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29 de noviembre

ENTREVISTA DEL PRESIDENTE EN RCN RADIO

Bogotá, 29 nov. (SNE).- La siguiente es la entrevista concedida por el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, a Radiosucesos RCN:

Juan Gossaín, director de Radiosucesos RCN: Buenos días tenga usted señor Presidente.

Álvaro UribeVélez, presidente de la República: Buenos días a usted, a sus compañeros de RCN y a todos los compatriotas que nos escuchan en RCN.

J.G.: ¿Qué piensa de la propuesta de Piedad Córdoba en el sentido de que deben renunciar los congresistas liberales en bloque?

Presidente de la República: Que me voy a referir yo a esa propuesta, lo que debía de pensar la senadora Piedad Córdoba es que al país se le diga la verdad y que ella también le diga al país si fue o no amiga del ELN y de las Farc. Es muy importante también despejar esa duda, que la despeje la senadora Piedad Córdoba, porque aquí la verdad tiene que ser completa.

Y lo otro es: nosotros estamos en un proceso de recuperación de instituciones. Hace cuatro años las instituciones estaban prácticamente superadas por los poderes de hecho de guerrilla y paramilitares, la prueba es que la mayor parte de los hechos que se imputan ahora a unos y otros, son hechos acaecidos con anterioridad a que empezara la política de Seguridad Democrática de este Gobierno.

Sino hubiéramos desmontando ese poder militar del paramilitarismo –que está desmontado en muy buen porcentaje-, distintas serían las cosas. Todo lo que se ha venido aclarando es porque se ha recuperado, nuevamente, en muy buena parte la institucionalidad.

En coherencia con eso, uno no puede afectar la institución del Congreso que es el órgano legislativo de control político. Congresista que tenga responsabilidades, que las asuma individualmente y que llegue el siguiente de la lista, como lo prevé la Constitución. La doctora Piedad Córdoba, en lugar de pedir que renuncien en bloque los congresistas liberales, lo que debería es ayudar a decir la verdad y despejar incógnitas, que le cuente al país también –para que los colombianos puedan tranquilizarse sobre la materia-, cuáles fueron sus relaciones con el ELN y con las Farc.

J.G.: Usted acaba de decirnos: cada congresista asuma su responsabilidad individualmente. ¿Qué responde a quienes han dicho que lo que ocurre es que con esos mismos votos, con los cuales los uribistas fueron elegidos congresistas, usted fue elegido Presidente de la República?

Presidente de la República:Veámoslo, me gustaría verlo congresista por congresista. Es que, la verdad es que yo en el 2002 llegué con el apoyo de muy poquitos congresistas, inclusive el Partido Conservador como partido, me vino a apoyar días antes de la elección presidencial cuando había ocurrido la elección del Congreso.

Primero, para introducirle una respuesta a ese tema, en todos esos departamentos donde se cuestiona por esa presencia del paramilitarismo en el 2002, yo perdí, salvo en el Magdalena donde gané por 8 mil votos. Perdí ampliamente en Córdoba, perdí ampliamente en Sucre, ampliamente en el Cesar, en La Guajira, en el Caribe colombiano, en Bolívar perdí, en el Atlántico perdí, solamente gané por 7, 8 mil votos. Ahí están los datos de la Registraduría en el departamento del Magdalena.

En mi departamento gané en todas partes, menos en dos zonas de gran control paramilitar: el Bajo Cauca y Urabá. Pero si hay que mirar lo de cada congresista individualmente, asumo la responsabilidad de contarle sobre cada caso en particular.

J.G.: Por lo menos de algunos de ellos, por ejemplo, en el caso de 3 congresistas de Sucre que fueron detenidos por orden de la Corte o de los 6 congresistas de Magdalena y Cesar que ayer fueron llamados a indagatoria por la Corte Suprema de Justicia.

Presidente de la República: Primero, en el departamento de Sucre, yo no perdí solamente, me doblaron en el 2002.

Segundo, estos congresistas apoyaron la legislatura de mi Gobierno, pero no estuvieron conmigo en la elección del 2002. Quien quiso estar conmigo fue Jairo Merlano, finalmente no sé qué pasó, porque él tuvo unas diferencias con Felipe Villegas, quien era nuestro gerente de campaña en Sucre. El doctor Merlano sí, posteriormente, apoyó con toda lealtad la agenda legislativa del Gobierno.

La doctora Muriel BenitoRebollo, hacía parte del Partido Conservador que apoyó mi elección institucionalmente, después de la elección del Congreso en 2002 y antes de la elección presidencial.

Juan ManuelRuíz, periodista: ¿Podemos seguir con la lista, Presidente?

Presidente de la República: Si, claro.

J.M.R.: Salvador Arana, fue Gobernador de Sucre y también Embajador de su Gobierno…

Presidente de la República: Sí, fue Gobernador de Sucre, elegido antes de que yo llegara a la Presidencia. Cuando llegué a la Presidencia, el Gobernador de Sucre, cuando terminó la Gobernación de Sucre, me dijeron que por favor lo nombrara en un cargo diplomático, que lo iban a matar, que tenían todas las amenazas y lo hice y lo hice como hemos tenido en la diplomacia, gente de otras orientaciones ideológicas. Es cierto.

J.G.: En presencia de usted, el Alcalde de Roble en el departamento de Sucre, los acusó a todos ellos de que lo iban a matar y luego lo mataron, ¿el Gobierno tomó alguna actitud en ese momento ante las denuncias de ese alcalde que luego sería víctima?

Presidente de la República: Primero, fue en un Consejo Comunitario, públicamente.

Segundo, fui yo quien le dio la palabra al Alcalde. Tercero, fui yo quien se impuso para que el Alcalde pudiera hablar ampliamente. Y cuarto, fui yo quien instruyó a las Fuerzas Militares y de Policía, ese mismo día, que había que darle toda la protección y le pedí públicamente a la Procuraduría y a la administración de justicia que investigara esas denuncias, como ocurre en cada ocasión en las cuales hay denuncia en un Consejo Comunitario.

