PALABRAS DEL PRESIDENTE
URIBE EN CONGRESO DE EXPORTADORES
Barranquilla, 15 sep (SNE). Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez, al intervenir en la
clausura del XVIII Congreso Nacional de Exportadores, organizado
por la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex).
“En primer lugar quiero registrar con preocupación
los padecimientos de la ciudad de Barranquilla con los aguaceros
de esta tarde. Hay varios sectores de la ciudad sin energía,
dos escuelas derrumbadas. Confiamos que no haya víctimas.
Incluso nos proponíamos hacer una revisión exhaustiva
de las obras del sistema de transporte masivo, que acá se
llama Transmetro. Y de las obras que están en construcción
en el puerto, especialmente al otro lado del río.
El Transmetro tiene una inversión aquí de más
de 230 mil millones. Ya el contrato avanza en su ejecución
y las obras de defensa del canal navegable tienen una inversión
alrededor de 60 mil millones en plena ejecución.
Y el aguacero nos permitió apenas dar un vistazo por encima
a las obras del transporte masivo y reunirnos con los contratistas
e interventores acá, antes de empezar esta reunión
con ustedes.
Quiero felicitar a los compatriotas que
han recibido esta tarde los premios por sus esfuerzos en aras
de la actividad exportadora.
Son puntos de referencia muy importantes para la nación
entera.
Antes de referirme a las palabras del doctor
Javier Díaz
Molina, el director ejecutivo de Analdex, permítanme expresarles,
apreciados exportadores, que el Gobierno Nacional para la competitividad
reasigna especial importancia al tema del capital humano, al tema
del capital físico, al tema del manejo macroeconómico
y al tema del comercio internacional.
En cuanto al capital humano, las metas
que nos proponemos en el cuatrienio que empieza, son bien exigentes.
Por ejemplo, llegar
en educación básica a un ciento por ciento de cobertura.
Eso nos implica crear en estos cuatro años otro millón
y medio de cupos escolares. En el cuatrienio anterior creamos millón
cuatrocientos veinte mil cupos escolares.
Pero también vamos hacer el esfuerzo para que dos millones
de niñitos menores de cinco años, que están
en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, empiecen a tener
acceso a la educación. Ellos reciben, a través de
la modalidad de madres comunitarias o a través de las modalidades
de desayunos reforzados, ellos están recibiendo alimentación
de parte del Estado. Ahora tenemos que hacer posible su ingreso
gradual a la educación. A esa educación pre-básica,
a esa educación pre-escolar.
El Sena en el cuatrienio anterior lo encontramos
en cinco millones de horas al año en formación. Este año debe
llegar a 16 millones de horas de formación. Debe recibir
cuatro millones de colombianos en sus aulas. Hace cuatro años
recibía millón cien mil.
¿Cuáles son los nuevos retos para el Sena? Un primer
reto para el Sena es certificar sus materias, certificar su oferta
educativa, para que la certificación de esa oferta educativa
permita que se cumplan los acuerdos que está logrando con
las universidades, para que los muchachos que egresen del Sena
como técnicos o tecnólogos, en cualquier momento
posterior puedan ingresar a una universidad y completar su siglo
de educación superior.
Eso nos parece bien importante para la
competitividad del país,
porque en la medida que vayamos ajustando el ingreso a la educación
técnica, tecnológica y universitaria, con el ingreso
a las corrientes dinámicas a la economía, se mejora
la pertinencia y se mejora la productividad y la competitividad.
Otro reto muy grande para el Sena es empezar
el proceso de acompañar
a sus egresados a la obtención de crédito. Que no
le baste al Sena con entregarles a los muchachos el diploma. Que
gradualmente veamos al Sena acompañando a sus egresados
en la obtención de crédito.
Se ha dado un gran paso en la reforma laboral.
Con el tema del aprendizaje, pasamos de tener 20 mil aprendices
en Colombia a tener
hoy casi 100 mil. Se ha dado hoy un gran paso con el Fondo Emprender,
que va de la mano del fondo para la pequeña empresa.
Pero no es suficiente. El nuevo paso que
queremos dar es que el Sena acompañe a sus egresados en la gestión de crédito.
Y otro paso muy importante para la competitividad
es avanzar hacia la meta de que en los próximos años, todos los bachilleres
que Colombia gradúe, hayan tenido una inducción,
una primera inserción a la formación técnica.
Los bachilleratos técnicos en el país son muy importantes,
pero insuficientes. Para lograr este camino de competitividad,
estamos en la tarea de que haya convenios entre los diferentes
establecimientos de educación básica y el Sena.
¿Para qué? Imaginémonos un colegio de Barranquilla,
entonces aquí en ese colegio se suministran unas aulas al
Sena. Allí instala el Sena los equipos tecnológicos
y allí les imparte instrucción en un área
técnica a los muchachos de ese colegio antes de que esos
muchachos reciban el grado de bachiller.
En el momento en que nuestra patria pueda
decir que todos los bachilleres están teniendo como requisito de grado haber
obtenido una inducción hacia una labor técnica por
parte del Sena o de entidades certificadas en el mismo nivel o
en superior nivel, yo creo que estaríamos asistiendo a una
gran revolución.
