Pereira, 04 oct. (SNE).- El siguiente es el discurso pronunciado
por el presidente de la República, Álvaro Uribe
Vélez, durante la clausura del III Consejo de Ministros
con las Cámaras de Comercio del país, organizado
por Confecámaras:
“Un saludo a todos. Mis felicitaciones a la Cámara
de Comercio de Pereira, anfitriona de este gran evento y felicitaciones
por todo lo que ha hecho a favor de la vida de Pereira y de Risaralda.
Mi gratitud a Confecámaras y a cada una de las cámaras
de comercio de Colombia, por lo que hacen ustedes para construir
capital social en este país. Por las ayudas que nos han
prestado en temas como los consejos empresariales, en temas como
las ruedas de crédito.
Y mi pedido, para que de manera más expedita, en el cuatrienio
que se empezó el 7 de agosto, consistentemente mantengamos
ese trabajo. Porque en la vida pública, en la vida de
los pueblos, no se producen milagros, solamente se producen pequeños
resultados a partir de grandes dosis de constancia.
¿Para qué es la competitividad? Finalmente, la
competitividad es para superar la pobreza y para mejorar la equidad.
Hace cuatro años, Colombia tenía la pobreza casi
en el 60 por ciento. En septiembre del año pasado estuvo
entre el 49 y el 51 (por ciento). En marzo de este año
en el 47 (por ciento). Estamos esperando una nueva medición
y nuestra meta es que, en julio de 2010, próximo a terminarse
este Gobierno, este en el 35 (por ciento).
Planeación Nacional dice que no nos podemos comprometer
a reducirla por debajo del 39 (por ciento). Hagamos el esfuerzo
para llevarla a 35 (por ciento), a fin de que los gobiernos que
nos sucedan, puedan cumplirle al país la meta de que en
el 2019 –año para el cual tenemos construida la
Visión Segundo Centenario, misión que nos jalona
con la esperanza de que para ese segundo centenario de la Batalla
de Boyacá el país este mejor-, que para ese momento,
podamos tener la pobreza en no más del 15 por ciento.
Me da pena, pero no voy a poder atender preguntas por orden
de Eugenio (Marulanda, presidente de Confecámaras), porque
además me han pedido lo siguiente: que abrevie porque
ustedes tienen un evento social y los van a transportar en el
nuevo sistema del Megabus de Pereira –y ahora les hago
un comentario sobre él-.
Esa es la meta de pobreza, esa es la razón de ser de
la competitividad.
Para ello tenemos que apurar el crecimiento de la economía.
El país, que en los 20 años anteriores a la crisis
del 99 creció al 2, 2.5 (por ciento). En los últimos
años creció al 1.9 (por ciento), fue aumentando
paulatinamente, ojalá este fuera el segundo año
de un crecimiento no inferior al 5 por ciento y ojalá podamos
llegar a un crecimiento sostenido del 6 por ciento.
Voy hacer una numeración de temas que deben confluir
a la competitividad. Hablemos de capital social, de capital físico,
de comercio, del tema macroeconómico.
CAPITAL SOCIAL
No hablemos hoy más de educación. Con el viceministro,
Javier Botero, pudimos examinar varios de los puntos y de las
metas de capital social en educación para el nuevo cuatrienio.
En salud no tuvimos posibilidad de hacer comentarios distintos
hoy, a la noticia sobre el proceso de recuperación del
Hospital Materno Infantil de Bogotá.
Meta en este Gobierno: lograr plena cobertura en régimen
subsidiado, erradicar vestigios que queden de corrupción
en salud, hacer un gran mejoramiento de calidad.
Tema que nos queda por fuera: una vez se logre la plena cobertura,
al final de este Gobierno, quedan las bases para que en los gobiernos
del futuro, lo que es el Plan Obligatorio de Régimen Subsidiado,
que es más bajo que el Plan Obligatorio de Régimen
Contributivo, se empiece a nivelar. (Más adelante me referiré al
tema de reestructuración de la administración pública
que es fundamental en la competitividad).
Capital social: educación. Capital social: salud. Capital
social: vivienda y saneamiento básico.
