PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN CONGRESO CAFETERO
Bogotá, 29 nov (SNE). Las
siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez,
al intervenir en el Congreso Nacional de Cafeteros.
“Me complace muchísimo venir
a esta nueva realización del Congreso Nacional Cafetero,
que siempre nos llena de ilusiones. Estrechar la mano de los
cafeteros, examinar el presente, el porvenir de la caficultura,
nos llena de ilusión a todos los colombianos. Es siempre
una gratísima oportunidad.
Quiero empezar esta intervención rindiendo
un homenaje muy sentido a Arturo Gómez Jaramillo, paradigma
del servidor de la comunidad, toda una vida dedicada a servir
a esta noble actividad democrática, democratizante de
la Patria.
Quiero agradecer las palabras del doctor Virgilio
Clavijo, presidente de este Congreso, y felicitar al doctor Gabriel
Silva (gerente de la Federación de Cafeteros), por el
novedoso y completo informe.
Es muy importante el informe minucioso, para
que el país entero se dé cuenta que se ha hecho
en materia cafetera y para dónde va.
Yo voy a referirme a tres temas: primero, unas
respuestas puntuales a las inquietudes del doctor Silva y de
don Virgilio Clavijo. Segundo, cómo las vamos a insertar
en la visión general de este Gobierno que empezó el
7 de agosto. Y tercero, cómo tenemos que trabajar en la
agenda del país y enfrentar la crisis política
para superarla.
Hay que, a Dios rogando y con el mazo dando.
Hay que repicar y andar en la procesión. No se puede eludir
un problema, ni tampoco se puede eludir la responsabilidad de
avanzar con la agenda del país.
Voy a dejar para la última parte el
primero de los tres puntos, el tema tan importante de la renovación
cafetera.
Saneamiento ambiental. Me parece de la mayor
importancia revisar dónde nos ha funcionado bien y dónde
no. Una decisión que tomamos hace casi tres años
en Neiva para darle incentivo de capitalización rural
a la construcción de los beneficios ecológicos.
Creo que es fundamental.
Ha avanzado bien en algunos departamentos cafeteros,
no así en otros. Este es un paso necesario.
Nosotros estamos haciendo un gran esfuerzo
por el saneamiento básico del país. El proyecto
de transferencias, que fortalece la descentralización
sin arruinar a la Nación, tiene metas muy importantes
en educación, en salud, en saneamiento básico,
para avanzar sustancialmente en este cuatrienio.
Y tiene instrumentos, como el instrumento constitucional
que obliga a que esos recursos se manejen en una cuenta independiente,
que facilite su vigilancia, a fin de que no haya desviación.
Como ustedes saben, el Gobierno que presido
eliminó los auxilios parlamentarios, creamos una figura
de participación comunitaria y del Congreso en el presupuesto
nacional, que se llaman las audiencias públicas.
Hemos propuesto al Congreso de la República
que al aprobar el Plan de Desarrollo el año entrante,
el recurso de audiencia pública se lleve en su totalidad
a saneamiento básico.
Allí puede haber un gran instrumento
para acordar en las zonas cafeteras ejecución a través
de los comités, así como en tantos puntos de este
prolijo e importante informe, acaba de ponerse en evidencia como
hemos trabajado mano a mano, totalmente unidos, la Federación
Nacional de Cafeteros, los comités y el Gobierno Nacional.
Yo me voy a referir poco a lo pasado, el informe
del doctor Silva es muy completo, déjenme utilizar estos
minutos para hablar del futuro. Eso en cuanto a saneamiento ambiental.
Vivienda social. El Censo acaba de mostrar
que el gran problema porcentual en calidad de vivienda está en
el campo colombiano, no obstante lo que se observa en las ciudades.
Y lo que registran los cafeteros a consecuencia de las crisis
de deterioro de la vivienda rural en la zona cafetera, coincide
con el tema.
El Gobierno Nacional está tramitando
en el Congreso la nueva Ley de Vivienda, y el presupuesto nacional
aumenta sustancialmente los recursos para vivienda social el
año entrante.
El presupuesto de vivienda social para el año
entrante es de 410 mil millones. Y ese presupuesto se va a utilizar
a través del sistema tradicional de subsidios, y a través
también de los bancos de materiales: acuerdos con instituciones
para bancos de materiales.
¿Bancos de materiales para qué?
Para construir casas en lotes con servicios, para transformar
el tugurio urbano en una casa digna, para mejorar la casa campesina.
Hemos tenido mucho éxito en bancos de
materiales para reconstruir a Providencia, y para atender problemas
de inundaciones, de desastres de la naturaleza, en muchos departamentos
de Colombia.
Queremos fortalecer en este Gobierno muchísimo
el concepto de banco de materiales.
Hemos pensado a través de quién
canalizar el programa. Primero, a través de las cajas
de compensación. ¿Por qué? Hace cuatro años,
cuando emprendimos nuestra reforma administrativa, que hasta
ahora ha transformado 300 entidades del Estado, una de las decisiones
que se tomó fue eliminar a Inurbe y asignar los recursos
de vivienda social, por intermedio de las cajas de compensación.
Nos ha resultado bien, no hay quejas de corrupción, que
las había y muchas contra el Inurbe.
Aprovechando esa grata experiencia, hemos extendido
el acuerdo de las cajas de compensación para que ellas
puedan administrar bancos de materiales. El Gobierno Nacional
entrega el valor, se compran esos materiales en unas subastas
virtuales, con todas las posibilidades para que la ciudadanía
vigile, para que haya total transparencia. Ellos van suministrando
esos materiales a los beneficiarios, a quienes reúnan
todos los méritos, y van supervisando.
Mi propuesta: que con la ayuda de Arturo Galindo,
nuestro delegado permanente, el doctor Luis Alfonso Hoyos, de
Acción Social, y la doctora Alicia Arango, secretaria
privada de la Presidencia, se haga un acuerdo entre la Federación
y el Ministerio de Vivienda y Medio Ambiente, para que, de la
misma manera como hemos convenido con las cajas de compensación,
que ellas sean delegatarias del Gobierno Nacional para administrar
los bancos de materiales, los comités lo sean en las zonas
cafeteras, para el mejoramiento de la vivienda campesina de las
zonas cafeteras. Sería la segunda propuesta hoy.
En Acción Social. Pienso que el tema
de Resa va muy bien, de seguridad alimentaria. Hemos encontrado
en la institucionalidad cafetera un gran asociado, como históricamente
el país ha encontrado en la institucionalidad cafetera
un gran asociado para todo lo que hay que hacer en la zona cafetera.