Lograrlo todo en el cuatrienio que empieza
es imposible, pero si un gran avance que nos lleve hacia ese
objetivo. Para esta formación
de capital humano en el área educativa es muy importante
el Icetex. Ha mejorado mucho. Lo encontramos con 500 mil millones
de crédito. Terminamos el cuatrienio en agosto con 800 mil
millones, necesitamos llegar a más de dos billones.
Se han reducido las tasas de interés, se han ajustado los
plazos a las posibilidades de los muchachos, una vez egresen de
las universidades. Hemos desburocratizado el Icetex. Hemos hecho
una gran reforma administrativa en él.
Vamos hacia el objetivo de que todo crédito en el Icetex
se pueda tramitar a través de un computador y con la asesoría
de la universidad donde estudia el muchacho o la niña que
aspira al crédito del Icetex. Confío mucho que eso
nos va a ayudar en nuestra patria a frenar la deserción
universitaria y nos va ayudar a mejorar la competitividad.
Todo esto está asociado con el tema de la investigación
y con el tema de la pertinencia. Hace cuatro años la empleabilidad
de los egresados del Sena estaba en el 42 por ciento. Las últimas
mediciones muestran una empleabilidad por encima del 70.
Quiero decir que a pesar de todo lo que
nos falta por corregir, hemos ajustado, vamos por el buen camino
de hacer concordante la
oferta de formación técnica en el Sena con la economía.
Y en materia de pertinencia para la educación superior
en general, nuestro gran aporte es el del observatorio de la suerte
laboral de los egresados de las universidades. Apenas empezó a
principios del año pasado. Ya ha dado dos informes, y a
medida que dé informes, nuestra esperanza es que los colombianos
puedan conocer cómo están las oportunidades de empleo,
de trabajo, de emprendimiento, por sectores de la economía,
por sectores de la enseñanza, por regiones y por universidades.
Que el padre de familia, el muchacho que
aspira a una universidad, conozca esos informes que tienen que
ser públicos, ampliamente
difundidos, para que ello le ayude en la escogencia de la institución
universitaria, técnica o tecnológica para adelantar
allí sus estudios.
Esto en cuanto a algunos aspectos de nuestro programa educativo,
como parte fundamental del mejoramiento del capital humano para
la competitividad.
En salud el esfuerzo tiene una meta inicial:
lograr en este cuatrienio plena cobertura en el régimen
subsidiado de salud.
Eso nos implica hace un esfuerzo para llevar
al aseguramiento alrededor de ocho millones de colombianos. En
el momento que podamos
decir que nuestra patria tiene plena cobertura en educación
básica y plena cobertura en régimen subsidiado de
salud, en ese momento Colombia habrá dado un gran paso en
materia social, un gran paso en materia de convivencia y un gran
paso en materia de capital humano para la competitividad.
Además hay retos muy grandes como el reto de la calidad,
el reto de la erradicación definitiva de la corrupción
en la salud. Por supuesto, en todas las áreas del Estado.
El reto de la transformación de los hospitales, donde Barranquilla,
el Atlántico, han sido un ejemplo.
Si ustedes miran el Hospital Universitario
de Barranquilla de hace cuatro años, era un desastre. El nuevo hospital, proceso
de reestructuración del Gobierno departamental con el Gobierno
nacional, el nuevo hospital es un modelo.
Nuestra primera reforma en el Seguro Social
consistió en
desvincular las clínicas de la parte central del Seguro.
Eso es lo que va a posibilitar las nuevas reformas en las cuales
estamos empeñados.
Por ejemplo, ya se ha adelantado buena
parte de la reforma aquí en
la Costa Caribe. El hospital de Cartagena, que se llama la Clínica
Enrique de la Vega, la de Santa Marta y la de Riohacha empiezan
a tener el mejoramiento sustancial en la prestación de servicios,
gracias a acuerdos de administración con entidades religiosas,
con Caprecom, con el hospital de Maicao, etcétera. Vamos
adelante con este proceso y vamos a completarlo en todo el país.
Tema muy importante para la competitividad
es el mejoramiento del capital físico. A algunos puntos del capital físico
se refirió el doctor Javier Díaz Molina.
Un reciente informe del Banco Mundial nos
dice que Colombia va bien en infraestructura social y mal en
infraestructura de competitividad.
El Banco Mundial entiende, en el gran capítulo de la infraestructura
social incluye el tema de los servicios públicos. No obstante
todo lo que falta, el Banco Mundial nos califica bien.
Para mejorar el tema de los servicios públicos no solamente
hay que acertar en el acto legislativo de transferencias, hay que
acertar también en la vigilancia de las transferencias,
en el marco de regulación para las empresas de servicios
públicos. Hay que acertar en las nuevas inversiones.
La propuesta que le hemos hecho al Congreso
de la República
es que en este cuatrienio el rubro presupuestal de audiencias públicas,
que puede ser alrededor de un billón doscientos cincuenta
mil millones por año, se lleve en su totalidad al tema de
saneamiento básico: acueductos, alcantarillados, saneamiento
de agua residuales, y en alguna parte también al tema de
la disposición final de basuras.
Con las audiencias públicas incorporamos una partida presupuestal,
que se discute con toda la comunidad, y eso nos permitió eliminar
los auxilios parlamentarios, que eran en alguna forma una fuente
de corrupción.
Confiamos, pues, que podamos avanzar en el tema de infraestructura
social.
Y dice el Banco Mundial que en materia de infraestructura de competitividad
vamos mal.