En el anterior Gobierno nos aproximamos a 370 mil soluciones
de vivienda social. En el nuevo, la meta la hemos exigido muchísimo.
Hemos propuesto 800 mil, que sean el resultado de: subsidios,
banco de materiales para mejoramiento y legalización de
títulos de propiedad. Sumados los tres factores, debemos
llegar a 800 mil.
Tengo mucha esperanza en el tema de bancos de materiales por
los ejemplos recientes, para recuperar Providencia, el más
reciente para recuperar el área afectada de Barranquilla
y ahora empieza uno nuevo para recuperar el área afectada
de Magangue.
En el tema de saneamiento básico. El Gobierno Nacional
ha propuesto al Congreso que el billón de pesos de audiencias
públicas –que es una partida del Plan Cuatrienal
de Desarrollo, que es adicional a los presupuestos anuales, que
sustituyó los auxilios parlamentarios-, que esa partida
se lleve en su totalidad a saneamiento básico. Creemos
que daríamos un gran avance en acueductos, en alcantarillado,
en disposición final de basuras y en saneamiento de aguas
residuales.
Necesita es una gran vigilancia de ustedes, para que los proyectos
tengan cumplida ejecución. Ejecución transparente,
buenos operadores.
Una de las demoras para iniciar proyectos nuevos de saneamiento
básico en el anterior Gobierno, fue que no habría
proyectos sino ideas. Les ruego a las cámaras de comercio
mirar con alcaldes y gobernadores que lo que nos presenten al
Gobierno Nacional, este confeccionado como proyecto, porque sino
se pierde mucho tiempo. Llega un papel con una idea y el Gobierno
la tiene que devolver y se demora mucho tiempo para convertirla
en proyecto, a fin de presentarla nuevamente y que el Gobierno
le pueda dar la viabilidad.
Capital Social: acceso al crédito popular. En el anterior
Gobierno se otorgaron un millón 800 mil microcréditos.
En el actual Gobierno aspiramos a una cifra muy alta. Le he propuesto
a todo el sistema financiero colombiano cinco millones de microcréditos,
no me han aceptado esa meta, estamos en el pulso.
En el anterior Gobierno pasamos de una cartera para microcrédito
de 736 mil millones (de pesos), a una cartera de más de
3 billones (de pesos). Confiamos que rápidamente empiece
la nueva fase del microcrédito, que integra todo el sector
financiero colombiano: al Fondo de Garantías, al SENA,
a las Ong’s, que lo hemos denominado Banca de Oportunidades.
Permítanme hacer esta referencia al capital social: omitimos
hoy en el tema de educación un aspecto fundamental que
es el de Familias en Acción.
Hace cuatro años había 250 mil familias pobres
que recibían un subsidio para garantizar el acceso escolar
de sus hijos, ahora son 600 mil. Aspiramos que al final del nuevo
Gobierno sean millón y medio y que eso nos ayude a cumplir
las metas de la revolución educativa.
En aras de la brevedad, voy a pasar por encima de otras metas
del SENA y metas muy exigentes en Bienestar Familiar.
CAPITAL FÍSICO PARA LA COMPETITIVIDAD
El reciente reporte del Banco Mundial dice que Colombia va bien
en lo que es la infraestructura de servicios públicos
y esta atrasada en lo que es la infraestructura de vías
de competitividad, pero ya les dije cómo vamos a llevar
para acelerar el mejoramiento en servicios públicos, el
billón de pesos de audiencias.
En vías de competitividad, donde tenemos un atraso, han
escuchado ampliamente al Ministro (de Transporte, Andrés
Uriel Gallego). Agregaría lo siguiente: ustedes saben
que estamos pavimentando en el país 3.200 kilómetros
de carretera, es lo que se llama Plan 2.500. Y mire lo que pasa
en el país. En un gremio nos dicen: ‘no inviertan
más en esas carreteras, hagan las vías del comercio
exterior’. Al otro día llego a Barichara (Santander)
y me dicen los alcaldes: ‘bien Presidente por los kilómetros
que está pavimentando, pero son muy pocos en cantidad
al compararlos con los que requerimos’.
