PALABRAS DEL PRESIDENTE EN LA INAUGURACIÓN
DE LA ASAMBLEA DE COTELCO
Pereira, 18 oct. (SNE).- Las
siguientes son las palabras del presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez,
durante la inauguración de la 52 Asamblea de Cotelco:
“Un saludo muy afectuoso a todos ustedes.
Para dar respuesta a varias de sus inquietudes, quiero dar comienzo
con lo siguiente:
no es fácil estar creciendo la Fuerza Pública de
acuerdo con las demandas de todo el país, tenemos limitaciones
presupuestales, para no hablar sino de este tipo de limitaciones.
Una de las posibilidades que hay, para integrar a la vida civil
de la Nación a los 40 mil desmovilizados –número
que todos los días crece, es vinculando gran cantidad
de ellos como auxiliares cívicos. Yo creo que nos pueden
ayudar muchísimo no solamente en vigilancia de carreteras –donde
lo han hecho y lo han hecho bien, levamos un año con
ese experimento-, sino que nos ayuden a vigilar estadios, que
nos ayuden a vigilar eventos públicos y que nos ayuden
a vigilar playas. Y que se involucren en el tema del aseo y
del orden en las playas y que empecemos en esta temporada.
Mi propuesta a ustedes y a nuestro viceministro (de Turismo),
Oscar Rueda, es que coordinemos con Frank Peral quien ha asumido
la gerencia del programa de reinserción y de desmovilización,
que gran cantidad de desmovilizados se vinculen en esta temporada,
como auxiliares cívicos, a ayudar a que funcione bien
el sector turístico y concretamente pensando en esos
sitios: pensando en las playas, pensando en esas actividades
como es la actividad de mantenimiento, etcétera.
Me dicen que actualmente tenemos 600, sí, pero es que
tenemos 40 mil por emplear. Creo que si las cosas nos ayudan,
queriendo Dios, vamos a ver mucho turismo en todos los sitios
del país en la temporada que viene. No se cuántos
sitios hay en los alrededores de Pereira, empezando por el parque
de los Nevados donde está haciendo un gran esfuerzo la
institución armada de la Nación.
Entonces, en todos esos sitios habrá que pensar en la
presencia de estos amigos desmovilizados como auxiliares cívicos,
bien orientados, para que nos ayuden a depararle, comodidad,
confort, al turista.
Ahí van dos temas: el primer tema, el de que la Fuerza
Pública nos ayude, en coordinación con Alcaldes
y con ustedes, a mantener limpias, confortables las playas y
otros lugares turísticos que se requieran, pero no pensar
en la Fuerza Pública como recogedores de basura. No. Que
cumplan la función principal de, si se quiere, supervisar
a las empresas de basura de las ciudades.
Les he dicho mucho: tengan los infantes en las playas de San
Andrés y a la persona que vean tirando una botella al
suelo de la playa, el infante va y le llama la atención: ‘señora,
señor, la playa hay que tenerla limpia, camine recojamos
esta botella, camina depositémosla allí, en aquel
lugar’, etcétera.
Segundo, hagamos lo de los reinsertados, pero hagámoslo.
Creo que si ustedes nos ayudan a entrenarlos, desde esta semana,
creo que eso se puede convertir un proyecto exitoso para el país
y que nos resuelva un faltante de policía de turismo.
Además, ellos están recibiendo un estipendio pagado
por el Gobierno, el problema no sería de costo económico
para ustedes, simplemente el aporte de ustedes sería ayudarnos
a orientarlos, recibirlos bien, acompañarlos. Que ellos
se sientan estimulados con el tratamiento cariñoso del
sector turístico para prestar bien su servicio.
Planes de largo plazo. A mi me parece muy bien el plan de largo
plazo, mi sugerencia es: depuremos el capítulo de turismo
en la Visión Colombia 2019. Si algo ayuda a un país,
en el largo plazo, es que todo el mundo confluya a una misma
visión. Todos los sectores y todas las regiones. Le
he pedido a todos los departamentos que cada uno tenga su capítulo
2019, para que sea un anexo de la Visión 2019.
¿Por qué 2019? Por los 200 años de la Batalla de
Boyacá. Y esa visión tiene que tener unas metas
parciales. Metas parciales que corresponden a este Gobierno –y
muy exigentes-: 20 de julio de 2010, cuando se cumpla el segundo
centenario del Grito de Independencia, en la víspera de
terminar el Gobierno.
Pues bien, ajustemos a esas fechas el sector turístico.