Quiero referirme a esfuerzos que vamos
a hacer en comunicaciones, telecomunicaciones. El país ha avanzado en materia de telefonía
celular y registra dos atrasos comparativos: en internet y banda
ancha.
Tengo mucha confianza, por la transformación
que hemos hecho en el sector, que este cuatrienio que empieza
logre mostrar
grandes avances en cobertura de banda ancha y en cobertura de internet.
Y esa confianza está basada no solamente en la confianza
del sector privado para invertir en Colombia, sino en nuestra reforma
de la antigua Telecom, la creación de la nueva empresa Colombia
Telecomunicaciones, el socio internacional, los recursos de los
cuales se dispone para esas inversiones.
En materia de puertos tenemos toda la disposición de extender
las concesiones portuarias, pero que le podamos al país
unas contraprestaciones equitativas. Que todo el mundo quede tranquilo.
Y vengo a referirme específicamente a Buenaventura. El
lunes el Consejo de Ministros tomó varias decisiones.
Una decisión: para descongestionar
Buenaventura en el corto plazo, se autoriza que funcionen varias
zonas aduaneras: en Cali,
en Yumbo, en Buga.
Eso implicará un gran esfuerzo de la Dian para agilizar
esas decisiones, su implementación, y para evitar que eso
se constituya en un camino de contrabando.
En presencia del Director de Aduanas, el
doctor Juan Pablo, quien nos acompaña, reitero la disposición
del Gobierno de que esas decisiones se tomen con la mayor rapidez,
como lo exige
la emergencia de Buenaventura.
La segunda decisión que tomó el Consejo de Ministros
el pasado lunes, es autorizar al Ministerio del Transporte para
que suscriba una acta de intención con la Sociedad Portuaria
de Buenaventura sobre la extensión de la concesión.
El Gobierno reitera la voluntad de contribuir
a resolver el problema con la extensión de la concesión,
pero, como le he dicho al sector privado de Buenaventura, nos
tiene que ayudar la
sociedad portuaria con el nivel de su compromiso.
Las inversiones que el Gobierno estima
tienen que hacerse allí en
los años que vienen, son del orden de 256 millones de dólares.
Adicionalmente habría que construir un viaducto, que vale
80 millones de dólares.
Y hay que corregir temas administrativos, que se han hablado con
la Sociedad Portuaria. Por ejemplo, en un puerto moderno, con escasez
del recurso tierra, del recurso espacio, no puede haber espacios
privatizados. Todos esos espacios tienen que estar al servicio
de la agilidad del puerto.
Yo creo que a buenos entendedores pocas
palabras bastan. Creo que es suficientemente claro y suficientemente
prudente, llamar
la atención para que en Buenaventura se acabe con la práctica
de los espacios privatizados. Eso le ha hecho mucho daño
a la agilidad del puerto.
Lo digo de manera constructiva, reconociendo
que el Gobierno, por una u otra circunstancia, de pronto se ha
demorado en la decisión
de extender la concesión. Pero necesitamos ese tipo de esfuerzos
de parte de la Sociedad Portuaria.
Y también el esfuerzo de dotación y de operación,
porque todo no se puede delegar a terceros operadores. Porque entonces
uno se pregunta: si todo eso lo delegan, eso va a debilitar los
ingresos de la concesión. Y debilitados los ingresos de
la concesión, nos crean limitaciones adicionales para esas
inversiones.
Guárdenlas en mente. Estimativo inicial del Consejo de
Ministros: 256 millones en el puerto, mas 80 millones de dólares
en un viaducto para mejorar la comunicación ya en el acceso
al área urbana.
Esta semana dimos al servicio la vía alterna-interna en
Buenaventura. No costó poquito. Aquí está el
Director de Invías. Cuesta 180 mil millones de pesos. De
los cuales 140 mil millones han sido invertidos por nuestra administración
desde el año 2002.
Y tenemos unos contratos de vías complementarias, de obras
complementarias, que cuestan más o menos seis mil millones,
y que deben concluirse en noviembre – diciembre.
Hace cuatro años el problema era
el terrorismo en la carretera. Hoy es la insuficiencia de la
carretera.
¿Hace cuatro años por qué no empezamos la
doble calzada? Por la situación tan grave de orden publico,
y en las finanzas nacionales además, que no se ha acabado
de superar. Porque hemos tenido que comprometernos con más
700 mil millones para recuperar a Emcali.
Hacer obras cuando hay dinero no es gracia. La gracia es lograr
emprenderlas con la escasez de dinero, con que ha tenido que vivir
este Gobierno.
Pero quiero decirles que vamos para adelante
allí con varias
obras. Primero dos concesiones. La primera con la concesión
Pisa, la segunda con la Malla Vial Vallecaucana, y lo tercero obra
pública directa, contratada por la Nación, con un
costo que supera los 350 mil millones.
La otra obra es el mejoramiento de la antigua carretera para poder
descongestionar el acceso a Buenaventura.
Quiero recordar (ahora que hablaba el doctor
Díaz Molina
del esfuerzo que ha hecho el Gobierno, reconocimiento que le agradezco
inmensamente, para superar pleitos), quiero recordar que, a pesar
de resuelto lo de Commsa, todavía nos queda un gran pleito.
Yo no sé cuántos hemos resuelto. Ya perdí la
cuenta. Es que no había manera de adelantar obras públicas
si todas las concesiones estaban en pleito.