Como los recursos son escasos, tenemos que dedicar los recursos
en esta etapa, a terminar ese Plan 2.500 y a las vías
de competitividad relacionadas con el comercio exterior, a las
cuales se refirió el Ministro.
¿Qué vamos a hacer para las vías departamentales
que quedan sin pavimentar? Planeación Nacional está gestionando
un crédito de mil millones de dólares para cederlo
a los departamentos, a fin de que los departamentos puedan avanzar
en esas vías departamentales.
¿Qué vamos a hacer? El Ministro Mejía (Luis
Ernesto, de Minas y Energía), antecesor del Ministro Martínez
(Hernán), cuando iba bien adelantado el proceso de reestructuración
de electrificadoras me dijo: ‘Presidente, vendámosla,
no se las llevan, el mercado está regulado, hay una Superintendencia,
una Comisión de Regulación, los usuarios hoy lo
que necesitan es buena regulación, buena supervisión
y buena operación, para poder tener tarifas razonables
y servicios de buena calidad’. Esa proposición del
Ministro chocó con la reacción política
en muchas regiones.
¿Qué alternativa hemos propuesto? Que nos permitan
venderlas para apoyar vías de competitividad.
A los santanderes, para esa vía de Cúcuta – El
Escorial. Corelca, para algunas de las vías de competitividad
de interés nacional ubicadas en la Costa Caribe, a las
cuales se refirió el Ministro. La CHEQ para avanzar en
pavimentos de vías de Caldas.
La electrificadora del Quindío, para un aspecto muy importante:
esta región se erige hoy en la segunda región receptora
de turismo en el país y de pronto de la de más
acelerado crecimiento. El Quindío pionero en este turismo
verde, tiene una limitante: la escasez de agua. Por eso es fundamental
para la competitividad del turismo, resolver el problema del
acueducto regional, turístico del Quindío y la
cuota inicial sería proveniente de la venta de electrificadora
del Quindío, que la hemos recuperado bastante.
En vías municipales, los recursos que aporta el Gobierno
Nacional todavía no son suficientes, para que rindan más –dentro
de la política de cero tolerancia a la corrupción-
se ha tomado la decisión de hacer contratos grupales con
municipios, hemos hecho un contrato muy importante con la Federación
Nacional de Cafeteros y lo repetiremos en cada uno de los años
de este Gobierno, con cargo a las partidas del mismo rubro presupuestal.
Las vías de competitividad, aquellas sobre las cuales
dice el Banco Mundial, Colombia tiene atrasos, pudiéramos
para efectos de este foro dividirlos en dos capítulos:
las del comercio exterior y las de calidad de vida urbana.
En calidad de vida urbana, el gran esfuerzo del Gobierno Nacional
ha sido el sistema de transporte masivo.
En Bogotá hace cuatro años había 32 kilómetros,
hoy más de 80. En todos estos sistemas, el Gobierno Nacional
aporta el 70 por ciento. En Cali, en plena construcción;
en Pereira, espero que ustedes lo estrenen esta noche, ha avanzado
mucho, ya está prestando el servicio en un tramo.
Me decían el Alcalde encargado (Germán Darío
Saldarriaga) y el Gobernador (Carlos Alberto Botero), que entre
50 y 60 mil pereiranos al día, se están beneficiando
del sistema, con un gran mejoramiento de calidad de vida, en
reducción de tiempos de transporte y que la infraestructura
de espacio público de la ciudad, se ve crecientemente
mejorada gracias a ello.
Estamos trabajando en el área metropolitana de Medellín
para complementar el Metro, estamos trabajando en Barraquilla,
estamos trabajando en Cartagena, en Bucaramanga y el área
metropolitana. Creo que allí hay un gran avance en lo
que se llama infraestructura urbana para calidad de vida.
Tenemos ahí dos problemas: no los hemos terminado y ya
las ciudades nos reclaman cuantiosísimos recursos adicionales
para extenderlos más. Y un segundo problema: las ciudades
que no lo tienen, ya todas piden, por intermedio de sus autoridades,
cita en mi oficina para decirme: ‘Presidente y el mío
y el mío’. Entonces allá va el alcalde Cúcuta
y el alcalde de Armenia y el alcalde de Ibagué y el alcalde
de Pasto y tienen toda la razón.