Pero déjeme decir esto, cual fue el Sucre que yo encontré: el Sucre que encontré fue un Sucre, en el Golfo de Morrosquillo, totalmente dominado por paramilitarismo y narcotráfico y en los Montes de María y de ahí hacia el sur, totalmente dominado por Farc y narcotráfico. Vaya a ver hoy cuánto lo hemos mejorado, gracias a nuestra política de Seguridad y eso nos ha permitido que todo esto –que no se conocía- se vaya conociendo.

J.M.R.: Y en el caso de los congresistas, por ejemplo, Luis Eduardo Vives, de Convergencia Ciudadana quien aparece también en el famoso computador de ‘Jorge 40’, según el ex jefe de informática del DAS, Rafael García, dijo que recibió apoyo de ‘Jorge 40’ y del Bloque Norte de las Autodefensas para representar al Magdalena y allí obtuvo la mayor votación en ese departamento.

Presidente de la República: Sí, quiero decirle lo siguiente: él único congresista del Magdalena que me apoyó a mí hace cuatro años, abiertamente, fue Miguel Pinedo. Inicialmente Sergio Diaz-Granados (hoy viceministro de Desarrollo Empresarial) me apoyó mucho, pero al final lo ví muy frío, porque él ha sido muy cercano siempre al Ministro Santos quien en esa época no me apoyaba.

Elegido Luis Eduardo Vives y elegido yo, Luis Eduardo Vives si apoyó mi agenda legislativa.

Vinieron las elecciones del 2006, en enero –y eso lo va a explicar bien esta noche el Comisionado (Luis Carlos Restrepo) en el Congreso... y quiero hablarle al país con toda claridad, porque lo que quiero es que el país vea cómo hemos avanzado en Seguridad Democrática y que el país, no vamos de dejar aquí, que las acciones de la justicia que son normales, necesarias, se interpreten como un hecho negativo. No, esto es triste, pero es un hecho positivo para que el país recupere la institucionalidad, por eso el Presidente de la República quiere referirse a todos estos temas y en detalle.

En enero de este año llegan a la Presidencia, Juan Manuel Santos y Germán Vargas Lleras, me dicen que tienen conocimiento de una reunión de algunos aspirantes al Congreso de la República con ‘Jorge 40’. Les dije: señores, yo les tengo todo el respeto a ustedes, con eso que me han dicho es suficiente, si estos señores estaban en las listas nuestras, retírenlos. Y fueron retirados, uno de ellos, Luis Eduardo Vives quien había procedido como Senador, con toda la decencia frente al Gobierno y con toda solidaridad apoyando la agenda legislativa, fue retirado, ahí no hubo vacilación.

Inclusive, yo había podido hacer lo del pasado: guardar esas denuncias y esperar que transcurrieran las elecciones. Eso no se hizo. Toda denuncia que recibí en este proceso electoral de inmediato la tramité, a riesgo de lo que pasara. No repetí lo que había ocurrido en el pasado: que a un Presidente de la República le hicieron unas denuncias y el país las vino a conocer después de elecciones y él las había recibido antes de elecciones, yo no. Denuncia que llegaba, denuncia que formulaba públicamente a los organismos de control y de justicia.

Se retiró a Luis Eduardo Vives de nuestras listas. Ahora en el Congreso él ha venido votando favorablemente los proyectos del Gobierno.

Entonces, un colega de ustedes me decía esta mañana: ‘pero eso es inmoral’, no señor, es que yo no lo apoyé para su elección al Congreso, a pesar de que lo retiramos de las listas, el pueblo colombianos lo eligió congresista y mi deber es, de manera transparente, sin auxilios parlamentarios, sin sobornos a través de puestos, sin reuniones clandestinas, sino abiertamente, de cara al sol, pedirle a todos los congresistas que nos ayuden a aprobar la agenda legislativa.

Inclusive, en estos días voy a pedirle a los que puedan ir al Congreso porque no hayan sido recluidos, por orden de la Corte Suprema de Justicia, en una cárcel, que por favor acudan a cumplir el deber y que voten favorablemente la agenda legislativa, que es una agenda legislativa crucial para el presente y para el futuro de este país.

Le he contestado allí, también, lo del Senador Vives. Todo senador por el que me pregunte, trataré de dar una respuesta con la mayor objetividad.

J.G.: Usted acaba de explicar el caso del Senador Vives, recordando que fue expulsado de las listas del Partido de La U, pero los candidatos expulsados, en vísperas de las elecciones, fueron a otros partidos uribistas, se inscribieron por ellos y fueron elegidos como uribistas

Presidente de la República: No, ellos no fueron elegidos como uribistas, ahí hay una equivocación de ustedes. Ellos me han apoyado la agenda legislativa, es lo que me han apoyado y le pido a todo senador… yo vivo debatiendo sobre la agenda legislativa, es mi deber sacarla adelante y ahora en este momento, cuando faltan dos o tres semanas para que termine este período de sesiones del Congreso de la República, sí que me tengo que poner con total diligencia a sacar adelante la agenda legislativa.

Ellos fueron retirados de las listas que en nombre de estas banderas debían acudir a la elección del Congreso y el país conoció exactamente cuáles fueron esas listas. Ahora, esa numeración de tantas listas es difícil, pero tratemos de hacerla –no me vaya a dejar incurrir en una sola omisión-: estuvo La U, el Partido Conservador, Cambio Radical, Alas – Equipo Colombia, Colombia Democrática. Estuvo El país de mis sueños, de Enrique Peñalosa y estuvo Dejen jugar al Moreno, de Carlos Moreno de Caro.

Quisiera no haber tenido una sola omisión, estoy hablando de memoria, si la tengo, la reconozco, pero hasta donde recuerdo esa es, taxativamente, la lista de partidos que concurrieron a la elección del Congreso, en nombre de estas banderas.

J.G.: El Senador Vives fue elegido por las listas de Convergencia Ciudadana que dirige el Senador Gil, ¿no son uribistas el Senador Gil, Convergencia Ciudadana y el Senador Vives?

