PALABRAS DEL PRESIDENTE EN LOS
50 AÑOS DEL HOSPITAL DEL VALLE
Cali, 12 oct. (SNE).- Las siguientes son
las palabras del presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, durante
la conmemoración de los 50 años del Hospital Universitario
del Valle:
“Que bella historia la del Hospital Universitario de Santiago
de Cali. Qué bueno que en medio de la crisis de los hospitales
públicos que ha vivido Colombia, tengamos hospitales como
este, que ha sido capaz de sortear cualquier clase de dificultades,
muestran vigor, están acreditados por los pacientes, tienen
una familia de trabajadores, funcionarios en armonía y
son motivo de tranquilidad para el Valle del Cauca y para el
país.
Los felicito a todos. Felicito a quienes lo concibieron, lo
han dirigido. Lo felicito muy especialmente a usted, Jorge Iván
(Ospina), por su entusiasmo, esa gana de hacerlo bien, de servir
bien. Las cosas difíciles no se hacen sino con amor y
usted le pone amor a esta gran tarea de conducir el hospital
y por eso le ha producido buenos resultados. Muchas felicitaciones
por esa gran tarea, que lo va perfilando a usted para asumir
posiciones de mayor responsabilidad en la vida democrática
de la Nación.
Quiero felicitar al Gobernador (del Valle del Cauca, Angelino
Garzón) por su preocupación para que tenga éxito
la red hospitalaria del Valle del Cauca, por su celo para dotarla
de recursos, para que funcione bien.
Quiero saludar a Apolinar Salcedo, el alcalde de la ciudad,
le han tocado unos años tan difíciles y tengo fe
que como se van haciendo las cosas, va a llegar con muy buenos
resultados cuando esté dando el inventario final de su
labor el año entrante.
Y quiero destacar ante ustedes compatriotas vallecaucanos, la
labor de la presidente del Congreso de la República (Dilian
Francisca Toro). Era Gobernador de Antioquia y la conocí cuando
ella se desempeñaba como Secretaria de Salud del Valle
del Cauca, con su devoción por el tema de la salud. Imponderable
la tarea que ha cumplido en el Congreso.
Ustedes saben que el Gobierno que presido eliminó los
auxilios parlamentarios, eso se acabó es cosa del pasado.
Hay un esquema transparente que es el de las audiencias públicas.
La Presidente del Congreso, presupuesto tras presupuesto, ha
combatido con celo, con garra, con pundonor, para que el Presupuesto
Nacional aporte recursos para que le ayuden a la salud del Valle
del Cauca y le ayuden al presupuesto de este hospital. Y quiero
comprometerla porque tiene la mayor responsabilidad, no solo
por su dignidad sino por sus conocimientos y por la devoción
por el tema, para que al país le salga bien la ley de
salud que está siendo tramitada en el honorable Congreso
de la República.
A propósito de esa ley, tiene una serie de objetivos
de gran importancia: primero, se va a aumentar el porcentaje
de contratación con los hospitales públicos. Va
a haber dos causas para un gran efecto, ¿cuáles
son las dos causas y cuál es el gran efecto?, las dos
causas son: mayor cobertura y mayor nivel de contratación. ¿Cuál
efecto?: mejor situación de los hospitales públicos
de Colombia.
Segundo, para dirimir el pleito entre los que quieren el extremo
de que no haya nada de integración vertical y los que
quieren el extremo de que se permita un ciento por ciento de
integración vertical, esa ley está definiendo un
tope máximo, razonable, de integración vertical
que se autorice y de ahí en adelante, que se niegue, que
se rechace esa integración vertical.
Esa ley, en concordancia con la reforma tributaria debe definir
las fuentes de financiamiento para alcanzar la meta de tener
en este cuatrienio plena cobertura en el régimen subsidiado
de salud.
Y esa ley está buscando recursos, de diferentes cuentas
de la Nación, para pagar la cartera vencida de las entidades
territoriales de antaño, con los hospitales públicos
de Colombia.
