“LOS
COLOMBIANOS NECESITAMOS HECHOS DEMOSTRATIVOS DE BUENA FE”:
URIBE
Barranquilla, 28 oct (SNE). “Los
colombianos necesitamos hechos demostrativos de buena fe”, dijo el presidente Álvaro
Uribe Vélez en relación con el tema de la paz,
al inicio del Consejo Comunal de Gobierno sobre desarrollo empresarial.
Las siguientes son sus palabras.
“Un saludo muy afectuoso a todos ustedes. Realizamos hoy
un nuevo Consejo Temático, en esta serie que hemos venido
llevando a cabo para alimentar lo que habrá de ser el
Plan de Desarrollo.
Estoy seguro que para el Gobierno Nacional, el ejercicio de
los Consejos Comunitarios Temáticos especializados, ha
sido y es muy útil para enriquecer las ideas iniciales
sobre el Plan de Desarrollo, lo mismo que para el Honorable Congreso
de la República, que tendrá la responsabilidad
del estudio y decisión final sobre el Plan de Desarrollo.
Nos reunimos hoy en la ciudad de Barranquilla para examinar
un tema fundamental del desarrollo económico y social
de la Nación: el comercio.
Vamos a aprovechar este Consejo Comunitario para avanzar sobre
este tema y también para tener unas mesas paralelas sobre
asuntos de gran interés local.
Insertemos el tema que nos ocupa, el del comercio, en la Visión
que está trabajando el Gobierno.
Nosotros tenemos un concepto de competitividad y de crecimiento
económico, como medios para el desarrollo social de la
Nación.
Nuestra gran aspiración es la reducción de pobreza
y la construcción de equidad.
Hace cuatro años la pobreza estaba casi en el 60 por
ciento. Hace un año en el 51 por ciento. La meta es que
el 20 de julio de 2010, en las vísperas de la finalización
del Gobierno, cuando cumpla evaluar metas parciales de la Visión
Colombia Segundo Centenario al 7 de agosto 2019, la meta es que
ese 20 de julio podamos decir que la pobreza se ha reducido al
35 por ciento.
Planeación Nacional ha expresado que en el cuatrienio
es difícil ponerla por debajo del 39. Pero vamos a hacer
todos los esfuerzos, a recorrer el kilómetro adicional
para lograr situarla en el 35, a fin de que aquellos gobiernos
que nos sucedan puedan cumplir la meta de que el 7 de agosto
de 2019 la pobreza no supere el 15 por ciento.
Esa tarea hay que acompañarla de una tarea de construcción
de equidad. Por primera vez en muchos años el Coeficiente
Gini, que mide la distribución del ingreso, empieza a
mostrar leves signos de mejoría en Colombia.
Por eso nosotros queremos y necesitamos llegar a un crecimiento
económico sostenido del 6 por ciento. No fácil.
Ha sido muy difícil llegar al 5 por ciento. Difícil
sostenerlo y, por supuesto, llegar al 6 por ciento, y sostenerlo.
Hay un aspecto positivo y un riesgo. El aspecto positivo: la
confianza en Colombia. El riesgo: la falta de hallazgos petroleros.
Diríamos que Colombia empieza a tener una bonanza de
confianza. El país tuvo bonanzas puntuales. El país
tuvo bonanzas cafeteras, puntuales y transitorias. Bonanzas cuando
se hallaron pozos de petróleo, como Caño Limón,
Cupiagua, Cusiana. Una bonanza de inversión cuando el
país abrió el espacio a la inversión privada
para la telefonía móvil. Una bonanza de inversión
cuando el país abrió los espacios para la televisión
privada. Ahora parecería ser que no tenemos una bonanza
específica de inversión, ni furtiva, sino general
y con alientos de largo plazo.