Presidente de la República: Esto es, ellos no acudieron a las elecciones del Congreso con estas banderas, ahora sí me han aprobado en el Congreso de la República las leyes y necesito que las aprueben, porque nosotros tenemos una agenda legislativa responsable, conveniente para este país y no voy a caer en la trampa de dejar que la oposición, que no me vote esas leyes y no las aprueba, sino que inventa todo pretexto para hacer oposición, me lleve a mí a una decisión política de perder unos votos en el Congreso, que no los necesito para Álvaro Uribe, los necesito para una agenda legislativa que necesita la Patria.

Por ejemplo, el proyecto transferencias, eso es de una gran urgencia nacional. No nos podemos olvidar la crisis económica en que vivió el país, de la cual no nos hemos reparado totalmente. No nos podemos olvidar cómo se fue llevando el país, paulatinamente, a esa crisis de los años 99 y 2000, eso no surgió súbitamente. El proyecto transferencias tiene un gran equilibrio: fomenta la descentralización sin arruinar a la Nación. Entonces necesito esas mayorías en el Congreso para poderlo sacar.

La reforma tributaria tiene un gran capítulo de incentivos a la inversión, eso no lo podemos dejar ahogar ahora que el país se ha convertido en un gran destino inversionista. ¿Nosotros con 6 mil millones de dólares de inversión?, no lo sonábamos. Cuando hay 1.800 ó 2.000 en hidrocarburos y el resto en los demás sectores de la economía. Cuando el país empieza a mejorar, no podemos dejar que eso se estanque, que eso se reverse. Por eso para nosotros es crucial la agenda legislativa, como también la capitalización de Ecopetrol.

Entonces, distingamos entre los partidos que acudieron con estas banderas a las elecciones del Congreso y el apoyo que se le está dando a la agenda legislativa en el Congreso de la República.

J.G.: En ese mismo sentido y atendiendo su solicitud, de hablar de los partidos que concurrieron a la elección como uribistas, me gustaría hablar de dos casos muy especiales. El caso del senador Álvaro Araujo Castro, elegido por Alas – Equipo Colombia, que usted acaba de mencionarlo como uno de los partidos uribistas que concurrieron así a las elecciones; no sólo es Senador de la República, es hermano de la Canciller (María Consuelo Araújo) y algunas voces en el Senado –como los voceros liberales y los voceros del Polo Democrático, el senador Robledo, por ejemplo-, están pidiendo la renuncia de la Canciller.

Presidente de la República: Hablemos del senador Álvaro Araujo Castro y de la Canciller.

El senador Álvaro Araujo Castro no me apoyó en el 2002. –Anoche me decía el Director del DAS (Andrés Peñate) que, fundamentalmente, estos son hechos del proceso electoral que condujo a las elecciones del 2002-. No me apoyó a mí, él estaba con otro candidato, él estaba con el oficialismo liberal. Él vino a apoyarme a mí ya después, de elegido yo Presidente, para apoyarme en la agenda legislativa. Eso es muy importante tenerlo en cuenta. Y ahora yo apoyé a Alas – Equipo Colombia, es cierto, pero miren el momento en que se dan esos hechos que está investigando la Corte, etcétera.

La Canciller de la República. Yo no la conocía, en la campaña de 2002 algunas personas –entre ellas Alicia Arango- me hablaban muy bien de María Consuelo Araujo, me contaba que era una revelación de la juventud, que había desempeñado un gran papel en el Gobierno de Enrique Peñalosa en la ciudad de Bogotá.

Además, yo hice por allá una asociación mental: la última vez que yo vi a Consuelo Araujo Noguera fue en el aeropuerto de Valledupar –ya había dejado de ser Ministra de la Cultura, por el nombramiento como Procurador de su esposo, Edgardo Maya Villazón-, yo llegué a Valledupar –en ese Cesar, como en Córdoba, como en Sucre, como en Atlántico, como en Bolívar, como en la Guajira, yo perdí la elecciones monstruosamente en el 2002, no las perdí por poquito-, yo llegaba a buscar opinión, nos cruzamos en el aeropuerto, ella salía para Washington con unos niñitos vallenatos y yo entraba y me dijo: ‘Álvaro, quiero hablar con usted porque lo quiero acompañar’. Después la secuestraron y la mataron y yo me quedé con esa tristeza. La secuestró y la mató las Farc.

Es que esas regiones estuvieron muchos años en poder de las Farc, del EPL, del ELN y los gobiernos nada hacían por esas regiones y llegó el narcotráfico y el paramilitarismo. Lo que encontramos hace cuatro años fue la institucionalidad colombiana superada por esos poderes irregulares. Lo que venimos recuperando es el poder legítimo de la institucionalidad colombiana.

Yo me quedo con esa tristeza por Consuelo Araujo Noguera. Cuando en la campaña del 2002 me hablan de María Consuelo Araujo Castro, a quien no conocía, la vine a conocer después de nombrarla Ministra de Cultura, cuyo hermano aspirante al Senado no estaba conmigo, yo siempre hice esa asociación mental con Consuelo Araujo Noguera. Y sin conocerla, por referencias de su desempeño en la administración Peñalosa, nombré a María Consuelo Araujo ministra de la Cultura.

Hizo una gran tarea, fue la única capaz de reformar la Orquesta Sinfónica Nacional, una de las reformas administrativas más importantes de este Gobierno. En síntesis, la volvió viable económicamente, le quitó esos enormes costos y la sacó de Bogotá y la llevó a las regiones. Interpretó muy bien mi programa de País de Lectores, de bandas de música. Hay que ver cómo creció el país en esos cuatro años en bibliotecas, en bandas de música. El esfuerzo de María Consuelo Araujo, transparentemente con gran personalidad, con gran espontaneidad.

Ella tuvo que retirarse del Ministerio porque su hermano aspiraba a ser senador y se incorporó a mi campaña y allí hubo un gran grupo de mujeres -voy a mencionar tres-: Anny Vásquez, que siempre me ha acompañado; la actual ministra de Comunicaciones, María del Rosario Guerra; Claudia Jiménez quien me había dirigido el programa de reforma del Estado y María Consuelo Araujo. Una gran campaña de mujeres, eso lo gerenciaba Fabio Echeverri y ellas cumplieron un gran papel.