Lo único que le voy a pedir a los parlamentarios es que
de todas maneras se creen unas normas muy rigurosas, para que
los alcaldes no se vuelvan a confiar. Porque no le pagan a los
hospitales, no le pagan a las ARS, después le pasan la
factura a la Nación, primero quiebran los hospitales y
finalmente tiene que ser la Nación la que haga grandes
esfuerzos. Si ese salvamento se va a hacer, que sea por una vez,
pero que no queden mal acostumbrados a que no cumplen las obligaciones
de la salud y después tiene que salir la Nación
al rescate.
VISIÓN 2019
Permítanme expresarles, apreciados compatriotas vallecaucanos,
que queremos hacer un gran esfuerzo para que la competitividad
colombiana, la visión de largo plazo de nuestra Patria,
nos permita avanzar en superación de pobreza y en construcción
de equidad.
Hace cuatro años la Patria tenía una pobreza casi
del 60 por ciento, en septiembre del año pasado del 51
(por ciento), en marzo de este año del 47 (por ciento),
todavía no tenemos la nueva medición, aspiramos
que en el 2010 –cuando esté próximo a terminarse
este Gobierno-, Planeación Nacional dice que habremos
bajado la pobreza a 39 (por ciento), vamos a hacer todos los
esfuerzos para bajarla al 35 (por ciento) a fin de que el país
pueda llegar el 7 de agosto de 2019, cuando cumpliremos los dos
siglos de la Batalla de Boyacá, a un nivel de pobreza
que no exceda el 15 por ciento.
Queremos construir una sociedad sin odio de clases y sin exclusiones.
En permanente debate democrático pero en debate fraterno,
en debate sin antagonismos insuperables, con la capacidad de
entender.
Para ello, queremos trabajar el Capital Social y el Capital
Físico.
En el Capital Social, hay un programa muy exigente con metas
cuantificadas en educación, en salud, crédito popular,
en vivienda.
En el Capital Físico, en vías de competitividad,
todo el compromiso de la doble calzada de Buenaventura, la única
que menciono porque quiero concentrarme en la salud, en los servicios
públicos.
CAPITAL SOCIAL
• Salud
Permítanme concentrarme en ese capítulo del Capital
Social que es la salud.
Hablemos de cobertura y de calidad: aspiramos, en este Gobierno,
llegar al ciento por ciento de cobertura en régimen subsidiado.
Segundo, si lo logramos, las próximas administraciones
presidenciales podrán avanzar para que la brecha que existe
entre el plan obligatorio del régimen subsidiado y el
plan obligatorio de régimen contributivo se cierre. Si
nosotros logramos la meta de la plena cobertura en régimen
subsidiado, le facilitaremos a los siguientes gobiernos, garantizarle
a los colombianos del régimen subsidiado, el mismo plan
obligatorio del régimen contributivo.
Fuente de financiación, las que se están buscando
con concordancia entre el proyecto de ley de seguridad social
en salud –liderado por la Presidente del Congreso- y el
proyecto de ley de reforma tributaria.
Ahí vienen unos elementos muy importantes: transparencia.
Nosotros necesitamos –y voy a hacer unas referencias al
país entero- en todo el país, erradicar vestigios
de corrupción que sean en el manejo local de los recursos
de prevención. Nosotros necesitamos absoluta transparencia
y eficiencia en esos recursos de prevención. Esos recursos
los manejan los municipios, en muchas partes están bien
manejados, en otras partes esos recursos se están despilfarrando
por los caminos tortuosos de la corrupción.
En el tema de hospitales, permítanme hacer referencia
a los procesos de salvamento de hospitales y al futuro laboral
de los hospitales.
El tema parecería extraño en un hospital que es
solución, en un hospital que va bien, pero ningún
escenario mejor que este para hacer unos comentarios relacionados
con el tema, dirigidos al país en su conjunto.