Y lo mismo el programa de Guardabosques. Yo
les pediría que busquemos conjuntamente cómo vamos
a irrigar, cómo vamos a conseguir más recursos
para la sostenibilidad del programa Guardabosques. En la zona
cafetera hay más o menos siete mil familias, en la totalidad
del país hay 50 mil.
Es un programa bien importante. ¿Por
qué? Porque se ha convertido en una gran alternativa al
campesinado para que, en lugar de destruir el bosque para sembrar
coca o para sembrar amapola, cuide el bosque, perciba unos recursos.
Hace cuatro años no lo entendía
ni la comunidad internacional, ahora es muy taquillero, y le
quieren ayudar.
Yo pienso que si trabajamos conjuntamente para
obtener los recursos al programa de Guardabosques, los vamos
a obtener. Más aun, hice esta comparación, le dije
a alguien en una reunión de la comunidad internacional:
a ustedes no les gusta que tumben la selva brasilera para sembrar
soya. Dijo: claro, ¿cómo nos va a gustar que sigan
destruyendo la selva amazónica del Brasil para sembrar
soya o pasto. Le dije: pues bien, hay que pagarle a ese campesinado
para que no busque ingresos a través de la soya o el pasto,
sino que perciba un ingreso por cuidar ese bosque. Ese es un
pulmón que necesita toda la humanidad, cuidémoslo.
Y para cuidarlo hay que pagarle a la gente.
Si no queremos que en Colombia la gente tumbe
el bosque, la selva nuestra, la inserción amazónica,
para sembrar coca, pues ayúdennos a pagarle a la gente.
Hoy empieza el programa a ser muy comprendido,
pero lo tenemos muy desfinanciado, yo pediría también
un acuerdo sobre ese punto para que busquemos los recursos.
Creo que este programa de Familias Guardabosques
y el de la erradicación manual de drogas, son de muy buen
recibo en Europa. En Europa no les gusta la fumigación,
o si les gusta no se atreven a decirlo, pero apoyan la erradicación
manual.
Y por segundo año consecutivo hemos
avanzando bastante en erradicación manual. El año
pasado erradicamos 31 mil 200 hectáreas, este año
ya cumplimos la meta de 40 mil. Ahora nuestra Policía
tendrá que descansar unos diítas, para empezar
a cuidar carreteras, pero en enero, por ahí el 20, empezamos
de nuevo, Luis Alfonso (Hoyos, Alto Consejero Presidencial para
la Acción Social), y la meta el año entrante es
erradicar manualmente 50 mil hectáreas de droga.
Eso con las Familias Guardabosques ayuda mucho.
Qué bueno poder hacer ese acuerdo en ese punto con la
institucionalidad cafetera.
Yo celebro el acuerdo de ustedes con el Banco
de Bogotá para los corresponsales no bancarios.
En nuestro primer Gobierno dimos un gran avance
en microcrédito. Pasamos –increíble, presidente
Betancur- pasamos de una cartera de 736 mil millones (de pesos)
en microcrédito, a una cartera que en julio – agosto
estaba en tres billones (de pesos). Se benefició a 1 millón
800 mil colombianos con microcrédito.
Ahora queremos hacer una segunda revolución
de microcrédito. Por eso hemos diseñado el sistema
de Banca de Oportunidades. No es un nuevo banco, porque es inútil,
un nuevo banco alcanza con mucho esfuerzo 300 – 400 oficinas,
el país es muy grande.
Entonces, en lugar de un nuevo banco, lo que
estamos sacando adelante es una red de colocación de crédito
popular, una red de colocación de crédito popular
que involucre a todos los bancos públicos y privados,
al Fondo Nacional de Garantías y a los fondos departamentales,
a todas las cooperativas, que haga presencia en todo el país.
Ya empezamos a trabajar, se han hecho los primeros
esfuerzos, faltan otros. Ya empezamos entregando los primeros
créditos en el sur de Bogotá la semana pasada.
Poblaciones objetivo: sectores más vulnerables
por su pobreza y sectores que por sus condiciones, la edad, su
circunstancia de no haber tenido experiencia financiera, tienen
barreras casi infranqueables para acceder al crédito.
Empezamos en el sur de Bogota con Familias
en Acción, vamos a continuar rápidamente en Medellín
con egresados universitarios, en Barranquilla con tenderos.
Y eso tiene muchos actores. Por ejemplo, hay
que trabajar en redes sociales. Cuando una persona está vinculada
a una red social, esa persona, la sola vinculación a esa
red social le estimula a esa persona mucho sentido de responsabilidad.
Redes sociales, y en el país hay muchas.
Segundo, hay que capacitarlas. La capacitación
la está dando el Sena, pero es uno de los tantos capacitadores,
y aquí es donde veo que pueden entrar ustedes para hacer
el acuerdo de Banca de Oportunidades con los comités de
cafeteros, con la institucionalidad cafetera. Esa tarea de capacitación
la pueden realizar ustedes, también la de selección.
Viene otra tarea: presentar a los capacitados
ante el respectivo banco. Cuando una persona llega a solicitar
un crédito a un banco, y va acompañado del Sena,
o del Minuto de Dios, o de una entidad de esta naturaleza, le
abren las puertas. Acompañamiento sin necesidad de que
se sea fiador.
Entonces quisiéramos que en el acuerdo
para Banca de Oportunidades con ustedes, la institucionalidad
cafetera nos ayude en selección de usuarios de crédito,
nos ayude en capacitación de usuarios de crédito,
nos ayude en acompañamiento para presentarlos a la institución
financiera, y en acompañarlos mientras deban.
Alguien que vaya a una institución de
crédito y diga: ‘Mire, es que a mí me va
a acompañar, mientras deba, el Comité de Cafeteros
de tal departamento’. Eso le ayuda a abrir las puertas
para ese crédito.
Los invito a esto, porque el paso que ustedes
han dado es fundamental en Banca de Oportunidades.
Hemos tomado varias decisiones: la primera,
la primera, la que ustedes aprovechan hoy. Nuestro primer decreto
de Banca de Oportunidades autorizó en Colombia la figura
de los corresponsales no bancarios, que la consideramos totalmente
necesaria para el cubrimiento de toda la geografía nacional,
para estar en los municipios donde no hay sedes bancarias, para
estar en municipios donde faltan sedes bancarias, en comunidades
rurales y en los grandes sectores populares de las grandes ciudades.