Cuando por razones conocidas nombré a Carolina Barco, excelente Canciller, Embajadora en Washington, dije: voy a nombrar a María Consuelo Araujo ministra de Relaciones. En ese momento obraron todos estos antecedentes en mi mente y una responsabilidad: promover gente nueva, para que en el futuro asuma liderazgo en este país. Yo he nombrado mucha gente joven en este Gobierno y por eso la nombré

Y hay que darle todo el respaldo a la Canciller. Las responsabilidades penales son individuales.

Uno no puede esconder la tragedia colombiana. La tragedia colombiana muestra muchas familias con gentes asesinadas por la guerrilla, gentes asesinadas y secuestradas por los paramilitares. Es que yo hablo con mucha familia colombiana que me cuenta: ‘cómo le parece, un hijo se me fue para las Farc, el otro para el ELN, el otro para los paramilitares’.

Entonces, las tragedias a que nos condujeron la debilidad, la falta de compromiso oficial durante tantos años, para enfrentar la violencia, yo no voy a dejar que esa tragedia la pague el nuevo liderazgo joven de la Nación. Es un momento duro para la Ministra, para el Gobierno, pero confió plenamente en sus ejecutorias.

Ella está ahí, por ninguna razón diferente a sus ejecutorias y por ninguna consideración diferente del Presidente de la República, a sus ejecutorias y a la voluntad de nombrar gente joven que le garantice a este país un buen liderazgo futuro.

No sé si ustedes querrán preguntarme sobre la visita de ella a la Fiscalía.

J.G.: Pero antes, para concluir con la lista que usted nos propuso, de hablar de uno en uno de los casos de los congresistas implicados por la Corte, hay un caso particular del cual me gustaría oír su opinión.

El partido Colombia Democrática del senador Mario Uribe, que se presentó como uribista a las elecciones, dos de sus congresistas están en la cárcel en este momento por orden de la Corte, Álvaro García Romero y Eric Morris.

Presidente de la República: Sí, correcto. Primero, miren los hechos por los cuales los investigan, creo que la mayoría de esos hechos se dan con anterioridad a mi ejercicio presidencial, inclusive a mi elección presidencial, ahí sobre los años 90, a principios de los años 2000.

Segundo, ellos no me apoyaron en el 2002. Tercero, ellos estaban votando favorablemente la agenda legislativa del Gobierno, es cierto. Y que la justicia investigue, mi deber como Presidente de la República es apoyar a la justicia, lo dije muy claramente el viernes hará dos semanas en la Corte Suprema de Justicia.

J.G.: Volvamos al caso de la Canciller. En el Congreso ha habido revuelos, citaciones, debates, porque es evidente que la Canciller fue a la Fiscalía a una cita de ella con el Fiscal (Mario Iguarán), acompañada de su hermano, el senador Álvaro Araujo que ahora es citado a indagatoria por la Corte. ¿A usted le parece natural que eso ocurra?

Presidente de la República: Voy a tratar de referirme con la mayor sinceridad, de pronto no objetividad –porque tengo gran aprecio por mis colaboradores, pero con la mayor sinceridad-.

Primero, bueno o malo que ella hubiera ido a la Fiscalía, ella ha mantenido una agenda con el Fiscal, una agenda sobre cooperación judicial... Cada vez que nosotros conversamos con las autoridades de Estados Unidos o de Europa, aparecen unos reclamos por unos casos del pasado que no se han esclarecido, masacres anteriores a este Gobierno, etcétera.

Segundo: ella le había pedido la cita al Fiscal… yo le dije que le hablara a los medios de comunicación y ella habló la semana pasada y habló con toda sinceridad. Ella cuando le pidió la cita al Fiscal fue para hablar temas institucionales y que le iba preguntar temas de su familia. Ella no lo hizo a hurtadillas, no lo hizo a escondidas.

Tercero, que fue Álvaro Araujo con ella. Hombre, supongamos que eso no quede bien Juan, pero él no necesitaba ir con ella, él es amigo del Fiscal y el Fiscal le da cita a los parlamentarios, ese día allá había un poco de parlamentarios distintos a él –según me han contado-. Los parlamentarios vienen a Bogotá al parlamento, a comidas, a cócteles, a reuniones políticas y recorren todos los despachos oficiales. Pero ¿sabe qué salvo yo?: que ella ha tenido el valor de decirle al país: ‘hablé temas instituciones y le pregunté por mi familia, qué había contra mi familia’, ella lo ha dicho.

Y ¿sabe qué salvo yo?: es muy de la usanza, en el manejo sibilino del poder, hacer esas reuniones a hurtadillas, a escondidas. Ella no. No la hizo a escondidas ni la ha negado. Entró a la Fiscalía y salió de la Fiscalía por donde la podían ver, ella no buscó alcantarillas para llegar a la Fiscalía ni salió con disfraz. Eso es una cosa buena de las nuevas generaciones. Yo prefiero eso que esa actitud taimada del poder sibilino, prefiero esa espontaneidad.

Y por eso, basado en todos estos hechos, le voy a pedir al país que rodeemos la Canciller, independientemente de lo que le pase a su hermano, el Senador, rodeémosla por sus antecedentes, por su espontaneidad.

¿Que la representación internacional de Colombia? ¡Por Dios! Que entienda la Comunidad Internacional que aquí hay un país de instituciones, que la responsabilidad penal es individual, que aquí no estamos ocultando nada.

¿Que la imagen? ¡Hombre!, nada peor que sepulcros blanqueados. La imagen es los hechos, un país que está enfrentando todas estas dificultades.