Nosotros hemos ayudado a reestructurar 128 hospitales. Llevábamos
127, el número 128 es el Materno Infantil de Bogotá,
esta semana la Nación le aportó 60 mil millones
(de pesos) para ayudarlo a reestructurar. Hemos invertido 800
mil millones (de pesos), ustedes desde aquí no ven todo
el problema, porque aquí hay una red hospitalaria que
va bien. Pero ustedes no saben la situación del Hospital
Universitario de Barranquilla, la red hospitalaria del Atlántico,
el Hospital Universitario de Santa Marta, el de Cartagena, la
red hospitalaria de Boyacá, la red hospitalaria del Huila,
etcétera.
El Gobierno Nacional se ha dado la tarea de ayudar a que salga
adelante esa red hospitalaria. Pues bien, encontré dos
extremos ideológicos, sumamente apasionados, sumamente
adheridos a sus tesis convertidas en dogmas. Uno, que se expresaba
más y otro menos.
Un extremo que se opone a cualquier reforma en los hospitales
y que por negarse a reformarlos, finalmente los condena a que
se cierren. El otro extremo, que juega a que los hospitales (…inaudible…)
el Gobierno que dijo: ni lo uno ni lo otro. Vamos a reestructurarlos,
a reducir los costos, a garantizarles equilibrio fiscal para
que puedan subsistir y llegar nuevamente a ser prósperos.
Les cito dos o tres ejemplos. Hace cuatro años el hospital
González Valencia de Bucaramanga era un desastre y era
presa de ese antagonismo: los unos, aquí no se admiten
reformas y los otros, déjelo morir. Y para la Nación
era insostenible. La Nación, que mantiene bastante escasez
crítica de recursos, enviaba un dinero –y eso sucedía
en muchos hospitales-, aliviaba la crisis unos meses y a los
meses recaían en la enfermedad. No eran sostenibles, hoy
es un gran modelo. Lo mismo el Universitario de Barranquilla.
Ahí nos empezamos a encontrar con una visión de
Estado: ni la tesis latinoamérica de algunas décadas,
que en nombre de la socialdemocracia llegó al exceso de
impedir la reforma del Estado y arruinó muchas empresas
estatales por no dejar reformarlas ni la tesis neoliberal de
los años 90’s de desmantelar el Estado.
Para nosotros lo fundamental es el Estado al servicio de la
comunidad, con entidades eficientes, transparentes, con entidades
sostenibles.
Vamos a seguir en esa tarea. Faltan muchos hospitales públicos
para reestructurar y queremos seguir en esa tarea. Reestructurarlos
trae desgaste político para el Gobierno, inmensas dificultades,
pero es mejor reestructurarlos que dejar que se mueran.
Se que aquí, a pesar de la generosidad del presupuesto
departamental, de los recursos que pela la Presidenta de Congreso
en el Presupuesto Nacional, van a necesitar unos nuevos desafíos.
Jorge Iván, usted está muy joven, yo puedo ser
su papá, déjeme darle un consejo: no le tenga miedo
al endeudamiento prudente. Nosotros tenemos una gran línea
de crédito en FINDETER, a 15 años de plazo, con
la DTF. Eso es prácticamente un regalo. Lo que necesite
para dotación técnica en el hospital, para dotación
científica, allá se lo podemos prestar. Yo no vengo
a regalarle nada, pero sí a ofrecerle ese caminito.
La línea está abierta para los diferentes hospitales.
Plazo 15 años, tasa de interés DTF. Me dirán
ustedes: ‘van a quebrar a FINDETER así’. No.
El Presupuesto Nacional subsidia esa tasa de interés y
creo que hemos encontrado allí un gran camino.
Esto es: toda línea de FINDETER necesita un banco de
primer piso para colocarlo.
Déjenme referir al Seguro Social. Tema bien difícil,
les voy a hablar a ustedes con toda la franqueza.
A este Gobierno le pasó en pensiones algo muy grave:
se acabaron las reservas. ¿Ustedes saben cuánto
le tenemos que trasladar del Presupuesto Nacional al Seguro Social
este año, para que cumpla con los pensionados?: 4.5 billones
de pesos. ¿Con eso cuántas veces haríamos
la doble calzada Buga –Buenaventura?, pero le hemos cumplido.
