PALABRAS DEL PRESIDENTE URIBE EN CONSTRUCCIÓN
DE GASODUCTO EN VENEZUELA
Páez, Venezuela, 8 jul. (SNE).- Las siguientes
son las palabras del presidente Álvaro Uribe Vélez
durante la ceremonia que dio inicio a la construcción
del gasoducto Transcaribe entre Colombia y Venezuela.
“Quiero en nombre de todos los colombianos agradecer
profundamente al presidente Chávez, al presidente
Torrijos y a los responsables de esta gran obra. Al presidente
Chávez su nueva hospitalidad. La circunstancia
de haber permitido que nos aplicáramos a una agenda
práctica, que va dando frutos para el bien de
nuestros pueblos y que es apenas un paso inicial, uno
de los pasos intermedios para poder avanzar hacia una
integración mucho más profunda.
Quiero agradecer al presidente Torrijos su interés,
su entusiasmo para que todos estos proyectos vayan incorporando
a la hermana Panamá para que hagan parte de esa
agenda práctica que tiene que vincular a todos
nuestros pueblos.
Quiero agradecer a todos los compañeros del presidente
Chávez en el Gobierno de Venezuela y a mis compañeros
en el Gobierno de Colombia por haber sacado adelante
esta feliz iniciativa.
Hoy no vinimos a una declaración, hoy no vinimos
a una expresión retórica, hoy no vinimos
a ver un proyecto en power point. Hoy vinimos a ver la
iniciación de un proyecto en la vida real, como
lo demandan nuestros pueblos. Eso da credibilidad. Muchas
gracias a los Ministros, a los directores de las diferentes
agencias del Estado que intervinieron, muchas gracias
a los ingenieros, a los contratistas, a los trabajadores,
que hacen posible la obra.
Y quiero agradecer inmensamente por el significado de
esta obra en lo político, en lo social y en lo
económico. Apreciados compatriotas, de las tres
naciones que estuvieron en el sueño del Libertador,
nuestros pueblos nos rechazan quedarnos en el estadio
retórico, nuestros pueblos nos rechazan entrar
en la tentación de las agresiones verbales o materiales,
nuestros pueblos nos rechazan todo aquello que sea perder
tiempo en función de la construcción de
su bienestar.
Nuestros pueblos nos demandan acciones prácticas
en procura de acelerar el bienestar, en procura de descontar
ventaja para superar tantos años en los cuales,
de pronto la retórica, la falta de recursos, los
celos nacionales atrasaron estas agendas prácticas.
Nuestros pueblos nos reclaman que trabajemos con un
criterio de nuevas velocidades, que trabajemos con sentido
de urgencia para darle respuesta a todos estos anhelos
que no son caprichos sino, a la luz de los estándares
contemporáneos, necesidades básicas que
aún no han sido satisfechas.
Por eso esto tiene un gran significado político.
Nosotros tenemos que escoger entre la agenda práctica
de alcance social, que nos una, o la retórica
de tentaciones de enfrentamiento, que nos divida. Y los
hechos están demostrando que escogimos lo primero:
la agenda práctica de alcance social y que tenemos
desechada la agenda retórica de enfrentamientos
que nos dividan.
Esto tiene un gran significado en lo social, en la región
y mucho más allá. ¿Por qué en
la región? Porque como lo acaba de explicar el
ministro Ramírez, el 10 por ciento del valor de
este proyecto se invertirá en acción social
a lado y lado de la frontera, que cubra, a lo largo del
tubo, más o menos una franja de 5 kilómetros,
a partir del eje que va formando el tubo. ¡Qué bueno,
que por este tubo, no vaya simplemente la proyección
de transportar sino el compromiso de hacer llegar prosperidad!.
A las comunidades, que viven a lado y lado de la frontera,
un mensaje lleno de afecto, no van a ver este tubo con
desdén, tampoco con indiferencia, lo van a ver
con aprecio porque es un tubo para transportar gas pero
fundamentalmente para transportar prosperidad social
para nuestros pueblos.
Y es muy importante, mirado en una dimensión
geográfica mucho más amplia, porque paradojas
de la vida, la hermana República de Venezuela,
las reservas de petróleo más grandes del
mundo, una de las reservas de gas más grandes
del mundo, todavía no tiene suficiente gas en
el occidente.
Y Colombia, gracias a los nuevos yacimientos de La Guajira,
puede atender durante unos años esa deficiencia.
Pero, aquí estamos construyendo hermandad porque
después de esos siete años, si Colombia
no llegare a tener disponibilidad de gas para seguir
atendiendo esta zona o para atender otras zonas de Colombia,
la hermana República de Venezuela nos retribuirá suministrándole
a Colombia el gas que llegare a hacerle falta de acuerdo
con las posibilidades de las grandes reservas que, enhorabuena
el Creador depositó en el subsuelo de la República
Bolivariana de Venezuela.
