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19 de enero

PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN VISITA OFICIAL A GUATEMALA

Ciudad de Guatemala, 19 ene. (SNE).- Las siguientes son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez al durante la visita de Estado que realizó este jueves a Guatemala.

Compatriotas de Guatemala, muchas gracias señor presidente Berger por su calida bienvenida por su reiterado esfuerzo de amistad con el gobierno, con el pueblo de Colombia.

Los colombianos nos sentimos muy orgullosos de esta amistad con Guatemala, con su gobierno, allí recibe una profunda admiración por la historia de Guatemala, por la manera como han convivido diferentes culturas en una diversidad armónica y creativa.

En Colombia admiramos profundamente como Guatemala supo sortear las dificultades de la violencia, y en lugar de tener que resolverlas sucediéndolas con dictaduras se ha profundizado la democracia con un elemento singular sin el cual no es sostenible la democracia contemporánea: la transparencia, de la cual hace gala su gobierno que es un ejemplo de transparencia ante la faz del mundo democrático. Por eso admiramos profundamente este proceso evolutivo de Guatemala, y miramos con inmenso afecto, respeto y admiración el gobierno que usted dirige.

Este mundo requiere que nos integremos más, pero con una integración ordenada, con fines concretos. El marco de esta visita servirá para mirar aspectos muy importantes de la integración. La integración contra el narcotráfico que ha golpeado tanto a Colombia y que ha querido golpear tanto a Guatemala, factor corruptor de las democracias, aniquilante de la ética política que ha tenido a Colombia incendiada de ese terrorismo frente al cual estamos haciendo el mayor esfuerzo para superarlo .

Cuando hay voluntad, como la expresada por su gobierno, firmeza como la demostrada por su gobierno, sostenibilidad para derrotar este flagelo, las metas van llegando, se obtienen.

Es muy grato que en esta lucha de Colombia contra ese flagelo que le da fuerza al terrorismo y al narcotráfico, podamos contar con un aliado tan importante como Guatemala, con un gobierno ejemplo de transparencia como el suyo, presidente Berger.

Y que bueno para nuestros hermanos de Guatemala que el Gobierno del Presidente Berger tenga plena conciencia sobre el alcance de este flagelo.

Anoche le decía yo a un comunicador destacado de Guatemala que me recibió con una entrevista: hay que poner mucho cuidado para no repetir la historia. En Colombia no se miro con preocupación cuando el narcotráfico empezó a irrumpir. Se decía aquí no hay consumo, aquí no hay producción, simplemente es un fenómeno de tráfico que deja unos dólares.

A los años aparecieron ya cinco mil hectáreas y se dijo eso es muy poco. Cuando el Plan Colombia empezó, en el gobierno de mi antecesor, Colombia estaba cerca de tener 200 mil hectáreas de droga.

Pero también había motivos consuelo, había palabras para justificar la inacción y se decía: en Colombia no había riesgo, no hay consumo. Hoy tenemos más de un millón de consumidores. Era yo un estudiante universitario y veía los movimientos guerrilleros que surgían o se consolidaban con idealismo. Los unos querían replicar en el país la revolución cubana, lLos otros querían replicar el régimen de Mao Tse Tung en China, los otros eran fervorosos seguidores de Ho Chi Ming en Vietnam, los otros seguían con entusiasmo la Unión Soviética desde Lenin, Stalin y la de los año 60 y 70.

Jamás pensamos que años después esos movimientos serían corrompidos por el narcotráfico. En sus orígenes tienen profundas distancias entre los ideales, así fueran equivocados esos movimientos y el narcotráfico y posteriormente fueron absorbidos por el narcotráfico hasta el punto de que hoy es prácticamente imposible hacer una división.

El narcotráfico corrompe la vida familiar, la anula y es un factor proliferante del terrorismo.

Muchas gracias por participar en esta tarea con nosotros en nombre de su gran país, Presidente Berger.

Hoy acudimos a establecer la integración física y la integración social. Admiro inmensamente el esfuerzo centroamericano por el Plan Panamá-Puebla, la unión de los países centroamericanos independientemente de los gobiernos de turno, una política de Estado, una unión gerencial ejemplar con objetivos estratégicos, con acciones concretas, con mediciones, con metas parciales.

Colombia ha querido participar con ustedes y la vocación integracionista de Colombia, su posición geográfica, tenerla al servicio de contribuir a una gran articulación de Centroamérica con Suramérica, con la visión de mesoamérica.

En los años recientes hemos integrado más a América del sur, primero con el acuerdo de la Comunidad Andina y MERCOSUR, después con la creación de la unidad suramericana.

En los años recientes, las relaciones de Colombia con Centroamérica han dejado de ser retóricas y se han venido convirtiendo en relaciones permanentes, prácticas con objetivos trascendentes. Por eso agradezco al gobierno de Guatemala su consentimiento y su entusiasmo para que Colombia finalmente hubiera ingresado a participar del Plan Panamá-Puebla. En las reuniones que habremos de sostener hoy con el señor Presidente Berger examinaremos el tema para que Colombia pase de ser un miembro observador del Plan Panamá-Puebla a ser miembro pleno de una organización tan importante.

Y eso tiene que traducirse en obras que nos vayan empalmando la integración física con el resultado social, para lo cual la integración social es tan importante.

Vemos con mucha preocupación que la carestía del petróleo, su escasez, su inexistencia en muchos pueblos, también las dificultades de oferta de otros combustibles, energéticos en general, crean el riesgo de que algunos países tengan tan serias dificultades para adquirir los insumos energéticos que se vean obligados a sacrificar los presupuestos para las metas sociales del milenio.