El Banco Agrario, por ejemplo, se ha comprometido
que para el 24 de diciembre nos tiene ya 27 corresponsales no
bancarios, y el año entrante nos va a tener 600. Hoy celebro
este acuerdo entre ustedes y el Banco de Bogotá, porque
va a ayudar muchísimo.
¿Cómo entendemos el corresponsal
no bancario? Antes una oficina bancaria exigía una gran
inversión en el edificio, en los tapetes, en los escritorios,
en la ornamentación de las paredes, etcétera, pero
era muy pobre en teléfonos.
Uno veía en un municipio colombiano
una oficina bancaria elegantísima, pero ay que se pudiera
comunicar con ella.
Ahora el concepto es totalmente diferente.
Ahora es una casetica, pero con una base tecnológica que
dé mucho soporte. Una casetica casi humilde, casi elemental,
con una base tecnológica que soporte muy bien.
¡Y qué bueno ver a todos los comités
de cafeteros convertidos en sucursales no bancarias del sector
financiero! Porque eso ayudará mucho en el esquema de
facilitarle a la gente las oportunidades de servicios financieros,
y las oportunidades de acceso al crédito.
Y estamos ayudando con otra cosa, para que
eso se dé. El país va a experimentar una gran revolución
en banda ancha y en Internet, que la tenemos financiada.
Hace cuatro años el país tenía
4 millones 200 mil teléfonos celulares, hoy tiene alrededor
de 29 millones. Pero hoy tenemos un gran atraso en banda ancha
y en Internet, que se requiere para que en toda la geografía
funcionen bien, con las menores limitaciones, los corresponsales
no bancarios.
Pues bien, ¿por qué estoy yo
tan optimista? Porque ese programa lo tenemos financiado, por
la confianza de los inversionistas privados en Colombia y por
la transformación de Telecom.
La transformación de Telecom ha producido
los siguientes resultados: no había con qué pagarles
a los pensionados. Eso hace parte de lo que yo llamo la reforma
administrativa que el Gobierno ha hecho y cuyos resultados no
se han cuantificado, pero muy importantes para el país.
Uno no ha cuantificado cuánto le ha
ahorrado la reforma de Telecom al país. ¿Ustedes
se imaginan qué le hubiera pasado al país si no
la hubiéramos reformado? El Gerente de Telecom llegando
cada año a pedirle 500 – 600 mil millones al Ministro
de Hacienda para pagar pensionados. Eso se evitó con la
reforma.
La reforma garantiza el pago de los pensionados,
da tranquilidad laboral, ha permitido pagar todas las otras acreencias
de la vieja Telecom en liquidación. Y la empresa tiene
650 millones de dólares en caja, para invertir en estos
servicios en los años que vienen.
Eso es un gran camino para esta revolución
de las comunicaciones, que hoy cuando uno ve estos servicios
bancarios para los sectores medios y populares de la Nación,
cuando ve la necesidad de conectar hospitales con usuarios, de
conectar bibliotecas, de conectar todo el sector agropecuario,
para que todos los productores agropecuarios sepan, a través
de Internet, qué dice el satélite sobre las condiciones
de lluvia, las condiciones de sequía, sobre precios de
insumos, sobre precios de producto final, qué dicen sus
gremios, etcétera, yo creo que ahí uno le empieza
a ver la gran y profunda faceta social a las comunicaciones para
la competitividad social del país.
Eso va a ayudar mucho en Banca de Oportunidades.
Entonces mi invitación es a que ustedes participen totalmente
en Banca de Oportunidades, a través de Arturo, Luis Alfonso
y Alicia, yo le pediría al doctor Carlos Moya que buscáramos
hacer el convenio de Banca de Oportunidades total con la institucionalidad
cafetera.
El tema de vías terciarias. Es muy importante
pensar en dos temas allí: cómo a pesar de lo que
el país descentralice, siempre la Nación tiene
que acudir. Y cómo la Nación debe hacerlo de la
mejor manera.
Cuando se hizo la reforma del 91 se dijo: ‘ya
el Gobierno Nacional no tiene que volver a financiar vías
terciarias, eso queda incluido en la descentralización’.
Pues no, hay que financiarlas.
Nosotros eliminamos Caminos Vecinales, en nuestra
reforma administrativa, pero nos ha tocado empezar a financiar
vías terciarias. Este año que termina nos hemos
gastado 80 – 100 mil millones. De ellos 46 mil millones
con la institucionalidad cafetera. Generalmente en los Consejos
Comunitarios cuando se habla de vías, afloran las quejas.
Y la verdad es que en vías terciarias hay quejas por lo
que no se ha hecho, pero no hay quejas por lo que se hace con
la institucionalidad cafetera, que generalmente todo resulta
bien.
Para el año entrante el presupuesto
de vías terciarias lo hemos pasado de 80 – 100 mil
millones a 300 mil. La idea es: hizo un aporte la Nación,
que se debe manejar descentralizadamente. Manejarlo a través
de contratación con grupos de municipios, municipios agrupados
para que no haya corrupción, con departamentos y con instituciones
como la institucionalidad cafetera.
El convenio de este año, por 46 mil
millones, queremos suscribirlo con ustedes para el año
entrante, y yo pediría que Invías lo haga rápidamente
y que Presupuesto del Ministerio de Hacienda nos ayude a entregar
esa vigencia presupuestal, a ver si se aprovechan los mese de
verano para mejorar vías.
Y eso ya no queda circunscrito solamente a
vías terciarias, sino a cualquier vía municipal.
También les advierto, apreciados cafeteros, es un salto
muy grande de 100 mil a 300 mil millones, pero no es suficiente,
dada la necesidad que el país tiene en esa materia.
Maíz y fríjol. El feliz acuerdo
de ustedes hace cuatro años, cuando empezábamos
el Gobierno, con el entonces ministro de Agricultura, Carlos
Gustavo Cano, ha dado todos los beneficios.
¿Cuántas hectáreas de
maíz se van a sembrar este año finalmente? 52. ¿El
año pasado cuántas se sembraron? 48. Y en eso hay
que crecer, y sin miedo.
La agricultura generadora de energéticos
ha dado un gran vuelco en expectativas en el mundo en los últimos
meses. Nosotros teníamos mucho miedo por el precio de
la caña, la panela, por el precio del maíz. El
azúcar ha mejorado mucho de precio. Hace cuatro años
uno condenaba el azúcar a que teníamos que reducir áreas,
etcétera. ¿Por qué? Porque el mundo viene
orientando mucha materia prima para producir azúcar, a
producir etanol para mezclarle a la gasolina.
Llegó la era de los combustibles biológicos.