Esto pues es muy importante. Y miren cuando prevalece
lo social, cómo se aclara lo político.
Esto no ha tenido discusión de opinión
porque la ciudadanía que es el colectivo es mucho
más inteligente que cualquier presunto portento
individual. ¿Cómo lo ha percibido la ciudadanía?
Como algo que sin duda beneficia el interés general,
aquí no hay un negocio particular, aquí no
hay interés de una empresa, aquí hay un
interés general.
Si hubiéramos hecho eso, en circunstancias diferentes,
Colombia diría: Y ¿por qué con tan
poquito gas que tiene Colombia le van a vender a Venezuela?
Y Venezuela diría: Y ¿por qué nos
comprometen a vender en siete años gas a Colombia?
Pero como aquí lo que prevalece, lo que se impone
es una hermandad real, mucho más allá de
las expresiones retóricas, la ciudadanía
lo ha entendido y lo ha secundado.
Nosotros hemos conocido otras oportunidades en las cuales
hemos querido integrar nuestros pueblos pero cuando para
la ciudadanía no es clara la defensa del interés
general, aparecen bloques ciudadanos de oposición
que impiden esas obras, que aquí no han aparecido
porque por fortuna, ha sido muy claro desde el principio,
como lo único que aquí se busca es el interés
general, la profundización de la hermandad en
procura del interés general y lo económico.
Esto va ayudar muchísimo a desarrollar proyectos
industriales. La hermana República de Venezuela
a agregarle valor a su riqueza petrolera y siderúrgica.
En el futuro, en Colombia, a tener proveniente de la
hermana República de Venezuela, el gas que no
está en el subsuelo de Colombia para nuestros
usos domésticos y para nuestros usos industriales.
Esto pues tiene un gran significado político,
un gran significado social y un gran significado económico
y qué bueno que lleve el nombre de quien se inmolara
en San Mateo, de Ricaurte, porque los Padres de la Patria
deben pasar momentos aburridos en la gloria del cielo
cuando ven que nuestras integraciones no avanzan o que
de pronto las desvían por las tentaciones del
enfrentamiento. Y deben aumentar la felicidad del cielo
cuando ven que estos proyectos avanzan. Ricaurte hoy
estará complacido porque dirá: bueno, tarde,
pero empiezan a justificar su inmolación.
Y esto es apenas un principio. Nada más importante
a la luz de la gerencia del liderazgo moderno, que metas
parciales para impulsar nuevas metas. Hoy hemos venido,
más que a celebrar, a registrar un principio práctico.
Y a proponer ese principio práctico como una meta
parcial para avanzar hacia metas muy superiores.
Por eso celebro con emoción de patria grande,
con emoción de sentimiento venezolano, panameño
y colombiano, que podamos haber firmado la declaración
que expresa la contundente voluntad política de
llevar este gasoducto a Venezuela, de llevar este gasoducto
a Panamá.
Permítanme, con la venia del presidente Chávez
y con la venia del presidente Torrijos, hacerle un llamado
de atención amistoso, cariñoso a los equipos
técnicos. Ya aprendimos: lo nuevo, hay que hacerlo
con nuevas velocidades. Que lo que vamos a hacer ahora,
sea rapidito. Los pueblos nos afanan a nosotros porque
en la historia se ha perdido mucho tiempo y no nos perdonan
que nosotros perdamos tiempo. Esta vida política,
finalmente es muy corta y los sufrimientos sociales de
los pueblos son muy largos, muy extensos. Que lo que
hemos aprendido nos sirva para que la nueva obra la hagamos
con un concepto de nuevas velocidades con sentido de
urgencia.
¡Cuánto le ayuda a la hermana República
de Panamá poder tener gas o de las grandes reservas
de Venezuela o de reservas que lleguen a aumentarse en
Colombia. ¡Cuánto le sirve para su uso doméstico,
para su generación de energía, para sus
proyectos industriales! ¡Cuánto le sirve
para el ahorro! ¡ Cuánto le sirve para el
medio ambiente!
Con el presidente Torrijos, al margen de esta reunión
pero conectada con ella, hemos hecho dos acuerdos: Primero,
mientras está construido ese gasoducto de Colombia,
Venezuela y Panamá, Colombia va a suministrarle
a Panamá, en barcazas, unas cantidades iniciales
de gas que se requieren allí para la generación
de energía y para algún uso doméstico,
de acuerdo con las reservas y la producción de
Colombia. Sé que lo vamos a hacer con sentido
de urgencia. Panamá nos ha dicho: Lo necesito.
Colombia ha dicho: Se lo entrego. Falta que los técnicos
ahora definan, que los técnicos ahora definan
las barcazas, quién va a ser el transportador.