Lo de Commsa es un pleito desde el año 1996 – 1997.
Nosotros intentamos resolverlo. Nuestro acuerdo llegó al
Consejo de Estado y lo rechazó.
Ahora se ha resuelto con una participación directa de la
Procuraduría. Y confiamos que el anuncio bueno que se le
hizo al país de haber resuelto este pleito, la manera transparente
como lo hemos hecho en este y en todos los casos, permita perfeccionar
esa negociación, esa conciliación.
Pero nos queda un tema muy delicado relacionado con Buenaventura:
el Ferrocarril del Pacifico.
El problema que teníamos con este Ferrocarril del Atlántico
está resuelto. Se cambio la concesión. Las obligaciones
de los nuevos concesionarios los obligan primero a construir aquí unas
zonas de alivio para los trenes, que permitirán pasar de
26 millones de toneladas de carbón, a más de 40.
Y a construir la segunda línea de Santa Marta a Chiriguaná.
Eso nos permitirá transportar 60 – 66 millones de
toneladas.
Tenemos mucha confianza en la conciliación que se logró en
el Ferrocarril del Atlántico.
¿Qué nos pasa en el Ferrocarril del Pacífico?
Nosotros hace cuatro años encontramos la concesión
adjudicada. Y a mí me dijeron: Presidente, está adjudicada.
Y yo dije: Cerramos los ojos, le hacemos un mal al país
si por vanidades decimos que no continuamos las obras iniciadas
por la administración anterior.
Hemos pagado más de 140 millones de dólares, está bastante
reconstruida la vía, y ahora dicen los concesionarios que
no tienen equipo y que las tarifas no son competitivas en el trayecto
de loma para prestar el servicio.
Esto lo he denunciado claramente en muchos
foros del país,
y aspiro que podamos llegar a un acuerdo con ellos. Y que honren
lo que escribieron en el contrato cuando propusieron por esa concesión.
Y que lo honren frente a un país que, a través del
Gobierno, les ha pagado cumplidamente todas las actas de obra.
Yo me pregunto: ¿Esos 140 millones dólares invertidos
para recuperar esa línea, si los hubiéramos invertido
en la parte social de Buenaventura, en la doble calzada de la carretera,
donde iríamos, por Dios?
Ahora, déjenme decir una cosa: en medio de casos de corrupción
que el Gobierno denuncia y enfrenta, este Gobierno ha sido celoso
en materia de pulcritud, en materia de rectitud. Y en esa tarea
continuaremos, y ojalá no tengamos que denunciar nuevos
casos de corrupción.
Pero yo también quiero llamar la atención de contratistas,
como los concesionarios del Ferrocarril, porque esa inversión
es muy grande, y esa inversión sin prestar el servicio es
una defraudación al país
Ojalá se pueda resolver eso.
Si tuviéramos ese Ferrocarril funcionando, no habría
hoy tanta alarma con el tema de la carretera. Y era lo que se esperaba
cuando se adjudicó la concesión.
El tema del lote. Yo hubiera querido recibir
las críticas
de la Sociedad Portuaria en el momento que nos reclamaron que le
entregáramos el lote al municipio.
Paradojas de la vida, doctor Javier: ¿sabe dónde
se hizo ese acuerdo? En la gerencia de la Sociedad Portuaria. Estaba
el Gerente de la Sociedad Portuaria y estaban las autoridades del
Valle del Cauca, que pertenecen a la junta directiva. Y se nos
hizo el pedido que le entregáramos ese lote al municipio.
Lo que hemos pedido es lo siguiente: que
el municipio perciba un arrendamiento, pero que afecte el lote
a la extensión
de los servicios portuarios. Ayúdennos con eso.
Esa es la propuesta que le estamos haciendo al Alcalde. Porque
finalmente lo que les interesa a ellos es recibir el ingreso para
aliviar las finanzas de Buenaventura. Y que nos permitan que el
lote siga afectado al servicio portuario.
En el tema de carreteras. Para tratar de
abreviar en el punto, voy a decirles lo siguiente: estamos pavimentando
3.200 kilómetros,
lo que se llama el Plan 2500. Y ha habido una crítica en
muchos gremios, porque allí hay mucha vía municipal.
Si uno fuera a mirarlo a la luz de la competitividad
del comercio exterior, hay muchas vías que no reúnen los requisitos
de vías de competitividad de comercio exterior. Pero también
hay que comprender al Gobierno: el país las reclama, nosotros
tenemos 1.098 municipios, y muchos siguen totalmente aislados.
En esas vías hay unas vías muy importantes para
la productividad del país. Por ejemplo, aquí en la
Costa Caribe colombiana están las vías de La Mojana,
40 años de un sueño frustrado. Eso va a ayudar mucho
a desarrollar esa zona, que tiene amplias posibilidades de ser
una zona exportadora.
Están dos vías en los Llanos Orientales: la vía
de Puerto López a Puerto Gaitán y la vía de
Granada a San José del Guaviare. Vías de gran trascendencia
para la Nación.
Compromisos del nuevo Gobierno: concluir
el Plan 2500. Frente a las nuevas inversiones, solamente emprender,
con cargo al Gobierno
Nacional, las grandes vías de competitividad para el comercio
exterior.
Y me preguntan los alcaldes y los gobernadores, porque los reclamos
cambian de acuerdo con el auditorio.