Yo hoy no puedo comprometerme con esos recursos, pero una proyección
de largo plazo del Gobierno Nacional, en el Plan de Desarrollo,
va a tener que tomar unas decisiones para responderle a las diferentes
ciudades colombianas.
El tema de comercio exterior, lo ha explicado suficientemente
el Ministro Botero (Jorge Humberto). Yo simplemente quisiera
agregarle una meta: hace cuatro años el comercio exterior
de Colombia, exportaciones más importaciones sumaba algo
por encima de 20 mil millones de dólares, este año
debe sumar algo parecido a 44, 50 mil millones de dólares.
La meta que me ha dado Proexport, esto para el año 2010,
es que el Comercio exterior de Colombia sume cerca de 80 mil
millones de dólares.
Ustedes saben cuánto hemos recuperado el turismo y cuántos
esfuerzos hacemos y queremos seguir haciendo por el turismo.
Hace cuatro años el país recibía 530 mil
turistas internacionales, el año pasado recibió 934
mil. La meta en el cuatrienio es llegar a 2 millones de turistas
por año.
Los animo a que estimulemos, todos, el turismo, el ecoturismo.
Yo veo muy promisorio en esta región de la Patria ese
turismo verde, de clima primaveral todo el año. Por eso,
además de estar cofinanciado las obras del aeropuerto
de Palestina, en Manizales, ya estamos empezando compra de terrenos
y tenemos apropiados los dineros para extender el aeropuerto
de Armenia.
Y a eso hay que sumarle que ya llevamos excavados los primeros
3.800 metros del túnel de La Línea. Les propongo
que lo llamemos túnel del Segundo Centenario, para que
cuando los colombianos entren a ese túnel, mientras lo
crucen, piensen en la historia de la Patria y apenas vean la
luz de la salida, se comprometan con el futuro de la Patria.
El segundo centenario hay que hacerlo sentir profundamente en
el alma de los colombianos, para que sea un combustible que aliente
la llama del patriotismo, que es lo único con lo que sacamos
esta Nación adelante.
REFORMAS EN EL CONGRESO
El tema de las reformas. Es urgente la tributaria, urgente la
de transferencias. Ayúdenme, hablen con los congresistas.
Hoy, por ejemplo, estamos por el teléfono –Alicia
Arango (Secretaria Privada), Carolina Rentaría (directora
de Planeación Nacional) y mi persona- llamando a los congresistas
para que no se nos vayan a ir este fin de semana sin dejar firmada
la ponencia para primer debate del proyecto de transferencias.
Es fundamental para la Patria.
Ustedes saben que uno de los motivos que hizo que Colombia perdiera
el grado de inversión, fue justamente el problema de transferencias
y las fórmulas que estamos mirando con el Congreso son
equitativas, lo suficiente para avanzar en la descentralización
y cumplir las metas sociales, pero con el buen cuidado de no
excedernos, a fin de no quebrar la Nación.
¿Qué le pasaría a esta Nación si
llegare a no encontrar petróleo?, ¿si perdiera
no solamente la capacidad de exportar, sino adicionalmente la
autosuficiencia?, ¿si hubiese tomado una decisión
demagógica con las regiones? Se quiebra la Nación.
Y los municipios y los departamentos tienen futuro si la Nación
va bien. Si la Nación no tiene confianza, por ejemplo
en créditos, los plazos cortos y las altas tasas de interés,
también quiebran a los departamentos y a los municipios.
Por eso, desde Confecámaras hago un llamado al Congreso,
para que nos ayude con toda la celeridad y el patriotismo a evacuar
el proyecto de acto legislativo de transferencias.
La reforma tributaria busca cinco objetivos: primero, ayudar
a que la economía crezca. Nosotros no le podemos dar el
mismo tratamiento al que crece que al que no crece. No vale la
pena rebajarle la tarifa a todo el mundo, si la gente no se compromete
a crecer.