Le pedería al Viceministro que, en concertación
con ustedes, hagamos las dos cosas: el plan turístico
2019 –en el Planeación Nacional, en el documento
Visión segundo centenario- ya hay mucho elemento, depurarlo.
Y las metas parciales al 20 de julio de 2019.
Entonces ahí se pregunta Jaime Alberto (Cabal, presidente
de Cotelco) ‘¿a dónde llegar?’ Creo
que tenemos que llegar a los 2 millones de visitantes extranjeros
en este cuatrienio. Tarea no fácil, pero haciendo todos
el esfuerzo, es posible.
En el plan 2019 y en el plan parcial 2010, consignemos la visión
integral, la metas al 2019 y las metas al 2010 y si se quiere,
llevemos eso a un documento Conpes. Y por supuesto, tiene que
estar en el capítulo del Plan de Desarrollo. Estamos a
tiempo de trabajar muy bien el concepto en Planeación:
2019, 2010, Plan de Desarrollo y todo consistente.
Nosotros tenemos una propuesta que es medio y una propuesta que
es fin. ¿Cuál es la propuesta medio?: que hagamos
un esfuerzo todos los sectores colombianos para que esta economía
crezca al 6 por ciento. Fin buscado: reducir la pobreza, construir
equidad.
Hace cuatro años la pobreza estaba en el 60 (por ciento).
El año pasado estuvo entre el 49, 51 (por ciento). Meta:
20 de julio de 2010, llevar la 35 (por ciento). Planeación
Nacional dice en el mejor de los escenarios podríamos
bajarla al 39 (por ciento), pero tenemos que hacer todos los
esfuerzos para dejarla en el 35 (por ciento). ¿Por qué?
Porque la visión 2019 propone que, para ese momento, la
hayamos rebajado en Colombia al 15 por ciento.
Si el Gobierno Nacional actual logra ponerla en el 35 (por ciento)
en julio de 2010, se facilita a las administraciones que habrán
de sucedernos, llevarla al 15 por ciento en el 2019. Eso exige
un país con más productividad, con más
competitividad. Eso se enmarca en un concepto de país
que queremos: una democracia pluralista, en permanente deliberación,
pero en un debate fraterno, buscando opciones, buscan alternativas,
buscando consensos. No un debate de agrios antagonismos insuperables.
Una Nación sin exclusiones y sin odio de clases.
A mi me parece que para las nuevas generaciones de colombianos,
es muy importante que nosotros orientemos el país por
ese sendero: pluralismo sí, pero sin antagonismos insuperables.
Una Nación solidaria y fraterna, sin exclusiones y sin
odio de clases.
Y para lograr esas metas, nosotros sabemos que tenemos que trabajar –y
eso va a quedar consignado en el Plan de Desarrollo y lo venimos
examinando con todas las agencias de Gobierno- en el tema de
capital humano, en el tema de capital físico, en el tema
de manejo de la economía, en el tema del comercio internacional,
en el tema de la Seguridad Democrática, para no hablar
sino de algunos puntos.
En el capital humano qué temas sobresalen: educación.
Hoy asistíamos con la Ministra (de Educación, Cecilia
María Vélez) y los exministros al lanzamiento del
nuevo Plan Decenal de Educación (2006 – 2015).
Salud: con metas muy exigentes, como llegar a plena cobertura
en este Gobierno.
Vivienda: con una meta muy exigente, como sumar 800 mil soluciones,
que debe ser el resultado de nuevas viviendas de interés
social, viviendas mejoradas y viviendas con títulos
legalizados.
Crédito popular: la segunda etapa de nuestro esfuerzo
de microcrédito, alrededor del concepto Banca de Oportunidades,
que empezaremos –los proyectos pilotos- en noviembre en
Bogotá con mil Familias en Acción, para lograr
llegarle con crédito, en una nueva etapa de revolución
del microcrédito, a los sectores más vulnerables
y a los sectores con dificultades de acceso. Creo que es muy
importante para la viada social, para la equidad de la Nación.
Y viene el tema –para pasar rápidamente por estos
temas- el tema de capital físico y ahí entramos
en el tema de infraestructura.
¿Que ha dicho el Banco Mundial? Que Colombia
está comparativamente
bien en infraestructura de servicios públicos y mal en
infraestructura de comercio internacional.
¿Qué proponemos en infraestructura y servicios públicos?
Hay retos muy grandes –no voy a hablar de todos-: uno de
ellos, acabar de recuperar estas empresas que había hecho
agua, como EMCALI.