Por ello participamos con entusiasmo con México y los países centroamericanos, para buscar alternativas energéticas para Centroamérica. Los Estados Unidos debe ayudarnos en este empeño, esperamos que los países industrializados, que España, que Francia, que Canadá nos ayuden en ese empeño, Empeño en el cual esta también profundamente comprometido el Banco Interamericano de Desarrollo.

Hay que anticipar acontecimientos que pueden ser dolorosos y evitarlos. Nada más grave para el continente que algunos países tuvieran que decir que les fue imposible cumplir con las metas sociales del milenio, porque la crisis energética les consumió los presupuestos. Esta tarea implica un gran esfuerzo de todos.

Confiamos señor Presidente Berger y apreciados compatriotas de Guatemala que con la articulación de Colombia entre Suramérica y el Plan Panamá-Puebla, Centroamérica pueda tener otras fuentes de abastecimiento de energía, para lo cual es necesario que además de la línea entre México y Panamá rápidamente tengamos construida la línea de interconexión entre Panamá y Colombia; que más temprano que tarde, ojala en meses, desde Venezuela gran proveedor, desde Colombia en menor escala, puedan llegar a Centroamérica los buques con gas natural licuado.

Y ojala en un futuro, no lejano, no utópico, sino en un futuro cercano podamos tener el gasoducto de Suramérica a Centroamérica cruzando a Colombia y a Panamá para que esa integración nos ayude a todos a disponer de mejores oportunidades en materia energética, que son mejores oportunidades de empleo y de calidad de vida.

Debe ser importante también el desarrollo de las energías alternativas. Hemos visto en Centroamérica experimentos promisorios, ilusionantes, tenemos las condiciones de suelo, de clima, de lluvia inmensamente propicias para producir combustibles biológicos.

Ya hay experimentos en nuestros países de gran importancia para masificar la producción y consumo de alcohol carburante, para sustituir los combustibles fósiles, para generar alternativas de empleo, de desarrollo agropecuario, para cumplir con la variable ecológica.

Estamos dispuestos a avanzar conjuntamente en esas iniciativas, a recibir experiencias y aportar experiencias. Vemos promisorio el futuro de nuestros pueblos en la producción de combustibles derivados de aceites vegetales, tenemos excelentes condiciones en Guatemala y en Colombia para una producción masiva de palma africana, para una oferta masiva de aceite de palma tanto, para el consumo humano como para la producción de biodiesel. Es de gran trascendencia que podamos avanzar integrados en todos estos desarrollos.

Y todo esto va teniendo un fondo, esto va teniendo una almendra que es lo social. Todos esos desarrollos nos tienen que ayudar a la calidad de vida, a la reivindicación de los pobres. Todos esos desarrollos nos tienen que ayudar a construir unas sociedades que erradiquen la pobreza, unas sociedades donde realmente se de la equidad.

Por eso también se debe el esfuerzo que vienen haciendo nuestros ministerios de educación para avanzar conjuntamente hacia metas desafiantes.

Colombia se ha propuesto en tres años tener plena cobertura en educación básica y avanzar con una revolución en materia de calidad, promover desde la niñez, desde los años de preescolar en los niñitos, el estímulo de las competencias científicas , de las competencias laborales y de aquellas competencias, las más importantes de todas, las competencias ciudadanas para estimular la convivencia, porque las nuevas generaciones tendrán que dar en materia de convivencia lo que las generaciones nuestras han sido incapaces de ofrecer a nuestros pueblos.

Democracia sin movilidad social es insostenible, democracias que condenen a los hijos de los pobres a ser pobres son democracias que se desnaturalizan y se desconceptúan en el corazón de los pueblos. La movilidad social es una expresión necesaria para demostrar que en efecto se esta eliminando la pobreza, se están construyendo igualdades de oportunidades y se están ofreciendo condiciones de equidad.

Y esa movilidad social tiene muchos elementos que confluyen a generarla, pero el más determinante es la educación. Por eso el avance conjunto entre los ministerios para la revolución educativa es fundamental.

Creo que América Latina no puede decirle en adelante al mundo que no hay metas definidas para erradicar la pobreza, que las condiciones de inequidad se perpetúan. Estamos obligados a mostrar en corto plazo que somos capaces de erradicar la pobreza. De ahí la importancia de nuestra integración social para que en pocos años digamos plena cobertura en educación básica de alta calidad, plena cobertura en aseguramiento de salud para los sectores pobres, mayores oportunidades de acceso al crédito, construcción de plenas oportunidades para el acceso a la propiedad como función social.

Todos estos temas, Presidente Berger, nos seducen en la agenda con usted. porque de verdad reconocemos su señoría, su valor civil, su hombría de bien al frente de los destinos de Guatemala que honra a esta gran Patria, que honra a Colombia por su amistad y que honra al continente.

Mucho tenemos que aprender de ustedes. En esa lucha renovada que tenemos allá contra el terrorismo, caracterizada por la seguridad democrática. Es democrática porque no es para suprimir libertades, es democrática porque no es para discriminar con el beneficio de la seguridad entre los ciudadanos, es democrática porque entendemos la seguridad como uno de los valores fundamentales de la democracia necesarios para que se den los otros valores democráticos.

Tenemos mucho que aprender de ustedes y toda la disposición de aportar en esta integración.

En nombre de mis compañeros de Gobierno, de los colombianos que me acompañan en esta delegación, que nos sentimos infinitamente honrados por esta visita, mil gracias a usted señor Presidente Berger, a los distinguidos integrantes de su equipo de Gobierno, a los representantes de las diferentes instituciones de Guatemala por esta calidad recepción.

Niños muchas gracias, juiciosos a estudiar, les deseo que vivan felices en esta Guatemala y en toda nuestra América, saludos a los papás y a las mamás, a todos muchas gracias.

 
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