¿Por qué lo digo? Porque vemos un crecimiento
económico sustentado en inversión en todos los
sectores. Eso es muy importante. Por el tratamiento que hemos
recibido en los mercados financieros: hace pocas semanas el país
colocó 1.000 millones de dólares en el mercado
de Nueva Cork, a un plazo de 31 años y una tasa de 7,44.
Una bonanza de confianza en el ritmo de inversión: este
año la inversión privada está creciendo
al 32 por ciento. El año pasado la inversión extranjera
directa en Colombia, neta, superó los 5 mil millones de
dólares. Hace cuatro años estaba en 700. Yo creo
que este año, por las cifras que hemos venido viendo con
el Banco de la República, vamos a lograr la misma cifra
neta de inversión extranjera directa del año pasado.
Las cifras del comercio, que veíamos esta semana, ¿por
casualidad las tienes aquí, Cecilia? Que la doctora Cecilia Álvarez
pudiera leer allí, ayudara alguien que tuviera un micrófono,
y aquí está el doctor Guillermo Botero Nieto, presidente
de FENALCO. Léete algunas de las cifras que registró el
comercio esta semana, y al final resaltando la cifra de consumo
de alimentos.
Cecilia Álvarez, consejera económica de la Presidencia:
En agosto del 2006 las ventas reales minoristas aumentaron 14,76
comparado con el mismo mes del año anterior.
Presidente Uribe: Ventas reales minoristas: 14,76.
Cecilia Álvarez: Los principales grupos de mercancías
están:
Alimentos y bebidas no alcohólicas: crecimiento del 7,22
por ciento.
La cifra de empleo: en agosto del 2006, el empleo del comercio
minorista creció el 4,43 por ciento, comparado con agosto
del 2005.
Año corrido, entre enero y agosto del 2006, las ventas
reales del comercio minorista crecieron el 12,95 por ciento.
Entre enero y agosto de 2006, los grupos de mercancías
que registraron los principales crecimientos en ventas reales
fueron: muebles y equipos para oficina, vehículos automotores,
motocicletas, muebles y electrodomésticos.
De enero a agosto del 2006, el empleo asociado al comercio minorista,
creció el 4,51 por ciento.
Presidente Uribe: Yo destacaría aquí el crecimiento
de alimentos. Ya llevamos varios meses de un crecimiento real
de alimentos, tonificante, importante.
Y eso es lo que nos dice qué está pasando en los
sectores más pobres de la Nación.
Porque el aumento de consumo de alimentos no se registra en
los sectores más pudientes, que viven a dieta: no se comen
un sancocho más, no le mezclan un ñame más
a la sopa.
Creo que es bien importante lo que viene pasando en el país
en materia de consumo de alimentos, que demuestra que, en medio
de todas las dificultades, se empieza a recuperar la capacidad
adquisitiva de los sectores más vulnerables.
Pero esto hay que consolidarlo. Tiene riesgos. El país
todavía no ha podido recuperar el grado de inversión.
Si no lo recupera, la confianza en el país puede volverse
a deteriorar. Nos están dando un margen de espera.
El país todavía tiene un alto déficit en
el Gobierno Nacional central. Tenemos una carga pensional muy
alta. El país debe 142 billones. Si bien se ha hecho un
gran esfuerzo y como porcentaje la deuda pública se ha
reducido del 48 al 33 por ciento, el endeudamiento neto de la
Nación de todas maneras es muy alto, del 33 por ciento,
y es muy alta la cifra absoluta, de más o menos 142 billones.
Hemos reformado 293 entidades del Estado, pero todavía
faltan muchas. Apenas estamos empezando a reformar las clínicas
del Seguro Social.
De ahí la importancia del conjunto de reformas que están
a consideración del Congreso. Yo miro con optimismo que
la aprobación de esas reformas puede consolidar una tendencia
de confianza en Colombia.
Ahora este crecimiento de la economía colombiana es valioso,
porque no se sustenta en loterías, sino en un gran esfuerzo
de todos los sectores de la economía.
