sitio de Aroní
D.A.: La operación Aroní
Presidente de la República: Entonces hubo más interés
en coquetear con la guerrilla, que en respaldar a las Fuerzas Militares
y de Policía. Las Fuerzas Militares necesita quien las comande
y una de las cosas que se me critica a mi es que vivo a toda hora
llamándolos, reuniéndome con ellos, exigiéndoles
resultados y es verdad, yo lo hago. Aquí me voy a reunir,
enseguida, con el General (Mario) Montoya (comandante del Ejército
Nacional) y con el General (Fredy) Padilla de León (comandante
de las Fuerzas Militares) y estoy llamando al General Oscar Naranjo
(comandante de la DIJIN), permanentemente me reúno con ellos.
Entonces ¿qué pasó en esas regiones? Lo que
encontré en el 2002: donde no dominaba la guerrilla, dominaban
los paramilitares y el Estado brillaba por su ausencia –y
estamos en ese proceso de recuperar la institucionalidad- y gente
secuestrada, gente asesinada, gente totalmente atemorizada, el
periodismo coaccionado. El periodismo había perdido su independencia,
en Barrancabermeja el periodismo perdió, durante 25 años,
la independencia a cargo del ELN y después la perdió por
cuenta de los paramilitares.
Y la gente, unos acudieron donde los paramilitares a hacer con
ellos concierto para delinquir y otros acudían por temor,
forzados por las circunstancias. Eso lo verán los jueces
de la República, lo magistrados de la Corte Constitucional.
Ese contexto no se puede perder de vista,
como no se puede perder de vista lo que hemos recuperado de imperio
de las instituciones
y no se puede perder de vista para donde vamos, ahora que a niveles
de crecimiento del país del 6 por ciento. Todo el mundo
nos mira en el extranjero con gran confianza y por eso no podemos
dejar aquí que flaqueen las instituciones y que la noticia
de aquello, que es normal que aparezca ahora que se esta recuperando
la justicia y el imperio del Estado de Leyes, afecte la recuperación
económica y la recuperación social del país.
Hay bonanza y confianza en Colombia, que no la vamos a dejar retroceder.
Yolanda Ruíz, directora del servicio informativo de Caracol
Radio: Antes de dejar atrás el tema de la Canciller, quisiera
plantearle una precisión. Esta tarde directo va para el
Congreso y el tema seguramente se va a dar allí. Usted ha
dejado muy claro que respalda totalmente a la Canciller, por sus
logros, por lo que ha hecho y que, efectivamente, la responsabilidad
penal es individual. ¿Se equivocó la Canciller al
acudir a la cita con el Fiscal (General de la Nación, Mario
Iguarán) en compañía de su hermano?
Presidente de la República: Ella
se lo contaba a ustedes la semana pasada con la franqueza que
la caracteriza.
Y.R.: Lo contó Presidente, ¿Pero fue un error, cometió un
error en acudir en su caso de Canciller de la República
y llevar a su hermano, quien no había conseguido la cita
con el Fiscal y se le pegó a la Canciller?, ¿se equivocó la
Canciller al acudir con él a la cita, al decir, nos encontramos
aquí, al preguntar por casos particulares de su familia
en una cita que era de la Canciller de la República?
Presidente de la República: Déjeme hablarles, también,
de pronto con el corazón.
Primero, Álvaro Araujo ha sido amigo del Fiscal General
de la Nación, para conseguir esa cita no necesitaba la Canciller,
el mismo Fiscal me lo ha dicho, ese día había otros
congresistas allá. Los congresistas recorren todos los despachos
públicos, permanentemente, llegan a Bogotá y pasan
entre el Congreso, almuerzos, comidas y los despachos públicos,
eso es un hecho.
Segundo, a la hora de la verdad prefiero
la manera como procedió la
Canciller, de frente. Ella no entró allá ni por alcantarilla
ni por puertas escondidas, entro y salió por donde todo
el mundo la veía. Prefiero eso a la costumbre colombiana
de muchos, que han dado mal ejemplo en el poder central, de salvar
la apariencia de hacer las cosas a lo escondido.
D.A.: Pero también fue un atrevimiento de parte de él
colinchársele ahí, pegársele a la Canciller,
porque el Fiscal no le había querido dar la cita según
no lo explicó también él mismo. Como fue un
atrevimiento de parte de Álvaro Araujo tratar de involucrarlo
a usted, Presidente, si la justicia procedida contra él.
Presidente de la República: Si, eso se hacen tantos comentarios
y se dicen tantas cosas. Por eso vivo de pechitos, Darío.
Por eso vivo de pechitos y asumiendo todas las responsabilidades,
porque puedo haber tenido toda clase de equivocaciones pero he
procedido con todo patriotismo.