Eso le va a permitir al país avanzar mucho. Es una de
las grandes posibilidades que tenemos en agricultura. Agricultura
para producir energía. Está ayudando a la panela,
tan importante en la zona cafetera.
Y necesitamos fortalecer la producción
de maíz. Miren, cuando estábamos en la firma del
TLC, había mucha preocupación en el sector del
maíz.
¿Qué ha pasado en los últimos
meses? Cuando el maíz estaba a 120 dólares la tonelada
en Estados Unidos y en Argentina, hoy está a 180 o más.
Porque han venido reorientando mucho maíz a producir etanol,
y van a necesitar seguir haciéndolo en mayor cantidad.
Yo creo que la producción nuestra de
maíz, a pesar de los acuerdos de comercio, y aun sin el
buen apoyo de la ley Agro: Ingreso Seguro (AIS), que es un gran
paso revolucionario para favorecer el campo, yo creo que la producción
nuestra de maíz hay que incrementarla, con alta productividad,
como lo saben hacer los cafeteros, y va a ser rentable. Confiémosle
a eso. Hagamos en este nuevo cuatrienio esfuerzos crecidos, aumentados
en materia de maíz y en materia de fríjol.
Silvicultura. Ustedes saben lo que nos pasa
a nosotros en madera. Este país no tiene sino 220 mil
hectáreas de bosque comercial. Chile tiene 2 millones
y medio. Mientras una hectárea en Chile produce 12 metros
cúbicos de madera al año, aquí produce 25.
Aquí los árboles crecen, uno los ve crecer, como
exageran allá en mi comarca.
Tenemos todas las posibilidades. El marco tributario
es muy bueno, porque el Congreso ha ratificado que nuestro incentivo
de exención a la reforestación se mantenga. Exención
de renta presuntiva durante el periodo improductivo. Y exención
a sus ingresos durante el periodo productivo. Y también
exención a la primera parte industrial, a la del aserrío.
Además se da una deducción tributaria
importante a aquellos contribuyentes, cuyo objeto principal no
es la madera, pero que inviertan en madera. Esto es bien importante.
Y además esta la ley que autoriza al
Gobierno a firmar pactos de estabilidad con inversionistas. Y
empiezan a llegar inversionistas. Un grupo chileno muy importante –es
que ese país recibe por exportaciones de madera y derivados
alrededor de 3 mil millones de dólares al año,
y tiene menores, infinitamente menores condiciones para producir
que nosotros y está lejos de todos los mercados-, grupos
de inversionistas chilenos han llegado a Colombia, hay uno que
ya compró en Antioquia 10 mil hectáreas para reforestar,
va a completar 40 mil. Nosotros en este viaje a Santiago, para
firmar el Acuerdo de Libre Comercio nos reunimos con ellos, hay
mucho interés.
El esfuerzo que ustedes están haciendo
con Alemania, yo sugeriría, si lo tienen a bien, que el
Gobierno Nacional les haga el puente para hacerlo con los chilenos,
para hacerlo con unos y con otros.
Allí tenemos una gran posibilidad, y
hay confianza en el país. Por eso es que la situación
política la tenemos que enfrentar para que no nos deteriore
esa confianza.
Mientras el Japón en el año 2003
recibió 6 mil millones de inversión extranjera
directa, es lo que nosotros recibimos este año. Y ahora
hablamos de otros de esos aspectos, porque en medio de dificultades
hay cosas muy buenas en la economía colombiana apuntando
al mejoramiento social de la Nación. Yo sugeriría
ese gran esfuerzo en materia de arborización.
¿Los chilenos por qué quieren
invertir en Colombia? Primero, porque les sobra mucha plata.
Ese país tiene 30 mil millones de dólares desocupados.
Es un país que tiene 16 millones de habitantes, pero le
vende a un conjunto de países que suman 3 mil 500 millones
de consumidores.
Por eso nosotros, en lugar de quedarnos en
la disputa ideológica, tenemos es que buscar aceleradamente
mercados. Cuando a nosotros se nos daña un mercado no
dormimos. A ellos se les daña un mercado y no los desvela.
Porque han abierto más de 50 mercados. Y todos les piden
madera.
Ahora se les ha afectado algo la madera y sus
derivados en el mercado de Estados Unidos porque se ha disminuido
la construcción, pero no dan abasto para enviarle a China.
¿Qué ven ellos? Ellos necesitan
madera en Colombia para abastecer muchos mercados que no están
alcanzando a abastecer. Ven que México, con un problema
de inmensos desiertos, necesita mucha madera, el Caribe, parte
de Estados Unidos. Avancemos hacia allá con ellos.
Además los recursos del CIF, que es
el certificado de incentivo forestal, continúan siendo
bajos, pero hemos pasado de 4 mil millones a 20 mil.
Y además hay la posibilidad de utilizar
o CIF o ICR. El ICR aprobado presupuestalmente para el año
entrante es de 60 mil millones.
Yo sugeriría que le hagamos todo el
esfuerzo a la madera. Yo dedico buena parte de la agenda en la
Casa de Nariño a recibir inversionistas internacionales.
Si hay alguna cosa que me deleite es convencerlos de que inviertan
en Colombia, y si hay alguna cosa grata, es cuando alguno de
ellos “pica” el anzuelo y dice: ‘vamos a invertir
en Colombia’, porque es lo que necesitamos. En lugar de
estar nosotros en debates ideológicos, asistiendo al empobrecimiento
del país, lo que hay es que conseguir que Colombia gane
confianza y que vengan más y más inversionistas
y nos ayuden a que esta Patria nuestra salga de la pobreza y
genere equidad.
El otro tema en el cual tenemos que trabajar
mucho en la zona cafetera se llama piscicultura. Yo hoy siento
más entusiasmados a los huilenses con la exportación
a Estados Unidos de filetes de tilapia, que con productos agropecuarios
diferentes al café, en materia de generación de
empleo.
Hagamos un gran esfuerzo, tenemos abiertos
los mercados. Entiendo que el Huila este año exporta unas
18 mil toneladas de filetes de tilapia al mercado de Estados
Unidos. Ahora, no podemos, los climas nuestros no nos permiten
unas grandes producciones de salmón, de merluza, como
lo está haciendo Chile. Pero aquí empiezan a aparecer
otras variedades muy promisorias como el tema de la tilapia.
Para la seguridad alimentaria en la zona cafetera
y en todo el país un estanquito al frente de la casa del
dueño del fundo cafetero con pescados, es de gran importancia.
Ojalá podamos ayudar a Arturo en el nuevo acuerdo con
la Federación, con la institucionalidad cafetera en el
tema piscícola.
