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20 de Octubre

PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE DURANTE INCORPORACIÓN DE 500 NUEVOS POLICÍAS EN MEDELLÍN

Medellín, 20 oct. (SNE). Las siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, durante la incorporación de 500 agentes a la Policía Metropolitana de Medellín.

“Un saludo lleno de afecto a todos. Venir a la Comuna número 13 de Medellín trae muchos recuerdos. Permite saludar a muchos de los viejos y nobles amigos, permite reencontrarse con el vigor, el entusiasmo de los paisanos, y permite también, en las palabras del señor Alcalde, constatar cómo la ciudad ha venido haciendo el tránsito del miedo a la esperanza, como él lo repite en esa frase tan diciente del espíritu que acá se respira.

Qué bueno la diferencia entre hoy y hace cuatro años. Cuando veníamos por la América, adelantito, me decía el señor Alcalde del sitio donde están construyendo esa bella unidad cultural, deportiva, integral, el nuevo colegio. Le pregunté: ¿cuánto vale el nuevo colegio? Y me dijo: 9 mil millones. Un colegio de nueve mil millones hecho con la honradez con que se manejan aquí los recursos públicos, no será un colegio sino un supercolegio. Le pregunté: ¿cuánto vale la unidad de servicios integrales, educativa, cultural, de apoyo al microcrédito? Y me dijo: 15 mil millones. Repetí la reflexión: 15 mil millones aquí invertidos para la comunidad, donde no se roban un peso, eso tiene que producir un gran resultado.

Después él me mostró, y me mostró el doctor Ramiro Márquez, el sitio por donde irá el nuevo Metrocable, para darle comodidad a la ciudadanía. Todo ilusiones, pero ilusiones sobre realidades.

Fue muy grato al llegar aquí, estrechar la mano de muchos de ustedes y aprestarnos a imponer la medalla que la Policía Nacional confiere a los ciudadanos distinguidos por su solidaridad, por su civismo. Imponerla a quienes representan muy bien a esta Comuna número 13: a Estela Vélez Londoño, Hermes José Durango, Luis Eduardo Paniagua, Patricia Piedrahíta, Rosario Ramos, Marta Luz Alzate, Jorge Durán, Carlos Arturo Arango, John Alexander Álvarez, Álvaro Paniagua. Ellos, ejemplo de liderazgo cívico, merecen nuestro mayor aplauso.

Y quiero agradecer a la Policía Nacional, al señor Ministro de la Defensa, doctor Juan Manuel Santos Calderón, al señor mayor general Jorge Daniel Castro Castro, director de la Policía, el esfuerzo para que estos 500 compatriotas que recién se han graduado como policías de la Patria, ingresen a servir a la Policía Metropolitana de Medellín. Muchas gracias.

¿Por qué, apreciados coterráneos? Porque nosotros no queremos guerrilla, queremos a las fuerzas constitucionales. Porque nosotros no queremos paramilitares, queremos a nuestra Policía y a nuestro Ejército. Porque nosotros no queremos las bandas de Águilas Negras, no queremos las bandas emergentes, no queremos narcotráfico, nosotros queremos nuestra Policía y nuestro Ejército.

Venir hoy aquí es tener la oportunidad de decir que la Seguridad Democrática es profundamente popular. Quienes residen en esta comuna no tenían ni tienen la manera de financiar grandes presupuestos de seguridad privada para defenderse de la guerrilla y de los paramilitares, que tanto los maltrataron en el pasado. Quienes residen en esta Comuna, tienen un camino: el camino de la presencia eficaz y transparente de la Fuerza Pública.

Por eso me parece que es un buen símbolo, que demuestra el significado popular de la política de Seguridad Democrática que esta incorporación de 500 compatriotas de la policía a la Policía Metropolitana de Medellín, se lleve a cabo en esta Comuna número 13.

Los más pudientes, cuando hay violencia, se pueden ir a Miami. Los más pudientes, cuando hay violencia, pueden comprar un carro blindado o pueden pagar escolta privada. Los sectores populares de la ciudad y de la Patria requieren la Seguridad Democrática, representada en nuestra Policía, en nuestro Ejército, en nuestras fuerzas institucionales.