Y le quiero repetir lo que le he dicho
mil veces, porque por allá hay
quienes siguen escribiendo con duda lo que le he dicho mil veces:
por razones agropecuarias y de familia, me ha tocado vivir en zonas
de ELN, de Farc, en zonas paramilitares y jamás he dado
el brazo a torcer ni frente a unos ni frente a otros. Jamás
he tenido una reunión con paramilitares.
Recuerdo que había regresado de Londres -usted lo debe
tener por ahí- y se hizo mucha propaganda que por que Darío
Arizmendi entrevistaba, en televisión, a Carlos Castaño –si
le digo un ápice de mentira me corrige-, eso lo publicitaron
mucho, que era la primera vez que Carlos Castaño daba la
cara.
Llegé allá en la casa, en Ríonegro, nosotros
tenemos la casa ahí en la finca de mi suegro, donde digo
que soy colono, me puse con Lina a ver ese programa y estud le
pregunto con un deleito Darío –se lo vi-, por la amistad
de Carlos Castaño con Álvaro Uribe.
¿Usted recuerda que le contesto Carlos Castaño,
cierto?
D.A.: Si señor, por supuesto que
si.
Presidente de la República: Usted recuerda que le contestó:
que no lo conocía, que no se había reunido con él,
que él no lo había apoyado, dijo otra persona que
apoyaba él, que Álvaro Uribe era guerrerista.
Yo impulse las Convivir en Antioquia, de
frente, convencido que este país necesita que la ciudadanía apoye la Fuerza
Pública, que es ese un gran camino, esa alianza ciudadanía – Fuerza
Pública, para evitar la desinstitucionalización,
para recuperar el orden. Y eso generó toda clase de ataques: ‘Uribe
paramilitar’, ‘Uribe fascista’, ‘Uribe
el de los paras’, etcétera.
Yo vi esa entrevista, oí esa entrevista. En estos días
le pedí a Ricardo Galán, recoja ese video y recoja
uno posterior de Claudia Gurisatti y recoja lo que le dijo Carlos
Castaño a Luis Carlos Restrepo sobre Álvaro Uribe
en la primera reunión y recoja todo lo que yo he vivido
como Gobernador de Antioquia sobre las convivir.
Al otro día estaba trotando y usted me llamó a preguntarme
lo mismo y por ahí debo tener mis respuestas sobre ese tema.
O sea Darío que aquí puede haber errores, dificultades,
pero aquí lo que ha habido es buena fe, amor a la Patria
y decisión de enfrentar todos esos fenómenos.
D.A.: Si Presidente, usted habla de que
esos Presidentes eran los jefes de las Fuerzas Militares -los
anteriores, para no mencionar
nombres propios-, aquel que se complació con el Ejército
de Liberación Nacional o el otro con la guerrilla de las
Farc, en fin, que la responsabilidad penal es individual ¿y
donde queda su responsabilidad política en el respaldo y
en el apoyo a esos congresistas que hoy están presos y otros
que seguramente lo van a estar después de la diligencia
de indagatoria que van a surtir el 6 y el 7 de diciembre?
Presidente de la República: Asumamos la responsabilidad
política, váyame llevando caso por caso.
D.A: Usted, por ejemplo, en la cuñas de la campaña
para el Congreso de la República apoyó a muchos de
los que hoy están involucrados.
Presidente de la República: Yo quiero
que vayamos viendo caso por caso.
D.A.: Empecemos.
Presidente de la República: Sí,
si, bien pueda diga
D.A.: Álvaro Araujo.
Presidente de la República: Correcto, del equipo Alas – Equipo
Colombia.
El día anterior de las elecciones del Congreso 2002, a
las 6 de la tarde, me llamó Luis Alfredo Ramos y me dijo
que el Equipo Colombia me iba a poyar. Álvaro Araujo estaba
con la candidatura del oficialismo liberal y estuvo con ella. Él
me apoya a mi muchos meses después de haber empezado el
Gobierno, que nosotros construimos esa coalición que nos
permitió aprobar una agenda legislativa muy importante en
el periodo anterior. Y él, después, se integra con
Luis Alfredo Ramos y los respaldo, efectivamente.
Pregunto Darío: ¿se conocían los hechos que
hoy se están investigando y que son hechos anteriores a
mi Gobierno?
D.A.: Presidente, la verdad, mucho rumores desde hace mucho rato,
desde hace mucho tiempo, no solamente sobre eso, sobre todo...
Presidente de la República: Darío ¿vamos
a condenar por rumores?, ¿en un país que ha dado
segundas oportunidades a tanta gente, vamos a condenar por rumores?, ¿vamos
a seguir desinstitucionalizando la justicia? Entonces ¿los
rumores no venían a obrar cuando estaban en la oposición
y si venían a obrar cuando apoyaban al Presidente de la
República en las leyes en el Congreso?