Todo esto debe hacer parte de lo que la señora
Directora de Planeación ha articulado como el ‘Plan
de reducción de pobreza absoluta’.
Hace cuatro años el país tenía
la pobreza casi en el 60, el año pasado en el 51. Vamos
a ver qué nos da la nueva medición, que ojalá la
tengamos rápidamente. Y la meta es reducirla al 35 para
el año 2010, a fin de que los gobiernos que nos sucedan
puedan llevarla a no más del 15 para el año 2019,
donde tenemos las metas grandes del plan Colombia: Visión
Segundo Centenario.
Entonces hace cuatro años hicimos un
acuerdo donde nacieron las tiendas, renovación, etcétera.
Yo sugeriría que estos puntos y otros que tengan ustedes,
los articulemos en el nuevo acuerdo, que esté en armonía
con la estrategia de eliminación de pobreza.
El tema de la renovación cafetera. Pero
antes del tema de la renovación cafetera, en todo lo que
es las grandes metas en educación, salud, etcétera,
lo que podamos hacer con ustedes.
Tema de renovación cafetera. Yo comparto
plenamente lo que ha dicho el doctor Gabriel Silva. Propongámonos
la meta de una renovación de 60 mil hectáreas por
año para que en cinco años el país haya
renovado las 300 mil hectáreas que hoy están envejecidas.
El presidente Ospina Pérez animaba al
país a tener las bodegas de café derramando sobrantes,
en lugar de dejarse amilanar y vaciarlas. Yo soy de esa tesis.
Yo soy de esa tesis. Lo que hay que hacer es producir café,
y sin miedo, apreciados compatriotas.
Y la evolución del mercado mundial finalmente
ha dado la razón. Cuando estábamos en 80 millones,
ni un saco más, esto se estancó, la gente no va
a volver a tomar café. Y eso han inventado la Coca Cola,
la contra Coca Cola, todo, y la gente sigue consumiendo café.
Y hoy esta el mercado mundial en 125 millones de sacos. Y países
productores haciendo enormes esfuerzos para aumentar el consumo
interno, que todavía es muy bajo en Colombia.
Entonces hay que perderle el miedo a crecer.
No hay que crecer áreas. Renovemos. Yo vengo a decirles
a ustedes que el compromiso del Gobierno es acompañarlos
para que renovemos 300 mil hectáreas de café. Para
que pasemos de una producción de 11 – 12 millones
de sacos a una producción de 16 – 17 millones en
las mismas áreas.
Para que el país se prepare a fin de
tener una porción importante en ese crecimiento que se
espera del mercado mundial de café, que deberá pasar
de 120 – 125 millones de sacos de hoy en 10 años
a 150 millones de sacos. Eso hay que visionarlo ya.
No faltaba más que cuando empiezan a
crecer las tiendas Juan Valdez, cuando se ha desarrollado ese
mecanismo democrático tan importante de que los propios
cafeteros sean los socios más importantes de esa empresa,
cuando se ha concebido un mecanismo para hacerle publicidad al
café vendiéndolo, ahora nos vamos a morir de pánico
y no vamos a crecer la producción. Hay que crecerla.
Si algo hace presentable a la caficultura colombiana,
además de la calidad de nuestro café, es su estructura
democrática. La falta de las posibilidades de renovación,
saca de la producción al pequeño propietario.
El que no pueda renovar sus dos hectáreas,
las vende y las vende por 15 – 20 millones de pesos las
dos, vive un año en una ciudad y al segundo o tercer año
ya esta en un cinturón tugurial. Se queda el campo cafetero
sin familia cafetera, sin mano de obra cafetera y se crecen los
cinturones tuguriales de las grandes ciudades.
Un campesino cree que se salva vendiendo sus
dos hectáreas por 20 millones y una persona de la ciudad
saca muy fácil 20 millones para comprárselas. Ese
daño no podemos permitir que se dé.
Además cuando a uno le dicen: mire,
Colombia tiene que preservar el café recogido a mano,
porque es el de calidad. Si perdemos esa posibilidad, de pronto
el país en el futuro producirá café con
maquinaria en los llanos industriales, manera del cerrado brasilero,
pero no es de la misma calidad.
Si uno logra enraizar más, apegar más
al campesino cafetero a su tierra, ayudándole con el programa
de renovación, él va a permanecer allí.
Su permanencia garantiza, es esa misma familia dueña,
la mano de obra de su pequeño fundo. Y es esa familia
la que ayuda como trabajadora en las empresas medianas y grandes
de café.
La renovación es necesaria para preservar
la calidad, la estructura democrática y para garantizar
la mano de obra en el campo.
Le he pedido al Ministro de Agricultura, al
Ministro de Hacienda, Arturo, pongámonos en eso, lograr
un acuerdo con ustedes para ayudarles a financiar la renovación
de esas 300 mil hectáreas. Hagamos 60 mil por año.
Y mientras crecen y vuelven a producir, en
todas maíz con fríjol. Estábamos buscando
fuentes de financiamiento. Yo creo que se puede sacar algo del
ICR. De pronto crédito con una tasa de interés
a no más de la DTF, con algún subsidio a tasa de
interés.
Entre las cosas por las cuales hay que felicitar
a la Federación están dos, entre las muchas que
ha hecho: cómo ha doblado el patrimonio del Fondo del
Café y ha reducido el endeudamiento. Hoy ese patrimonio
está más fuerte, más sólido. Las
condiciones de financiación al país son buenas.
Por eso no podemos permitir que las dañen.
Y nosotros estamos dispuestos, si fuere necesario,
a ayudar con Planeación Nacional, el Ministerio de Hacienda,
a un crédito con los organismos multilaterales a 25 años
y una tasa de interés de no más del 5 ó 6
por ciento, si se requiriere aval de la Nación la Nación
lo daría, para dedicar esos recursos exclusivamente a
renovación cafetera, apoyando al campesino con la renovación
hasta una y media, dos hectáreas, para que esa sea una
renovación que en la parte subsidiada tenga un contenido,
una orientación social inobjetable.
Necesitamos crecer al 6 por ciento. Las metas
en el Plan de Desarrollo son menores. Pero nuestra meta política,
emocional, apreciados compatriotas cafeteros, es que esta economía
crezca al 6 por ciento, y es posible.
Para nosotros el crecimiento no es una meta
en sí. Es un camino para reducir pobreza, para construir
equidad.
Y veo cosas buenas en la economía colombiana.
Hemos pasado años cuando aquí no llegaba inversión
extranjera directa sino de 700 millones de dólares, o
llegaba más pero para solo sector.