No hemos dejado que se atrasen los pensionados y no vamos a dejar
que se atrasen.
Hicimos la primera parte de la reforma del Segur, fue desprender
las clínicas de la parte central del Seguro. Esa, apenas,
es la primera parte de la reforma pero ya hay un ahorro. Si nosotros
no hubiéramos esa reforma, este año, el subsidio
a las clínicas del Seguro valdría un billón
(de pesos), todavía las tenemos que subsidiar con 500
mil millones (de pesos).
¿Cuál es la nueva parte de la reforma?: por un
lado las clínicas y por el otro lado la parte central
del Seguro.
Sobre las Clínicas, vamos ha avanzar en procesos de reestructuración
no uniformes, de una manera en unas regiones, de otras manera
en otras regiones.
Sobre la parte central del Seguro: ya por ejemplo hemos avanzado,
antes de entrar en la parte central del Seguro, con procesos
en el hospital de Riohacha, en la clínica de Santa Marta
y en la clínica de Cartagena y esos procesos, que llevan
cuatro semanas, empiezan a encontrar ya, un gran alivio, en los
pacientes.
¡Increíble!, en cuatro semanas de haber empezado
a transformar esas clínicas, hoy hay un gran alivio en
los pacientes, lástima que no esté el Ministro
de Salud (Diego Palacio) aquí, gran amigo de este hospital.
El Ministro tiene muchas virtudes, una que quiero resaltar es
la devoción por ejercer con febril actividad las funciones
de su cargo y me ha dado el reporte de cómo vienen evolucionando
bien esas clínicas.
Aspiro que al final de este Gobierno podamos mostrar una transformación
para los pacientes de las Clínicas del Seguro Social.
La parte central. Se que hay discusión. Si abriera un
debate con mi buen amigo, el senador Alexander López,
aquí amaneceríamos debatiendo sobre el futuro del
Seguro. Pero la seguridad que quiero darles a ustedes es: primero,
los pensionados pueden tener la certeza de que lo que vamos a
hacer es para bien y que así como les hemos quedado bien,
no obstante que se agotaron las reservas, no les vamos a quedar
mal un minuto.
Segundo, se puede tener la certeza de que algo que va bien,
que es riesgos profesionales, irá mejor.
Y tercero, la EPS, donde tenemos muchas dificultades, el país
se va a sorprender gratamente con una solución social,
que le va a ayudar mucho a los usuarios, a los pacientes colombianos.
Me comprometo ante ustedes con eso.
Mire, hay que hacer reformas en las entidades del Estado. ¿Ustedes
se imaginan que le hubiera pasado a Telecom si no lo reformamos?,
se hubiera muerto. A mi me decían hace cuatro años: ‘Presidente
no se preocupe por eso, que lo sustituyen los privados, déjelo
morir’. Siempre es bueno, esa reforma que hicimos. Hoy
vale plata y es muy promisoria empresa y están a salvo
trabajadores, están a salvo pensionados, está a
salvo el patrimonio colombiano.
Tengo fe que la solución que esta concibiendo el Ministro
para la EPS en el Seguro Social va a ser muy buena para Colombia.
Tema laboral. Creo que en los hospitales –y le estoy hablando
al país, porque aquí estamos en un hospital sano,
sin problemas-, lo que hemos encontrado en el país, en
muchos hospitales públicos, en clínicas del Seguro
Social, etcétera, me llevan a la siguiente conclusión.
Causas del daño: politiquería, que es infla costos
de ineficiencia, burocráticos. En unas partes, también
excesos sindicales. No se puede desconocer.
Y empiezo a ver con preocupación un remedio, que son
los abusos de las cooperativas. El cooperativismo es una solución
cristiana a las relaciones entre el capital y el trabajo, no
se puede utilizar, para deprimir salarios, no se puede utilizar
para evadir prestaciones, no se puede utilizar para que a la
gente no se le vincule a la seguridad social.