D.A.: Usted conoce ese aforismo que dice:
río suena, piedras
lleva…
Presidente de la República: Mire Darío, yo he sido
diligente, diligente para confirmar y desvirtuar rumores sobre
temas serios, no sobre temas baladíes, por eso he estado
llamando a los ingenieros a ver qué cargos hay contra el
INVIAS. ‘¿Usted cree que por los debates políticos
del Congreso yo puedo, sin bases en la justicia, entrar a tomar
ese tipo de decisiones?
Entre otras cosas recuerde que esos rumores
crecieron muchísimo.
Si fuera por rumores y lo que dice la oposición, yo soy
paramilitar. Si fuera por rumores y lo que dice la oposición,
yo debería renunciar a la Presidencia de la República.
¡No!, yo apoye a Álvaro Araujo ahora, en estas elecciones
del 2006, los hechos que se le cuestionan -anoche me lo confirmaba
el Director del DAS (Andrés Peñate)-, son hechos
anteriores a ese apoyo y básicamente, anteriores a mi primer
Gobierno.
Entre otras cosas, esos rumores afloraron
mucho cuando aparecieron los candidatos únicos, por acuerdos políticos –como
se ha dicho ahora allá, en esos departamentos-, el aval
de esos candidatos únicos los dio el oficialismo liberal.
Y.R.: Presidente, si bien son hechos –como usted esta planteando-
en varios de los casos que son anteriores a su Gobierno, ¿qué va
a pasar con ellos a partir de ahora, con los miembros de su bancada
y la bancada que de distintos partidos está apoyando al
gobierno del presidente Álvaro Uribe a partir de ahora,
porque eso si es en este momento, están siendo cuestionados
en este momento, están siendo investigados en este momento?
Presidente de la República: No,
es muy claro. Yo quiero asumir la responsabilidad uno a uno,
para que esto no quede en
el aire.
D.A.: El caso de Luis Eduardo Vives, por ejemplo.
Presidente de la República: Luis Eduardo Vives llega el
Congreso de la República en el 2002 sin apoyarme y sin que
yo lo apoye. Después, ya en el Congreso, él me apoya,
votó todos los proyectos de ley con gran responsabilidad,
estaba en nuestras listas pero en enero vienen aquí unas
personas que se merecen la credibilidad y hablaron de unas reuniones
y autoricé que fueran retirados de las listas. Eso es un
hecho público. Ha venido votando las leyes nuestras en el
Congreso.
Le pregunto Darío, ¿no fue suficiente, por parte
del Presidente de la República, haber autorizado que los
retiraran de las listas?
D.A.: Pero también autorizó que
volvieran al redil…
Presidente de la República: Que volvieran a apoyarnos en
el Congreso de la República, porque es que nos eligieron
congresistas a pesar de que nosotros los habíamos retirado
de las listas.
Judith Sarmiento, periodista mesa
de trabajo de Caracol: No importa con qué votos…
Presidente de la República: ¿Usted cree que yo voy
a caer en la trampita en que me quieren poder a algunos?, que no
puedo contar con los votos de ellos y enseguida no me aprueban
la reforma tributaria ni me aprueban Transferencias ni me aprueban
las leyes. ¡No!, es que yo tengo que defender el país.
D.A.: Pero esos votos no eran legítimos, Presidente, porque
se había demostrado un fraude en las elecciones para el
Congreso del año 2002…
Presidente de la República: No, el pueblo los eligió ahora
congresistas…
D.A.: Pero con la coacción de las autodefensas, con la
financiación de los paramilitares…
Presidente de la República: No, excúseme Dario,
lo de las autodefensas básicamente fue en el 2002 y ahora,
cuando se supo de una reunión, cuando dirigentes de mi campaña
-Juan Manuel Santos y Germán Vargas- me dijeron que a ellos
les había llegado la noticia de esa reunión, sin
vacilación les dije: no les queda más camino que
retirarlos y se retiraron y se retiraron a muy pocos días
de elecciones, de las listas nuestras y corrimos todos los riesgos.
Yo creo que cumplí con transparencia y con firmeza.
La otra cosa: también asumo la responsabilidad, no obstante
que los retiramos, a pesar de haberlos retirados, ellos ganaron
unas curules en el Congreso y el Gobierno ha aceptado –y
asumo la responsabilidad- que ellos nos ayuden a aprobar las leyes,
porque son intereses superiores de la Patria.
¡Y en esa trampita si no voy a caer yo! La trampita de que
no pueden votar las leyes y no pueden estar en la coalición
del Gobierno, ¡ahh!, ¿mientras los otros se oponen
a todo?, ¿mientras lo que tengo es una oposición
porque sí?, no les gusta la reforma tributaria, no les gusta
ninguna de las iniciativas del Gobierno ¿y nosotros necesitando
aprobarle esta agenda legislativa al país? Por eso me gusta
mucho hacer estos temas con usted, para que no quede la más
mínima duda y para asumir todas las responsabilidades.
