PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN HOMENAJE A EX
MINISTRA MARTHA PINTO DE DE HART
Bucaramanga, 20 oct. (SNE).- Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez durante el homenaje
a la ex ministra de Comunicaciones, Martha Pinto de De Hart.
Me honra muchísimo llegar esta noche a esta gran tierra
y me levanta el ánimo patriótico advertirla congregada
alrededor de uno de sus superiores valores: la señora ex
ministra Martha Pinto de De Hard.
Que bueno que ustedes nos dan el ejemplo a todos los colombianos
de superar todas las diferencias para reunirse alrededor de quien
lo ha hecho bien por la región y por la Patria en momento
oportuno y de quien a pesar de ese recorrido exitoso, es apenas
una figura promisoria que tiene un gran futuro de servicio a Colombia
y a Santander.
Tengo por esta tierra, afecto, admiración, respeto. Cuando
los avatares del servicio público quisieran invitar a vacilaciones
del carácter, siempre pienso en Santander como punto de
referencia para correr todos los riesgos con excepción de
las declinaciones del carácter.
Hace cinco, seis años, tuve el privilegio de conocer a
la doctora Marta Pinto de De Hard. Cuando ya avanzaba la campaña
de Primero Colombia, entre los años 2001 y 2002, amenazada
como ninguna otra por la violencia, me sorprendía su disciplina
para viajar permanentemente de Bucaramanga a Bogotá. Su
serenidad para enfrentar los riesgos, su firmeza para acompañar
y liderar una política que desafiaba al terrorismo que se
sentía campeón.
No me extrañaba ese carácter. Sabía de donde
provenía pero me preguntaba con asombro, ¿cómo
hay tanto valor civil en medio de tanta serenidad? Que difícil
combinación. Ese nivel superior de valor civil y esa serenidad
que derrota todo lo que se atraviese como adverso.
Tuve la fortuna de que aceptara el Ministerio de Comunicaciones.
Me dijo que ella no había trabajado en el área. Y
le contesté: “Es una de las razones por las cuales
me gusta su designación”. Y emprendió esa tarea
con ese aplomo, con esa visión, con esa capacidad ejecutiva,
con esa transparencia.
Se había intentado en el pasado reformar a Telecom y quienes
anunciaron la idea debieron reversarla sin ejecutarla, porque las
reacciones políticas y sindicales habían amenazado
con paralizar la marcha del país.
Martha Pinto de De Hard es de pocos anuncios. De una manera muy
concisa de concebir, muy clara de planear y muy firme de ejecutar.
No se mide, ni se mide en la grande elocuencia, sino en el resultado.
Lo que parecía imposible lo fue convirtiendo en una gran
transformación del Estado. Yo admiraba como todos los días
avanzaba, vencía con gran facilidad las mayores dificultades.
Estábamos compenetrados con una idea.
Colombia no podía estar en ninguno de los extremos que
sobre patrimonios públicos se había disputado la
política de América Latina, ni en el extremo de los
excesos sindicales y de la politiquería, que deformaron
la social democracia que impidieron que se reformaran las empresas
del Estado y que por no haberla reformado las condijeron a la quiebra,
ni en el otro extremo, el de desmantelar el Estado.
Con la señora Ministra, en sus ejecutorias reafirmamos
nuestra tesis del Estado Comunitario, de los patrimonios públicos
no al servicio de burocracias politiqueras ni de excesos sindicales.
La tesis de los patrimonios públicos al servicio de la comunidad.
La tesis de los patrimonios públicos que no sean cargas
pesadas para el presupuesto, sino factores de contribución
al servicio de la comunidad. Me entusiasmaba ver como con una gran
febrilidad intelectual pero sin temores, sin arrogancia y sin desafíos,
avanzaba en lo que parecía imposible, la transformación
de Telecom, que la anunció al país en una intervención
de segundos; en dos párrafos, le anunció al país
una gran visión, una gran decisión, podríamos
hablar muchas horas de todos los procesos de Martha Pinto de De
Hart en el Ministerio de Comunicaciones y en el Gobierno.
Déjenme simplemente dar un resultado, la vieja Telecom
estaría hoy demandando anualmente del Ministerio de Hacienda,
500 mil millones de pesos para enjugar pérdidas y pagar
pensionados.
La vieja Telecom no tendría manera de invertir y el país
seguiría condenado eternamente a no avanzar en las comunicaciones
de las escuelas, de los hospitales, de las alcaldías, en
las inversiones de la banda ancha, en todo lo que es la conectividad
para la competitividad y la equidad de nuestra Patria.
La nueva Telecom puede generar este año cerca de un billón
de utilidades por tercer año consecutivo, genera un flujo
de recursos que permite que sin contribuciones del presupuesto
nacional, se pague oportunamente a los pensionados, no hay riesgo
para sus trabajadores y tiene asegurados más de 800 millones
de dólares para invertir en este año y en los que
vienen, a fin de que el país produzca un salto en Internet,
banda ancha y conectividad como el que ya la doctora Martha alcanzó a
percibir fruto de sus esfuerzos en telefonía móvil.