Cuando empezábamos en agosto de 2002, todos los días recibía yo llamadas de la Comuna. A un viejo amigo mío le mataron la niñita, que estaba en el balcón de su casa. Otro tuvo que someterse a una cirugía de amputación de una pierna, por heridas que le causaron una gangrena. En otra casa estaba una persona secuestrada y llevaba 20 días de pie en un escaparate. La tragedia es difícil de narrar.

Quiero hacer un reconocimiento, con la venia del Ministro, de los altos mandos, del señor Alcalde y del señor Gobernador encargado, a dos colombianos que, dirigiendo al Ejército y a la Policía, entraron a esta Comuna para derrotar a los violentos y recuperar la tranquilidad. ¿Recuerdan ustedes quién dirigía la Policía? El señor general Leonardo Gallego. Hagamos llegar a él desde acá un aplauso de gratitud. ¿Recuerdan ustedes quién dirigía la Brigada? El señor general Mario Montoya Uribe, hoy comandante del Ejército. General, póngase de pie, porque esta ciudadanía siente por usted cariño y gratitud.

Vamos a seguir en esta tarea. El señor Alcalde me exime de explicar, porque él lo ha hecho en palabras que a todos nos han llegado muy hondo, la relación entre la seguridad, la paz, el crecimiento de la economía y el bienestar social. Si hay seguridad hay inversión, y la inversión manejada con criterio social crea justicia, crea equidad.

El señor Arzobispo, en la lectura de hoy nos recuerda cómo sin la protección de Nuestro Señor todos los vigilantes que pongamos en la tierra pueden ser inútiles. Queremos una sociedad fraterna, cristiana, Arzobispo, equitativa, para que Colombia pueda tener una paz todos los días más profunda y más sostenible en el tiempo.

He preguntado al señor Alcalde por el programa de vivienda en Medellín, y me dice que antes de noviembre del año entrante, estarán entregando seis mil unidades, que ya tienen el subsidio del Gobierno Nacional.

Quiero reiterarle esta oferta: las que llegaren a faltar, el Gobierno Nacional está dispuesto a entregar los subsidios. Quisiera, Alcalde, que esta Comuna, que ha sido tan valerosa para pasar de la esclavitud de los violentos a la libertad de la seguridad, pueda decir que no falta una sola vivienda.

Hagan de nuevo el inventario. Si queda faltando una sola, yo me comprometo a gestionar el subsidio para que les llegue, para que dentro de cuatro años, cuando esté terminando este Gobierno, podamos decir que no solamente dejamos una Comuna 13 en paz, sino una Comuna 13 en equidad y en prosperidad.

Cuente, señor Alcalde, con todo el apoyo para el programa de legalización de vivienda. Díganos que tenemos que hacer en el Gobierno para ayudar a que todos los que todavía carecen de la escritura de su casita, rápidamente puedan tener esa escritura, porque aquí los paisanos le saben poner uso a la escritura, la utilizan para poder acceder al crédito, mejorar sus ingresos y contribuir a la generación de empleo.

Todo lo que podamos ayudar en política social, Alcalde. Ustedes saben que yo tengo un pleito con los violentos.

Esta mañana le hice una larga referencia al país porque las cosas hay que ponerlas en su sitio, y en cada momento siguen llegando los informes que nos dicen cómo ahora cobardemente el señor Briceño, alias ‘Mono Jojoy’, cobarde terrorista de las Farc, al darle el agradecimiento a los terroristas que pusieron el carro bomba de Bogotá, les advierte que no hagan publicidad. ¡Cobardes! ¡Matan y se esconden! ¡Cobardes! ¡Matan y mienten! ¡Vamos a derrotarlos, señor Ministro y comandantes!

Y esto no lo vamos a decir en los clubes sociales de Colombia, ni en los auditorios con paredes blindadas. Lo vamos a repetir en todos los sectores populares de la Patria, como esta tarde aquí en la Comuna 13 de Medellín.