Y.R.: Hoy que están investigados, que están siendo
investigados por la Corte Suprema, hoy ¿rechaza ese apoyo
político o de todas maneras es bienvenido?
Presidente de la República: No, le quiero decir una cosa:
apoyo político no, apoyo a la agenda legislativa. Mientras
estén en el Congreso le pido a ellos, como a todo el Congreso,
que nos vote las leyes.
Es que aquí vino un día Juan Fernando Cristo (senador)
y vino con la bancada de Norte de Santander y de Santander a pedirme
unas obras para ese departamento, insistían mucho en la
carretera Cúcuta – Bucaramanga por el alto del Escorial
y revisamos, se iban a ir en media hora y les dije: no, no se me
vayan, camine que aquí nos tenemos que quedar toda la mañana
y les muestro que se está haciendo por esos departamentos
y llegamos a unas conclusiones y les dije: bueno ¿y por
qué no me apoyan ustedes estas transferencias y esta reforma
tributaria?, porque es muy cómodo, me piden las obras, me
cuestionan en las reuniones porque no se hacen las obras, pero
eso sí, enseguida me niegan todas las leyes.
Para que quede muy claro y hacerlo de frente,
ante todo el país:
mientras estos señores estén el Congreso de la República,
cuya presencia en el Congreso de la República no depende
de mi, sino de la administración de justicia, les voy a
pedir que voten los proyectos de ley del Gobierno.
D.A.: ¿No es esa una actitud muy calvinista y demasiado
pragmática, Presidente?
Presidente de la República: No,
es mi deber, porque son los intereses de la Patria.
Si ellos llegaren a ir a la cárcel
y entran sus reemplazos, a esos reemplazos les pido que apoyen
la agenda legislativa del
Gobierno. Porque lo que no voy a dejar es, caer en la trampa.
¡Ahh!, mientras los que le crearon a Colombia en déficit
del endeudamiento y la ruina, se oponen ahora sin razones y sin
tocar el tema de fondo a lo de las transferencias y convocan al
país a un referendo sobre el tema, ¿yo voy a dejar
de sacar las transferencias del Congreso? ¡No tiene riesgos!
Ahora, fuera inmoral si yo estuviera diciéndole una cosa
al país y haciendo otra cosa bajo cuerda con ellos, pero
este pedido es de frente y claro ante el país...
D.A.: Si, está reconociendo una actitud política,
sin duda alguna, con mucho vigor y en fin eso responde a sus convicciones.
Presidente de la República: Pero adicional, esos votos
se los he pedido no sobornándolos con puestos ni con auxilios
parlamentarios, sino que me gasto aquí 15 horas a la semana,
discutiendo con los parlamentarios, artículo por artículo,
los proyectos de ley. Aquí vino un día Gustavo Petro
(senador) y discutió alrededor de una hora o más
conmigo, sobre el tema de las transferencias.
O sea, que este es un pedido, primero,
no es un pedido clandestino, es un pedido público que he hecho. Segundo, no he sobornado
con puestos ni con auxilios parlamentarios -que acabó este
Gobierno- como se sobornaba congresistas en el pasado. Ahí se
marca una diferencia.
Tercero, es un pedido argumentado en unas
consideraciones de conveniencia nacional , para aprobar una agenda
legislativa que está hoy
siendo estudiada por el Congreso.
D.A.. Esta consideración - pregunta que le voy a realizar,
con todo respeto, se la hago más al estadista que al mandatario
de turno. Usted que conoce bien el país como Alcalde de
Medellín, Gobernador de Antioquia, Presidente ya en una
oportunidad y un rato más, hasta el momento, ¿para
dónde cree que vamos, si el país está preparado
o no para conocer toda la verdad sobre la colaboración de
empresarios, de hacendados, de ganaderos, de industriales, de altos
mandos militares, de toda la Fuerza Pública, del Ejército,
de la Policía, de la Armada, con los narcotraficantes y
con los paramilitares?
Presidente de la República: Y le faltó una
pregunta y con la guerrilla.
D.A.: De acuerdo, por supuesto
Presidente de la República: Porque es que yo creo que el
país debe estar preparado, porque es la consecuencia del
país que se desinstitucionalizó y el país
debe mirar eso como algo bondadoso, resultado de que se ha venido
desmontando este poder militar de esos grupos.
¿Usted cree que si no hubiéramos desmontado el poder
militar de esos grupos, esto se estaría dando? ¿Usted
cree que sino lo estuviéramos en La Ceja, los unos, a las
bandas emergentes perseguidas y todos los días hay bajas,
eso se estuviera dando?
¡Pero que se diga la verdad total! Todas esas amistades
políticas del ELN y las Farc pasan por ahí, agazapadas.
Que se diga la verdad total y que se diga la verdad total, lo que
ya empezó a decir la Comisión de la Verdad sobre
lo que fue lo del Palacio de Justicia.