¿Que la extradición? Un Gobierno que lleva casi 500 extraditados, es que nosotros no tenemos de qué avergonzarnos. Si nosotros tuviéramos miedo de qué avergonzarnos, de pronto uno se esconda en la Canciller, que tiene un hermano llamado en indagatoria por la Corte Suprema, pero nosotros no tenemos de qué avergonzarnos, aquí hemos procedido de cara al sol, por eso yo no voy a mandar a que la respalden, yo he asumido la responsabilidad de respaldarla. Yo me voy a quedar aquí agazapado, calculador, a ver qué le pasa. Una muchacha de 35 años, buena líder, honrada, con futuro y el Presidente de la República de 54 (años), dando el mal ejemplo de estar por ahí, como un gato agazapado, viendo a ver qué le pasa. Nooo, yo no voy a calcular a ver qué le pasa, uno tiene que salir sin cálculos, claramente a respaldarla mientras lo merezca y ella lo ha merecido.

J.G.: Acaba de decir que es mejor que la Canciller haya actuado así, abiertamente y de manera sibilina o por las alcantarillas, pero también ha dicho que no le parece bien, “no quedó bien”, fue la expresión que usted usó, no queda bien que la Canciller haya ido con su hermano a visitar el Fiscal. ¿Quiere usted ampliarnos su punto de vista sobre ese tema específico?

Presidente de la República: Yo se lo pregunté a ella y ella, con toda franqueza, me dijo: ‘le pedí al Fiscal una cita el sábado –que me lo confirmó el Fiscal, yo soy cuidadoso, yo verifico estos temas antes de pronunciarme sobre ellos-‘, tanto ella como el Fiscal me dicen que ella pidió la cita el sábado. Le dije: ¿para qué pediste la cita? Me dijo: ‘Presidente, para temas institucionales y con la intención de preguntar qué pasaba con mi familia’, preocupada por eso. Me lo dijo con toda franqueza.

Ella llega de Washington conmigo, tal vez el miércoles, yo me quedo en Medellín en tres o cuatro reuniones esa tarde, llego a Bogotá a las 12 de la noche y ella va a la Fiscalía. Ella dice que Álvaro Araujo la llamó por teléfono y se fue para la Fiscalía tan pronto ella supo. Ella me dice: ‘Presidente, es mi hermano y no me atreví a decirle que no’, yo iba sola y sola iba a preguntar qué pasaba con mi familia.

Allá había otros congresistas, el Fiscal mismo me dijo: ‘yo soy amigo de Álvaro Araujo –me dijo el Fiscal-, muy amigo’, la verdad es que no quedó bien que él se fuera con ella, pero ella lo hizo espontáneamente, se la contado espontáneamente al país, ella no entró allá oculta, no entró por las alcantarillas, no entró disfrazada. Entonces, ahí también hay unos elementos de buena fe, de espontaneidad que hay que premiar.

A mí no me gustan las apariencias de los sepulcros blanqueados. A mí me gusta más la gente auténtica, así cometa errores.

J.G.: ¿Por todo lo anterior, estaría en lo correcto si digo: pase lo que pase con su hermano, el senador Álvaro Araujo, el presidente Uribe mantendrá a la Canciller?

Presidente de la República: Así es Juan, mientras ella lo merezca, por sus propias y personales actuaciones.

Javier Ayala, periodista: En las últimas horas se ha planteado la posibilidad de una revocatoria del mandato del Congreso, inclusive algunos parlamentarios han dicho que valdría la pena cerrar el Congreso, convocar unas nuevas elecciones, frente a la situación jurídica que viven varios congresistas, ¿cuál es su opinión, usted cree que vale la pena seguir hablando o especulando sobre el cierre del Congreso?

Presidente de la República: Yo les voy a hacer una pregunta a ustedes. La mayoría de estos hechos son anteriores al 2002 y el país los ha venido enfrentando y el Gobierno los ha venido enfrentando, con toda determinación, ¿el proceso que vivimos es de recuperación o de empeoramiento? Es un proceso de recuperación, ¿para qué vamos a cerrar el Congreso en un proceso de recuperación?

Además, este es un país democrático, es un país donde el Presidente de la República tiene que ceñirse es a la Constitución y es un país de instituciones, la responsabilidad penal es individual. Por mi mente no ha pasado buscarme argucias para cerrar el Congreso, para revocarlo. ¡Ni riesgos! ¡Por Dios!, ¿después de la ley de garantías que a mí me impusieron? ¿Eso es lo que se está olvidado de cómo transcurrió este proceso?, ¿después de que el Presidente de la República, todas las denuncias que hubo en la elección de Congreso, no se las guardó, sino que las tramitó?

¿Yo acaso tengo remordimientos, acaso tengo por allá guardados que me dijeran que fui cómplice con anomalías en la elección del Congreso? ¡No! Este es un país de instituciones. Congresista que vaya a la cárcel, que venga el siguiente de la lista y lo reemplace y que siga la institución legislativa y el control político.

J.A.: ¿O sea que en este momento, por ejemplo, se descarta cualquier posibilidad de que a instancias del Gobierno se empiece a hablar en Colombia de una Asamblea Constituyente, ese tema que tanto se especula en los pasillos, no tiene asidero de parte del Gobierno?

Presidente de la República: Se descarta, claramente.

Yo le iba a hablar esta mañana una emisora de Tunja, me dijeron: ‘Darío Arizmendi está hablando de esto’, dije: ¡por Dios!, ahí mismo lo llamé. Colgué con él y me dijeron: ‘Juan Gossaín quiere hablar con usted’ y dije: llamen ya a Juan, llámenlo ya y mañana le hablaré a esta emisora de Tunja. Ustedes saben que yo mantengo la disciplina de 6:00, 6:30 de la mañana, de tratar el tema de orden público y a las 7 de la mañana le hablo a alguna emisora regional, pero hoy hice la excepción porque es que este país, ahora que está mejorando, que todos los indicadores mejoran, no podemos dejar que reverse y el Presidente de la República tiene que estar en la primera línea, ejerciendo liderazgo.

Primero, yo no me voy a inventar argucias para revocar el Congreso.

Segundo, yo no tengo motivos de remordimiento, las quejas que a mi me pusieron antes de la elección del Congreso, las tramité. Cuando vinieron aquí con la queja de unos aspirantes al Congreso que se habían reunido con Autodefensas, inmediatamente acepté que los retiraran de las listas y le pedí a la Fiscalía y la Corte Suprema que investigaran eso. Yo, directamente, llamé al Fiscal General de la Nación y el país lo supo. Eso da autoridad para decir: defendimos la institución en el proceso eleccionario, ahora defendamos la institución para que cumpla su tarea de control político y su tarea de legislar.