La nueva Telecom es garantía para los pensionados de la
vieja Telecom, es garantía para los trabajadores, es garantía
para la educación, para la salud, para la empresa privada,
para la administración pública. La nueva Telecom
es un patrimonio muy importante del Estado,
Me permitió la gestión de la doctora Martha Pinto
decirle a los colombianos en la campaña que terminó el
28 de mayo, que era mejor ser dueños del 50 por ciento menos
una acción de de Colombia Telecomunicaciones próspera,
patrimonio del presente y del futuro, que haber permanecido el
estado colombiano como dueño del 100 por ciento de la antigua
Telecom camino a la ruina.
Pero, el liderazgo de Martha Pinto de De Hart se caracteriza por
otra circunstancia: cabalga sobre el lomo de la iniciativa. No
se había terminado el proceso de transformación de
la vieja Telecom en la nueva, y ya estaba pensando en el socio
estratégico. No se había podido avanzar en el socio
estratégico y ya estaba reformando la televisión.
No había podido concluir la reforma de la televisión
y ya estaba poniendo las bases para al reforma de Adpostal, que
le toca continuar a su muy distinguida sucesora María del
Rosario Guerra de la Espriella.
A todos nos asombraba, muchas las virtudes de la Constitución
del 91, pero también quedaron por allí estragos del
clientelismo. Alguno de los constituyentes creyó que mantendría
muchos votos a futuro si en la norma constitucional establecía
un elemento de inmovilidad que impidiera cualquier reforma de la
vieja empresa estatal de televisión a futuro.
En efecto, se introdujo en la Constitución del 91 una norma
que daba esa apariencia, todos creíamos que esa Constitución
había cerrado las posibilidades de reformar la televisión
y había lanzado las llaves al mar. Se necesitaba que llegara
al Ministerio de Comunicaciones Martha Pinto de De Hart, con gran
pericia ejecutiva consultó con el Consejo de Estado, con
los tribunales, con los expertos y un día me dijo, tengo
ya el diseño para reformar el instituto de televisión
sin necesidad de reformar la Constitución. Una proeza, un
desafío y lo logró sin alardes, serenamente como
es una personalidad, la suya, donde prevalecen los resultados.
Hace pocos días visitantes internacionales me dijeron que
ese conjunto de reformas habría sido imposible en otro país,
y me expresaron y cómo es que cuando los correos no han
podido ser reformados en el Japón ni en Inglaterra, Martha
Pinto de De Hart se lanza y saca adelante semejante reforma en
Adpostal.
La admiración es de propios y de extraños, nos deja
muchas reflexiones, la reforma del Estado hay que continuarla,
cada vez que los colombianos pensemos en la reforma del Estado
tendremos que citar a Martha Pinto de De Hart, y revisar sus logros.
En mi concepto, su gestión al frente del Ministerio de
Comunicaciones debe ser un caso de estudio de gerencia pública,
de visión pública, de reforma del Estado.
Sé que para ustedes, como para todos los colombianos, pero
aquí, por especiales circunstancias de la geografía
y de la historia, Ecopetrol es importante en grado sumo.
Su futuro hay que pensarlo, teniendo en cuenta lo realizado por
Martha Pinto en Telecom.
El Gobierno ha hecho grandes esfuerzos en Ecopetrol, déjenme
citar algunos: por primera vez, después de haber denunciado
una convención colectiva de trabajo, se mantuvo el Gobierno
firme, llevó el proceso al laudo arbitral y a su confirmación
por la Corte Suprema de Justicia.
Eso le introdujo factibilidades de sostenibilidad a Ecopetrol
en el campo laboral y pensional.
Contrasta con alguna ocasión del pasado, cuando un ilustre
santandereano presidía Ecopetrol. Visionó la necesidad
de la reforma, presentó la denuncia a la convención
colectiva de trabajo, y el Ejecutivo Central lo desautorizó,
retiró la denuncia y forzó la denuncia del entonces
excelente Presidente de Ecopetrol. Ahí hemos dado un paso
importante.
Hace cuatro Ecopetrol invertía 500 millones de dólares
al año, este año invierte 1.400 (millones de dólares).
Un Gobierno irresponsable habría podido mantener el nivel
de 500 – 700 millones de dólares en inversión
anual en Ecopetrol, y llevarse la diferencia al gasto público
de cada período del cuatrienio. No lo hicimos así,
crecimos esa inversión hasta donde resisten las finanzas
de Ecopetrol y de la Nación.
Hasta ahí dos reformas muy importantes, pero necesitamos
la tercera, necesitamos la capitalización.