Porque como le parece esta desproporción: mientras los
que participaron en el grupo guerrillero, que con dineros del narcotráfico
quemó el Palacio de Justicia, son grandes críticos
del Gobierno en el Congreso y aspiran a la Presidencia de la República,
el Presidente de la República no le puede pedir a congresistas
elegidos que voten por la agenda legislativa de conveniencia nacional.
D.A.: ¿Es decir, toda la verdad, de todas las relaciones
con todos los grupos al margen de la ley, toda la verdad tocare
a quien tocare y después ley de punto final?
Presidente de la República: Yo no
he pensado en ley de punto final, pero es bueno seguir hablando
toda la verdad.
A mí me parece que los jueces de la República, en
su sabiduría, dirán quién fue a una reunión
con guerrilla o con paramilitares, por temor, por física
coacción o hacer una gestión humanitaria, a buscar
la liberación de un secuestrado, etcétera y quién
fue con un propósito, con una intención delictiva,
quien fue a configurar un consorcio para delinquir. Eso lo dirán
los jueces de la República en su sabiduría.
Entonces, hay que esperar tranquilamente el curso de los procesos.
D.A.: Presidente, se ha denunciado , por
ejemplo, la presencia de 43 integrantes o un poco más, de las ‘Águilas
Negras’ (grupo delincuencial)’ en la Sierra Nevada
de Santa Marta, están imponiendo su ley del terror y del
narcotráfico, de nuevo.
Presidente de la República: Allá están trabajando
las Fuerzas Militares. Aquí esta entrevista me la está oyendo
el General Padilla, a quien había citado ahora. Sobre las ‘Águilas
Negras’ de la Sierra Nevada de Santa Marta, allá estamos,
en plena operación militar contra ellos. Esta noche, Luis
Carlos Restrepo (Alto Comisionado para la Paz) le va a dar detalles
al país sobre cómo fue el sometimiento de ‘Jorge
40’ a la justicia, ¿qué le dijo él,
qué razón le llevó del Presidente de la República
en esa reunión y qué operativo militar había
sobre la Sierra Nevada y sobre el Perijá? Y las ‘Águilas
Negras’, la orden es: acabarlas, como todos esos grupos.
A mí me contaron por allá en una reunión
de Arjona, hace 15 días, que había unos paramilitares
todavía, maltratando la gente por allá en Aguadas
y en el norte de Caldas. Ahí mismo llamé a las Fuerzas
Militares, me puse al corte como dicen los campesinos y me llamaron
a Chile a darme la buena noticia que habían capturado todos
estos bandidos, con el jefe de ellos herido. Y la orden frente
a las ‘Águilas Negras ‘ y frente a esos grupos
es total.
El sábado voy a ver cómo regreso a la ciudad de
Villavicencio a un consejo de seguridad, porque allá hay
un narcotraficante que ha corrompido las instituciones, que ha
hecho todo el daño, que le compra coca a lo que quedan de
esas bandas emergentes y cosa a las Farc, que le dicen ’el
loco Barrera’ y estamos detrás de poder capturar a
ese bandido que tanto daño ha hecho allá y de desmontar
las oficinas de cobro en Cali, en Medellín.
Es el primer Gobierno que ha enfrentado
y de frente, directamente por el Presidente de la República, esas oficinas de cobro.
Ahí están los hechos recientes de Cali y me gustaría
que ustedes examinaran cómo ha sido la reacción del
Gobierno Nacional y del Presidente de la República ante
estos hechos en Cali y qué ha venido pasado.
Lo de las ‘Águilas Negras’, cualquier cosa
que sepa, llámeme, que yo quiero prepararme para que el
día que salga de la Presidencia de la República pueda
mirar a mis compatriotas a los ojos, con la tranquilidad de conciencia
de no haberme abstenido de enfrentar una sola de las expresiones
del crimen.
D.A.: ¿Qué pasó con Vicente Castaño,
dio la orden usted al día siguiente del atentado terrorista
en la Universidad Nueva Granada, aquí en Bogotá?
Nada que lo cogen.
Presidente de la República: No lo han podido capturar y
aquí me están oyendo los generales Padilla de León
y Montoya y aquí está Luis Carlos Restrepo -no está el
Ministro de Defensa (Juan Manuel Santos) porque está en
México-, aquí me oyen, la orden ha sido capturarlo.
Mire, Darío, yo he sido muy cuidadoso, por convicciones
y por el bien público, usted sabe que yo no le digo nada
a la Fuerza Pública que no se pueda sostener en público.
En privado nada le digo que no sea sostenible en público.
Por eso a cada momento digo: si ustedes consideran que yo, en alguna
palabra en privado o en público, les he dado mal ejemplo, ¡díganlo!.
Se lo he dicho a los 300 mil integrantes de la Fuerza Pública.