Recuerdo que hace pocos días, en la asamblea de la Andi
en Cartagena, me hablaban de las vías para el comercio exterior.
Muy razonable petición, estamos muy atrasados en eso. Y
me decían: Presidente, no más vías municipales.
Y al otro día llegué a Barichara, Santander, y los
alcaldes de Santander me decían: Bueno el Plan 2500, pero
es mínimo frente a lo que el país necesita.
¡Entonces qué les he dicho? Aquí está el
señor Gbernador del Atlántico. Les he dicho: estamos
ya gestionando un crédito de mil millones de dólares,
para poner a órdenes de los departamentos, a fin de que
los departamentos con ese crédito, que puede ser a 17 –
20 años, con una tasa de interés baja, puedan acometer
las nuevas vías departamentales que no alcanzan a tener
cobertura en lo que llamamos el Plan 2500.
Para así dedicar todos los esfuerzos de la Nación
a las vías de competitividad para nuestro comercio exterior,
donde ya hay muchísimas licitaciones abiertas, y confío
que en eso podamos avanzar. No me voy a referir a las licitaciones
abiertas, porque me haría todavía más extenso.
El tercer punto de competitividad. Hemos
hecho alguna referencia al tema de capital social, al tema del
capital físico. El
tercer punto de competitividad es el tema del buen manejo macroeconómico.
El Gobierno tiene el compromiso de hacer
todos los esfuerzos para tramitar la agenda económica en el Congreso de la República.
Esa agenda tiene la reforma tributaria y la reforma de transferencias.
Adicionalmente hay un punto de gran trascendencia, que es continuar
con la reforma administrativa.
Antes de referirme a la reforma tributaria
y a la reforma de transferencias, permítanme decir lo
siguiente: si hay alguna reforma importante que hemos hecho y
que vamos a continuar haciendo, es la reforma
administrativa.
Hemos reformado 280 entidades, más la reforma de Adpostal.
Me confirmaba hoy al mediodía la señora Ministra
de Comunicaciones que Adpostal en liquidación tiene un pasivo
pensional que cuesta más de 700 mil millones. Verán
ustedes la dimensión de la cirugía que hemos tenido
que hacer con la reforma de la administración.
¿Qué sería si no hubiéramos reformado
a Telecom, 127 hospitales? Y sigamos. En el cuatrienio que empieza
la tarea es continuar con la reforma en las entidades del Estado
aún no reformadas. Y ahí vienen temas de gran importancia
como el del Seguro Social, la capitalización de Ecopetrol,
etcétera.
El tema de las transferencias es un tema
muy sensible y de trascendental importancia. Voy a hablar con
toda franqueza, y venía en
el vehículo intercambiando ideas con mi dilecto amigo, el
señor Gobernador del Atlántico, sobre el tema, el
doctor Carlos Rodado Noriega.
Yo vengo de las regiones. Mi carrera política ha sido una
carrera política municipal, departamental. Llegué al
Congreso de la República por regiones. Si alguien tiene
que defender las aspiraciones de las regiones en el Gobierno Nacional,
es un Presidente de total origen regional, como lo soy yo.
Pero tengo que cuidar con visión de largo plazo las finanzas
de Colombia. Por eso debo decir lo siguiente: tenemos urgencia
de que el Congreso de la República apruebe el acto constitucional
de transferencias, y tenemos el imperativo de que el acto constitucional
de transferencias sea equilibrado.
Entregarle a las regiones lo suficiente,
para cumplir con las plenas coberturas de educación, servicios de salud, el tema
de saneamiento básico, y mantener unos procesos de mejoramiento
año tras año.
Y segundo requisito: no crearle incertidumbres
a la Nación.
Lo que pasó en los años 1999, 2000 y 2001 demostró que
Colombia no estaba en condiciones macroeconómicas de sostener
la fórmula de la Constitución del 91 sobre transferencias
a las regiones.
Esa fórmula es insostenible. Si a mí me dicen que
hay que regresar a esa fórmula, yo no me siento capaz de
despejar el futuro macroeconómico de la Nación en
este Gobierno regresando a esa fórmula.
Por eso estamos proponiéndole al Congreso de la República
aprobar un acto legislativo que le dé seguridad a los departamentos
y a los municipios, cuyos ingresos han mejorado enormemente.
Qué paradojas. En estos años han mejorado enormemente
los ingresos de los departamentos y de los municipios. Y antes
de comprometerme nuevamente con esta afirmación, tuve hoy
el buen cuidado de preguntarles por la evolución de sus
ingresos y el control de sus gastos al señor Gobernador
y al señor Alcalde de Barranquilla.
Han mejorado enormemente, pero nosotros
no podemos ofrecerles regresar a la fórmula del 91. Eso no nos permitiría
despejar el futuro macroeconómico de la Nación.
¿Qué les estamos garantizando? Les estamos garantizando
que siempre van a tener un piso superior al año anterior.
Les estamos garantizando una fórmula en la cual ese piso
sea inflación, y cada año haya un aumento sobre inflación.
Ayer me decían los ponentes: Presidente, que ese aumento
no sea del 2 por ciento, como el Gobierno lo propone, sino del
dos y medio. Que haya no dos años de aumento del tres y
medio, sino tres años de aumento del tres y medio, empezando
en el 2008, segundo año el 2009, tercer año el 2010.