Hemos dado el salto, para pasar de invertir 500 millones de dólares
a invertir 1.400, sin embargo no es suficiente. Hay que pensar
en el futuro. La empresa no valdrá por sus activos. Estamos
haciendo grandes inversiones en la actualización de la Refinería
de Barranca y hemos superado otro escollo: tenemos un socio, seleccionado
en un procedimiento transparente, como transparente ha sido toda
la contratación de nuestro Gobierno, para actualizar la
Refinería de Barranca, pero todo eso no es suficiente.
Las demandas de inversión de Ecopetrol en los años
que vienen exigen un gran esfuerzo de capitalización, que
no está al alcance de las finanzas públicas.
Por eso, le hemos propuesto al país capitalizar Ecopetrol
en un 20 por ciento, si Ecopetrol no hace inversiones superiores
que le permitan proveerse de más reservas, que le permitan,
por ejemplo, incursionar con fortaleza en el campo de los biocombustibles,
Ecopetrol puede perder su valor. Su valor futuro depende de que
tenga éxito en lo uno y en lo otro. Por eso la capitalización.
Y así como en los debates preguntaba: ¿qué le
conviene más al país? ¿ser dueño del
ciento por ciento de Telecom en ruinas, o del 50 por ciento, menos
una acción, de Colombia Telecomunicaciones en prosperidad?
Quiero dejar una reflexión en la mente de mis compatriotas
santandereanos: ¿qué le conviene más al país
a futuro? ¿ser dueño del ciento por ciento de una
Ecopetrol sin capacidad de realizar todas las inversiones que se
requieren, corriendo mayores riesgos de perder reservas? ¿o
que el Estado sea dueño del 80 por ciento de una empresa
con músculo inversionista, que puede agregar reservas y
diversificar fuentes de energía?
La capitalización es un incremento de la empresa, y eso
la hace diferente de la venta. El Estado colombiano no va a disminuir
el patrimonio que tiene, va a invitar a una capitalización
para que se aumente el patrimonio de la empresa.
Y si ese proceso, gracias a sus inversiones, genera mayor valor
en la empresa, ese patrimonio del Estado colombiano también
incrementará su valor.
El valor civil de Martha Pinto de De Hart en el tema de las comunicaciones,
es un valor civil que hoy necesitamos en el tema de la industria
petrolera, para hacer estas reformas.
Cada vez que tengo el agrado de departir con mis compatriotas
santandereanos, repasamos una agenda, y aparece el tema, lógico,
de los combustibles biológicos.
Hace cuatro años el país no tenía combustibles
biológicos. Hoy estamos destilando diariamente un millón,
un millón 100 mil litros de alcohol carburante.
En el Gobierno anterior tomamos todas las medidas tributarias
de regulación, que posibilitaron que esa industria tomara
cuerpo en nuestro país. Todavía hay atrasos muy caros
a Santander, como el de la Hoya del río Suárez, que
comparte con Boyacá, pero uno de los proyectos ya parece
haber logrado el cierre financiero y estar en la etapa de pedido
de la maquinaria.
El Gobierno mantendrá toda la atención para que
esos proyectos se desarrollen. Pero no podemos mirar el departamento
solamente en el área geográfica del río Suárez,
en los límites con Boyacá, donde están hoy
establecidas las industrias paneleras que se transformarían
en alcohol carburante.
Tenemos que mirarlo en el Magdalena Medio donde hay todas las
posibilidades del desarrollo del biodiesel a partir de la palma
africana. Quiero compartir hoy con ustedes la decisión de
Ecopetrol de invertir en Barranca y en el Magdalena Medio santandereano
para producir biodiesel a partir de palma africana.
La discusión no es para impedirle al Estado que abra el
proceso de capitalización de Ecopetrol, creo que la discusión
tiene que ser para exigirle al Estado que Ecopetrol sea futurista
en la configuración de su canasta energética. Yo
miro con mucho optimismo la posibilidad, que estamos buscando sea
realidad, de que en un periodo relativamente corto podamos inaugurar
en Santander el proyecto de biodiesel de Ecopetrol, tan importante
para agregarle valor a la empresa, para ir convirtiendo la agricultura
en agricultura para la energía, para el tema ambiental y
para darle a Colombia alternativas biológicas a los combustibles
fósiles.
No podía desaprovechar esta oportunidad para proponer a
ustedes mis compatriotas santandereanos este tipo de reflexiones.
Lo han dicho mis ilustres antecesores en el uso de la palabra,
cómo la doctora Martha Pinto de De Hart fue una embajadora
permanente de su tierra. En las bellas palabras de Borges, cuando
yo venía a Bucaramanga y la oía desde acá hacerle
planteamientos al país, en las bellas palabras de Borges
veía allí a alguien desde la provincia, provincia
de la cual yo provengo allí al otro la do del río
Magdalena a alguien desde la provincia con visión universal
y al otro día cuando compartía con ella una reunión
en Bogotá, en las bellas palabras de Borges veía
a alguien desde el universo luchando por todos los intereses de
lo local. No hubo tema santandereano que ella no batallara con
toda ardentía y amor por su Patria Chica y por su Patria
Grande durante los cuatro años que desempeñó con
lujo el Ministerio de Comunicaciones.