Yo he sido muy cuidadoso, por convicciones
democráticas,
que en las miles de reuniones que he tenido con ellos, lo que les
diga en privado siempre sea sostenible en público. Yo no
tengo doble discurso ni doble actitud. Con la misma vehemencia
con que en público pedí la captura de Vicente Castaño,
se lo he reclamado en privado a la Fuerza Pública.
Este señor Vicente Castaño tiene dos opciones: una
opción, hablar con el Comisionado –que podría
estar acompañado por el Ministro del Interior (Carlos Holguín),
el Obispo de Montería (monseñor Julio César
Vidal) y someterse a la justicia.
¿Que el tema de la extradición?:
la respuesta del gobierno es clara.
Le voy a decir a través de la radio lo que ellos le pueden
decir en privado: primero, el Gobierno no se compromete en reformas
constitucionales ni legales que deterioren la extradición.
Es un gobierno que ya ha extraditado, sino hemos extraditado 500,
vamos en más de 495.
Segundo, si se somete a la justicia, se
le suspende la extradición –por
resolución- a condición de que cumpla unas exigencias
muy rigurosas. En el momento en que llegare a incumplir una exigencia
de esas, será extraditado. –Creo que hasta el momento
llevamos cinco solicitudes de extradición suspendidas: la
de Carlos Castaño –que está muerto- y de otras
cuatro de estas personas, en un Gobierno que ha extraditado casi
500.
D.A.: Pero una cosa son los que están en La Ceja, pero
es que está ya de fugitivo, está huyendo de la justicia.
Presidente de la República: Correcto. La segunda opción
que le queda al señor Vicente Castaño, es esperar
para que tarde que temprano, la Fuerza Pública lo reduzca.
D.A.: Y si lo reduce y lo captura ¿será extraditado
inmediatamente?
Presidente de la República: Si lo reduce y lo captura y
se surte el proceso de extradición, será extraditado.
El beneficio de la suspensión de la extradición,
solo se concede si hay sometimiento voluntario a la justicia.
D.A.: ¿Pero eso debe tener una fecha límite,
Presidente?
Presidente de la República: Estos temas son bien difíciles.
Aquí miro al Comisionado para que me ayude a pensar eso,
con el Ministro del Interior.
Pero esto que le estoy diciendo a usted,
será el mensaje
que le podrá dar el Comisionado a Vicente Castaño,
si con el Obispo de Montería y el Ministro del Interior
y cualquier otra persona, llegare a darse una reunión con
Vicente Castaño.
D.A.: Entendemos, quienes conocemos su
carácter y su temperamento –que
somos todos los colombianos-, en aras de su buena fe, de su diligencia,
de su trabajo, de hacer las cosas bien hechas, de trabajar las
24 horas, su reacción emocional después del atentado
terrorista en la Universidad Militar, cuando usted dijo que se
suspendía cualquier posibilidad de acuerdo humanitario.
Pero ya que han pasado los días y las semanas, ¿no
cree que vale la pena volver con el tema y ahora que estamos en
vísperas de la navidad, volver a sembrar una luz de esperanza
entre esas familias?
Presidente de la República: Hombre, Darío, mire: ¡jamás,
jamás he salido con conjeturas!, yo no le creo a los rumores.
Cuando acusé a las Farc, fue porque a las 5, 6 de la tarde
del día anterior, me entregaron las pruebas. Usted sabe
que eso, finalmente, no lo desmintieron, lo de la Universidad Militar.
O sea que todo ese cuento, que en olas
de rumores, quiso prevalecer de que el Presidente había
procedido con ligereza y que estaba apelando a ese argumento
para suspender el acuerdo humanitario,
resulto cuento.
D.A.: Pero admitiendo que eso fuera así, que usted tiene
las pruebas, es que el acuerdo humanitario se hace para humanizar
la guerra, las Farc nunca se habían comprometido a un cese
de hostilidades...
Presidente de la República: Después de que el Presidente
de la República llevaba cuatro meses, inclusive, desorientando
a la gente porque había asumido un lenguaje totalmente prudente
de una búsqueda del acuerdo humanitario, ¿la respuesta
es un carro bomba?
Aquí me llegó la carta de un ciudadano muy importante,
que los conoce, aquí la guardo. Me dijo Beatriz -la secretaria-:
en privado, totalmente. La abro y cuando la fui a abrir, dije: ¡uy,
por Dios!, este señor me va a negar que la autoría
fue de las Farc. En la segunda página de esa carta me dice: ‘Presidente,
habrá bombas y más bombas, que queremos ayudar a
evitar’. Y las Farc no negó eso, las Farc no lo negó.
Todo lo ha comprobando.
Y después viene esta arremetida en Cali, de un bandido
de las Farc que se llama ‘J.J.’, que se mueve entre
Cali y Buenaventura y que tiene unos jefes milicianos en Cali -ayer
se capturaron dos de ellos muy importantes-, ¿usted cree
que en medio de eso, el Gobierno puede avanzar hacia una zona de
encuentro? ¡Nooo, de ninguna manera!