Sobre esas bases, que yo creo que le dan
una muy buena porción
de recursos a las regiones y que le permiten al Gobierno mostrar
ante la comunidad nacional e internacional la viabilidad de nuestra
macroeconomía, yo le pido al Congreso de la República
que nos ayude con el trámite ágil, eficiente, del
acto de transferencias. Es un imperativo.
Y advierto dos cosas: si nosotros no ganamos
confianza aprobando responsablemente un texto de transferencias,
podemos perder la
bonanza que Colombia ha venido ganando en materia de crédito
externo.
Esta semana colocamos 700 millones de dólares a 31 años
de plazo. Si lo que aprobáramos en transferencias fuera
insensato, esa bonanza que hemos ganado se reversa.
Un encarecimiento de los intereses, un
acortamiento de los plazos, perjudica a la Nación en lo público
y en lo privado, y por supuesto a todas las entidades territoriales.
Las entidades territoriales estaban sumidas
en crisis, por el nivel y los costos de endeudamiento. El Distrito
de Barranquilla
apenas va a salir de esa crisis en el año 2009. Cuánto
mejor una macroeconomía sana que les evite tener que recurrir
en esas crisis.
Y me da mucho temor que si el país llegare a no encontrar
petróleo, y Dios quiera que encontremos, y mucho petróleo,
perdiese primero la condición de exportador y después
la de autosuficiencia, un acto constitucional de transferencias
aprobado facilistamente para conseguir un aplauso, en ese momento
veamos consecuencias que hagan estragos.
El Gobierno pondrá toda la atención
para que salga esta reforma constitucional, con las bases de
equilibrio que me
he permitido referirles a ustedes.
El tema de la tributaria. Quiero hacer
esta explicación.
Es un momento muy difícil porque es el momento de discusión
en el Congreso. Muchos de mis críticos me condenarían
a no darles la cara a los gremios, porque entonces dicen: cada
vez que Uribe va a un gremio, hay una nueva discusión de
la reforma tributaria y se acaba la reforma tributaria.
La verdad, yo no tengo manera diferente
de gobernar que dándoles
la cara a mis compatriotas. Ya estoy muy viejo, y una escuela diferente
no soy capaz de aprenderla. En eso voy a pedir alguna benevolencia
conmigo. Por supuesto, una cosa es recibir presiones y otra muy
distinta es escuchar razones.
Nosotros tenemos cinco objetivos en la
reforma tributaria: que ayude a que esta economía crezca
al seis por ciento, que nos ayude a financiar las metas sociales
a las cuales me he referido.
Para nosotros es tan inválida la vieja tesis brasilera
de los años 60 de crecer y después ver a ver si se
puede distribuir, como la tesis demagógica de muchas regiones
de América Latina de distribuirse y crecer, así sea
distribuyendo pobreza. Para nosotros hay que llevar de la mano
crecimiento y distribución.
El tercer elemento es que esa reforma sea
considerada estructural al menos por un sector de la doctrina
económica. El cuarto
elemento es que nos ayude a recuperar el grado de inversión.
No podemos olvidarnos: el país perdió el grado de
inversión en los años 99 y 2000. Y lo perdió por
varias razones: por pensiones, que lo hemos venido corrigiendo.
Por transferencias, que lo hemos venido corrigiendo, pero ahora
está lo fundamental: si nosotros regresamos a la fórmula
del 91, olvidémonos de que vamos a obtener la recuperación
del grado de inversión.
El país perdió el grado de inversión por
el tema de seguridad, que ahí vamos con un gran esfuerzo
de los policías y de los soldados de la Patria. El país
perdió el grado de inversión por el creciente endeudamiento,
que no lo hemos frenado en términos absolutos, pero que
sí viene descendiendo en términos relativos. Y por
el déficit fiscal.
Esta reforma, como la de transferencias,
nos tiene que ayudar a recuperar el grado de inversión. Se imaginan ustedes que
aprobemos estas reformas y que no sean bien recibidas y que no
se recupere el grado de inversión, lo que le puede pasar
al costo del financiamiento para el sector público, para
el sector privado en Colombia.
Por eso hay que ser juiciosos en el texto final de esta reforma.
Y además simplificar. Tenemos un estatuto tributario de
aproximadamente 1.100 artículos. Queremos que el nuevo no
tenga más de 280.
Y entonces me plantean ustedes allí unas preocupaciones,
la de las zonas francas. Primero les doy la razón. Y no
es culpa del Ministro de Hacienda, es mía. Finalmente yo
soy el Presidente de la República.
Además un Gobierno deliberante sabe construir armonía
en medio de tantas, tantos pareceres y puntos de vista. Yo he estimulado
la deliberación con los ministros. Una cosa es la deliberación
y la otra es la desautorización. Hay deliberación
para mejorar textos, percepciones, visiones, y eso se hace con
armonía.
Sí, el reclamo de ustedes es justo. Se aprobó una
ley sobre zonas francas en diciembre, y ya la estamos reformando,
correcto.
Primero que todo, la reforma debe tener un tema transversal, que
es el respeto a los derechos adquiridos. Sobre eso no puede haber
dudas.