Le sirvió a su departamento con transparencia y con eficacia.
Un concepto bien distinto de la política, entendió que
la manera de servirle a su departamento no era con clientelismo
ni con contratos, sino con reivindicaciones. No había posibilidad
de que se desfilara por su cartera ministerial para reclamar prebendas
o puestos públicos, pero abrió todas las posibilidades
para que se llegara a su cartera ministerial a demandar las grandes
reivindicaciones de Santander.
Ahora el Alcalde, el Gobernador, el presidente del Comité Intergremial,
el joven y magnifico director ejecutivo de la Cámara de
Comercio, hacían un listado de las gestiones por su tierra
de la ministra Martha Pinto de De Hart, yo empezaba a hacer el
mío y si quisiera enumerarlo esta noche, aquí no
saldríamos hasta las primeras horas de la madrugada.
Se les han olvidado algunos aspectos. Usted me dijo Alcalde: que
si “que estaba dispuesto a aportar el 30 por ciento para
adelantar el sistema de transporte masivo de Bucaramanga, el Transmetro,
-que tiene un aporte del 70 por ciento de la Nación-, pero
que yo le tenía que ayudar antes que eso a financiar el
viaducto de la novena”, me puso en aprietos, yo no encontraba
los recursos, y le dije a la ministra: “¿Martica qué hacemos?”,
ella con gran tino, con perseverancia, porque eso si que la distingue,
cómo aprendió de bien ese lema de las mamás: ‘la
constancia vence lo que la dicha no alcanza’, empezó a
buscar esos recursos y los encontró a través de los
mejores resultados de Telebucaramanga.
¿Qué aspecto de la vida de Santander no representó Martha
Pinto con vocación de servicio en el Gobierno? Ninguno. ¡Y
convencía! Porque llegaba a todas partes con prudencia pero
con firmeza. Una expresión dulce en un carácter de
hierro. Unos argumentos expresados muy razonablemente, pero soportados
con la firmeza de no reclinarlos. Así reclamaba todo lo
que quería para su tierra.
¡Qué bueno que el país y Santander tengan
en las ejecutorias de Martha Pinto una semilla para que todos los
reclamemos muchas más ejecutorias de servicio público
en el futuro, en el presente, por Colombia y por Santander.
Ninguna reunión con ella es frívola, y menos podría
ser la de esta noche. Yo sé que en la mente de todos ustedes
circulan los temas de la gran agenda santandereana.
Hemos hecho una referencia a Ecopetrol. No hablemos de lo que
está en curso, como los pavimentos viales o el proceso de
reestructuración hospitalaria. Hablemos de otros temas.
Confiamos en los próximos días adjudicar en audiencia
pública a través de la televisión, con la
transparencia con que lo hemos hecho en todos los otros contratos,
el contrato de la concesión del área metropolitana
de Bucaramanga, que tiene unos trayectos básicos y unos
trayectos adicionales que dependerán de las posibilidades
del presupuesto nacional, para acercar la ciudad al puerto de Barrancabermeja
a través de una doble calzada.
No se puede construir con la rapidez con que quisiéramos,
pero quedará definido el esquema contractual, el contrato
para que los gobiernos, en permanente acuerdo con el pueblo santandereano,
le vayan asignando recursos.
Me parece de gran importancia lo que tenemos que hacer con otras
vías. No basta con concluir el Plan 2.500. Y además
cada vez que hablo con los alcaldes en Santander o en Antioquia,
en las diferentes regiones colombianas, me dicen: Presidente, es
insuficiente. Y tienen razón.
Estamos contratando un empréstito de 1.000 millones de
dólares para poner a disposición de los gobernadores,
a fin de que los departamentos continúen ese Plan 2.500
emprendido por la Nación. Y concentrar a la Nación
en las grandes vías de competitividad del comercio exterior.
Tenemos que recuperar totalmente la carretera Cúcuta – Bucaramanga,
completar la pavimentación y mejoramiento de la Vía
Central del Norte, tan importante también para la competitividad
del país y para el oriente de Santander.
La bancada parlamentaria, el Gobernador, el Alcalde de Bucaramanga,
en causa común con Norte de Santander, nos han pedido que
se reviva el tema de la carretera Cúcuta – Bucaramanga
por el Alto del Escorial.
Durante todos estos años yo he sido prudente con el tema,
porque no es fácil responderle a todas las regiones de la
Patria, con un déficit fiscal que hace cuatro años
era del 4,2 y un endeudamiento de la Nación del 54 por ciento
del PIB.
