PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN CUMBRE “COLOMBIA DESAFÍA LA
POBREZA”
Bogotá, 3 oct (SNE). Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, al intervenir en
la cumbre de emprendedores y microfinanciación “Colombia
desafía la pobreza”.
“Profesor (Muhammad) Yunus (presidente
fundador de Graneen Bank y líder mundial de la lucha contra la pobreza): muchas
gracias por su interés en Colombia, por su generosidad.
Muchas gracias a las fundaciones que han hecho posible nuevamente
su presencia en el país. Sus visitas, sus textos, sus
consejos han sido muy útiles.
En esta conversación muy edificante que acabó de
tener con el Profesor Yunus, han surgido algunos temas que complementan
nuestra conversación de hace casi tres años, en
Comfama Medellín, y los esfuerzos que hemos venido haciendo
en el microcrédito en Colombia.
Yo les voy a decir qué le contaba y qué me dijo,
cosas que él ve buenas y también con preocupación
de nuestro proyecto. Yo le contaba, por ejemplo, el experimento
que hicimos, siendo yo Gobernador de Antioquia, para promover
unas pequeñas cooperativas de ahorro y crédito,
a fin de que se localizaran en los municipios, llenarán
allí vacíos de ausencia del sistema bancario, tuvieran
unas sedes físicas acordes con los bancos, y fastuosamente
las denominamos ‘bancos cooperativos’, sin que fueran
bancos, pero les prestaron un gran servicio a comunidades rurales.
Después sobrevino la crisis de cooperativismo, y donde
menos duro golpeó fue allá. Entre los años
95, 96 y 97, el departamento de Antioquia subsidiaba el funcionamiento
de una cooperativa de esas, al inicio solamente, con muy poca
plata, con 500 mil pesos. Conseguíamos que el Concejo
municipal la eximiera de impuestos, que la Alcaldía le
aportará el local, etcétera, todo el mundo ayudaba.
En el cuatrienio que terminó el 7 de agosto, logramos
avanzar mucho en microcrédito en Colombia. Consolidadas
las cifras –y aquí están quienes me han acompañado
en el Gobierno y las conocen mejor que yo–, creo que hemos
pasado de 736 mil, 750 mil millones, que era la cartera total
de microcrédito en Colombia en julio de 2002, a una cartera
que en julio de este año ya era superior a los tres billones,
tres billones y medio. Yo le decía al Profesor Yunus que
lo habíamos multiplicado por cuatro.
Y le decía que hemos entregado en ese período un
millón 800 mil microcréditos. No estamos seguros
cuántos fueron repetidos, porque pudo ser que una persona
pagó y le prestaron de nuevo. O sea que al depurar cifras,
ahora lo que vamos a tener que mirar es que vamos a tener que
contabilizar créditos y beneficiarios, porque una persona
puede ser beneficiaria de muchos créditos. Yo creo que
nos ha faltado eso en nuestra contabilidad.
Hemos tenido éxitos y dificultades. Por ejemplo, uno de
los problemas que yo veo en Colombia, Profesor y distinguidos
compatriotas, es que tenemos ya unas regiones muy avanzadas en
microcrédito y otras muy atrasadas. Yo creo que uno de
los objetivos es poder homogenizar la prestación del servicio
en el país.
Yo le estuve describiendo lo que queremos hacer en este segundo
Gobierno con el Banco de Oportunidades. Él me dijo que
temía que no funcionara la parte de los bancos comerciales,
porque no hablan ese lenguaje, no tienen la experiencia para
manejar el microcrédito.
Me explicó la experiencia del Brasil, y me dice que en
el Brasil ha habido un fracaso reciente, porque lo confiaron
todo en los bancos comerciales y eso no ha avanzado suficientemente.
Y cuando se ha logrado que, por un gesto de desprendimiento,
de generosidad, sugerido por el Presidente Lula, alguien intervenga
y haga microcrédito, pues la gente toma eso como un regalo
y las tasas de siniestro de esos microcréditos son muy
altas.
Yo le decía que Colombia tiene una institucionalidad muy
buena. Una institucionalidad de Ong’s en microcrédito,
que es respetable, lo que falta es que hagan presencia en una
gran cantidad de sitios del país donde no están,
y el Fondo Nacional de Garantías, que, por lo que él
me decía, en el Brasil no ha operado. Yo creo que es un
instrumento muy importante para nosotros.