El Gobierno que presido dictó un decreto, hace dos años –por
fortuna no lo ha tumbado el Consejo de Estado- que obliga a las
cooperativas de trabajo asociado a afiliar a los trabajadores
a la seguridad social, a pagar las cotizaciones a las diferentes
entidades y estoy preparando un nuevo decreto para que las cooperativas
de trabajo asociado sean de verdad de trabajo asociado y no simples
intermediarias laborales.
Quiero proponerles una reflexión: ni excesos sindicales
ni deformación del cooperativismo. No podemos tener hospitales
quebrados por excesos sindicales ni trabajadores arruinados por
abusos del cooperativismo. Es la reflexión que les quiero
proponer.
Vamos a trabajar con otro mecanismo para financiar mejor la
salud. Hoy hay mucha evasión en los pagos a la salud porque
un empleador hace varios pagos, en el tema de seguridad social
y parafiscal. Un pago en pensiones, que puede ser muchos pagos,
dependiendo de que la nómina de trabajadores se divida
entre el Seguro Social, los fondos y entre muchos fondos. Un
pago de salud que pueden ser muchos, dependiendo de que la nómina
de trabajadores se divida entre una o varias EPS. Un tercer pago
en riesgos profesionales y un cuarto pago que corresponde a cotizaciones
de SENA, Bienestar Familiar y Cajas de Compensación.
Eso es muy costoso en trámites y estimula evasión, ¿por
qué?: porque los trabajadores controlan que no les evada
cuando están afiliados a los fondos de pensiones, pero
no controlan en salud, porque el sistema de salud lo tiene que
dar, la misma atención al trabajo de salario mínimo
que por decir algo al trabajador de un millón. Entonces
ahí se abusa y hay mucha evasión de la salud.
¿Cómo la vamos a controlar?: venimos trabajando
desde hace 3 baños para que esos 4 pagos se conviertan
en un pago único y entonces así no haya posibilidades
de evasión y se disminuya los trámites. Vamos a
llegar al ciento por ciento contribuyentes con pago único
en mayo del año entrante.
Veo eso con mucha esperanza para evitar que se evadan recursos
de salud.
ACUERDO HUMANITARIO
Se que no puedo eludir en ningún escenario de Cali el
tema del acuerdo humanitario, voy a abusar de ustedes para hacer
unos comentarios sobre el tema.
Hace cuatro años, cuando fui elegido Presidente de la
República, llegué con la tesis que había
agitado en campaña, de que un acuerdo humanitario tendría
que ir de la mano de un nuevo proceso de paz, que debería
tener como presupuesto un cese de hostilidades. Flexibilicé la
posición, después hablar con el Presidente (Jacques)
Chirac, de Francia, con los familiares de los secuestrados; con
la Iglesia Católica y con el Secretario General de Naciones
Unidas (Kofi Annan).
Para no ser exhaustivo en el recuento de los pasos que ha dado
el Gobierno, permítanme referir a unos pocos: liberamos
unilateralmente 27 guerrilleros de las Farc, aceptamos una zona
de encuentro en la Cordillera Central vallecaucana, que no aceptó la
guerrilla, fue propuesta por Francia, España y Suiza,
de aproximadamente 180, 220 kilómetros, con la condición
de que no hubiera soldados, tampoco guerrilleros con armas. El
Gobierno la aceptó, solícitamente, cuando lo propuso
la Unión Europea.
Las puertas están abiertas, pero sin afectar la Seguridad
Democrática.
El 7 de agosto dije que el Gobierno no le teme a la negociación,
que aquello a lo cual le temo es a que: avance el Gobierno, no
ganemos la paz y perdamos los avances en Seguridad Democrática.