Nos hemos venido llenando de razones. En la última reunión
le hice una petición a los parlamentarios. Les dije: esta
no es una reunión de un cuarto de hora, se convirtió en
una reunión de cinco horas, porque los temas hay que mirarlos
en detalle para poder tomar decisiones acertadas.
Y al cabo de cuatro horas y media les pregunté: ¿están
de acuerdo que no podemos descuidar las obras en marcha? Y me contestaron:
sí.
¿Están de acuerdo que para poder acometer la carretera
del Escorial necesitaríamos recursos adicionales, porque
de lo contrario tendríamos que sacrificar obras en marcha?
Me dijeron: necesitaríamos recursos adicionales.
¿Están de acuerdo que la perspectiva de la carretera
del Escorial no puede llevarnos a abandonar el proceso de recuperación
de la actual carretera por el Alto de Berlín? Y me dijeron:
estamos de acuerdo.
¿Estamos de acuerdo que el Gobierno Nacional le tiene que
cumplir a Bucaramanga con los recursos de cofinanciación
para que Bucaramanga saque adelante el plan de expansión
del acueducto? Y me dijeron: estamos de acuerdo.
Entonces les dije: denme una oportunidad de buscar recursos para
la vía del Escorial.
Y como esas reuniones no se pueden quedar en el plano de la cortesía,
sino que tienen que aprovecharse para tocar los temas como deben
ser enfrentados, les dije: permítanme vender las dos electrificadoras:
la de Norte y la de Santander, no para que el Gobierno Nacional
se lleve el dinero. Con un compromiso, lo firmamos: la totalidad
del dinero es para ser invertido en la carretera del Alto del Escorial.
Les voy a hacer estas reflexiones y voy a venir a discutirlo con
ustedes en un consejo comunitario. Tómenlas tranquilamente.
Escúchenme que después hay tiempo de discutir. Tómenlas
tranquilamente.
Estos servicios públicos hoy hay la posibilidad de que
sean prestados por muchos actores. Venderla no equivale a que se
la lleven. Al contrario, de pronto se crean las condiciones de
inversión para que cada día la mejoren.
Independientemente de que sea del Estado o mixta o de particulares,
ese servicio público está regulado. Las cuentas hay
que pagarlas, sea la empresa estatal o privada. Y el servicio lo
cortan, sea la empresa estatal o privada, cuando hay morosidades.
Las tarifas están sometidas a un régimen de regulación,
que lo tiene que cumplir una empresa estatal, mixta o privada.
La dirigencia política y los usuarios son más exigentes
con la empresa privada que con la empresa estatal.
Porque como la empresa estatal en períodos incurre en dañinos
paternalismos, entonces no se le exige lo que sí se le exige
a la empresa privada, que no puede incurrir en paternalismo.
Me parece que la oposición radical tendría sentido
si el Gobierno se fuera a llevar ese dinero para pagar deuda de
la Nación o para invertirlo en otras partes.
Pero la propuesta es presentable para que si ustedes (tengan tranquilidad,
que este ha sido un pueblo de carácter pero de tranquila
y argumentada deliberación), si ustedes estiman, como me
lo insistían esta noche el Gobernador y el Alcalde viniendo
del aeropuerto, que para integrar las dos áreas metropolitanas,
para facilitar las exportaciones de Bucaramanga a la hermana República
de Venezuela, la carretera del Escorial es una necesidad, yo tengo
toda la voluntad de reemprenderla, pero ayúdenle al Gobierno,
que carece de los recursos, a buscar una fuente de financiarla.
De lo contrario a mí me pondrían ante el dilema
de mentirles o frustrarlos, de prometerles lo que no podría
ser, o definitivamente no poder hacerlo por falta de recursos.
Y el acuerdo sería muy bueno, porque cualquiera sea el
valor de las electrificadoras, será apenas una parte del
valor de la inversión del Escorial, el resto lo tendrá que
coger la Nación.
Es más fácil forzar a la Nación a que aporte
ese dinero después de que aquí se ha puesto la cuota
inicial con las electrificadotas, que forzar a la Nación
a que ponga ese dinero sin la cuota inicial.
No crean que el tema es fácil. La carretera el Escorial
tiene en la tecnocracia mucho enemigo. Los unos dicen que la geología
de ese tramo de la cordillera no permite que se construya la carretera.
Los otros dicen que no les da la tasa de retorno.
Yo tengo la voluntad política para hacer la carretera independientemente
de los obstáculos de la tecnocracia, pero necesito ir en
alianza con ustedes, que me ayuden con los recursos de la electrificadora.
Y piensen en otro escenario, mis apreciados compatriotas santandereanos.