J.A.: En ese mismo orden de ideas, se ha visto en los últimos días una crisis en las bancadas uribistas en relación con La U, por ejemplo, en relación con la desintegración de otro de los partidos uribista, ¿qué opina usted de esta crisis que está planteando, a nivel directivo de los partidos uribistas?

Presidente de la República: Ese es un tema político sobre el cual tengo que ser muy prudente y lo único que aspiraría es que, en bien del futuro democrático del país, de nuestras tesis, de la agenda legislativa que hoy urjo al Congreso para que la apruebe, lo único que les pediría es que por favor mantengan los canales de comunicación.

J.G.: Presidente Permítame volver a un tema que usted mencionó al principio de esta entrevista, dijo, textualmente: ‘que la senadora Piedad Córdoba le explique al país sus vínculos con las Farc y el ELN’. Presidente, ¿el Gobierno tiene información de vínculos de la senadora con esos dos grupos guerrilleros?

Presidente de la República: Que lo explique ella porque es muy importante que todo eso se sepa. Es que es muy complicado que amigos de las Farc y del ELN estén pidiendo renuncias del Presidente de la República, cuando el Presidente de la República ha sido un combatiente, seguramente con errores, pero con la espada sobre la mesa.

Y esto es complicado, que quienes participaron en aquel grupo, que con dineros del narcotráfico incendió el Palacio de Justicia, quieran hoy fungir de catones morales de la Nación. Es que es complicado que lo quieran hacer, justamente, cuando el país ha corregido errores, cuando la nueva ley de Justicia y Paz es la primera en Colombia, que además de buscar reconciliación, busca justicia y busca reparación y busca verdad.

En el pasado no se exigía eso. Yo mismo, como congresista, voté por el reindulto del M – 19 y hoy hay gentes que estuvieron en el M – 19, como Everth Bustamante (actual director de Coldeportes) y Rossemberg Pabón (acutal director de DANSOCIAL), que están en este Gobierno.

J.M.R.: Concretamente, ¿a quiénes se refiere usted en la actualidad y considera usted que hay más congresistas, aparte de lo que usted ha dicho de la senadora Piedad Córdoba, que podrían tener vínculos o simpatías con el ELN y las Farc?

Presidente de la República: Que los expliquen, que los expliquen y que así como por ahí vi que uno salió a contar en el período El Tiempo una reunión con el paramilitarismo, una reunión antes de mi elección, una reunión de congresistas de esa época, una reunión que nada tuvo que ver con mi elección –y usted sabe a qué me ha llevado eso, tema del cual podemos hablar, porque el Gobierno le aceptó ayer la renuncia al doctor (Luis Carlos) Ordosgoitía-.

Entonces, en este largo recorrido yo sí que he conocido gente de aquellos que me han dicho a mí fascista y paramilitar, que lo que quieren es defender a las Farc y al ELN. Como son de altaneros y como le hacen el asco al paramilitarismo y como son de serviles con las Farc y el ELN. ¡Ave María! y cómo lo he conocido al nivel de candidatos a la Presidencia, y no se atreven a decir que son amigos de las Farc y del ELN, lo que dicen es que ‘Uribe es fascista’ y que ‘Uribe es paramilitar’ y no confiesan sus inclinaciones.

¡Que ayuden!, que ayuden a que país haga verdad en esto, porque nos va a tocar dar esta batalla por preservar la institucionalización colombiana, la recuperación de la institucionalidad, que estaba rebasada, que estaba derogada por los poderes de facto de la guerrilla y el paramilitarismo. La batalla para que el país siga su curso de progreso y la batalla para que la guerra política, que es una expresión de la guerra sucia, no nos afecte la política de Seguridad Democrática.

Esta entrevista la estoy respondiendo aquí, en presencia de los generales (Fredy) Padilla de León (comandante de las Fuerzas Militares) y (Mario) Montoya (comandante del Ejército) -el Ministro (de Defensa, Juan Manuel Santos) no está porque está en México y General (Jorge Daniel) Castro Castro cumpliendo una tarea que le encomendé para recuperar la seguridad en Cali, lo mismo el General Oscar Naranjo (comandante de la DIJIN). Porque lo que no podemos permitir es que la guerra política, que es una expresión de la guerra sucia, a la cual saben acudir defensores de oficio de poderes de facto, nos afecte la Seguridad Democrática.

J.G.: En estas dos últimas respuestas, usted ha hecho un par de alusiones que me gustaría precisar. Usted dice: ‘quienes tenían vínculos con los que se tomaron el Palacio de Justicia, ahora piden la renuncia del Presidente de la República’, eso es el M-19, ¿a quiénes se refiere concretamente en ese caso?

Presidente de la República: No, déjelo, el país sabe quiénes estaban en esa organización y quienes fungen hoy como catones morales de la Nación, con ilimitadas aspiraciones políticas.

Es que eso es muy importante ver la secuencia: a ellos se les perdonó todo, el perdón fue total, no obra ese delito como impedimento para que lleguen al Congreso, critiquen, aspiren a la Presidencia de la República.

En la ley de Justicia y Paz, ahora, para los nuevos desmovilizados, las cosas fueron distintas. Fue una ley que no removió los obstáculos constitucionales que impiden que aquellos condenados por delitos distintos al delito político o al homicidio culposo, puedan llegar al Congreso de la República. Los desmovilizados que tengan cuentas por otros delitos no pueden llegar al Congreso de la República.

Para delitos los delitos atroces, ahora, no hay amnistía ni indulto, como lo hubo en el pasado.

Y seguramente, cuando vayamos a negociar con las Farc y con el ELN –y esto se lo he dicho al país con mucha claridad-, hay que prepararnos. Porque esta ley de Justicia y Paz, que le ha parecido tan mala a los críticos del Gobierno –que porque la consideran muy benigna con los paramilitares-, en ese momento la van a considerar muy dura con las Farc y con el ELN.