El Gobierno insistirá en la Seguridad Democrática, ¿por
qué?: ha demostrado que es útil para todos los
colombianos. Falta mucho en resultados, pero ha ganado dos cosas:
primero, la circunstancia de que la Seguridad Democrática
haya protegido por igual a los amigos del Gobierno que a sus
críticos, ha demostrado que la Seguridad Democrática
es un valor para el ejercicio de todos los valores democráticos.
Y eso debería llevar a que las personas que disienten
de mis tesis, empiecen a pensar en la necesidad de convertir
a la Seguridad Democrática en un patrimonio de todos los
colombianos. Sin Seguridad Democrática es imposible el
disfrute de los otros valores democráticos, además
es una fuente de recursos para que crezca la economía
y haya inversión social.
Segundo, hemos ganado en motivación de Fuerza Pública.
Falta mucho, pero hemos ganado. Nuestra Patria no ha tenido unas
Fuerzas Armadas golpistas, pero nuestras Fuerzas Armadas han
tenido años de desmayo, de desmotivación. Ahora
están motivadas, eso no lo podemos afectar.
Nosotros tenemos tanta firmeza para la Seguridad Democrática,
como apertura para la paz. La Seguridad Democrática es
el camino a la reconciliación y a sostener la reconciliación.
Y lo digo por dos razones: un opositor mío, que sienta
que la Seguridad Democrática lo protege, debe pensar que
en este país debemos vivir reconciliados, a pesar de que
tengamos diferencias.
Segundo, un guerrillero o un paramilitar que se desmovilice
y que sienta que la Seguridad Democrática lo protege y
que no se repite lo del pasado, que se desmovilizaban y los mataban,
debe entender que la Seguridad Democrática es un gran
elemento para sostener la reconciliación, una vez lograda.
Por eso, la voluntad de paz no puede poner a riesgo la Seguridad
Democrática. Y ha habido toda la voluntad de paz, los
hechos son más elocuentes que las palabras. De los 40
mil desmovilizadosm hay más de 7 mil de la guerrilla,
mucho más que los que se desmovilizaron en el pasado.
Se desmovilizaron, que se yo, números más, números
menos, 900 del M – 19, entregaron menos de 300 armas. 2
mil del EPL. Un grupo de la Corriente de Renovación Socialista,
el Quintín Lame. Mucho más es la cifra de ahora,
más de 7 mil desmovilizados de la guerrilla.
El Gobernador sabe todo el esfuerzo que hemos hecho para el
proceso de paz con el ELN. En las últimas semanas el Comisionado
(de Paz, Luis Carlos Restrepo) ha cumplido una tarea discreta,
sin publicidad, con el ELN, preparando la ronda de Cuba y ojalá sea
exitosa.
¡Qué mejor que hacer la paz con las Farc!
El 28 de mayo, cuando los colombianos me permitieron extender
este período, me dije: voy a asumir una actitud prudente
en el discurso de Seguridad Democrática, para contribuir
a la paz. He procurado tener un lenguaje prudente en esa materia,
para ayudar a crear un ambiente de paz.
El Gobierno tiene disposición del acuerdo humanitario
y de la zona de encuentro.
Pero mire, sobre esta geografía de esta bella tierra
vallecaucana digamos lo siguiente: aquí hay un gran sufrimiento
de parte de los familiares de los secuestrados y un gran miedo
de amplios sectores de la comunidad, de que llegare a darse una
zona que sea una réplica del Caguán.
Por un lado escucho a los familiares de los secuestrados –ahora
me acaba de entregar Angela Giraldo una carta, que la voy a leer
con todo detenimiento, comprendo su angustia, su dolor- y por
otro lado, muchos estamentos vallecaucanos dicen: ‘Presidente,
no se le vaya a ocurrir otro Caguán en el Valle del Cauca’.
Miren el equilibrio con el cual tenemos que manejar esto. Yo
repito toda la voluntad para una zona de encuentro, con condiciones
propicias para la eficacia del acuerdo y de la paz. He autorizado
al Comisionado, Luis Carlos Restrepo, para que se reúna
con las Farc, a hacer un preacuerdo, que creo que se necesita
para que eso funcione bien.