De pronto un Gobierno en apuros vende esas electrificadoras todas
en un decir amén. Sin que alcancemos a abrir los ojos y
a darnos cuenta que la gastan para pasar apuros y nos quedamos
ahí si, sin la electrificadora y sin la vía el Escorial.
Por lo menos el compromiso nuestro es para la vía del Escorial
que es la prioridad de ustedes. Y les voy a mencionar otra vía.
Ustedes que visionariamente quieren trabajar en región con
Norte y con Casanare y con Arauca y con el Sur del Cesar y con
las vecindades del Magdalena Medio, están en el imperativo
de obligar al Gobierno a mirar la región en su conjunto.
Miren otros compromisos que tenemos. ¿Para qué el
Puente de Barrancabermeja sino avanzamos en la carretera de la
margen izquierda del río, dirección al Sur de Bolívar? ¿Para
qué el puente de Barrancabermeja? sino avanzamos en la carretera
que habrá de comunicar a Bucaramanga con Panamá y
que exige pavimentar los tramos viales por Antioquia desde el río
Magdalena en Yondó, al frente de Barranca hasta Caucacia
en el río Cauca, cruzando el Sur de Cordoba, para llegar
al Golfo de Urabá y buscar más adelante el Darien
y hacer de ese trayecto la comunicación de Cucuta y Bucaramanga
con Panamá. Y eso implica altísimos costos.
Y permítanme referir a otra vía. La parte norte
de Norte de Santander. Afectada por los sembradíos de coca
empieza a encontrar una gran alternativa en la plama africana y
se han aumentado mucho las explotaciones carbón. Pero la
vía para sacar esos productos al Caribe colombiano no será la
vía del alto del Escorial. Será la vía del
Catatumbo a la Mata, cruzando la cordillera por los Motilones.
Y esa vía tiene grandísimos costos y la región
también me la ha presentado como prioritaria.
En todas ellas tiene que invertir la Nación. Una Nación
con escasez de recursos
Doctora Marthica, démosle gracias a mi Dios que encontramos
ese déficit si no no habríamos tenido que trabajar
tanto.
Mi Dios nos supo equilibrar, dijo: “Estos que tienen muchas
ganas de trabajar ahí les mando una chequera estrecha”.
No crean que la tenemos abundante, todo es muy difícil.
Por eso el Gobierno comprometido a responderle en todo lo que esté a
su alcance a la agenda santandereana, les dice: Piensen en permitirnos
un aporte a este proyecto con los dineros de la venta de la electrificadora.
Y es que los compromisos no vencen ahí. Ahí sigue
en estudio, con mucha discusión en la alta tecnocracia,
la hidroeléctrica del río Sogamoso. Y siguen otros
temas de gran trascendencia. En el Gobierno que empieza tenemos
el compromiso de alcanzar plena cobertura en educación básica,
de avanzar en educación preescolar. De avanzar machismo
en universidades, en el Sena.
Plena cobertura en salud. Hoy tenemos 600 mil Familias en Acción,
tenemos que llegar a millón y medio de Familias en Acción
para que la política social no se quede en le discurso como
tantas veces por quedarse en el discurso ha frustrado a Colombia,
hay que financiarla. Y nuestra voluntad es cumplirle a Santander
y a toda la Patria con esa política social y eso cuesta.
Hace cuatro años en un primer consejo comunitario de Bucaramanga,
Alberto Montoya Puyana dijo que el reto era colocar cinco billones
en microcrédito. Parecía una utopía. Lo logramos
en exceso, pero ahora el país nos dice, “nos quedamos
cortos”.
En las próximas semanas empezará el sistema de banca
de Oportunidades que exigirá grandes esfuerzos parta darle
crédito a los sectores más vulnerables de la Nación,
a aquellos que no tienen acceso al crédito o que dependen
de la casa de agiotismo
La política social es muy ambiciosa. Hace cuatro años
Colombia tenía la pobreza en el 60 por ciento, el año
pasado en el 51. Nuestra meta es dejarla no por encima del 35 en
el 2010. Planeación Nacional dice que es muy difícil
para el 2010 tenerla por debajo del 39 pero vamos a recorrer el
kilómetro adicional para que no quede por encima de 35,
a fin de que los Gobiernos que nos sucedan puedan cumplir con la
visión de largo plazo para que en 2019, cuando se evalúe
la visión Colombia, segundo centenario al completarse los
dos siglos de la batalla de Boyacá, Colombia haya reducido
el nivel de pobreza al 15 por ciento
Y todo ello nos implica grandes inversiones. Si ustedes van dimensionando
todo eso, verán apreciados santandereanos que el resultado
puede ser de prosperidad.
Tener un buena empresa de servicios públicos, a través
de un acuerdo entre los accionistas, la comunidad y los gobiernos
y avanzar en esta infraestructura de competitividad.