Por eso no produjeron plenos resultados las reformas tributarias
de los años 80’s ni la de Colombia del 86 ni la
de Reagan en los Estados Unidos ni la de la Margaret Tacher en
Inglaterra, porque le rebajaron la tarifa a todo el mundo y eso
trajo mejores recaudos en los años siguientes, pero no
garantizo nuevas inversiones. La idea nuestra es: déle
más incentivos al que invierta.
Por eso en los últimos tres años hemos tenido
la deducción del 30 por ciento en las nuevas inversiones.
Miren que ha pasado: este año la inversión privada
de Colombia esta creciendo al 32 por ciento, quise cerciorarme
de ese número antes de venir a esta reunión de
Confecámaras.
Por eso piensen en el tema muy importante de la reforma tributaria,
como la posibilidad de depreciar el ciento por ciento de la inversión
el primer año. Y la empresa que no alcance a hacerlo,
que estando o no depreciados, se le convierte en un crédito
fiscal actualizable y que lo pueda utilizar en los años
subsiguientes sin límite de tiempo. Se que ahí ha
habido una discusión nacional y es bueno que se haya dado.
Ustedes todavía tienen preocupación sobre la zona
franca, yo se que ustedes, el Ministro (de Comercio), el Congreso,
logran un acuerdo sobre eso, pero celebro la discusión
publica.
A mi me mandan regaños: que cómo esta Uribe discutiendo
con los gremios la reforma tributaria. ¡Claro, es que los
problemas del país son muy graves! Aquí no se las
saben todas los periódicos ni se las saben todas los políticos
ni se las sabe todas el Presidente de la Republica ni se las
saben todas los gremios. Aquí todos sabemos un poquito
e ignoramos mucho, entonces todos tenemos que buscar en la deliberación
constructiva, llegar al llanito de los acuerdos y de las mejores
opciones.
Ayúdenme a cimentar esto, se los digo con infinito afecto
por Colombia en la conciencia de los colombianos.
¡Es mejor un Gobierno discutiendo todos los días
por el país, que un Gobierno lleno de formalidades, con
apariencia de monarquía, simplemente manejando el lobby
clandestino!
¡Es mejor discutir a plena luz del día, así se
incomoden los sabios, que permitir que por los canales de la
corrupción –que están blanqueados con apariencias
de formalismo-, se siga haciendo el lobby clandestino de los
intereses perversos que tanto daño le han hecho a la historia
de Colombia! ¡Vamos a continuar en esta discusión
constructivamente!
“GOBIERNO DA PARTICIPACIÓN PERO NO PERMITE
CLIENTELISMO”
Déjenme hablar del tema de la política. Ustedes
han visto esta tarde pasar por aquí a un grupo de ministros
y a la directora de Planeación. El Gobierno da participación
pero no permite clientelismo. ¡Que no se vaya a crear ahora,
la desorientación al país de que hay clientelismo!
¡Este Gobierno eliminó los auxilios parlamentarios,
eso no lo hace un Gobierno clientelista!
¡Este Gobierno introdujo la meritocracia, eso no lo hace
un Gobierno clientelista!
¡Este Gobierno tomo la decisión de que 120 mil
empleos adicionales del Estado vayan a la carrera administrativa,
eso no lo hace un Gobierno clientelista!
¡Este Gobierno tomo la determinación de que los
maestros no se nombren por recomendación política
sino por concurso, eso no lo hace un Gobierno clientelista!
Lo que pasa es que a las gentes que están trabajando
del lado del Gobierno también hay que darles participación.
Yo no puedo decir, entonces, que Carlos Holguín no sea
Ministro del Interior porque el es jefe del Partido Conservador –que
tanto nos ha ayudado en esta batalla-. Yo no puedo negar los
méritos de Juan Manuel Santos para que sea ministro de
la Defensa, porque estuvo trabajando como líder del partido
de La U. Juan Lozano lleva conmigo dos años, el país
lo conoce por su integridad, por su transparencia, yo no puedo
negar que sea ministro de la Vivienda porque ha trabajado con
Cambio Radical, un largo trayecto de su carrera política.
Pero, así como hay algunos que se caracterizan por su
carrera política, hay otros que ni siquiera se qué filiación
tienen y no se han escogido por nada distinto a sus meritos.