Cuando él me dice: ‘cree un banco nuevo’,
yo le digo: ‘lo que pasa es que aquí, por ejemplo,
si sumáramos Banco Agrario y Banco Cafetero juntos, entre
los dos tendrían mil o 1.200 oficinas, y eso es muy poco
para las necesidades del país.
Yo le contaba que lo que queremos es no crear un banco nuevo,
sino comprometer todos los actores del sistema financiero en
el concepto Banca de Oportunidades. Que estén allí todos
los bancos privados, todos los bancos públicos. Que
estén allí todas las cooperativas, que estén
allí las Ong’s, todo el mundo, y que en lugar
de que sea un banco nuevo, sea una red de crédito para
los sectores más pobres.
Le explicaba que esa red tiene que tener varios aportes estatales.
Un aporte estatal del Fondo Nacional de Garantías. Otro
aporte estatal, lo que hoy se hace a través de Bancoldex,
que es un banco de segundo piso, que le redescuenta créditos
a muchas de las instituciones que están en primer piso.
Por ejemplo, aquí veo a algunas de nuestras presidentes
del Banco Mundial de la Mujer, etcétera, todas estas
instituciones de primer piso, casi todas han tenido acceso
a los recursos de redescuento Bancoldex, y eso va relativamente
bien.
Yo no veo el problema hoy en Colombia por falta de recursos.
El problema yo lo veo es por otras carencias que tenemos que
suplir. Entonces ahí hay una duda de él, muy
importante que nosotros, mis compañeros de Gobierno
y yo, César, Gustavo, el Viceministro, lo tengamos muy
presente. Él duda de la participación de la banca
comercial en esto. Sin embargo, yo tengo que abonar que la
banca comercial ha venido cumpliéndonos los compromisos
hechos con el Gobierno para avanzar en microcrédito.
Y estuvimos hablando el tema de tasas de interés. Yo le
conté que la tasa de interés de microcrédito
en Colombia tiene que cubrir unos costos de administración
más elevados, y va a tener que cubrir también el
pago a un nuevo actor, que es el acompañante.
Yo le decía que en los primeros microcréditos del
nuevo esquema, que aspiramos entregar a principios de noviembre
en Bogotá a Familias en Acción, debe haber una
compañía por parte del Sena, que es el Servicio
Nacional de Aprendizaje, pero que no va a ser solamente el Sena,
tantas entidades como puedan realizar tareas de acompañamiento,
de capacitación de los empresarios, pero seguramente hay
que pagarles.
Entonces, por ejemplo, ¿qué esquema tenemos nosotros
para empezar en Bogotá? Mil Familias en Acción,
que son familias que vienen recibiendo un subsidio para pagar
la educación de sus hijos, que ya conocemos, que están
en un programa social del Estado. Esas familias deben recibir
una capacitación del Sena. En adelante puede haber tantas
entidades capacitadoras como quieran prestar ese servicio, y
las Ong’s ahí tienen mucho que aportar. Pero a esa
entidad hay que pagarle. Y esa entidad va a ser capacitador y
acompañante. Va a capacitar a la persona y la va acompañar
mientras la persona deba.
Por supuesto, al acompañarla mientras la persona deba,
eso le debe abrir las puertas del sistema financiero. Porque
si yo llego como microempresario sólo a una Ong o a un
banco, de pronto no me dan tanta confianza que la que me pueden
dar cuando yo llegue acompañado del Sena, o de Actuar,
o del Minuto de Dios, o de alguna Ong que trabaje en capacitación
de microempresarios.
Entonces así el acompañamiento no tenga que firmar
una garantía financiera, la sola circunstancia de comprometerse
en la capacitación y en el acompañamiento al microempresario,
no se constituye en garantía financiera pero sí en
garantía operativa, en una especie de factor de construcción
de confianza.
Sumando el aporte del Fondo Nacional de Garantías –garantías
entre el 50 y el 80–, el acompañante, que es garantía
operativa, nosotros creemos que podemos empezar a entregarles
créditos a las madres cabezas de familia, al programa
Familias en Acción, sin fiador adicional, como lo propuso
el ex senador Carlos Moreno de Caro, que aquí nos acompaña.
Pero tenemos que hacer otra cosa adicional, que uno la ve muy
claramente en el libro de Parlad, y el Profesor Yunus la repite
y la repite: esos grupos tienen que organizarse. Nosotros no
podemos mirar al microempresario simplemente como un individuo
aislado, sino como un integrante de un grupo.