No puedo venir a Bucaramanga a acompañar este homenaje
a una de las más notables e importantes mujeres de la Patria,
sin referirme al tema del orden público
Esta tierra, con su himno, con su historia, con su carácter,
ha sido para mi una fuente alimentaría para persistir en
la tarea de la derrota del terrorismo.
Nosotros expresamos a la largo de la campaña que terminó el
28 de mayo que la seguridad democrática es un camino a la
seguridad y a la reconciliación, cómo no va a ser
un camino a la reconciliación si la seguridad democrática
ha mostrado sus bondades para todos los estratos sociales, para
los periodistas, para los sindicalistas, para los maestros, para
las gentes de la política independientemente de que estén
en la línea ideológica del Gobierno o en la oposición.
Todo eso le da importancia a la seguridad democrática.
Y cómo no va a ser un camino para sostener la reconciliación
si ha abierto los espacios de la desmovilización y es la
garantía de que al hacer la paz los grupos terroristas sus
militantes no sean asesinados en el futuro, porque esa seguridad
democrática es la misma que se encargará de protegerlos.
En consecuencia, expresamos que de ganar las elecciones de mayo,
abriríamos un espacio para buscar la paz con las Farc. Dije,
ese espacio lo vamos a abrir sobre supuestos muy importantes, la
Farc se negaba a negociar aduciendo que Colombia no desmontaba
el paramilitarismo, los gobiernos hay que medirlos en la elocuencia
de los hechos, hoy está desmontado el paramilitarismo en
un alto porcentaje, desmovilizado el gran número de paramilitares
y la mayoría de los líderes paramilitares recluidos
a órdenes de la justicia.
Decía la Farc que no negociaba porque en Colombia se asesinaba
a los voceros de la oposición, en el Gobierno de la Seguridad
Democrática la oposición ha tenido garantías
efectivas sin antecedentes, siempre ha tenido garantías
retóricas y formales en Colombia pero en las últimas
décadas no había tenido la eficacia de las garantías
que ha tenido en este Gobierno, como quedó demostrado en
las libertades efectivas que rodearon a la oposición en
los últimos certámenes electorales.
Dije allí hay dos presupuestos para avanzar en la negociación,
además hemos hecho todos los esfuerzos para que se desarrolle
un proceso de paz con el Eln, y el 28 de mayo al agradecer a mis
compatriotas la copiosa afluencia a las urnas, con que nos favorecieron,
tomé la decisión de buscar la paz acompañando
esa gestión de un lenguaje moderado en la sustentación
de la política de seguridad.
Pero los actos terroristas, como el atentado de ayer a la Universidad
Militar, me han demostrado que ese lenguaje moderado confunde a
las grandes mayorías colombianas amigas de la seguridad
democrática, desorienta la Fuerza Pública y, lo peor,
en lugar de convencer a los terroristas para que hagan la paz,
les agranda su espíritu terrorista y los convierte de terroristas
en personajes de la política.
Por eso esta mañana a las 7:00 de la mañana hice
una pregunta, ¿Qué responde el terrorista cobarde
Jorge Briceño, conocido con el alias de Mono Jojoy, al hecho
de que unos milicianos de Bogotá el enviaron un mensaje
diciéndole que ya habían logrado la tarea asignada
de terrorismo en la capital de la República.
¿A donde está la respuesta del cobarde terrorista?
Y esta noche, después de conocer nuevas evidencias en el
día, le pregunto a ese terrorista cobarde, qué responde
al mensaje que le envió hoy al jefe de las milicias de las
Farc que subsisten en Bogotá dándole las gracias
por el atentado y pidiéndole que no lo comunique.
¿Qué responde ese terrorista cobarde?, de ese grupo
que mata y roba y engaña, ese terrorista cobarde que no
mira de frente, ¿qué responde, ese terrorista cobarde
a la coincidencia entre esos mensajes que se ha cruzado con los
milicianos de las Farc que aun quedan en Bogotá, y las publicaciones
de la página de internet de la Farc de hoy?
Por eso, apreciados compatriotas santandereanos, nosotros queremos
buscar la paz pero no al costo de la seguridad democrática,
estamos dispuestos a la paz pero no estamos dispuestos a que nos
engañen.
Autorice en las últimas semanas al Comisionado doctor Luis
Carlos Restrepo, para buscar acuerdo con las Farc para una zona
de encuentro. Pero lo que nosotros no podemos permitir es zonas
de encuentro que las Farc utilice como zonas de despeje para reconstruir
su capacidad terrorista.
Lo que no podemos permitir es que nuestra generosidad en la búsqueda
de una zona de encuentro para el acuerdo humanitario, esté acompañada
de carros bomba estallados por las Farc.
La paz, la búsqueda de la paz, no vamos a permitir que
el cinismo terrorista, la quiera amenazar con carros bomba. Con
nosotros la paz es en serio, la política de seguridad democrática
se reafirma en cada momento más en serio.