Hemos propuesto al Congreso de la República que un billón
de pesos –que sería el dinero de audiencias públicas,
con lo cual se ha venido remplazando a los auxilios parlamentarios,
de ingrata recordación- se lleve en su totalidad a agua
potable, a saneamiento de aguas residuales y a disposición
final de basuras. Pienso que eso nos puede ayudar muchísimo.
En el tema de infraestructura, de comercio exterior, donde registramos
un gran atraso, vamos a hacer el esfuerzo de continuar las
vías iniciadas, adjudicar las nuevas concesiones, procurar
financiar a los departamentos para las vías departamentales
que hacen falta y atender en algún mejor grado las vías
terciarias.
En estos cuatro años hemos dado un paso que no se ve pero
que es muy importante: la solución de todas las disputas.
Un país que tiene todas las concesiones viales, ferroviarias,
aeroportuarias en pleito, es un país sin futuro.
Una zona promisoria en turismo, como es esta zona, tenía
en pleito la autopista Manizales – Pereira – Armenia.
Nos gastamos tres años resolviendo ese pleito, ¡por
fortuna lo pudimos resolver!, como hemos resuelto todos los pleitos
viales del país, el últimos de los cuales, COMMSA,
la salida de Bogotá al río Magdalena.
Creo que eso le va ayudar mucho al país para que esos
contratos recuperen dinamismo, para que haya nuevamente confianza
en la contratación con el Estado colombiano, confianza
en los contratistas y confianza en la opinión ciudadana
y para poder avanzar con esas obras.
No los voy a recorrer por lo que hemos tenido que enfrentar en
aeropuertos.
En el tema de los ferrocarriles: ya el tema del ferrocarril del
Atlántico lo superamos y ahora estamos tras la superación
del problema portuario de carbón, que tiene una colusión
con el tema del turismo.
En el ferrocarril del Pacífico el Gobierno ha invertido
148 millones dólares en recurar la vía y el concesionario
todavía no presta servicio, a pesar de que la vía
esta rehabilitada. Nosotros encontramos esa licitación
adjudicada, la hemos honrado, ese es el pleito que en materia
de ferrocarriles que nos falta por resolver.
Y ahí hay otro tema de infraestructura general de gran
importancia, que es calidad de vida urbana: los transmilenios.
Porque empezamos a ver cómo los recursos siguen siendo
muy escasos y las demandas muchas, por eso hay que ponerle mucho
cuidado a las prioridades.
Los transmilenios: lo teníamos solamente en Bogotá,
tenía 32 kilómetros, ahora tiene 80. No solamente
hemos financiado lo de estos cuatro años que pasaron,
sino lo que vienen en los tres o cuatro años que siguen,
donde está la terminación de las obras en marcha
y la ejecución del transmilenio en la 26, en la séptima
y en la décima o la trece –una de ellas-. Y ahora
el alcalde me dice que necesita dos billones para la Boyacá,
que es lo que seguirá después del 2010 y eso, hay
que buscar cómo se deja despejada esa financiación.
Aquí, admirablemente les ha rendido la plata, lo hicieron
rapidito. Cada que llego a Pereira aquí no me reciben
con más pedido de plata, sino con invitaciones a inauguraciones.
Ahora me dijo el Alcalde en el aeropuerto que le separar la fecha,
porque ya íbamos a inaugurar la nueva etapa.
En todos, el Gobierno Nacional participa con el 70 por ciento.
En Cali, en plena construcción, pero ya me dicen mis compatriotas
de Cali: ‘Presidente, necesitamos otros 500 millones de
dólares, porque no vamos a cubrir toda la ciudad’.
En Medellín me dice el Alcalde: ‘Presidente, como
se hizo el esfuerzo de arreglar lo del problema de la deuda del
Metro, no me ayude sino con otros 170 mil millones para el problema
de transmilenio’.
Lo estamos empezando en Cartagena, lo estamos empezando en Barranquilla
y lo estamos empezando en Bucaramanga. –Quiero hacerle
ver a ustedes las dimensiones de estos requerimientos, para
que las comparemos con la disponibilidad de recursos, porque
todos tenemos que colaborar-. Y todas esas demandas son comprensibles,
pero agregamos otras. Allí en Manizales me dicen: ‘¿por
qué Megabus en Pereira y por qué no en Manizales?’ Y
en Armenia me dicen lo mismo.
Nosotros vamos a tener que producir otro documento CONPES con
unas vigencias presupuestales futuras para que las ciudades,
que van a requerir estos sistemas y que no lo tienen, puedan
empezar a proyectarlos. ¿Cómo se lo negamos a
estas dos ciudades vecinas? o ¿cómo se le niega
a Neiva o a Ibagué o a Popayán?