El año pasado hubo una inversión
extranjera neta de 5.400 millones de dólares. Este año
de 6.000. Le pregunto al Ministro de Minas: ¿cuánto
en el sector de hidrocarburos? 1.800 – 2.000. Lo otro en
varios sectores de la economía, lo que es muy bueno, distribuida
en varios sectores.
Los chinos reciben este año 54 mil millones
de inversión extranjera directa, nosotros seis mil. Per
cápita es mayor aquí.
Me sorprendo cuando leo las cifras internacionales
y veo que el Japón recibió en el año 2003
seis mil millones, los mismos que nosotros recibimos este año.
En per cápita estamos recibiendo más que Brasil.
Hay bonanza y confianza en Colombia. La gente
le cree a Colombia. Este país vendía 60 – 70
mil vehículos. Este año vende 200 mil. Esta Patria
nuestra no hace mucho vendía 60 mil motos, este año
vende 400 mil motos.
Mis críticos decían en un largo
período de Gobierno: ‘sí, pero es que está creciendo
es el consumo suntuario, no hay consumo de alimentos’.
El consumo de alimentos está creciendo ahora el 7 por
ciento, es un indicador muy importante.
Y eso no se debe a que los riquitos coman más,
ellos viven a dieta. Ellos no le echan una yuca más al
sancocho, ni un pedazo de ñame más. Eso es aumento
de consumo de los sectores populares de la Nación.
Hay una serie de cosas buenas. Las metas son
muy exigentes, y vamos a trabajar para cumplirlas, con la ayuda
de ustedes.
Ustedes han sido gran socio de todos los gobiernos
de Colombia. Han ayudado muchísimo. Por eso yo aspiro
firmar estos nuevos convenios con ustedes, sobre todo estos puntos,
en los próximos días.
Y tenemos que repicar y andar en la procesión.
Hay que hacer todo esto, no dejar de trabajar un solo momento
en la agenda del país, sacar la agenda legislativa y enfrentar
este problema político.
Hay que estudiarle las causas a este problema
político. Hace cuatro años muchas regiones del
país tenían derrotado al Estado. Si no que me lo
diga usted, padre Víctor, por allá en algunas regiones
nuestras. O los amigos del Cesar. Por donde quiera que miremos
el país, o donde Floresmiro, allá en el Huila.
Eso lo que no estaba lleno de paramilitares, estaba lleno de
guerrillas. En el oriente, donde todavía no lo hemos acabado
de sacar, pero le acabamos de dar un golpe muy importante a lo
que quedaba de unos paramilitares allá en el norte de
Aguadas la semana pasada.
Yo fui a un Consejo Comunitario con el sector
agropecuario en Arjona (Bolívar). Se me arrimó un
hombre y me dijo: ‘cuidado, Presidente, que hay un grupito
de paramilitares que no se han desmovilizado en tal y tal parte’.
Me puse con toda febrilidad con la Fuerza Pública.
Antes de ayer me dieron la buena noticia que los capturaron a
todos, con el cabecilla.
Todas esas plagas hay que acabarlas. Y eso
tiene que tener toda la determinación, toda la voluntad.
Yo creo que hemos recuperado bastante institucionalidad en Colombia.
¿Por qué digo yo que el Estado
colombiano había desaparecido en esas zonas? Quedaba de
nombre.
Cuando los alemanes invadieron a Francia, se
le preguntaba a los profesores de derecho: el Estado francés
de ustedes está invadido por el Estado alemán. ¿Cuál
es el Estado que prevalece allí? Y algunos decían:
el francés. Alguien muy, muy agudo, dijo: no, señor.
El francés ya no es el que puede tomar decisiones allí,
ya no es el que puede que se cumpla con el potencial uso de la
fuerza. Es el Estado alemán el que está dominando
esos territorios. Así aparezcan históricamente,
nominalmente, como territorios del Estado francés.
Aquí nos estaba pasando algo semejante.
Mucho territorio de la Patria estaba dominando por estos bandidos.
Y todavía quedan algunos territorios donde nos causan
mucho problema. Y el Estado colombiano no tenía allí el
poder real. Lo habían usurpado y se lo habían tomado
estos grupos de terroristas.
Eso ha cambiado bastante, y para bien. Yo pienso
que todo lo que se está dando es el resultado de que hay
una justicia menos interferida. La gente le ha perdido el temor
a dar testimonio. Los periodistas del temor a la denuncia. En
Barrancabermeja el periodismo estuvo 25 años coaccionado
por el ELN y cinco años por los paramilitares. Hoy se
sienten libres.
Esta Seguridad Democrática ha sido más
importante por la conciencia que ha creado en los colombianos,
que por sus mismos resultados efectivos. La gente tiene hoy una
conciencia de decirles no a la guerrilla, no a los paramilitares,
no al narcotráfico. Una conciencia de denunciar. Los colombianos
les han perdido el miedo. Por eso en todas partes se denuncia.
Yo creo que eso es una gran ganancia, que podemos dejar echar
para atrás.
Nosotros hasta hace pocos días habíamos
dado de baja a 1.500 paramilitares. Antes se hablaba de ellos
por ahí en los cócteles. Pero los asimilaban a
las brujas, ¿porque de las brujas qué se dicen?
ellas existen pero no hay que creer en ellas. De los paramilitares
decían: existen, pero no hay que ir a perseguirlos.
Este Gobierno tomó la idea de perseguirlos.
Más de 1.500 dados de baja. Han sido aprehendidos físicamente,
por las Fuerzas Militares, 12 mil. Puestos a órdenes de
las Fiscalía y de los jueces. Y hoy hay 30 mil desmovilizados.
De esos 30 mil, hay 600 reincidentes. Es un porcentaje bajo,
pero número muy alto.
El problema de IRA en Inglaterra tuvo docenas
de guerrilleros. Nosotros encontramos aquí 60 mil terroristas
en armas hace cuatro años aproximadamente. ETA en España
tenía unas pocas docenas. Nosotros 60 mil. 600 reincidentes
es un número muy alto. Con guerrilla, narcotráfico,
han creado bandas emergentes. Que no quepa la menor duda, la
decisión del Gobierno es perseguirlos, con toda la determinación
militar.
De los 67 – 68 líderes reconocidos
del paramilitarismo, 65 están en La Ceja, en una instalación
que se ha venido habilitando como cárcel, abierta a todo
el mundo. La orden que yo he dado es: el que quiera ir a revisar
esa cárcel, que vaya.