Si yo soy integrante de un grupo de microempresarios que estamos
organizados, así no estemos organizados en nuestro negocio
sino en nuestras relaciones ciudadanas, estemos trabajando
por los derechos humanos, estemos trabajando por evitar el
embarazo de adolescentes, estemos trabajando por la paz en
nuestra comunidad, eso ayuda muchísimo a que, al estar
organizados, ganemos más confianza en quienes habrán
de ser nuestros prestamistas.
Y además ayuda mucho. ¿Por qué? Porque si
yo acudo solo, no hago parte de un grupo organizado, la institución
que me va a prestar no me tiene tanta confianza como si sabe
que yo hago parte de un grupo organizado. Y al estar en el grupo
organizado, hay otra garantía operativa: cada uno de los
compañeros de ese grupo me va a exigir a mí, me
va a supervisar a mí, me va a puyar a mí para que
pague a tiempo, y yo voy a hacer lo propio con cada uno de mis
compañeros de ese grupo.
O sea que éstas, en líneas generales, son algunas
de las ideas. Yo creo, Gustavo, que vamos a tener que pedirle
al sector financiero que todos firmen un compromisito con nosotros
de participar en esto. Un compromisito de media página,
para que no se nos queden atrás, como teme el Profesor
Yunus.
Y él me preguntaba por las localidades rurales, las áreas
remotas. Yo le decía que ya el decreto autoriza los corresponsales
no financieros, que son una especie de minioficinas del sector
financiero, con un mínimo soporte tecnológico para
atender a las personas que están en esas localidades.
E problema es a qué velocidad se van a abrir, si el Estado
no las abre. Esa es la preocupación. Entonces cuando yo
lo oigo a él, me parece que lo puedo interpretar de esta
manera: de pronto en nuestro esquema la preocupación es,
y es válida: ¿si se irán a abrir todas las
sucursales no financieras que necesitamos? En cambio si el Estado
con sus propios recursos se pusiera en eso, así fuera
para concesionarias, se garantizaría su apertura.
Le dije del tema del costo financiero, y a él lo preocupa.
Entonces yo por eso creo que en cuanto a las medidas que tiene
que tomar la Superintendencia, tienen que ser acompañadas
de inmediato por los primeros créditos del Banco Agrario,
que demuestren que no van a estar en el tope de esas medidas
sino muy por debajo. Para que no se vaya a convertir eso en un
tema de discusión política: miren, lo que le están
cobrando a los microempresarios. Porque tiene que tener la tasa
de interés, el costo de administración y el costo
del acompañamiento. No es fácil.
Olvidé mencionarle otro tema a él: uno de los primeros
objetivos de nuestro esquema es que los ciudadanos colombianos
más pobres puedan ir sustituyendo el crédito que
toman de los sectores usureros, por el crédito que empiecen
a tomar de este nuevo esquema. Liberar a los colombianos de un
factor de perturbación social, que ha golpeado mucho a
nuestro país, que es el crédito extra-bancario
en el mercado negro de la usura, del cual dependen mayoritariamente
los sectores pobres de Colombia.
Este último punto no lo traté con el profesor Yunus,
los otros puntos los pude tratar con el profesor Yunus, en ese
muy generoso espacio que el nos abrió.
Le gusta muchísimo el esquema que tiene la oficina de
la Primera Dama, de Lina, primera gestora, gestora social, como
ella se llama, por que allí tienen unos pequeños
experimentos muy, muy importantes, donde les entregan un dinero
a un grupo de mujeres, en confianza, totalmente, como dice el
profesor Yunus: 20 millones.
Y esas mujeres se lo distribuyen entre ellas y lo pagan cumplidamente,
y tienen todo un trabajo de grupo que permite el progreso individual
y el progreso de la comunidad, y no están solamente
resolviendo el problema de la falta de crédito, garantizando
su ingreso futuro, sino que están resolviendo problemas
de la comunidad de diverso orden.
Yo creo que eso, ese esquema que tienen allí, en esa Consejería
de la Presidencia de la Primera Dama, es pequeño pero
muy interesante. Y tiene todo el aval del profesor Yunus. Yo
por eso creo, Cesar y Gustavo, que ese esquema lo tenemos que
llevar nosotros a todo este diseño de Banca de Oportunidades.
Ese es como el resumen y el agregado, y les agradezco a ustedes
muchísimo por haberme permitido robar un tiempo precioso
conversando antes de esta reunión con el profesor Yunus”.