D.A.: Es decir, ¿por ahora no están
dadas las condiciones para pensar en una zona de encuentro?
Presidente de la República: Nooo,
tiene que haber buena fe de las Farc, tiene que haber buena fe.
Eso, en medio de bombas,
de ninguna manera.
El error es asumir uno políticas de apaciguamiento, las
políticas de apaciguamiento nunca llegan a la paz. Las políticas
de firmeza son más duras, tienes reveses, incomprensiones,
malos momentos, pero es las que finalmente llegan a la paz.
La paz en Inglaterra la ha hecho Tony Blair
porque encontró un
antecedente muy bueno: esa firmeza inclaudicable de los años
de autoridad de la Señora Tacher. Eso fue muy, muy importante.
Debilitaron el terrorismo hasta el punto que, al interior del IRA,
prevaleció la tendencia política.
De pronto pensando en el futuro, en los
gobiernos que vengan en el 2010 y después, de pronto negociarán ellos más
fácil con las Farc si este Gobierno permanece en una política
de total firmeza en la autoridad, a pesar de todas las dificultades.
D.A.: Una noticia también muy importante la que usted nos
esta facilitando, no cambia el rumbo, se mantiene el pulso firme,
la mano dura, salvo que las Farc den demostraciones, ofrezcan al
país buena fe y demostraciones de buena voluntad.
Presidente, los falsos positivos. Usted
defendió los militares,
ya la Fiscalía se pronunció en torno a uno de los
cuatro casos que se esta investigando.
Presidente de la República: Darío, pero su pregunta
es incompleta. Usted, en esa secuencia, no ha dicho que dijeron
los jueces de garantías. Usted sabe que dijeron: que ahí hay
una diferencia entre los jueces de garantías que dicen que
no hay pruebas suficientes contra los militares y la Fiscalía
que dice que si.
Más que defenderlos, yo procedí con objetividad.
Se supo el tema e inmediatamente cite para el día siguiente
un consejo de seguridad, sesionó aquí de 2 de la
tarde casi hasta a 12 de la noche. Y el domingo me reuní muchas
horas con ese consejo seguridad, vino el Procurador, vino el Fiscal,
etcétera. Lo que yo le fui a decir al país lo consulte
con ellos, les dije: señores, no tengo tiempo de escribir
estas palabras, pero aquí esta este bosquejo. Todos me aceptaron.
Le dije al país: hemos hecho un consejo de seguridad de
tantas horas, ha participado el Fiscal, en las últimas horas
se ha integrado el Procurador General de la Nación. Aquí el
Fiscal ha dicho que aún no hay pruebas para poder meter
estos señores a la cárcel.
Entonces, yo no usurpe la justicia, no
reemplace la justicia, procedí en un todo y por todo, ceñido a lo que transmitió la
Fiscalía en esas largas horas de ese consejo de seguridad.
Ahora, me parece bien importante que la
Fiscalía oiga a
estos militares. Porque la semana pasada cuando la Fiscalía
dijo que ahora si había evidencias, que no las había
antes, le pregunte al Fiscal: ¿lo han oído? y me
dijo que no, que los oirían después. A mi me parece
bien importante que los escuchen.
También se lo digo, Darío: este es el Gobierno que
más generales de la República ha cambiado, este es
el Gobierno ha llamado a calificar servicios a más generales
de la República. A este Gobierno no le tembló la
mano cuando hubo esa masacre contra la Policía en Jamundí.
Yo dije: esto es muy grave, a ocho días de la elección
presidencial y al Gobierno no le tembló la mano.
Yo llegué, en mi intimidad, a entender que eso era un gran
atentado contra las posibilidades de mi reelección y en
lugar de agacharme, a ver si eso pasaba sin mucha bulla, en lugar
de hablar del lugar común de la investigación exhaustiva,
etcétera, enfrenté el tema.
¿Cómo lo enfrente? Primera decisión: se separa
la Justicia Penal Militar del conocimiento de ese crimen. Y usted
sabe que allá hay ocho en la cárcel, usted sabe que
en todas las actuaciones donde ha habido irregularidades de la
Fuerza Pública, yo he sido el primero en dar ejemplo de
decir: digan la verdad, la verdad total, no esperen que lleguen
los equipos de investigación de los periódicos a
sacar esa verdad adelante.
Pero usted sabe otra cosa, yo se que la
buena noticia no es noticia. Cuando uno habla de derechos humanos,
encuentra lo siguiente: a
medida que ha crecido la Fuerza Pública y que han aumentado
las operaciones militares, en lugar de haber aumentado las quejas
de violación de derechos humanos contra la Fuerza Pública,
se han disminuido sustancialmente. Eso nos prueba una teoría:
la Fuerza Pública más comprometida con la transparencia,
es la Fuerza Pública que se siente bien apoyada y que se
siente fuerte.
