Comen más carne y leche, niños
aumentan talla y mejoran rendimiento
EN UN 15% AUMENTÓ CONSUMO DE FAMILIAS EN ACCIÓN
Bogotá, 11 jul. (SNE).- En un 15 por ciento se
incrementó el consumo de alimentos en las más
de 500 mil Familias en Acción que se benefician
de las ayudas entregadas por el Gobierno Nacional.
Así lo señaló el informe de evaluación
efectuado por el Departamento Nacional de Planeación
titulado “Programa Familias en Acción: impacto
del programa a un año y medio de su ejecución”.
El programa fue ideado para entregar subsidios de nutrición
y educación a familias del nivel I del Sisbén,
localizadas en municipios de menos de 100 mil habitantes.
El subsidio consiste en un apoyo monetario de 46.500
pesos por familia con uno o más niños de
0 a 6 años, que asistan a los controles de crecimiento
y desarrollo.
Y en la parte educativa el subsidio es de 14 mil pesos
para los niños de 7 a 11 años y de 28 mil
pesos para los niños de 12 a 17 años que
asistan a instituciones de educación primaria
y secundaria.
El subsidio en efectivo para nutrición es por
12 meses y el de educación por 10 mees que dura
el período escolar.
LOS RESULTADOS
El informe de Planeación mide los avances en
consumo de alimentos, nutrición y la salud en
niños menores de siete años, así como
en la asistencia escolar, la migración y capital
social de los hogares beneficiarios de dicha estrategia.
El documento también hace referencia al impacto
de los Hogares Comunitarios de Bienestar en la nutrición
de los niños menores de seis años y su
posterior desempeño escolar.
El reporte en el caso del consumo señala que
además del aumento del 15 por ciento en alimentos,
se registró un incremento de 8 mil pesos mensuales
en el gasto en educación en los hogares que recibieron
el programa. Aumentó el consumo de carne y leche,
se mantuvo el de grasas y otros alimentos y no subió el
de alcohol, tabaco, ya que uno de los requisitos fundamentales
del programa es que el subsidio se le entrega a la madre
de familia.
En nutrición y salud señala que las madres
de los niños cobijados por el programa aumentaron
el periodo de lactancia en más de un mes respecto
a las que no son beneficiarias y se identificaron efectos
positivos en el nivel nutricional de los menores de 2
años, con un incremento de 0,45 centímetros
en su talla.
Así mismo se corroboró una mayor asistencia
a los controles de crecimiento y desarrollo, mayor cobertura
de vacunación y reducción en la proporción
de niños con diarrea en la zona rural.
En cuanto a escolaridad la evaluación señala
que aumentó la tasa de asistencia escolar de los
niños entre 7 y 17 años. En la zona rural
se elevó entre 4,6 y 10,1 por ciento la proporción
de niños asistentes de 12 a 17 años y entre
5,9 y 7,6 puntos la de jóvenes de 14 a 17 años.
En migración señala que los hogares beneficiarios
tienden a movilizarse menos hacia otros municipios que
los no beneficiarios. Su probabilidad de traslado es
1,5 por ciento menor en los municipios con mayor número
de pagos del subsidio. En la zona rural esa probabilidad
es aún inferior, del 2,5 por ciento.
Para fecundidad con la aplicación de Familias
en Acción se observó una reducción
de las tasas de natalidad en los municipios de tratamiento.
La proporción de niños menores de 1 año
por cada mil mujeres de 15 a 49 años disminuyó un
9 por ciento en la zona rural y un 13 por ciento en la
zona urbana.
El capital social representado como la participación
de la mujer en las juntas de acción comunal, cooperativas,
sindicatos, grupos religiosos y agremiaciones no tuvo
aumento a consecuencia del programa. Sin embargo, la
evaluación cualitativa detectó indicios
de una mayor participación de las mujeres en los
encuentros de cuidado y en su participación social
dentro del municipio a causa de éstos.
En el caso de la oferta laboral, el documento afirma
que hubo un aumento importante en la tasa de empleo y
el número mensual de horas trabajadas de hombres
y mujeres.
Mirando el impacto de los Hogares Comunitarios de Bienestar,
se informa que con una metodología diferente,
se compararon los niños Sisben 1 que asistían
o habían asistido a los Hogares Comunitarios con
niños que nunca lo habían hecho. Se estableció un
significativo efecto nutricional (1 centímetro
más de talla) en los niños beneficiarios,
al igual que su posterior efecto en el desempeño
escolar de los de 7 a 17 años.
Adicionalmente se evidenció un efecto positivo
en la participación de las madres de los niños
en el mercado laboral (aumento de 39 puntos porcentuales
en la tasa de participación femenina).
“De esta comparación se deduce que los
Hogares Comunitarios de Bienestar parecen ser especialmente
efectivos en las condiciones nutricionales de los niños
de 2 a 5 años más pobres del grupo evaluado,
en tanto que Familias en Acción tendría
mayor impacto nutricional en los niños de 0 a
2 años y en los mayores de 4. Estos resultados
sugieren que los dos programas puedan ser complementarios”,
concluye Planeación Nacional en su reporte.