Informe especial
LA ERRADICACIÓN MANUAL FORZOSA: DE
EXPERIMIENTO A REALIDAD
Por Samuel Salazar Nieto
Prensa-Acción Social
San José del Guaviare, 20 ene. (SNE).- Hace un año
por esta misma época, nadie creía en la erradicación
manual forzosa como alternativa para combatir los cultivos ilícitos
en el país. Doce meses después, es la más
poderosa arma con que cuenta el Gobierno para destruir la coca
en los parques naturales y concretamente en La Macarena, donde
oficialmente hay 4.598 hectáreas sembradas de coca que las
normas ecológicas impiden fumigar.
Pero para llegar a lo que hoy es la más grande operación
de que se tenga conocimiento en los 34 años que tiene en
la Policía Nacional su actual director, general Jorge Daniel
Castro, fue necesario realizar una labor de convencimiento y recorrer
un camino que permitió el año pasado superar el récord
mundial de erradicación manual forzosa de cultivos ilícitos.
Todo comenzó a mediados de 2004, con una loca idea a la
que nadie en el Gobierno le apostaba. Contratar civiles para que,
protegidos por la Fuerza Pública, arrancaran manualmente
matas de coca, era considerado, por muchos, una locura. El único
convencido era el Alto Consejero Presidencial Luis Alfonso Hoyos,
quien decidió buscar el auspicio de la empresa privada para
hacer una prueba piloto en Arboleda, corregimiento de su natal
Pensilvania, Caldas, con campesinos llevados del municipio vecino
de Marquetalia.
Más de 30 hectáreas destruidas en dos semanas, permitieron
justificar una pequeña inversión oficial para ampliar
la prueba piloto a dos meses. El resultado, 161 hectáreas
que estaban a punto de producir su cosecha, liberadas de coca en
el oriente caldense, y la demostración de que se estaba
en manos de una herramienta que, de ser bien utilizada, se iba
a convertir en una poderosa arma, complementaria de la fumigación
aérea, contra los cultivos ilícitos.
Con cuatro pruebas más realizadas en el segundo semestre
de 2004, la Agencia Presidencial para la Acción Social y
la Cooperación Internacional, Acción Social, creó oficialmente
para 2005 los Grupos Móviles de Erradicación, GME,
los que puso a depender de su Programa de Lucha contra los Cultivos
Ilícitos, del cual dependen además las llamadas Familias
Guardabosques y Proyectos Productivos. El propósito, crear
20 grupos y superar el récord mundial en erradicación
manual que tenía Bolivia desde 1999 con 16.999 hectáreas
liberadas.
Cuando en agosto pasado se logró esa meta, la misma se
replanteó y se fijó entonces en 30 mil hectáreas
a diciembre, momento en el cual debía contarse ya con 64
Grupos Móviles en todo el país.
DE ARBOLEDA A LA MACARENA
Hoy, la mitad de esos grupos, 930 hombres,
están ya en
dos áreas al margen del río Guayabero, erradicando
los cultivos que están en el extremo oriental del Parque
Natural Nacional de La Macarena, en territorio del departamento
del Guaviare.
Cada área está dividida en grillas de trabajo, que
previamente han revisado minuciosamente los efectivos de antiexplosivos
y completamente aseguradas en un primer cordón por miembros
de la Policía, que cuidan directamente del grupo erradicador,
y por un segundo bloque de seguridad que integran miembros del
Ejército Nacional.
Esta primera fase que parte de la margen
del Río Guayabero
y avanza hacia el noroccidente buscando la parte alta de la Sierra
de La Macarena, tiene previsto erradicar 1.300 hectáreas
de coca. La operación incluye dos fases adicionales. El
gran objetivo es limpiar el parque de las 4.598 hectáreas,
que según las mediciones están sembradas hoy en él.
La tarea en su comienzo ha movilizado a
más de cinco mil
personas del Ejército, la Policía, la Fuerza Aérea
y la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación
Internacional, Acción Social.
El Comandante Operativo de la labor que
desarrolla la Policía
Nacional es el coronel William Antonio Grisales, el mismo oficial
que hace 20 meses, cuando se encontraba de servicio en el departamento
de Caldas, tuvo el encargo de proteger a los primeros erradicadores
manuales que se contrataron con el auspicio de la empresa privada
para destruir los cultivos en el corregimiento de Arboleda.
El director de la Policía Nacional, general Jorge Daniel
Castro Castro, quien durmió la primera noche en uno de los
campamentos, destacó la labor conjunta que desarrollan en
esta tarea varias entidades del Estado. Entre tanto, Luis Alfonso
Hoyos Aristizábal, director de Acción Social, ha
dicho que esto es una muestra de que cuando hay voluntad política,
se quieren hacer las cosas y se trabaja en equipo, los resultados
serán siempre positivos.
Ambos, Castro Castro y Hoyos Aristizábal, coinciden en
afirmar que el gran propósito de esta tarea es recuperar
garantizar que el Parque Natural de La Macarena siga siendo una
gran reserva forestal para la humanidad y quede libre de cultivos
ilícitos y de minas antipersona.
LOS HABITANTES DEL PARQUE
Desde que comenzó el operativo se ha presentado la movilización
de habitantes de la zona por el sistema gota a gota, que están
llegando al casco urbano del municipio de La Macarena, al cual
llegan por el río Guayabero, y a Vista Hermosa. Se trata
en su gran mayoría de personas que viven de la actividad
ilícita de la coca.
Un plan de contingencia para atender estos
desplazamientos puso ya en marcha Acción Social en ocho municipios, que son zona
de influencia de la operación.
En la zona habitan colonos que llegaron
allí hace más
de 40 años, cuando aún no había sido declarado
parque, hijos de esos colonos que nacieron allí y consideran éste
como su territorio, y miles de colombianos que en los últimos
años llegaron a la región atraídos por la
coca.
Para el Alto Consejero Presidencial, Luis
Alfonso Hoyos Aristizábal,
muchas de estas personas terminarán, como ocurrió en
Miraflores, abandonando la región y regresando a sus tierras
de origen, pues lo que las llevó allí fue la coca.
Mientras avanza la operación, de la cual está además
pendiente la comunidad internacional que tiene en la zona a once
veedores de la ONU, el Gobierno también analiza salidas
para que la gente que habita el área del parque sea reubicada
y tenga alternativas para su sustento.
La duración de la operación aún es incierta.
En principio se cree que en cuatro meses podría quedar libre
de coca el Parque Natural de La Macarena. Sin embargo, Hoyos y
Castro afirman que estarán allí el tiempo que sea
necesario.
NO SÓLO EN LA MACARENA
Y mientras 34 Grupos Móviles cumplen esta labor en La Macarena,
otros treinta preparan equipaje para irse a Nariño y otras
zonas del país a desarrollar la misma labor. La tarea no
sólo es limpiar de coca todos los parques naturales del
país, donde aproximadamente hay 10 mil hectáreas
sembradas, sino además terminar el 2006 con 40.000 mil hectáreas
de cultivos ilícitos erradicadas.
Para ello, el presupuesto de este año va a permitir contar
con 80 Grupos Móviles de Erradicación Manual. |