Mire, uno habla con quienes vivieron la
experiencia del terrorismo en otros países y encuentra la siguiente: esos países
se cerraron para justificar toda clase de actos bárbaros,
so pretexto de enfrentar el terrorismo. Este es un país
abierto. Toda ONG (organización no gubernamental) que quiere
criticar al Gobierno, aquí viene, investiga, recorre el
país, rodeada de garantías y crítica al Gobierno.
Y lo más grave que les pasa con el Presidente de la República
es que tienen que debatir con él.
Esa es una gran virtud de la democracia
colombiana: enfrentar esto, con el país expuesto, con las instituciones, las Fuerzas
Militares, el Presidente y el Gobierno, expuestos a toda la crítica.
¡Paradojas de la vida! Muchos de mis críticos, intelectuales
críticos: ‘Uribe fascista’, ‘Uribe paramilitar’,
vivían en el extranjero y han regresado al país y
aquí viven tranquilitos, criticando al Gobierno.
D.A.: O con miedo, pero viven en Colombia, sin duda alguna.
Presidente, tres temas finales. A tono
con la nueva realidad política
derivada del llamamiento de la Corte Suprema de Justicia sobre
algunos de los congresistas, a tono con esa decisión suya
de no cerrar el Congreso, de revocar el mandato de ninguna manera,
a tono con lo que nos ha dicho del fortalecimiento de la justicia,
de las instituciones, ¿piensa hacer algún replanteamiento
político de cara al nuevo año?
Presidente de la República: No, Darío.
A la gente hay que darle estabilidad para que cumpla resultados.
La tesis mía de ministros de largo plazo no es un tesis
caprichosa. Es que uno tiene que escoger si les da estabilidad
a los ministros para que puedan cumplir su programa o si los mantiene
a toda hora pendientes de las vicisitudes de la política.
Ahora, he hecho muchos esfuerzos con toda
la agenda legislativa, con la oposición y no aprueban nada. Lo que tengo que hacer
es bregar a fortalecer, en medio de las dificultades, las mayorías
parlamentarias para que esto se apruebe. ¡Que tal que yo,
por hacer demagogia o apaciguar los ánimos, deje aprobar
una ley de transferencias que vuelva a arruinar a la Nación!
Por eso en transferencias hemos dicho –y lo tendré que
decir al país en todas las esquinas para defenderme de ese
referendo de la oposición-: vamos a fortalecer la descentralización
pero sin arruinar a la Nación.
¡Que tal que yo, ahora, por hacer replanteamientos políticos
deje sucumbir la reforma tributaria!, cuando tiene ese capítulo
tan importante de los estímulos a la inversión, en
un país que esta recibiendo 6.000 millones de dólares
de inversión extranjera directa –que ni lo soñaba,
lo mismo que recibió Japón en el 2003, en un país
que empieza a recibir hoy más inversión extranjera
directa per cápita que el propio Brasil-, en un país
que es objeto de la gran confianza de la economía internacional. ¿Usted
cree que yo voy a dejar sucumbir esa agenda legislativa por poner
a hacer apaciguamiento político? No tiene razón.
D.A.: Las expectativas que tiene frente
al nuevo mandatario del Ecuador, Rafael Correa, de izquierda,
muy amigo de Hugo Chávez.
Presidente de la República: Anteanoche hable con él,
dice que es un humanista católico y fue una buena conversación.
Yo siempre cuido las relaciones internacionales del país,
no como algo de un ser de Álvaro Uribe sino como un deber
de cuidar los superiores intereses del país, por eso no
he dejado que Colombia sea involucrada en la polarización
latinoamericana.
Usted habrá visto la manera prudente como hemos manejado
las relaciones con todos los países del Continente y eso
no es por caprichoso del Presidente, eso es por cuidar los superiores
intereses del país. Ha visto que son buenas nuestras relaciones
con todos los países del Continente y que no hemos dejado
involucrar al país en las polarizaciones y con la ayuda
de Dios, no lo vamos a permitir.
D.A.: ¿Ha conversado en los últimos días
con el Presidente Hugo Chávez, cuya reelección parece
inminente en los comicios del próximo domingo?
Presidente de la República: Llevo unos días sin
conversar con él, pero los gobiernos han venido conversando.
Usted sabe que yo cuido muchísimo las buenas relaciones
de Colombia con toda la comunidad de naciones hermanas, con toda
la comunidad democrática.
D.A.: Presidente, usted ha sido muy amable, ha hablado durante
una hora lo que ha querido.
Presidente de la República: Y me ha preguntado lo que ha
querido preguntar. ¿Se le queda alguna pregunta que quiera
hacerme?
D.A.: La verdad que sí, le he preguntado
lo que he querido.
Presidente de la República: Bueno Darío, muchas
gracias a usted y a todos sus compañeros. |