TESTIMONIO DE UNA
LÍDER GUARDABOSQUE
Santa Marta, 5 sep. (SNE). “El orgullo lo llevo dentro de
mi corazón, porque sé que es el futuro para mí,
para mi familia y para todas las familias guardabosques que entraron
en este proyecto”, dijo Luz Marina Saavedra, líder
guardabosque de la vereda Calabazo, municipio de Santa Marta, durante
el encuentro que sostuvo con el presidente Álvaro Uribe
Vélez.
El siguiente es su testimonio:
“El testimonio que quiero contarles en esta tarde es que,
como familia guardabosque de la Sierra Nevada de Santa Marta, podría
decir que el 90 por ciento de la Sierra Nevada vivía de
los cultivos ilícitos. Yo digo vivíamos porque el
que no sembraba, raspaba. El que no raspaba, cocinaba. Por ejemplo,
si yo no sembraba, yo cocinaba. Si no cocinaba, ayudaba a llevar
los insumos. De una u otra forma hacía parte de lo ilícito.
Pero gracias a Dios, primeramente, quiero
darle las gracias a Él,
porque Él es el que ilumina a la humanidad. Ha iluminado
al Presidente y a toda su cúpula de trabajo para que tengamos
un país diferente. Y yo pienso que lo ha ido logrando, aunque
no ha sido todavía el logro completo, pero sí lo
ha ido logrando.
Al mirar tanto ilícito, hace aproximadamente tres años,
cuando la mayoría de la Sierra Nevada vivía de lo
ilícito, entró el programa de Familias Guardabosques.
Yo pude vivir esa experiencia directamente, porque todos nos hablábamos
y decíamos: bueno, esto es un cambio, nosotros vivimos de
lo ilícito. ¿Y si de pronto es un engaño del
Gobierno? ¿Si después de que nosotros vivimos de
esto, si erradicamos, y de pronto entonces no nos cumplan? ¿Qué vamos
a hacer? ¿De qué vamos a vivir? Pero nos decidimos.
Y nos decidimos a erradicar. Lo hicimos
en familias. Por ejemplo, en el caso mío, yo fui una de las personas que ayudé en
la erradicación. Nosotros nos uníamos y decíamos:
este día vamos a erradicar. Y ese día lo hacíamos.
Nos llevábamos nuestros hijos, nos uníamos en familia
y así lo hicimos.
Cuando entregamos ya las veredas limpias,
entonces sí el
programa llegó. Llegó cuando el señor Presidente
estuvo en los sectores donde nosotros estamos, y allí comenzó ese
día a entregar los incentivos. El cambio se había
hecho. Entonces fue cuando nosotros comenzamos a entender que sí era
una realidad, que no estábamos por medio del engaño.
Sí, le doy gracias a ellos, porque
sinceramente ha sido un programa muy responsable. Ha sido un
programa que, aparte del
incentivo que nos ha llegado, hemos recibido las capacitaciones.
Nosotros, a pesar de que somos campesinos,
no teníamos
el conocimiento que teníamos hoy. Porque ellos han mandado
los grupos para que los capaciten técnicamente y socialmente
también. Aun en nuestras propias familias tenemos enseñanzas:
cómo debemos tratarnos los unos con los otros. Aun con nuestros
vecinos: cómo debemos tratarnos. Y así nos organizamos
de esa manera.
Pero resulta que nosotros recibíamos el incentivo y ya.
Hasta que los que nos estaban organizando un día nos convocaron
y nos dijeron: bueno, ustedes están recibiendo un incentivo.
Todos ustedes, la mayoría, son arrendatarios. ¿Y
entonces qué van a hacer ustedes? ¿Cuál es
el futuro de ustedes?
Y nos organizaron y dijeron: mire, aquí van
a venir proyectos, proyectos muy buenos, pero ustedes necesitan
ser propietarios.
Para nosotros como familias pobres nos
fue muy difícil
pensar que pudiéramos llegar a ser propietarios. Pero gracias
a estos incentivos y a la organización, ellos nos ubicaron
y nos dijeron: bueno, vamos a hacer lo siguiente: únanse
por familias y vamos a averiguar las fincas, a ver cómo
nos unimos y compramos las fincas.