Es que aquí estamos incorporando 500 policías, pero aquí hay 10 mil cooperantes. De esta ciudadanía que nos circunda, 10 mil de ellos están hoy organizados como cooperantes de la Fuerza Pública, en un ejemplo que debe mirar todo el país. Porque hoy tenemos tres millones y medio de cooperantes, y necesitamos que los 41 millones 800 mil colombianos sean cooperantes de la Fuerza Pública para acabar definitivamente con la pesadilla del terrorismo, a fin de que esta Patria pueda vivir tranquila, y las nuevas generaciones buscar aquí su realización en la felicidad.

Y tenemos ese pleito con los violentos, y tenemos el reto de derrotar la pobreza. No son los cobardes terroristas de las Farc los que tienen la legitimidad para pretender representar los intereses de los pobres. Ellos son los verdugos de los pobres, ellos son los asesinos de los pobres, ellos no son los que han ahuyentado la inversión y generado el crecimiento del desempleo. Son las instituciones con gentes de sensibilidad social, quienes tienen que garantizar la reivindicación de los sectores pobres.

Reitero ante ustedes, mis coterráneos, y sírvanme de fiadores que no los hago quedar mal, toda la decisión en el Gobierno que hace 60 días empezó, para reducir en estos cuatro años la pobreza en 15 puntos, avanzando en educación, en salud, en vivienda popular, en microcrédito, a fin de tener una Colombia más próspera, una Colombia por caminos de equidad.

Señor Ministro y altos comandantes, es la hora de la victoria. Yo les ruego, que las instrucciones que lanzamos esta mañana, desde la Universidad Militar de Bogotá, las pulan, las editen, les sumen agregados y las ejecutemos para derrotar el terrorismo. Nosotros no queremos paramilitares, ni guerrilla, ni Águilas Negras, ni bandas emergentes, sino ciudadanía en paz, ciudadanía en convivencia.

Y permítanme expresar desde Medellín esta instrucción operativa, consultada con el Ministro ya, y con los altos comandantes: le pedimos a la Fuerza Pública que en cada ciudad de Colombia haga una reunión diaria de seguridad, que todos los días se reúnan los comandantes, se reúnan con la Fiscalía, se reúnan con la Defensoría del Pueblo cuando sea menester, con la Procuraduría cuando se requiera, pero que los comandantes se reúnan todos los días. Y que en esa reunión este el DAS, y que esa reunión diariamente la coordine el oficial de mayor graduación de la respectiva ciudad, independientemente de la fuerza a la cual pertenezca.

Que el alcalde y el gobernador estén permanentemente invitados a esa reunión y asistan en las ocasiones que su agenda les permita, para que esa coordinación, no esporádica, sino frecuente, de todos los días, con la persistencia que se requiere para derrotar el terrorismo, nos produzca mejores resultados.

Los felicito por su valor civil, mis coterráneos de la Comuna 13.

Gracias, Ministro y altos generales. Gracias, señor Alcalde. Nos vamos muy emocionados esperando que concluya esas obras magníficas, como el colegio aquí en la Comuna. Y espero que podamos venir a ver los avances y a contribuir en lo que podamos contribuir, especialmente para el tema de legalización de vivienda.

Soldados y Policías de mi Patria: ¡ni un paso atrás, adelante con toda la firmeza! ¡El pueblo los respalda para derrotar el terrorismo! ¡El terrorismo es matrero!

¡La actitud del señor Briceño, del señor Jojoy, que no mira de frente, es mansalvera, hipócrita, matrera!

El pueblo lo sabe. Por eso el pueblo no respalda a los bandidos. Por eso el pueblo rechaza a los bandidos. Por eso el pueblo apoya sus instituciones. Y más que las armas, más que el número de efectivos, más que la aviación, el instrumento de nuestra victoria es el apoyo popular.

Generales, soldados y Policías, ¡hora de victoria, una Fuerza Pública victoriosa en la eficacia y una Fuerza Pública victoriosa en la transparencia!

¡A derrotar el terrorismo, que es el camino que nos propicia la paz!

¡Viva Colombia, viva Antioquia, y viva esta ciudad de Medellín, que el mundo ya sabe que lo del cartel de la droga y lo de la delincuencia fue un negro pasaje de décadas anteriores, y ahora es una ciudad de connotada calidad educativa, es una ciudad que empieza a ser ejemplo para el país, para el continente, para el mundo!

¡Qué viva Medellín!”.

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