Por eso esta mañana expresé que quedaba revocada
la autorización al Comisionado para reunirse con las Farc,
que mientras las Farc persista en acciones terroristas, no hay
reuniones, ni zona de encuentro, ni hay tampoco acuerdo humanitario.
Me llamó el Comisionado desde Cuba y me dijo, que allí había
la interpretación de que yo lo estaba revocando para que
no continuara los diálogos con el Eln, y le dije, el tema
del Eln está excluido de esta intervención.
En efecto el tema del ELN está excluido de esta intervención.
En efecto, esta mañana, en las instrucciones dadas a la
Fuerza Pública, hubo muchas. Lucha frontal contra el paramilitarismo
no desmovilizado, lucha frontal para capturar a Vicente Castaño,
lucha frontal contra bandas emergentes, lucha frontal contra cabecillas
de las Farc, lucha frontal contra grupos como las Águilas
Negras, lucha frontal contra el narcotráfico. No se mencionó al
ELN, porque queremos acompañar con toda la buena fe los
esfuerzos de paz.
También debo repetir esta noche en Bucaramanga, que a los
tres países que han venido buscando acuerdos entre el Gobierno
y las Farc para una zona de encuentro, a fin de liberar a los secuestrados,
hoy les expresé que esas gestiones quedan suspendidas mientras
las Farc persistan en acciones terroristas.
Que mientras las Farc persistan en acciones terroristas el único
camino que tenemos para rescatar a los secuestrados es el rescate
militar.
Y expresé que estos países que nos han ofrecido
sus buenos oficios para la zona de encuentro y el acuerdo humanitario,
nos deberían apoyar militarmente, operativamente, con acciones
de inteligencia, para poder tener éxito en el rescate militar
de los secuestrados, y así lo hablaré con cada uno
de esos gobiernos.
Que no quepan dudas, es menos difícil proteger la vida
de los secuestrados cuando los gobiernos son firmes contra el terrorismo,
que cuando los gobiernos empiezan a cavilar, a vacilar y a prestarse
a engaños del terrorismo.
Al mundo hay que decirle que hemos hecho todos los esfuerzos por
el acuerdo humanitario, pero que nosotros no podemos avanzar en
acuerdos humanitarios mientras las Farc pretenden beneficiarse
de esos acuerdos. Y la respuesta que da es la de lanzar cobardes
carros bombas.
Que venga a decir ahora que la responsabilidad de la vida de los
secuestrados está en el Gobierno, los que dicen eso, revisen
si lo dicen por convicción o por miedo a las Farc. El Gobierno
no los secuestró, este Gobierno ha reducido el secuestro
de más de tres mil casos al año –este año
todavía hay muchos- hace 20 días llevábamos
169 secuestros extorsivos.
Este Gobierno ha luchado eficazmente contra el secuestro, y los
comandantes militares tienen precisas instrucciones de depurar
todos los operativos para buscar el rescate de nuestros compatriotas
secuestrados.
Que no quepa duda: la inversión que necesitamos en Colombia
para genera empleo y derrotar la pobreza, llega más fácil
si los inversionistas ven que hay un país con un pueblo
y con un gobierno firmes frente al terrorismo, que si los inversionistas
advierten que el Gobierno ha flaqueado, para atender las demandas
del terrorismo.
El gobierno español está empezando un diálogo
con ETA. Pero ETA lleva tres años sin producir un asesinato
en España. ¿Cómo pretenden que a nosotros
nos pongan carros bombas, y que el Gobierno responda rogándole
a las Farc que nos sentemos a dialogar?
Nosotros no podemos continuar en Colombia una historia de debilidades.
El futuro de nuestra Patria, la dignidad de nuestra Patria, el
futuro de las nuevas generaciones, en buena parte depende de nuestra
firmeza para derrotar el terrorismo.
Esa firmeza será la única que habrá de liberarnos
de tener que padecer la eterna esclavitud del terrorismo.
Mis compatriotas de Santander, ¡qué emoción
de Patria se siente al decir esta noche que esta tierra tiene en
Martha Pinto de De Hart una líder excepcional de la vida
colombiana!
¡Qué bueno expresarle, en nombre de mis compañeros
de Gobierno, de mi familia, todo el afecto y la admiración
que sentimos por ella, por su familia, por su obra!
¡Qué bueno registrar ese universo de Martha Pinto
de De Hart, su preparación, su competencia, para expresar
lo que conoce y para estudiar lo desconocido, su liderazgo para
conducir equipos, su liderazgo para ser compañera en equipos
de gobierno, su calidad humana, su sentido de familia, su amor
a la Patria, sus responsabilidades con la región.
En esta tierra digamos a Colombia, como dice el himno a Santander, ‘ni
un paso atrás, siempre adelante’. Martha Pinto es
un ejemplo. ¡Qué viva Colombia y que viva Santander!