Enero de 2006

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COMISIÓN ESPECIAL DEL DAS

En desarrollo de lo establecido en el decreto 4201 de 2005, y después de un primer análisis sobre las causas de la crisis del DAS, los riesgos a los que esta institución se encuentra expuesta y las posibles medidas que deberían adoptarse para superar dicha situación, la Comisión designada por el Gobierno Nacional se permite presentar unas primeras sugerencias sobre dos temas específicos, que a su juicio son críticos para avanzar en la solución de los problemas de la institución. Las sugerencias que más adelante se expresan deberían ser implementadas a la mayor brevedad posible.

I. Causas de la crisis.

Examinando en detalle los movimientos del personal directivo de la Institución en los últimos tres años, se aprecia que tal período está marcado por una preocupante inestabilidad de los funcionarios, pues en ese lapso tuvo 4 directores generales de inteligencia, 6 directores generales operativos, y registró numerosas novedades en varias subdirecciones y en las direcciones seccionales.

Esta situación sugiere que no se atendieron criterios de selección objetivos de los mismos, entre otros, la experiencia y el compromiso institucional.

No hubo un proceso coherente en la designación y relevo de los altos servidores de la Institución, que hubiese permitido delinear con precisión el perfil deseado respecto de todos y cada uno de los cargos y de quienes los ocuparían. Ciertamente, en ese proceso improvisado de escogencia y remoción de personal tan vital, las direcciones de Inteligencia y la Operativa se vieron afectadas en su funcionamiento y resultados, porque cada nuevo director llegó con personal propio y directrices variables, lo que de contera comprometió la eficacia y eficiencia de toda la estructura institucional. Salvo la subdirección de extranjería, que ha respetado la antigüedad y experiencia del servidor que la ocupa, en todas las demás subdirecciones los cambios bruscos de timonel, no permitieron ejercer un verdadero control de las tareas y metas de cada dependencia.

Haber habilitado como subdirector a quien previamente se había desempeñado durante más de un año como asesor externo en asuntos de inteligencia, propició que el nuevo funcionario, en vez de ocuparse exclusivamente de sus asuntos - control interno, direcciones seccionales y manejo de la Academia -, interviniera en actividades de inteligencia y contrainteligencia, ajenas a sus responsabilidades, desarticulando el organigrama de la entidad, y desconociendo los conductos regulares. Todo indica que se confundieron lamentablemente las labores inherentes al control interno con las propias de la oficina de contrainteligencia.

La invasión de tareas asignadas a otros, no solamente se dio en las actividades del Subdirector, sino en otras dependencias, en las que igualmente se aprecia que se presentaron problemas en las líneas de mando.

Detectar si hubo infiltración de paramilitares en la Institución, es asunto que compete establecer y sancionar a la Fiscalía y a los organismos de control, como así lo solicitó el Director del Departamento a instancias de la Comisión. No obstante, es inevitable concluir que el desorden en el manejo del recurso humano, así como la invasión de competencias de unos funcionarios a otros, hizo vulnerable el DAS a la penetración de agentes extraños a su verdadera finalidad.

Con base en lo anterior, la Comisión, además de apoyar las medidas de depuración recientemente adoptadas por el Director, sugiere que en el corto plazo se desarrolle un enorme esfuerzo en materia de recurso humano, orientado a:

  • Rediseñar el proceso de ingreso, ascenso y permanencia, siempre en función del mérito, la experiencia, la capacidad y el compromiso institucional de las personas. El retiro debe obedecer a criterios objetivos que acaten las normas existentes.
  • Implementar campañas de comunicación y cursos de motivación del personal, con el fin de fortalecer el modelo cultural de la Institución.
  • Establecer el perfil adecuado para todos y cada uno de los cargos; además, asegurarse que los funcionarios sean escogidos con base en estos perfiles.
  • Supervisar periódicamente la aplicación de la carrera administrativa.
  • Asegurar la objetividad en las evaluaciones de desempeño.
  • Establecer una alta exigencia profesional y mecanismos efectivos de controles frecuentes en materia de lealtad y confiabilidad de los funcionarios.

II. Diagnóstico preliminar sobre la misión del DAS

Para la Comisión es claro que a lo largo de los últimos años, el DAS ha venido asumiendo funciones que no hacen parte de su misión institucional, tal como ocurre con la protección de personas diferentes a quienes integran el alto gobierno. El hecho de haber asumido esas responsabilidades indudablemente ha afectado gravemente su eficiencia en el cumplimiento de las funciones propias como agencia civil de inteligencia del Estado.

Dicha función no tiene por qué ser realizada por un organismo cuya misión principal es la recopilación y análisis de inteligencia, sino por otras instituciones a las que constitucional y legalmente corresponde dicha responsabilidad. De hecho, de las cerca de 2.500 personas que hoy en día reciben protección individual del Estado, más del 76% están siendo protegidas por la Policía Nacional, institución que no solo tiene la protección como vocación institucional y razón de ser, sino que además cuenta con una gran cobertura nacional para ello.


Teniendo en cuenta lo anterior, la Comisión sugiere:


  • Focalizar la función del Departamento en el cumplimiento de sus misiones en materias de inteligencia y contrainteligencia, y trasladar a la Policía Nacional las funciones de protección a personas en riesgo, salvo las de quienes integran el alto gobierno, que debe permanecer bajo la competencia del DAS.
  • Como medida complementaria indispensable para lograr el cumplimiento de los objetivos constitucionales y legales del servicio de protección de personas, y evitar el reiterado abuso del mismo, se deben revaluar todos los esquemas de protección, ceñidos exclusivamente a los resultados de los estudios de seguridad, y como consecuencia de esto, desmontar todos aquellos que no obedezcan a tales parámetros.
  • El Gobierno deberá establecer un marco jurídico claro y respetuoso de los compromisos internacionales de Colombia en materia de derechos humanos, mediante el cual se establezcan criterios objetivos y específicos para la valoración del riesgo de las personas que soliciten protección del Estado. El marco jurídico deberá contener parámetros claros que permitan al Estado determinar con objetividad quiénes realmente requieren dicho servicio del Estado, y que obliguen a evaluar con regularidad la situación de los protegidos.
  • Estudiar diferentes alternativas de financiación pública - nacional y/o internacional- como medida complementaria del nuevo sistema de protección de personas en riesgo.

Con estas iniciales recomendaciones no se agota la función de la Comisión, la cual continuará analizando las demás actividades y proyectos del DAS, con miras a sugerir medidas eficaces que fortalezcan su misión fundamental como organismo civil de inteligencia de Estado.

Enero 11 de 2005

 
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