Y he dicho: hay zonas de encuentro de zonas de encuentro. En
una zona de encuentro puede que no se exija cese de hostilidades,
para otras sí hay que exigirse. Y un cese de hostilidades
debe ser verificable y las personas entonces deben ubicarse en
unos sitios donde la comunidad internacional pueda verificar.
“Que el cese de hostilidades tiene que tener reciprocidad
del Gobierno”, ¡por supuesto!, pero para eso tiene
que ser verificable. Y creo que eso es razonable.
Y le he expresado al país otros dos puntos: así uno
desvincule el acuerdo humanitario del proceso de paz, un acuerdo
humanitario habrá que entenderlo como un paso hacia un
proceso de paz, por eso tiene que tener toda la buena fe y las
características que demuestren esa buena fe, en pro de
la paz. Y ahí entramos al segundo punto, algunas condiciones
adicionales.
He venido diciendo, desde el principio del Gobierno, que no
podemos soltar guerrilleros de las cárceles para que vuelvan
a delinquir. En el pasado fue muy grave, salieron unos guerrilleros
de la cárcel, se reincorporaron a las Farc y a los 15
días aparecían en los canales de televisión
con el uniforme de las Farc, en actitud desafiante, blandiendo
armas.
¿Ustedes se imaginan qué pasa en la sicología
de un soldado de la Patria, que esté recuperándose
de una herida en una pierna, en un pabellón de sanidad
de un hospital, que de pronto le hayan tenido que amputar una
pierna, que esté esperando una prótesis, herido
por una mina antipersona y que vea que los guerrilleros salen
de la cárcel para volver a la guerrilla?
El Presidente de la República no tiene facultades para
liberar a cualquier condenado, me han dicho la Procuraduría
y me han dicho los abogados, que si hubiera un acuerdo humanitario,
hay facultades para liberar algunos condenados. La condición,
por la conveniencia del país es, no vuelvan a delinquir.
Que haya una garantía operativa de que no se van a reintegrar
a actividades delincuenciales. Creo que esto es razonable. Lo
digo con franqueza, pero con el ánimo de abrir las puertas
sobre bases razonables.
¿Para qué abrir las puertas para un fracaso?,
arbolito que crece torcido, torcido se queda. Esto tiene que
crecer con solidez, nacer con solidez, con vigor y tiene que
tener condiciones como esta en la buena fe.
El tema de las armas, que la guerrilla necesita llegar allí con
una gente armada para que los proteja y que no puede haber soldados
ni policías de la Patria. Me pregunto, ¿entonces
de la zona que llegare a demarcarse, vamos a retirar las armas
constitucionales de la República, para permitir las armas
de la guerrilla?, eso no queda bien. So pretexto de que la guerrilla
necesita una gente armada que la cuide, entonces ¿quién
nos va a cuidar a la ciudadanía si tenemos que retirar
las armas de la República?
Por eso lo que propuso Europa es razonable: que no hay guerrilleros
armados, que se retire la Fuerza Pública y que en lugar
de unos y otros haya unos observadores internacionales. Si se
quiere, una delegación internacional para proteger a unos
y otros.
Yo siento muchas dificultades en el Valle del Cauca para decir
estas cosas, porque aquí hay mucho dolor por los secuestrados.
Pero también me veo obligado a decirlas porque aquí hay
mucha preocupación y la gente me dice: ‘Presidente,
mucho cuidado que no vaya a haber otro Caguán’.
Por eso he querido tomarme estos minutos de ustedes para decirles
esto: abramos las puertas, pero no arriesguemos la Seguridad
Democrática. Que bueno dar pasos hacia la paz, pero rodeados
de la confianza del pueblo colombiano.
¿Saben qué le da confianza al pueblo colombiano
sobre la paz?: gestos de buena fe. ¡Gestos, hechos de buena
fe! Los hechos son más elocuentes que las palabras.
Jorge Iván, queridos compatriotas vinculados al Hospital,
todas las felicitaciones.
Muchas gracias.