El Gobierno comete errores pero mantiene toda la voluntad de
corregirlos. El error que no comete el Gobierno y que no cometerá,
será el de permitir que vuelva el clientelismo o el de
permitir que la corrupción pase impune.
Hemos tenido hechos de corrupción, pero el mismo Gobierno
los ha denunciado y ha tomado las medidas. Ustedes han visto
como se han adjudicado los contratos en este Gobierno. Sin aspavientos
se ha pedido la renuncia de las personas contra quienes hay fundados
sus vicios, por lo menos razones, para un ultimo convencimiento.
Y en eso de derrotar la corrupción y la politiquería,
nosotros no tenemos vacilaciones. Que no se hagan ilusiones nuestros
críticos, porque jamás seremos blandos en esa materia,
otra cosa es que no hagamos aspaviento todos los días.
A los gobiernos hay que conocerlos por los resultados y las
decisiones no por la gritería.
SEGURIDAD Y PAZ
Es fundamental la política de Seguridad Democrática.
Algunos han tratado de confundir al país: ‘que Uribe
abandono la bandera de la Seguridad Democrática’.
Cuando en alguna oportunidad me han escuchado pronunciar un discurso
vehemente, sincero, duro, contra intromisiones indebidas de algunas
Ong´s que han distorsionado el resultado de nuestras políticas
de Seguridad Democrática, han llegado las criticas.
Y ahora, que nos hemos propuesto un discurso moderado, el que
me propuse en materia de Seguridad Democrática desde el
28 de mayo, día de la reelección, para contribuir
con ese lenguaje moderado de seguridad, a crear un clima de acuerdos
de paz, entonces ya los mismos que criticaban el tono vehemente,
ahora se aprovechan del lenguaje sereno para decir que abandonamos
la política de Seguridad.
¡Ese es un desafío a nuestro honor y a nuestro
compromiso con Colombia: la política de Seguridad la mantendremos
con toda firmeza, compatriotas, hasta el último segundo
de nuestra administración presidencial!
Lo que ha ocurrido –y como lo dije en la campaña-,
para nosotros la Seguridad Democrática no es un fin en
sí mismo, es un camino hacia la reconciliación.
Como lo dije en la campaña, nosotros tenemos tanta determinación
para la Seguridad Democrática como apertura para la negociación.
Compatriotas: si no tuviéramos claridad sobre la paz,
no habría 40 mil desmovilizados. De esos desmovilizados,
más de 7 mil son de la guerrilla. ¿Cuándo
se habían desmovilizado en Colombia 7 mil guerrilleros?
El M – 19 desmovilizó 900 personas, 280 con armas.
El EPL 2 mil. Unos pocos del Quintín Lame, unos pocos
de la corriente Renovación Socialista, sumemos, no llegan
a 4 mil. Solamente en este Gobierno se han desmovilizado más
de 7 mil guerrilleros y más de 30 mil paramilitares.
Ese es el proceso de paz más importante de la historia
de Colombia, en nombre de una política de Seguridad, que
fue tildada por muchos de los críticos, como una política
guerrerista y esta es la demostración plena que a través
de la seguridad hemos buscado la paz.
Doctor Eugenio, yo escuché todo su discurso con mucha
atención y me concentré mucho en ese pasaje de
su discurso: el Gobierno tiene toda la voluntad para el acuerdo
humanitario, toda la voluntad para la paz.
Así como hemos avanzado en ese proceso con los paramilitares
y el país hoy, está bastante más livianito
de la carga paramilitar de lo que se encontraba hace cuatro años,
así como hemos creado todas las condiciones para un proceso
de paz con el ELN, queremos aportar para un acuerdo humanitario
y para un proceso de paz con las Farc.
Pero, el Gobierno, por ningún motivo debilitará la
política de Seguridad Democrática. La búsqueda
de un proceso de acuerdo humanitario, de un proceso de paz, no
podrá ser al costo de debilitar la política de
Seguridad Democrática. Y creo que este es el foro más
indicado para pedir a ustedes que lleven ese mensaje a los compatriotas
de todas las regiones.
No quiero entrar en detalle, esperemos que avancen los temas.