Colombia, por ejemplo, no es la gran beneficiaria suramericana
de todo ese auge de la economía china. Uno ve que Brasil
le exporta a China 10 mil millones de dólares al año,
con una gran participación de carne, ganado vacuno, con
una gran participación de soya.
La economía peruana, la economía chilena, se favorecen
ampliamente del auge chino, gracias a que son economías
altamente exportadoras de los minerales demandados por China.
Colombia tiene apenas pequeñas cantidades de esos minerales.
Le exporta a China unos 250 – 300 millones de dólares
al año. Es productora en mínima cantidad de soya
y tenemos la vulnerabilidad del petróleo.
No obstante que hace cuatro años exploraba el país
diez pozos por año y este año exploramos entre
47 y 50, aún no se dan los hallazgos de petróleo
que necesitamos para despejar los nubarrones en ese frente tan
sensible de la economía.
¿Y por qué lo económico? Porque para nosotros
no son válidos ningunos de los dos extremos que quisieron
conducir a América Latina. Ni el extremo brasilero de
los 60, que solamente se preocupaba por el crecimiento y hacía
caso omiso de la superación de pobreza y de la equidad,
aquel modelo que se llamaba ‘desarrollismo’, y que
justamente por no haberse dado por generación espontánea,
como sus mentores lo esperaban, el impacto sobre la pobreza,
entonces cayó en desgracia.
Tampoco participamos del concepto totalmente contrario que quiso
liderar América Latina de que lo importante era la inversión
social, con el burocratismo, excesos sindicales, que simplemente
condujo a que se tratara de hacer equidad distribuyendo pobreza.
Nosotros creemos en un sólido crecimiento a la economía,
vigoroso y sostenido en el tiempo, que sea capaz de ir acompañado
de superación de pobreza y de construcción de equidad.
Hoy nos reunimos para examinar uno de los temas más importantes
en esa dirección. En esa dirección necesitamos
trabajar el capital social, el capital físico, el comercio
exterior, el buen manejo de la economía.
En el capital social tenemos unas metas muy ambiciosas en educación,
en financiación de la economía popular, en salud,
en saneamiento básico, en vivienda.
En capital físico unas metas muy ambiciosas de infraestructura.
El señor Gobernador, el Ministro del Transporte, van
a presentar en algún momento de los inicios del Consejo
un plan de infraestructura bien importante para el Caribe Colombiano
y para la ciudad de Barranquilla.
En el manejo macroeconómico tenemos toda la esperanza
puesta en las aprobaciones en el Congreso de la República
al conjunto de leyes que están en trámite.
Y el tema del comercio exterior para nosotros no es un elemento
ideológico, es un elemento práctico, es un elemento
de inserción de Colombia en la economía mundial.
Si hay alguna ciudad que enseñe en esta materia es Barranquilla.
Como lo expresa su gran historiador Eduardo Posada Carbó,
esta ciudad estuvo conectada con el mundo desde los orígenes,
y en más o menos debida forma con el interior del país
apenas en los años 1950.
Tal vez esa circunstancia histórica que la llevó a
conectarse primero más activamente con el resto del mundo
que con el resto del país, haya creado las fundaciones
en el espíritu del pueblo atlanticense para ser el pueblo
con más visión cosmopolita de Colombia.
Por eso es bien importante haber escogido la ciudad de Barranquilla
como sede de este Consejo Comunitario de Comercio. Porque aquí no
se entiende la internacionalización de la economía
como una amenaza a la economía colombiana, sino como una
gran posibilidad.
Barranquilla entiende que la internacionalización de
la economía no se puede frenar por razones ideológicas,
cuando lo que tenemos que hacer es utilizarla para buscar mercados
que les den mejores oportunidades a los trabajadores colombianos.
Le asignamos, pues, mucha importancia a lo que podamos hacer
en esta materia.
Vamos a tener las siguientes reuniones paralelas. Miguel, por
qué no nos cuenta cuáles son las reuniones paralelas
programadas.