Tengo un Consejo Comunitario el sábado en Cúcuta
y me van a decir: ‘ahí vemos que están avanzando
con las obras del transmilenio en Bucaramanga ¿y por qué en
Cúcuta no?’ Entonces los requerimientos son muy
grandes.
Voy a la Asamblea de la ANDI y allá me dicen: ‘Presidente, ¿usted
por qué se está gastando la plata en vías
municipales, necesitamos las grandes vías de comercio
exterior? Tienen razón.
Al otro día llego a una reunión con alcaldes a
Barichara –lo tengo en mi memoria-, todos los alcaldes
ya no me dicen: ‘muchas gracias por el Plan 2.500’,
hoy estamos pavimentando 3.250 kilómetros de carreteras,
casi todas municipales, ya no me dicen los alcaldes: ‘muchas
gracias por eso’, los que levantan la mano en esas reuniones
son los que dicen: ‘Presidente, es que usted le está pavimentando
la carretera a tal pueblo y no al mío’ o ‘es
que aquí están pavimentando 15 kilómetros
y necesitamos 20’ y también tienen razón.
¿Qué vamos a hacer en esto? Les he dicho con toda franqueza:
el Gobierno Nacional no alcanza a pavimentar un kilómetro
más por ahora, de vía departamental o municipal.
Estamos gestionando un crédito de mil millones de dólares
para ponerlo a la orden de los departamentos, en las mejores
condiciones de plazo y tasas de interés para que ellos
puedan avanzar en eso.
Allí hay muchos anillos turísticos, tengo presente
los de Santander, que necesitan pavimento y el Gobierno Nacional
no va a ser capaz de emprender estas obras, porque las solas
dobles calzadas que estamos adjudicando ahora, por concesión,
no son autosuficientes. Esas concesiones van a necesitar un gran
aporte del Gobierno Nacional.
Y vienen unas infraestructuras muy específicamente relacionadas
con el sector turístico: aeropuerto, la concesión
de Eldorado –que es fundamental para el turismo nacional,
no hablemos de la carga, no hablemos de los negocios del país,
hablemos solamente del turismo-, esos 600 millones de dólares
que cuesta esa concesión los paga Eldorado, pero finalmente
del presupuesto nacional. ¿Por qué?: porque Eldorado
que ha sido el aeropuerto rentable ha sostenido los otros. Entonces,
ahora todos los dineros que produce Eldorado se destinan a pagar
su propia expansión. El 54 por ciento de ese dinero va
a entrar a la concesión, yo no le puedo decir a los otros
aeropuertos que no los vamos a sostener, ese dinero lo tiene
que reemplazar el presupuesto nacional. Ahí va a ver otro
esfuerzo enorme.
Aquí cerquitica, en Armenia, tenemos el compromiso de
extender la pista, vale 3 mil 500 millones, etcétera.
Hay unos esfuerzos bien grandes en aeropuertos, además
de los que se han hecho.
En servicios públicos. El desarrollo de Barú –para
no citarle sino un ejemplo- entre los condicionantes múltiples,
tiene dos: inversión del Gobierno Nacional en acueducto
e inversión del Gobierno Nacional en la vía. Y
a mi, como no me gusta que nadie se atranque, en estos días
fueron unos señores hoteleros a la Presidencia, todo el
que dice, ‘quiero invertir en Colombia’, he dicho:
para invertir en Colombia, Alicia (Arango, secretaria Privada
de la Presidencia de la República), si me tienes que levantar
a la una de la mañana a recibir un inversionista, levántame,
que allá voy y lo recibo y lo entusiasmamos.
Le dije a unos señores de la Hayat que llegaron a la Presidencia:
si ustedes de verdad van a hacer unos hoteles en Barú,
empréndalos, que aquí no hay la plata pero la conseguimos
y cuenten que les pavimentamos la carretera y le hacemos el acueducto.
Porque hay que pensar: o nos vamos a ir a colonizar zonas nuevas
o acabamos de desarrollar las que apenas están a medio
hacer y eso es muy costoso.
Mire lo de San Andrés. En San Andrés hemos hecho
unas inversiones muy grandes y las que faltan. El turismo de
San Andrés no funciona, sin un gran hospital, lo estamos
haciendo, el viejo estaba derruido y ya la gente tenía
miedo de ir a San Andrés por falta de hospitales. Hemos
invertido un dineral en el nuevo hospital de San Andrés,
he dicho que lo llamemos y que le pongan un letrero bien grande,
en ese morro donde está, que lo hace bien visible, que
se llame: Hospital Amor de Patria, San Andrés y Providencia.