Y nosotros obedecimos, nos dejamos guiar,
que es lo más
importante.
Nos unimos por familias y compramos las
fincas. Después
de que compramos las fincas, entonces las aparcelamos. Y hoy somos
una gran cantidad de familias las que somos propietarios.
Cuando ya fuimos propietarios, entonces
nos dijeron: bueno, como ustedes son propietarios, ahora sí vienen
los proyectos. Y gracias a Dios comenzaron los proyectos.
Por ejemplo, en el caso mío, yo entré en un proyecto
de Colombia Forestal, apoyada por Usaid. Gracias a ellos nos entregaron
unos materiales como cacao, higuerilla, maderables, plátano,
y hoy nosotros tenemos una parcela muy pequeña, porque es
una parcela de dos hectáreas, la mayoría las tenemos
así.
Pero nos enseñaron cómo sembrar, aunque fuera poquita
tierra, y cómo poder defendernos. Y nosotros contamos con
esa clase de cultivos.
Aparte de eso, nosotros hicimos semilleros
de aguacate, de otras clases de árboles frutales, y gracias a Dios contamos con
una parcela bien ubicada, a través de estos programas.
Y no solamente eso, no solamente llegamos
hasta ahí, sino
que también nos organizamos todas las Familias Guardabosques
de la Sierra Nevada de Santa Marta, y pensamos que cuando se acabara
el programa, ¿qué íbamos a hacer?
Y decidimos conformar una empresa, y nos
unimos entre todos, y conformamos una empresa llamada Emsolmec,
que quiere decir Empresa
Solidaria, Multiactiva y Ecoturística de las Familias Guardabosques
de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Hoy yo me siento orgullosa, tengo una camiseta
de esta empresa, pero no es el orgullo la camiseta, porque esta
camiseta voy y me
la quito y queda por ahí, sino que el orgullo es que yo
la llevo dentro de mi corazón, porque yo sé que es
el futuro para mí, para mi familia y para todas las familias
guardabosques que entraron en este proyecto.
Con este mensaje quiero decirles que no
nos desanimemos. Hay momentos difíciles cuando de pronto pensamos: ¿qué vamos
a hacer? Pero yo pienso que si nos dejamos organizar, vamos a tener
un futuro diferente, vamos a ser personas diferentes, ya que yo
en mi familia vivimos lo que fue la violencia, lo que fue el peligro.
Yo tenía, quiero decirles esto, un familiar. Y él
me decía: yo no puedo vivir sin lo ilícito porque
es que esto es lo que a mí me da rentabilidad. Y nosotros
nos preocupábamos porque cuando la persona trabaja con lo
ilícito, siempre lleva un peligro mayor, que es el que está cuando
está trabajando ilícitamente.
Nosotros lo aconsejábamos, le ayudábamos, hasta
que al llegar los programas, esos proyectos, él se dio cuenta
de que eran proyectos productivos también.
Y entró en el programa, ¿y sabe qué? Yo miro
el ejemplo de él, lo que es cuando la persona tiene una
decisión de luchar por su vida, por su familia, por su país,
por sus comunidades. Es uno de los que actualmente está viviendo
de los proyectos productivos. Él actualmente en la vereda
saca 1.000 ó 1.200 plátanos al mercado. Lo que él
no se le daba por hacer.
Y un día lo invitaron: que había una región
donde se podía trabajar con lo ilícito, muy especial,
y él dijo: no, me cansé de lo ilícito, quiero
trabajar dignamente, así como estoy trabajando, porque llevo
una vida diferente a como la llevaba antes.
Entonces es un mensaje que nos da, de que
sí podemos trabajar,
sí podemos con lo lícito, aunque recibamos un poquito
menos, un poquito de lo que antes recibíamos, pero vivimos
una vida feliz y una vida en paz.
Quiero esta tarde entregarle un detalle
al señor Presidente,
una camiseta. Esta camiseta es de la empresa de Emsolmec. Quisiera
que de pronto no se la llevara puesta sino que se lleve esta empresa
en el corazón, ese corazón grande que tiene para
todos los colombianos. Y no solamente a él sino a todo su
grupo de trabajo. Muchas gracias”.
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