Miguel Peñaloza, asesor presidencial para las Regiones:
Sí, señor Presidente, muchas gracias. Con el Gobernador
se acordaron una serie de problemas locales y va a haber una
sala de tducación, una sala de transporte, una sala de
agua y saneamiento básico, una sala de agricultura, y
la sala que usted propuso para todos los consejos del Dane.
Presidente Uribe: ¿Va a haber una presentación
del Subdirector del Dane aquí sobre las cifras que presenta
el Dane para el departamento del Atlántico?
Miguel Peñaloza: Sí, señor. Hay una regional
total del departamento, pero además tiene todas las cifras
para que los alcaldes de los municipios puedan conocer casos
particulares.
Presidente Uribe: Usted me dice que los comunicadores de Barranquilla
están preguntando sobre la reacción del Gobierno
acerca del comunicado. Entonces una reacción, queridos
amigos de los medios de comunicación. Cuando estén
listos me dicen. ¿Están listos, muchachos?
Los colombianos necesitamos hechos demostrativos de
buena fe. Hechos demostrativos de buena fe. Esa es mi reacción.
Permítanme hacer unos comentarios sobre los sucesos de
la Universidad del Atlántico.
Convocados por sus congresistas, con un gran interés
del entonces senador José Name Terán, con permanente
preocupación del Gobernador y del Alcalde, el Gobierno
Nacional acudió en el último año y medio
en innumerables ocasiones a Barranquilla, a buscar superar la
crisis de la Universidad del Atlántico.
En campaña se puso en duda la voluntad del Gobierno Nacional
de mantenerla abierta. Por razones electorales se acusó al
Gobierno Nacional de que quería cerrarla. Los hechos han
demostrado nuestra voluntad de mantenerla abierta, de mantener
esa posibilidad de universidad pública a los estudiantes
atlanticenses.
Pero nosotros teníamos que escoger uno de dos caminos:
no reformarla, inyectarle unos dineros, hacer un gran esfuerzo
presupuestal, y por falta de reformarla después asistir
de nuevo a una reaparición de crisis. El otro camino:
reestructurarla para garantizar su sostenibilidad futura. Este
es el segundo camino que hemos escogido.
Como expresé el 7 de agosto, apreciados compatriotas,
nosotros tenemos un concepto del patrimonio público: no
compartimos la idea que hizo carrera en algunas décadas
en América Latina, mediante la cual se oponían
a la reforma de los patrimonios públicos, se permitía
que la politiquería y los excesos sindicales estuvieran
apoderados de los patrimonios públicos, en nombre de tesis
sociales se evitaba la reforma y todo condujo a que por falta
de reformas, por politiquería y excesos sindicales, esos
patrimonios públicos terminaran en la ruina.
Tampoco compartimos el extremo opuesto de desmantelar el Estado,
como ocurrió especialmente en la década de los
90 en muchos países de América Latina.
Nuestro concepto es un Estado al servicio de la comunidad, sostenible.
Por eso en lugar de cerrar los hospitales del Atlántico,
cofinanciamos a la Gobernación para la reforma de la red
hospitalaria del Atlántico, que tiene hoy aspectos que
enorgullecen a Colombia, como es la transformación del
antiguo Hospital Universitario de Barranquilla, que era un desastre
y hoy es una maravilla.
Hemos transformado 293 empresas del Estado, y confiamos que
dentro de no muchos meses los colombianos empiecen a percibir
los resultados de la transformación de las clínicas
del Seguro Social.
Y lo mismo necesitamos en las universidades públicas.
Hay unas sumamente bien transformadas, otras que les falta la
transformación.
La Universidad del Atlántico era insostenible con sus
costos, con los cuestionamientos a su sistema de pensiones. Muy
costosa para prestar muy pocos servicios. Muy costosa para atender
un número reducido de estudiantes.
Entonces nos hemos propuesto reestructurarla.