Y cada rato propongo ese desafío porque al Presidente le toca advertir cosas que él cree, pueden pasar en el futuro y no me lo han contestado. Pero verá usted que en su momento, grandes críticos de esta ley, porque le tienen asco a procesos de paz con el paramilitarismo, que han dicho que esta ley es más benigna con los paras y van a pedir una ley más benigna, que perdone todo, para poder negociar con las Farc y con el ELN. O sea que esta secuencia viene de atrás y hay que proyectarla hacia delante.

Yo le digo una cosa, Juan: si hubiera un proceso con las Farc o con el ELN y hubiera que hacerle unas reformas a esta ley, yo estaría dispuesto a estudiarlas. Y eso lo he dicho claramente porque nuestra firmeza es total para derrotar militarmente el terrorismo o para sacar adelante procesos de reconciliación.

¿Usted quiere dejar por fuera el caso del doctor Ordosgoitía o quiere preguntar sobre eso?

J.G.: No, es que quería precisar primero, para no ir saltando de un tema al otro, no es cierto. También acaba de decir usted: ‘los amigos del M – 19 que se tomó el Palacio de Justicia o los amigos de las Farc y del ELN, ahora son hasta candidatos presidenciales’, con franqueza ¿se refiere a Horacio Serpa Uribe?

Presidente de la República: No, no, no. Déjeme, sin hablar de nombres, cada cual responda por lo suyo. Yo llevo muchos años enfrentando todos los cargos que me hacen y defendí las Convivir en Antioquia, con toda determinación. Fui responsable de las que se crearon en Antioquia, la responsabilidad nunca la negué, se aprobaron en la época más de 600 y yo asumí la responsabilidad por las de Antioquia. Está bueno que asumieran la responsabilidad por el resto y lo hice, en la convicción que ahora he tenido con los cooperantes: el país necesita la integración de la Fuerza Pública con la ciudadanía, por eso tenemos ahora más de tres millones de cooperantes, es sano y necesario.

Y usted recuerda todo el debate que se generó sobre mi. Que ‘Uribe paramilitar’, que ‘el amigo de los paramilitares’, ‘que amigo de Castaño’, que amigo del uno, del otro, que ‘Uribe fascista’ etcétera. Usted ha visto como he enfrentado todo eso, con una advertencia muy clara, que la he repetido desde hace muchos años, para cuidar mis convicciones de autoridad: jamás, jamás he tenido relación con los paramilitares. Ni una sola reunión.

Y la Fuerza Pública colombiana, que entró al quinto año bajo mi conducción, sabe que lo que siempre le he dicho en privado ha sido consistente con lo que he dicho en público. He sido un comandante de la Fuerza Pública, por mandato constitucional, quizás con errores pero con toda transparencia. Ninguno de ellos puede inferir de una frase mía, en las miles de reuniones privadas, un mal ejemplo o una indebida insinuación. Hemos procedido, seguramente con errores, pero con toda la transparencia. Que todos los dirigentes políticos se esculquen y le digan al país sobre el papel que algún momento cumplieron o han cumplido.

J.G.: Presidente ¿por qué le aceptó la renuncia a Luis Carlos Ordosgoitía en el Instituto Nacional de Concesiones (INCO)?

Presidente de la República: El domingo en la noche, en Santiago de Chile, en presencia de Alicia Arango y Ricardo Galán, secretaria privada de la Presidencia y jefe de comunicaciones de la Presidencia, hice dos llamadas: una a Miguel Alfonso de La Espriella, senador de la República y otra a Luis Carlos Ordosgoitía.

A Miguel Alfonso de La Espriella le dije: ¿Senador, usted conoce de algún involucramiento del Presidente de la República con los paramilitares? Dijo: ‘no, no Presidente, de ninguna manera’ Le dije: yo no le pido que me defienda ni defienda el Gobierno, yo le pido que diga al país la verdad total. Y me contó esa reunión que yo no conocía. Una reunión de congresistas líderes políticos con jefes paramilitares, antes de mi Gobierno, que nada tiene que ver con mi Gobierno ni con mi candidatura presidencial, en ciernes en ese momento.

Y entonces me preocupó porque en esa reunión, el actual director del INCO, que era congresista, participó. Llamé al doctor Ordosgoitía, le dije: ¿usted participación en la reunión? y me dijo: ‘es cierto Presidente, estuve allá y firmé un documento’. Me dijo esto, que el Presidente Pastrana lo había autorizado a él para hacer unos contactos con los paramilitares para un proceso de paz. Le pregunté: ¿qué dice el documento que firmaron –a propósito Juan, ayer en un comunicado de prensa pedí que ese documento se le revelara al país, si yo lo tuviera lo haría revelar-…

J.G.: …Y yo conté esta mañana, en un confidencial, Presidente, que hasta ahora que se sepa no hay copias, todas fueron destruidas.

Presidente de la República:…que lo entreguen a la justicia y que se lo revelen al país.

Entonces Ordosgoitía me dice que él firmó ese documento. Le dije: ¿qué decía ese documento, usted tiene copia? Me dijo que no tenía copia, me dice que ese documento era una declaración para buscar la paz. Él lo califica como un documento que no tenía ninguna línea delictiva, que era una declaración para buscar la paz.

Entiendo que ayer en la mañana, algún vocero del ex Presidente Pastrana dijo que Ordosgoitía no estaba autorizado para esa reunión, entonces ahí entra uno en una discusión: la autorización que le había dado el Presidente Pastrana –y que él dice que está en el libro del Presidente Pastrana, que la tiene también el libro de Jorge Lezmes y el libro de Carlos Castaño-, uno se pregunta: esa autorización sí, era una autorización general, Ordosgoitía dice que él entendió que con esa autorización él podía ir a esa reunión, pero también hay otra tesis y en esto hay que respetar mucho totalmente al anterior Gobierno, que Ordosgoitía no estaba autorizado para esa reunión. Entonces ahí hay una contradicción, él dice: ‘yo tenía una autorización general’, un vocero del ex Presidente Pastrana dice: ‘no estaba autorizado para esa reunión’.