El Gobierno ha consignado una intención en los dos comunicados
recientes. En el comunicado leído ante la Asamblea de
FENALCO, la semana anterior en Cartagena y en el comunicado de
hace dos días.
Permítanme simplemente repetir que: tenemos toda la voluntad
de paz y que tenemos toda la convicción de que la Seguridad
Democrática, por su connotación democrática,
es un gran camino hacia la paz.
Es tan importante la Seguridad Democrática para la paz,
que uno de los temores de la guerrilla a hacer procesos de paz
en Colombia, es el temor a que se repita la experiencia del pasado,
que muchos se desmovilizaron y después los mataron.
Una política de Seguridad Democrática, con transparencia
y con eficacia, es la que garantizará la protección
efectiva de la vida y de derechos de los ciudadanos que se desmovilicen
y que entren en procesos de paz.
Para una Colombia posguerrillera, para una Colombia posparamilitar,
la política de Seguridad Democrática es una garantía
muy importante para que guerrilleros y paramilitares desmovilizados,
puedan recibir del Estado la protección efectiva de su
vida y de todos sus derechos.
Nosotros no nos oponemos a la Asamblea Constituyente. Hoy me
decían algunos compañeros: ‘Presidente, hay
mucha crítica, dicen que por qué hablar de eso,
que eso sería lo último’. Yo les decía:
tranquilos, los gobiernos tienen el deber de anticiparse, los
gobiernos tienen el deber de trazar visiones de largo plazo,
así muchas veces se equivoquen –como ojalá se
equivocaran los científicos en la predicción del
Niño-.
Entonces, a mí se me decía: ‘Presidente
es que usted no tiene una estrategia de paz’. La hemos
mostrado más en los resultados que en el discurso.
Ahora que ha habido necesidad de hacer unas puntualizaciones
sobre una eventual estrategia para un proceso de paz con la guerrilla,
entonces los mismos que decían críticamente que
no había estrategia, ahora dicen que la estrategia está equivocada
porque está hablando de una Asamblea Constitucional que
es muy remota.
La estrategia necesita definir los objetivos y las acciones
de corto, mediano y largo plazo, para llegar a esos objetivos.
• Ley de justicia y paz
Y hay que decir lo siguiente: esa ley de Justicia y Paz –que
hemos reglamentado después de hacerle una larga consulta
al país, donde el Gobierno no solo demostró que
oye sino que escucha, como quedó palpable en los textos
finales del decreto reglamentario-, que los críticos han
dicho que es muy benigna con los paramilitares, es una ley que
no aceptan el ELN ni las Farc.
Esa ley, por ejemplo no permite que haya amnistía o que
haya indulto para delitos atroces y el ELN dice: amnistía
e indulto para todos los delitos.
Las Farc dicen que a ellos no los pueden, en un proceso de paz,
considerar delincuentes, a la luz del ordenamiento jurídico
del Estado colombiano, porque ellos no reconocen al Estado colombiano.
A partir de ahí, en un proceso de paz de buena fe, va
a haber que llegar en materia de facilidades legales y constitucionales,
mucho más lejos del punto al cual ha llegado la ley de
Justicia y Paz.
La ley de Justicia y Paz no puede remover la norma constitucional
que prohíbe la elección al Congreso de la República
de personas condenadas por delitos distintos al homicidio culposo
o al delito político.
Usted decía, doctor Eugenio, que hay que darle la oportunidad
de llegar al Congreso, pues habría que remover ese obstáculo.
Y eso necesita o unas previas decisiones constitucionales del
Congreso o una Asamblea Constituyente.
Y también hay que hacer una puntualización: todo
lo que llegare a concederse en favor de la guerrilla, yendo más
allá de la ley de Justicia y Paz, habrá que extenderlo
por principio de favorabilidad a los paramilitares. Entonces,
el país debe visualizar eso.