Le he pedido al Comisionado que lleve la prensa
internacional y la nacional. Que no nos vayan a resultar allá con
sorpresitas como La Catedral. Aquí se eliminaron las Catedrales
y se eliminaron esos hoteles de lujo, en que tenían algunos
presos privilegiados hace cuatro años.
Ustedes ven qué paso a los 15 días
de haber empezado este Gobierno hace cuatro años. Todos
los que estaban en esos hoteles de lujo, a La Picota. Y los que
hay que llevar hoy a la cárcel, van a las cárceles
ordinarias.
Ese poder del paramilitarismo, ese poder militar,
está bastante desarticulado, gracias a la acción
de la Seguridad Democrática. Y yo creo que eso ha facilitado
todos estos procesos. El Gobierno cree que este es un proceso
conveniente de recuperación institucional.
Entonces ahora me pregunta mucha gente: ¿está el
país listo para afrontar la verdad? Hay que afrontarla.
Hemos vivido una crisis muy honda. Pero la verdad completa.
Quienes tuvieron amistades, reuniones con los
paramilitares, lo digan. Con todos los grupos delincuenciales,
con la guerrilla, todos los amigos del M-19, los amigos del ELN,
amigos de las Farc.
Y los jueces de la República, en su
sabiduría, sabrán distinguir quién fue allá por
temor o en una gestión humanitaria, y quién fue
con un propósito, con una premeditación delictiva,
a constituir un concierto para delinquir.
Dejemos que los jueces de la República
sean los que definan eso, en lugar de pensar en leyes de punto
final. Y no dejemos que nos afecten las instituciones.
Congresista que por orden de la Corte Suprema
de Justicia, tenga que ir a la cárcel, que vaya a la cárcel.
Y que llamen al Congreso al siguiente en la lista. Porque aquí lo
que no vamos a dejar es cerrar al Congreso, ni poner ahora al
país en la aventura de una revocatoria del Congreso. Ni
mucho menos. El rescate de la institucionalidad.
Este debate que se armó esta mañana
en el país, me da la oportunidad aquí, ante los
cafeteros, de reiterar que la decisión del Gobierno es:
apoyo a la justicia y rescate de la institucionalidad, repito.
Además hay muchas razones. Hay unas
razones que muestran que estos hechos, muchos, se dieron antes
de la iniciación de este Gobierno. Este Gobierno tiene
todos los elementos de sus acciones contra todos estos grupos
delincuenciales. El país lo ha vivido.
Y tercero: en estas elecciones que a mí me
tocó presidir, oiga presidente Betancourt, se lo digo
con el aprecio, la confianza y el consejo que muchas veces le
he pedido: queja que me llegó a mí, inmediatamente
la tramité pública y privadamente. Públicamente
ante la opinión pública, y privadamente ante la
Fiscalía.
Yo no me guardé las quejas para sacarlas
después de elecciones. Como no me las guardé, eso
da autoridad moral para decir: en lugar de pensar en revocar
el Congreso, hay que fortalecerlo. Congresista que se fue para
la cárcel, que el que siga en la lista venga al Congreso.
Este es un aspecto bien importante.
Yo recuerdo que cuando fueron Germán
Vargas Lleras y Juan Manuel Santos, por allá en enero,
a decirme: ‘Presidente, tenemos informe de que algunos
aspirantes al Congreso, que están en las listas de la
coalición de Gobierno, que lo van a acompañar a
usted en la reelección, participaron en una reunión
con paramilitares’.
Dije: ‘señores, ¿informes
serios?’. Y dijo: ‘sí’. Dije: ‘Yo
no les voy a discutir, sáquelos de las listas’.
Pero yo me puse a pensar, ni préstenme
un papelito que yo lo tramito después de elecciones. Nos
dimos el palo, y de inmediato. Y se sacaron de las listas, y
eso se le dijo al Fiscal. Yo no me puse con cálculos electorales.
Ocho días o diez días antes de
elecciones ocurrió la tragedia Jamundí. Dije: ‘uy,
por Dios, qué dificultad, esta tragedia de Jamundí,
a semana y media de elecciones’.
¿Que hicimos? Sin cálculo, inmediatamente
dijimos: no interviene la justicia penal militar, eso lo conocen
los jueces ordinarios, los fiscales de la jurisdicción
ordinaria.
Separamos la justicia penal militar. Allá hay
más de ocho en la cárcel por esa tragedia de Jamundí.
Yo he procurado una cosa, apreciados compatriotas
cafeteros: cuidar la aspiración de poder mirar a mis compatriotas
a los ojos cuando culmine la Presidencia de la República.
Y por eso me he propuesto enfrentar todas las expresiones del
crimen, que no me vaya a quedar a mí el arrepentimiento
de que me hablaron de unos criminales y que no emprendí la
tarea de enfrentarlos. Me he propuesto enfrentar todas las expresiones
del crimen, sin cálculo político. Eso sí,
lo que tenemos que hacer es salvar la agenda legislativa.
Esta mañana me decía un periodista: ‘y
es que sacaron a tal senador que aspiraba en las listas, pero él
después apoyo al Gobierno’. Le dije: ‘mire,
nosotros lo sacamos antes de elecciones, no hizo parte de la
coalición de Gobierno que acudió a las elecciones,
el pueblo lo eligió a pesar de que nosotros lo sacamos
de las listas, es congresista’.
Y mientras estén en el Congreso, abiertamente
les he pedido que nos voten la agenda legislativa. Yo no hago
acuerdos con auxilios parlamentarios, ni sobornándolos
con puestos. Me reúno 15 horas a la semana con ellos,
y he vinculado algunos de estos sectores que fueron elegidos
y que no apoyaban al Gobierno, ni el Gobierno los apoyo a ellos,
para que nos apoyen la agenda legislativa. Porque la trampita
que no voy a permitir es que so pretexto de problemas políticos,
no se apruebe la agenda legislativa. Es que la agenda legislativa
no es para mi conveniencia, sino para el país.
Todos esos incentivos que están incorporados
en la reforma tributaria, y me referí a alguno de ellos,
como los incentivos para la reforestación, no hemos mencionado
hoy los de cultivos de tardío rendimiento, los de hoteles,
etcétera, están en esa reforma. Porque eran transitorios,
y esa reforma la necesitamos aprobar ahora para que esos incentivos
se conviertan en incentivos permanentes.
Necesitamos aprobar las transferencias. Nosotros
estamos con una fórmula de transferencias que estimula
la descentralización, pero no arruina a la Nación.