Yo les voy a pedir a los técnicos un tema: yo
me imagino muchas reuniones de técnicos, se juntan
y dicen: es que los políticos, es que los políticos,
es que los políticos…pues bien, los políticos
ahora estamos con mayor velocidad, no se nos queden atrás
los técnicos. Aquí se ha expresado toda
la voluntad política y si alguna cosa les falta,
díganlo ya para que no nos demoremos. Y confío
que en dos o tres semanas ya se haya hecho el acuerdo
definitivo con la hermana República de Panamá para
la línea de transmisión de energía
Colombia-Panamá porque estamos por fortuna bien
integrados, estamos bien integrados Venezuela y Colombia.
Venezuela se ha integrado con el Brasil, Colombia está hoy
construyendo la tercera línea con Ecuador, ya
tenemos a través del Ecuador una integración
con el Perú.
He escuchado muchas veces al presidente Chávez,
describirnos su sueño de esta integración
del gas, del petróleo, de la energía, de
las líneas de transmisión, etc. y eso hay
que convertirlo en realidad y hay que convertirlo en
realidad a través de estos proyectos. ¡Qué bueno,
presidente Torrijos, que usted rápidamente nos
invitara al presidente Chávez y a mí a
ver colocar los primeros postes de las líneas
de transmisión de energía o a ver zambullir
los primeros tubos que habrán de llevar esos cables
por el fondo del mar. Entonces, queridos Ministros y
equipos técnicos, lo político está expresado: ¡háganlo
que ya lo resolvimos y los pueblos lo están esperando!
Pero demos otro paso, pero demos otro paso, de la integración
de Ecopetrol y Pdvsa. Yo creo que no hay que firmar nada
más de integración. Mi sugerencia es muy
respetuosa: Definan un proyecto de producción
o exploración en Colombia, otro en Venezuela y
otro en un tercer país y háganlo en alianza
estratégica. ¡Háganlo en una asociación
de riesgo compartido pero hagámoslo y el día
que veamos esos proyectos en marcha, podremos decir,
ahí hay una modalidad de ‘Petroamérica’ como
lo ha sugerido el presidente Chávez en pleno avance.
Yo quisiera, en nombre de todos los colombianos, que
rápidamente, Ecopetrol y Pdvsa, nos inviten al
presidente Chávez y a mí a decirnos, aquí estamos
empezando un proyecto de riesgo compartido en Venezuela,
un proyecto de riesgo compartido en Colombia y un proyecto
de riesgo compartido en un tercer país.
Le agradezco, muchísimo el acuerdo de los Ministros
de Comercio, Desarrollo de nuestros dos países,
estimulado por el presidente Chávez, para que
rápidamente haya un acuerdo entre Colombia y Venezuela
que de toda la certeza hacia el futuro. Un acuerdo que,
en mi concepto, debería tener algunas características:
pequeñito en el texto, profundo en el contenido
y además, con una prevalencia de lo social, que
ese acuerdo nos comprometa a alcanzar las metas sociales
que están demandando nuestros pueblos urgentemente
y profundo. ¡Háganlo de un parrafito pero
profundo!
En mi mente no cabe que venga a La Guajira o a Santa
Marta y me digan: es que las leyes no dejan que un vehículo
venezolano venga sino por tantos días, tiene que
pedir tal permiso. Yo no sé, eso no debería
tener sino una placa y recorrer Colombia y Venezuela
sin ninguna limitación y el continente. En mi
mente no cabe que un trabajador colombiano no pueda acumular
el tiempo de cotización pensional en Colombia
para jubilarse en Venezuela. En mi mente no cabe que
un trabajador venezolano no pueda acumular el tiempo
de cotización en Venezuela para jubilarse en Colombia.
En mi mente no cabe, que entonces si va un venezolano
a Colombia, y tiene el carné de la seguridad social
de Venezuela, allá le impongan todas las trabas
para atenderlo porque si viene un colombiano a que lo
atiendan y tiene el carne de afiliación en Colombia,
aquí le pongan todas las trabas para atenderlo. ¡Esas
son las barreras que tenemos que demoler! Y yo creo que
serían las expresiones prácticas del capítulo
social de esa integración. Recuerden, la historia
nos va a reclamar cualquier minuto que perdamos en la
tarea de entregarle a nuestro pueblo las respuestas que
está demandando: Nuevas velocidades para que esta
agenda avance más rápidamente. Presidente
Chávez muchas gracias, presidente Torrijos, muchas
gracias. A todos, ministro Ramírez, ministro Maiguashca,
a todos, felicitaciones y que esto que empezó hoy,
rápidamente empiece a transportar gas y más
que…yo vi el tubo suficientemente ancho, de 26
pulgadas, que sean unas pocas pulgadas en gas y muchas
pulgadas en prosperidad. Muchas gracias”