Le he dicho al Ministro de Hacienda: mire,
en el caso de las AFC, esas 39 mil cuentas de vivienda que han
abierto 39 mil colombianos,
si la nueva fórmula, la nueva regla de gravamen a las rentas
de trabajo no compensa lo que es el desmonte, por lo menos no les
desmonten los beneficios a los 39 mil colombianos que ya abrieron
las AFC.
Respeten el derecho adquirido de ellos.
Imaginen ustedes que Gustavo Ardila haya abierto una cuenta AFC
hace cuatro años, y que
todavía le falten once años para servir el crédito.
Cuando él la abrió, contrajo el crédito y
emprendió la adquisición de su vivienda.
Él no se programó para cuatro años sino para
los 15. Qué tal que a los cuatro años le digamos:
usted verá cómo se defiende. Pero el beneficio que
le ofrecimos hace cuatro años lo perdió para los
11 que le faltan. En ese caso hay que respetarle el derecho adquirido.
En las zonas francas lo mismo.
Y me ha dicho el Ministro que en las discusiones
con los líderes
de las zonas francas se encuentra que hay un año especialmente
grave en la propuesta de reforma, que es el año 2007. Porque
en el año 2007 las zonas francas tienen el beneficio permanente
y un beneficio transitorio.
¿Cuál es el permanente? El
permanente es el de la tarifa de renta reducida del 15 por ciento.
¿Y el transitorio? El año 2007 es el último
año con la deducción de renta del 30 por ciento.
Entonces dice el sector de zonas francas: ¿cómo
nos van a cambiar esto? Nos van a quitar el beneficio permanente
y también el transitorio en el año 2007.
El Ministro me ha dicho que el beneficio
transitorio, el de la deducción del 30 por ciento que introdujimos hace cuatro
años, se va a compensar con la depreciación acelerada.
Esa depreciación acelerada les ayuda a las empresas que
tienen unas muy cuantiosas inversiones de capital, no a las pequeñas,
no a las que tienen esas inversiones.
Yo rogaría que el tema no lo miren por percepciones, hagan
las cuentas, con el Ministro y con el equipo de la Dian y en el
Congreso de la República, y el Gobierno será atento
a las cuentas.
Entonces hasta allí dos puntos: primero, respetar derechos
adquiridos. Segundo, considerar la situación particular
del 2007. Todo esto me lo ha dicho el Ministro de Hacienda, para
que no haya malos entendidos, para que no se crea que el Presidente
vino a Analdex a desautorizar a los funcionarios del Ministerio,
empezando por el Ministro.
Y el tercer tema es lo que sigue hacia
delante. Creo que la situación
del 2007 hay que resolverla, y lo que sigue hacia delante. Les
voy a hacer una reflexión: una tarifa del 15 por ciento
en alguna forma es un premio, es un estímulo, es un incentivo. ¿Qué es
más justo? ¿Ganar un incentivo porque hay esfuerzos
en nuevas inversiones o ganarlo sin esfuerzos de nuevas inversiones?
¿Cuál es la filosofía de la reforma? La reforma
de los años ochenta, incluida la reforma del 86 en Colombia,
simplemente rebajaron tarifas. Se mejoró el recaudo en unos
años posteriores, pero no hubo incentivos a un proceso sostenido
de mejoramiento a la inversión.
¿Cuál es el principio de la nueva reforma? Premiar
al que invierta, utilizar el instrumento tributario como un incentivo
para el que invierte, que creo que lo hemos ensayado en los últimos
tres años con la deducción del 30 por ciento. Esa
deducción se ha dado a las nuevas inversiones generadoras
de renta.
Parece más justo que en una zona
franca tenga mejor tratamiento el que invierte que el que no
invierte.
Lo que no parece justo en una zona franca
o en la economía
en general, es darle el mismo premio al que crece que al que no
crece.
Un país que necesita crecer al seis
por ciento para ayudar a resolver esos problemas de desempleo
y pobreza, tiene que decirles
a los ciudadanos: el premio es para el que crezca. Es injusto decir:
hay un incentivo, crezca o no crezca.
Yo quiero dejarles esa reflexión para la discusión
de ustedes con el Ministro, con el Congreso, y tengan la seguridad
que lo que buscaré como Presidente es un entendimiento en
alrededor de lo razonable.
El Gobierno no puede tener dogmas. El Gobierno
tiene que saber hacia dónde debe ir el país, y creo que más
o menos lo tenemos claro. Y en estos medios, para llegar a esos
objetivos, el Gobierno no puede tener dogmas.
Y ustedes me han dicho, con quienes he
podido discutir el tema: Presidente, lo que pasa es que si solamente
va a haber un premio
para el que crezca y no va a ver una tarifa inferior a la ordinaria,
dejamos de ser competitivos con otros países.
Eso es válido, y así lo he transmitido al equipo
económico. He dicho: miren, no basta con darles un premio
a quienes crezcan. Hay que tener finalmente una tarifa que les
permita a nuestras zonas francas ser competitivas con las equivalentes
en otros países.
Yo confío, que se pueda llegar a
un acuerdo, doctor Javier y apreciados exportadores.
El tema de los comercializadores internacionales
y de la exportación
de servicios. He tomado nota. Una reforma que elimina trámites,
no puede ser una reforma creadora de trámites. Y yo creo
que en el tema del IVA a la exportación de servicios, lo
que falta es que se haga claridad. Porque lo que le he escuchado
al equipo económico es que la intención no es crear
el motivo que preocupa al doctor Javier en su exposición.