La reforma del 91 es impracticable. Este país
llegó a una crisis financiera y fiscal, no de un momento
a otro. Eso se fue creando hasta que estalló. Y el exceso
de transferencias fue una de las causas. Yo no digo, como dicen
algunos de mis críticos, que el Gobierno le asigna la
fuente de todos los males a las transferencias, ni mucho menos,
y la fuente de todos los bienes a reformar eso, ni mucho menos.
Pero sí hay que entender que el país se comprometió con
unas transferencias que eran impagables.
Para qué me comprometo yo a ustedes
a pagarles 10, si a la hora de la verdad no puedo pagarles sino
5.
Yo prefiero dar esta lucha ahora que ganarme
un aplauso populista, que contribuir a quebrar a la Nación
por una decisión desequilibrada en materia de transferencias.
Si nos equivocamos en transferencias, al otro
día nos suben 10 puntos la tasa de interés, y eso
afecta a los cafeteros y a todo el sector privado, a la Nación.
Afecta a los municipios y a los departamentos. La fórmula
que estamos aprobando es generosa. Ayúdenme a defenderla
en las regiones. Es generosa, es equilibrada.
Mire lo descentralizado de este país:
esta es la cuenta que no se ha hecho. Y le voy a pedir al doctor
Juan Camilo Restrepo, que es muy asiduo analista de las finanzas
públicas, que la mire. Miremos el Estado colombiano en
su conjunto.
¿Cuánto recauda el Estado colombiano
y cómo se distribuye el recaudo, la apropiación
y la administración de esos recursos?
Todo lo que recauda el Estado colombiano, entre
departamentos y municipios recaudan el 19 por ciento. Están
recibiendo a título de transferencias de la Nación
33,8 de los ingresos corrientes de la Nación. Ahí va
un 52 – 53 por ciento. A eso hay que sumarle otras transferencias
permanentes, como la de esta empresa de juegos que se llama Etesa,
cuyos ingresos van todos a las regiones. Y a eso hay que sumarle
lo que la Nación colombiana, año tras año,
les trasfiere a las universidades.
La señora Directorade Planeación
y el Ministro de Hacienda me han dicho que de todo lo que recauda
el Estado, más o menos el 54 – 56 por ciento finalmente
lo administran las regiones.
Ese grado de descentralización no hay
en América Latina. Esa es la cuenta que no se ha hecho.
Por eso nosotros necesitamos ahora que el Congreso apruebe transferencias.
No podemos dejar que la crisis política sea un pretexto
para los que quieren sabotear la agenda legislativa.
Les voy a pedir a todos los congresistas que
nos han apoyado que mientras no estén en la cárcel,
a votar las transferencias, a votar la capitalización
de Ecopetrol, a votar la reforma tributaria.
Esa trampita de que yo no les puedo pedir el
voto porque es inmoral, pero eso sí que la oposición
nos deje sin aprobar esta agenda legislativa, de ninguna manera,
de combate somos, apreciados cafeteros. Eso de las transferencias
sí que es delicado, y la reforma tributaria y la capitalización
de Ecopetrol.
Ecopetrol hace cuatro años invertía
500 millones de dólares, este año invierte 1.400,
ahí hay 900 millones de dólares de más.
Pero la producción es declinante. Ha mejorado el precio
y nos ha ayudado mucho, pero la producción es declinante.
Un Gobierno irresponsable no habría
aumentado esa inversión, se lleva la plata en gasto público.
A pesar de que la hemos aumentado, no es suficiente. Y hemos
pasado de explorar 10 pozos de petróleo por año
a explorar este año 47 – 50 pozos, de hacer sísmica
en 1.200 – 1.600 kilómetros. Este año puede
hacerse sísmica en 20 mil, 22 mil kilómetros. Estamos
buscando petróleo y gas intensamente, pero la empresa
tiene que fortalecerse para atender todas esas exigencias.
¿Nosotros qué proponemos? La
empresa esta aquí Crezcámosla en un 20 por ciento.
No es vender un 20 por ciento de lo que hay hoy, sino crecerla
en un 20 por ciento, y que la capitalicen terceros.
Me dicen a mí los críticos: hagan
eso con las reservas del Banco de la República, hagan
eso con el Faep, que es el fondo de reservas petroleras. No podemos
ni con lo uno, ni con lo otro.
Las reservas del Banco de la República,
a pesar de que están grandecitas, sólo alcanzarían
para siete u ocho meses de importaciones del país. Están
en su punto para darle una garantía de, diría yo
en términos simulados o analógicos, una garantía
a todos los acreedores del país. Y el 70 por ciento de
nuestros acreedores son los colombianos. La deuda pública
colombiana hoy no está con Nueva York sino en un 30 por
ciento y con el extranjero, el 70 por ciento está con
el país.
Nosotros no nos podemos gastar las reservas.
Además las maneja el Banco de la República, por
orden de la Constitución y es autónomo.
Los recursos de las reservas petroleras tienen
que estar allí, para atender momentos de dificultades.
Ahora, en eso debería pensar un país
que no tuviera otras alternativas, pero nosotros tenemos alternativas
y buenos ejemplos. El buen ejemplo de Telecom, el buen ejemplo
de ISA.
Y alternativas: deberíamos estar tristes
si la gente no tuviera confianza para invertir en Colombia y
en Ecopetrol. Lo grave es nosotros teniendo la confianza, renunciar
a eso.
Y yo creo que va a valer más una Ecopetrol
fuerte, explorando, produciendo, que una Ecopetrol que se le
sequen las reservas. Que para el Estado colombiano va a ser mejor
en el largo plazo ser dueño de una Ecopetrol fuerte en
un 80 por ciento, que de una Ecopetrol escasa de reservas, declinante
en un ciento por ciento.
Entonces vamos a enfrentar esta dificultad
política con toda la decisión, pero el Gobierno
no se puede llenar de nervios por las dificultades y abandonar
la tarea. No. Aquí, entonces, si para seguir trabajando
al mismo ritmo y mejor y atender la crisis política ya
no hay que trabajar 16 horas sino 22, eso nos tocará hacer.
Espero que cumplamos esas metas. Una entre
todas: cuenten con nuestra devoción para acompañar
a los cafeteros de la Patria en el propósito de renovar
300 mil hectáreas en cuatro años de este Gobierno
y otro del Gobierno de quien me suceda en la Presidencia.
Y ojalá nos toque, doctor Gabriel, rápidamente,
ver llegar la producción cafetera de Colombia a 16 – 17
millones de sacos, con un gran crecimiento del café orgánico,
que es lo que de manera preferencial quieren buscar las nuevas
generaciones de consumidores. Muchas gracias y muchos éxitos”.
|