Bautizarlo con el nombre Amor de Patria, por muchas razones de
patriotismo que necesitamos estimular.
Ustedes saben la inversión que ese ha venido haciendo
allí en la alameda, en el aeropuerto, en las vías,
etcétera.
Es muy importante que revisemos en el capítulo de infraestructura,
la infraestructura específicamente relacionada, de manera
directa, con el sector turístico, a ver cómo le
damos prelación a esa infraestructura en lo posible, en
este cuatrienio. He citado algunos ejemplos, desordenadamente,
para pedirles que la organicemos en una visión de prioridades
para este cuatrienio.
El tema de destinos. ¿Por qué he hablado del Golfo
de Morrosquillo y de San Andrés? Empecemos por San Andrés:
para hacer allí una política de renovación
urbana turística. Porque hemos hecho una gran inversión
en la alameda, entonces uno se pregunta: está quedando
en óptimas condiciones la alameda, en una extensión
de 1.800 metros, una inversión grandísima, creo
que lo que sigue es, en lugar de ponernos a invertir en otra
parte, renovar lo que está en frente.
Hay un rancherío, ahí hay unas construcciones desafiantes
que violaron todas las normas ambientales. ¿Qué les
propongo?: que hagamos el esfuerzo de empezar unos desarrollos
allí que complementen esa alameda.
¿Cómo puede ser?: uno de esos lotes, el que es de propiedad
de Estupefacientes, entregarlo en concesión a 50, 60,
80 años, lo que se requiera, para que construyan allí un
hotel con toda la arquitectura del Caribe, que empiece a marcar
la tendencia en todo ese frente de playa en la alameda de San
Andrés. Y creo que con FONADE, el Viceministro y el sector
turístico nos tiene que ayudar a definir un proyecto más
ambicioso: comprar allí propiedad inmobiliaria, demolerla,
y entregar eso en concesión.
¿Por qué el golfo de Morrosquillo?: porque el golfo de
Morrosquillo tiene relativos buenos accesos, por aire y por tierra.
Está relativamente cerca de muchos orígenes de
turismo importantes para el país. Los turistas dicen que
tiene las aguas de mejor temperatura del Caribe y creo que lo
tenemos muy mal explotados.
¿Qué había pensando?: compremos las casas de la
primera ensenada, tumbemos esas casas y entreguemos esos lotes
a concesionarios para que hagan unos hoteles con toda la arquitectura
que se requiere en el Caribe, con toda la distancia al mar para
promover turismo internacional. Demos la opción de que
entren en sociedad los dueños de esas casas.
En estos días me dijeron: ‘Presidente –quienes
fueron a mirarlo porque esto hay que volverlo todo realidad,
da mucha dificultad, pero nosotros no podemos de trabajar con
intensidad un solo día del Gobierno a ver si estas cosas
las volvemos realidad- hacia el sur, donde va aproximándose
el Golfo de Morrosquillo al río Sinú, hay unas
tierras grandes de pocos propietarios, con unos frentes de playa
muy bonitos, donde se podría promover la asociación
con las cadenas nacionales o internacionales de hoteles’.
Allí hay otra posibilidad.
Yo les sugeriría que pensemos en esos dos sitios para
este tipo de proyectos: San Andrés y golfo de Morrosquillo.
La Guajira.Estamospavimentando en el Plan 2.500, 50 kilómetros
entre Riohacha – El Pájaro – Manaure. ¡Una
playa virgen, hermosísima! Una carretera de 50 kilómetros
pavimentada, con ese precioso mar enfrente, donde no hay construcciones,
apenas unas pocas rancherías, es la apertura de un gran
destino turístico para Colombia.
¿Qué necesitamos?: coordinar con las autoridades de La
Guajira el ordenamiento territorial para que eso no lo invadan.
¿Y qué necesitamos?: promover allí inversionistas
a ver si empezamos a ver si empezamos las primeras construcciones,
estilo República Dominicana, estilo Baradero y alternar
eso con las posadas Wayúu del Cabo de la Vela, en lo cual
hay una gran posibilidad. Si eso lo replicamos en varios sitios
de La Guajira, hay una gran posibilidad de desarrollo social.
Les propondría que trabajemos esos tres destinos. Bueno,
les agradezco y les ofrezco la palabra.