Y eso tiene concordancia con otro punto, la Corte Constitucional
declaró inexequible el artículo de la ley de Justicia
y Paz que asimilaba el delito paramilitar a la sedición
guerrillera, por razones de forma no de fondo. El Gobierno cree
y lo he dicho desde que era gobernador de Antioquia y aspirante
al primer periodo presidencial, que no puede haber diferencias
entre el delito guerrillero y el delito paramilitar. Por eso
se han aprobado ya algunos casos de sedición de paramilitares,
a la luz de otra ley, de la ley de instrumentos de Paz, que ahora
se está prorrogando en el Congreso. Pero eso que ha sido
por interpretación de los jueces, habrá que plasmarlo
en algún momento expresamente en el ordenamiento jurídico.
No decir estas cosas, que son las que se piensan por el bien
público, sería hablarle hipócritamente al
país. El gobernante tiene que pensar en el bien público,
no en la reacción de los titulares.
Y ahí viene otro tema. Me dicen: ‘Presidente, ¿por
qué vincula el acuerdo humanitario con el proceso de paz?’
Doctor Eugenio, piense en esto: usted me pedía ahora
unos esfuerzos muy grandes por el acuerdo humanitario, ¿usted
cree que tamaños esfuerzos como los que usted pide, se
pueden hacer sin tener la perspectiva de un proceso de paz? Si
le pregunto a mis compatriotas, ¿a alguien se le ocurre
que el acuerdo humanitario no sea un avance hacia el proceso
de paz? Creo que a nadie, todos anticipamos un eventual acuerdo
humanitario como un avance hacia el proceso de paz. Por eso el
Gobierno hará el esfuerzo para tratarlos integradamente.
Ahora, ¿por qué mi insistencia en que cuidemos
la Seguridad Democrática?, claro que hemos mejorado, pero
falta mucho. Yo veo todos los días qué pasa en
homicidios, en secuestros. Un país que llegó a
tener 3 mil secuestros, lleva este año 169 secuestros
extorsivos, deberíamos tener cero. Falta mucho pero hemos
mejorado.
¿Ustedes saben cuál es el gran avance?, un avance
que se traduce en dos puntos: en la motivación de la Fuerza
Pública y en la convicción de los colombianos sobre
la Seguridad Democrática.
Colombia no ha tenido ejércitos golpistas, pero sí ha
tenido periodos de ejército desmotivado. Y ahora hemos
ganado muchísimo, el Ejército y la Policía
se encuentran en un nivel de motivación sin antecedentes.
Un mal manejo del Gobierno para el acuerdo humanitario, para
el proceso de paz, podría desmotivar a la Fuerza Pública
y sacrificarle al país ese gran activo que se ha ganado
para la Seguridad Democrática.
Y el otro gran activo es la adhesión de los colombianos
a la Seguridad Democrática. Todos los días hay
más personas de los críticos del Gobierno que dicen: ‘estoy
en desacuerdo con Uribe pero estoy de acuerdo con la Seguridad
Democrática’.
Y no podía ser de manera diferente, acabamos de tener
unas elecciones que pudieron ser las más sangrientas de
la historia y fueron las más pacíficas de las últimas
décadas. ¡Quién de la oposición puede
decir que no visitó un pueblo, un área remota,
fueron a todas partes protegidos por la Seguridad Democrática!
Eso la legitima para cuidarla.
Por eso les pido a ustedes tres cosas: primero, háganle
seguimiento a estas metas de Gobierno, que con la ayuda de Dios
nos encontremos dentro de un año –pero nos vamos
a encontrar muchas veces en los consultorios empresariales, en
las ruedas de crédito, en esas actividades en las que
sin el apoyo de las cámaras de comercio el Gobierno no
podría avanzar- en una nueva reunión de esta naturaleza,
toda intervención tenga que empezar mostrando cuáles
han sido los avances en relación con lo que hoy se ha
dicho.
En segundo lugar, mi segundo pedido: ayúdenme a explicares
a los colombianos que el discurso moderado en materia de seguridad,
que el Presidente de la República viene aplicando desde
el 28 de mayo, día de reelección, es para utilizar
un lenguaje que contribuya a la reconciliación.
Y en tercer lugar, explíquenles a los colombianos que
ese gran activo que viene ganando el país, que es la Seguridad
Democrática, no podemos ponerlo a riesgo.
A todos ustedes muchas gracias y disfruten esta bella ciudad
de Pereira”.