Para el Gobierno que yo presido, hasta ahí es muy difícil la decisión, pero enseguida él aparece firmando ese documento. Entonces, ahí es donde digo: firmó el documento, así hubiera tenido la autorización para reunirse con ellos en busca de un proceso de paz, de ahí no se infiere que tenga la autorización para firmar un documento con un grupo ilegal. Por eso nosotros, en el comunicado ayer decimos que no debe haber funcionarios en el Gobierno Nacional, con el precedente de haberse reunido o de haber firmado acuerdos con grupos ilegales, sin la autorización del Gobierno Nacional correspondiente.

Esa es la razón por la cual yo le acepto ayer la renuncia a Luis Carlos Ordosgoitía y que está consignada en un comunicado de prensa.

J.A.: En las últimas horas también se ha planteado la posibilidad de una especie de ley de perdón y olvido o por lo menos una ley especial para los congresistas involucrados en todas estas conversaciones, desde el año 98, en relación con los paramilitares. ¿Tiene usted una opinión sobre esa iniciativa?

Presidente de la República: Yo creo que hay que avanzar hacia la recuperación de la seguridad total, nuestro objetivo es una Colombia sin guerrilla, sin paramilitares, sin narcotráfico y respetando el ordenamiento jurídico.

Los jueces, los magistrados de la República, en su independencia, en su sabiduría, mirarán en qué casos una persona fue a una reunión por una coacción, por temor, por una razón humanitaria, a buscar la liberación de algún pariente y en qué casos fue con la premeditada decisión de constituir con ese grupo ilegal un concierto para delinquir. Serán los jueces de la República los que vayan trazando los mojones. Esperemos que avancen los jueces de la República, confiemos en la justicia.

J.M.R.: En relación con el mismo documento que sirvió de base para que usted le pidiera la renuncia a Luis Carlos Ordosgoitia, ¿qué pasaría, por ejemplo, si aparece ese documento y se conocen finalmente los nombres de los congresistas que lo suscribieron, usted les pediría a esos congresistas que se retiraran o le retiraran su apoyo a usted, por las mismas razones por las cuales el señor Ordosgoitía no podía seguir en el Gobierno?

Presidente de la República: Una cosa es el Congreso, otra cosa es el Gobierno y el Congreso tiene un órgano que administra justicia sobre la conducta de sus integrantes, que es la Corte Suprema de Justicia. El Gobierno no puede suplantar a la Corte Suprema de Justicia, por eso dejemos que avance la justicia.

Juan, ¿sabe que ahora que firmamos ese acuerdo con Chile, he encontrado todos los días creciente confianza para invertir en Colombia?

J.G.: ¿Cómo va la inversión?

Presidente de la República: Bien, muy grande, por eso no podemos dejar que esto se descomponga. Esto es doloroso pero lo que está pasando es una consecuencia de que el país ha empezado a derrotar esos poderes ilegales.

Esto no se habría dado si el paramilitarismo tuviera ese poder que tenía hace cuatro años. Hay que recordarle al país que de los 67, 68 líderes paramilitares, hoy 65 están en La Ceja, en condiciones carcelarias. Que de los 30 mil desmovilizados hay más o menos 600 reincidentes, un porcentaje pequeño pero un número muy alto como cifra absoluta, que los estamos persiguiendo con toda la decisión. Que hay orden a las Fuerzas Militares de capturar a Vicente Castaño.

Hay que recordarle al país que la guerra sucia tiene una expresión que es la guerra política y la guerra política buscará ahora, por todos los medios, desacreditar la política de Seguridad Democrática. No lo podemos permitir.

Me voy ya, al Congreso Nacional Cafetero, a hablar con los cafeteros un temita: ¿cómo cofinanciamos la renovación de 300 mil hectáreas de café, en poder de pequeños propietarios campesinos, para que el país vuelva a producir 16 ó 17 millones de sacos al año, ahora que todo indica que el mercado mundial del café va a pasar de 120 millones de sacos a 150 millones de sacos?

O sea que no podemos dejar que se salga del camino el proceso de recuperación de la Nación. Cualquier tema Juan y sus compañeros, Javier Ayala y todos allá, estaré a disposición de ustedes. Por ahora les agradezco mucho y si no tuvieron una pregunta urgente para el día de hoy, me despediría para ir al Congreso Nacional Cafetero.

J.A.: Presidente yo no puedo dejar pasar la oportunidad de una pregunta económica al final y es que ¿usted cree que el efecto del escándalo, dijéramos parapolítico, va a tener resultados negativos en el proceso económico? ¿Usted vislumbra algún problema económico en el dólar, en la inversión, por el escándalo político?

Presidente de la República: Hay que decirle al mundo lo siguiente: están apareciendo hechos que se sucedieron en el pasado y están apareciendo gracias a que la política de Seguridad Democrática está derrotando los poderes de facto, que por debilidad del Estado y de Gobierno, se enseñorearon para mal de nuestra Nación durante mucho tiempo.

La historia será objetiva y hará el recorrido de cuántas décadas permanecieron esos departamentos en poder de la guerrilla, sin presencia estatal, en cuántas décadas y después llegaron el narcotráfico y los paramilitares. Esas reuniones quedaron entre poderes y regulares de facto y eso lo empezamos a recuperar hace cuatro años, con toda la determinación. Falta mucho, por ejemplo voy a hablar con los generales sobre la necesidad de capturar unos bandidos, me preocupan unos asesinatos que ha habido en Medellín, en estos días, hemos estado enfrentados a todo lo que es el desmonte de esas milicias de las Farc en Cali. Creo que la situación de Cali, que la trataron de descomponer, la hemos enfrentado y vamos mejorando.

Voy a hablar con los generales la necesidad de capturar un bandido que llaman “El Gordo Barrera” y que parece que es el principal narcotraficante en los Llanos Orientales, quien le está comprando toda la coca a las Farc y quien ha hecho mucho daño a las instituciones del Llano.

O sea que este proceso tiene que seguir, pidámosle a mi Dios que nos ilumine, que nos ayude a trabajar por la Patria y que no permitamos que esto se reverse.

Muchas gracias a ustedes.

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