Sobre ese tema, el tema de las comercializadoras,
el tema de la exportación de servicios, yo tengo también
confianza que se logre un acuerdo.
El tema de Panamá. Ustedes conocen qué hemos venido
haciendo en el Gobierno, prudentemente, con el mayor cuidado, con
las relaciones de nuestra hermana Panamá. Continuaremos
en esa tarea.
Todo el mundo tiene que ayudar para que el comercio internacional
no sea un comercio de contrabando.
La integración: vamos a hacer todos los esfuerzos para
la aprobación en los congresos del TLC, y para que la revisión
de la Corte Constitucional colombiana sea positiva.
Déjenme decir esto: en cualquier circunstancia vamos a
necesitar la extensión de la Atpdea.
Así se lo dije el pasado sábado en una conversación
a la doctora Condoleeza Rice, secretaria de Estado de Estados Unidos.
Le dije: porque solamente podemos firmar el tratado a finales de
noviembre. Supongamos que el Congreso de los Estados Unidos, en
el corto período de noviembre – diciembre lo aprobara.
Tema difícil, porque estarán en plenas elecciones
y estarán cambiando de Congreso.
Si lo aprobara el Congreso de Estados Unidos
en ese momento, no lo alcanza a aprobar el Congreso de Colombia,
y además en
Colombia necesita la revisión de constitucionalidad de la
Corte.
Por eso yo creo que tenemos que hacer estos
esfuerzos: primero, que efectivamente se firme en noviembre.
Segundo, el esfuerzo de
que en noviembre – diciembre lo apruebe el Congreso de los
Estados Unidos. Sifícil, por lo que les acabo de decir del
proceso electoral y de cambio de Congreso. Y tercero, con o sin
esa aprobación en el Congreso de los Estados Unidos, la
extensión del Atpdea.
Porque así llegare a estar aprobado por el Congreso de
los Estados Unidos, en este momento todavía no estará perfeccionado
en Colombia.
En el peor de los casos, permítanme decir en frente de
ustedes lo que dije en frente de un pequeño grupo de exportadores
en Medellín: el Gobierno de los Estados Unidos nos ha dicho
que haría un pronunciamiento público de que la aprobación
del TLC sería retroactiva.
Ese compromiso lo ha asumido el Gobierno
de Estados Unidos. Hace tres semanas lo asumió conmigo la señora Susan Schwab,
quien es la representante comercial de los Estados Unidos. Y me
lo repitió en una conversación telefónica
el sábado pasado la señora Secretaria de Estado.
Ese compromiso que sería en el peor de los casos, nos permite
desde ya decir lo siguiente: no frenen ningún contrato de
exportación. Si hay que atravesar un período difícil,
con Bancoldex les financiamos el arancel, mientras llega una devolución,
una retroactividad, algo, en el peor de los casos.
Yo vengo a asumir esa responsabilidad frente
a ustedes. No podemos, por estos trámites que son difíciles, donde intervienen
dos Gobiernos, dos Congresos, el uno en pleno, pero en pleno periodo
electoral, y una Corte Constitucional, dejar que se pierda la dinámica
de las exportaciones.
Empeño el compromiso del Gobierno Nacional que presido,
para que en ese peor de los escenarios los exportadores colombianos
tengan todo, todo el apoyo de Bancoldex, y en el evento que se
necesitare del presupuesto de la Nación.
Tomen ustedes la decisión de no
frenar exportaciones, que el Gobierno no los abandona.
Confío que en diciembre, enero, tengamos perfeccionado
el acuerdo de integración con Chile. Me parece de fundamental
importancia, entre otras cosas porque Colombia es percibida como
un gran destino de inversión de Chile. Viendo uno las finanzas
de Chile, a ese país le sobran 40 – 50 mil millones
de dólares, que necesita encontrar dónde invertirlos.
Y ven en Colombia un gran destino de inversión.
Colombia tiene hoy una posición en materia de favoritismo
de inversión muy importante en Chile. Creemos en el acuerdo
bilateral Colombia-Chile. Y puede ser más importante en
materia de inversión que en materia de comercio. Y en el
acuerdo entre la Comunidad Andina y Chile, que no solamente nos
ayudará a fortalecer la Comunidad Andina, sino también
en la negociación con otros bloques, como la Unión
Europea.
Como le he dicho a los distinguidos colegas
de Ecuador, Perú y
Bolivia, es mejor comparecer ante la Unión Europea acompañados
de Chile que sin Chile.
Hemos aprobado en el Consejo de Ministros
las autorizaciones a nuestra Canciller para continuar adelantando
todas las gestiones
a fin de que en la próxima reunión de los países
del Pacífico, Colombia sea allí admitida.
Seguiremos con todo el proceso de búsqueda de mercados
en Centroamérica, en Europa, lo hablado de los Estados Unidos,
lo hablado de Chile.
He sido muy extenso porque en un congreso
de exportadores, en un país que quiere llegar a un comercio exterior mínimo
de 60 mil millones de dólares en el año 2010, es
necesario que el Presidente de la República se refiera tanto
a la visión general de competitividad, como que se apreste
a responder inquietudes particulares como las que ha presentado
el Presidente del gremio.
Doctor Javier, si hubiere alguna inquietud
adicional sobre la cual ustedes consideren que yo debo hacer
alguna referencia, con
el mayor gusto”.
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