Reitero hoy ante ustedes, compatriotas atlanticenses, toda la
voluntad del Gobierno Nacional para que la Universidad del Atlántico
salga adelante.
En los últimos días se giraron 30 mil millones
del presupuesto nacional para apoyar el proceso. Estamos en la
gestión de un nuevo crédito de 20 mil millones,
y confiamos acordar las garantías rápidamente con
el señor Gobernador.
Tenemos toda la voluntad, pero hay que reestructurarla. Si no
la reestructuramos, esa es platica perdida. Si no la reestructuramos,
eso es como pretender curar un cáncer con un Mejoral.
Hay que reestructurarla para poderle dar sostenibilidad en el
tiempo.
He dicho esta semana a la señora Ministra (de Educación,
Cecilia María Vélez) y a la Rectora encargada,
la doctora Ana Sofía (Mesa), que el Presidente de la República
lo que hace es reiterar el respaldo a las decisiones de reestructuración.
Ninguna amenaza nos puede frenar esa reestructuración,
porque de esa reestructuración depende el futuro de la
universidad y las posibilidades de miles de familias que tienen
en la universidad la única opción para sus hijos.
Yo soy hijo de la universidad pública. La hemos fortalecido
mucho en nuestros años de Gobierno. Pero lo que no podemos
permitir es una universidad pública derrochadora de recursos,
y no podemos permitir una universidad pública violenta.
Qué tal una universidad pública derrochando recursos
en pensiones ilegales, mientras no atiende a un suficiente número
de estudiantes pobres. Esa no es la universidad pública
que queremos.
Qué tal una universidad pública acabando con las
vidas de los muchachos, acabando con los semestres de los muchachos
por estar en violencia.
La universidad es caja de resonancia de los problemas de la
sociedad. Yo entiendo que la universidad tiene que hacerle eco
a los problemas sociales. En una Nación con pobreza, con
inequidad, la universidad tiene que ser crítica. Si no
es crítica, no cumple otra misión esencial, cual
es la misión de ser científica.
La necesitamos reestructurar para que sea masiva. Estimulamos
la universidad crítica y la universidad científica,
pero eso se contrapone a la universidad violenta.
¡Sí a la universidad pública de masas, sí a
la universidad pública científica, sí a
la universidad pública crítica, no a la universidad
pública violenta!
He pedido a las Fuerzas Militares y de Policía que están
en la ciudad de Barranquilla, que hagan todas las investigaciones,
todos los esfuerzos, para llevar a la cárcel a la totalidad
de los infiltrados violentos que están en la Universidad
del Atlántico.
He pedido que cuantas veces tenga que entrar la Policía
a la Universidad del Atlántico para evitar que destruyan
los edificios, para proteger la administración y a los
estudiantes, lo haga.
¿Qué es eso de que no pueda entrar la policía
a la Universidad del Atlántico, pero allá sí hacen
de las suyas los terroristas?
Nosotros creemos en la universidad pública libre, crítica,
científica, pero no en la universidad pública amedrentada
por terroristas.
Para que esto no quede en privado, señor general (Rafael)
Parra y señor coronel (Álvaro) Caro, cuantas veces
haya que entrar a la universidad a sacar terroristas, entren.
Con toda la prudencia, pero con toda la firmeza.
Que la universidad viva en un ambiente de libertad, en un ambiente
de ciencia, en un ambiente de crítica, pero no en un ambiente
de terror.
Y para que ustedes no tengan ningún tropiezo, yo, que
tengo la responsabilidad constitucional mayor del orden público,
quería reiterarles estas instrucciones aquí, de
cara a mis conciudadanos de Barranquilla. Ayúdenos a garantizar
esa universidad.
Una vez escuchemos al señor Gobernador y al señor
Alcalde, entonces entramos con los temas específicos del
Consejo y con las mesas paralelas.
Ofrezco la palabra a nuestro gobernador anfitrión, el
doctor Carlos Rodado Noriega”.