Editorial Washington Post
POST EXALTA LABOR DEL PLAN COLOMBIA
Washington, 14 jul (CNE).- El diario estadounidense "The Washington Post" publicó un editorial exaltando los logros del Plan Colombia en sus tres años de vigencia.
El periódico resaltó los esfuerzos que el presidente Álvaro Uribe Vélez ha hecho para disminuir la violencia y la producción de cocaína y amapola.
Destacó la posición del Primer Mandatario con respecto a la posible suspensión de la ayuda militar por parte de Estados Unidos, como consecuencia del artículo 98 de la Corte Penal Internacional. El diario citó las palabras que pronunció el 3 de julio en Cartagena: "La ayuda no puede ser mezquina y con presiones."
La siguiente es una traducción oficial del editorial.
LOS RESULTADOS EN COLOMBIA
Hoy hace tres años, el presidente Clinton puso a funcionar legalmente el Plan Colombia, una atrevida iniciativa para ayudar a esa democracia latinoamericana a luchar contra narcotraficantes e insurgentes izquierdistas que amenazaban con destruir el país mientras proveían de cocaína a la mayoría de calles estadounidenses. Algunos miembros del Congreso y grupos de Derechos Humanos protestan contra el programa, manifestando que el intento de reforzar el Ejército colombiano con equipo y entrenamiento y el patrocinio de fumigaciones aéreas de los cultivos de coca involucrarían a Estados Unidos en un lodazal parecido al de Vietnam. Los críticos estaban equivocados. La coca y amapola de Colombia han reducido sustancialmente. Según un estudio de Naciones Unidas, los acres sembrados han disminuido en un 38 por ciento en estos tres años. Teniendo como aliados a narcotraficantes y guerrilleros, la violencia ha disminuido también. En comparación con el año pasado, los homicidios han caído en un 25%, y los secuestros, en un 30%. La economía de Colombia está creciendo, y su Presidente, Álvaro Uribe Vélez, lidera el Gobierno más fuerte y popular que la Nación ha tenido en décadas. Aunque el Plan Colombia no ha alcanzado muchos de sus objetivos, con muy pocos cuestionamientos se podría decir que los 2.7 billones de dólares invertidos hasta el momento han dado buenos resultados.
Existen otros costos distintos a los gastos de defensa, algunos de ellos poco percibidos por las guerras en Afganistán e Iraq. Por lo menos 17 funcionarios estadounidenses que laboraban en lo militar, en el refuerzo de la ley y contrato civil han sido asesinados en Colombia desde 1998, incluyendo cinco este año. Un número de ellos estaban involucrados en la vigilancia aérea de operaciones relacionadas con droga o guerrilla. Pilotos estadounidenses y otros funcionarios están profundamente involucrados en esas actividades. El lodazal temido por las fuerzas de EE.UU. no se ha desarrollado todavía. En cambio, el Ejército colombiano, equipado de helicópteros estadounidenses y entrenamiento exclusivo, ha crecido a un ritmo constante en fuerza y profesionalismo. Monitores de Derechos Humanos expresan preocupación por los lazos continuos entre unidades militares y paramilitares, que practican el narcotráfico y cometen atrocidades contra civiles. Pero han disminuido los reportes sobre las violaciones cometidas por los propios militares. El presidente Uribe ha logrado progreso con respecto a la neutralización de paramilitares.
Uribe, que ha ejercido sus facultades por menos de un año y más agresivamente que sus predecesores, ahora dice que espera alcanzar la meta del Plan Colombia, que consiste en la reducción de coca en un 50 por ciento para finales de este año. Ha extraditado a 64 personas acusadas de narcotráfico, más que los extraditados durante los cuatro años anteriores. También ha aumentado los impuestos con el fin de extender la autoridad de su Gobierno a las áreas que no han tenido ley a lo largo de los años. Ha sido el aliado latinoamericano más fuerte de la administración Bush en la lucha contra el terrorismo y e intervención en Iraq - y, como muchos aliados estadounidenses, ha sido recompensado con un tratamiento displicente y negligente. La administración Bush ha continuado con el Plan Colombia, pidiendo 700 millones de dólares para el próximo año. Pero ha suspendido una ayuda de 5 millones de dólares y amenazado 130 para el próximo año, a menos que Colombia cumpla inmediatamente su demanda de eximir a estadounidenses de acusaciones por parte de la Corte Penal Internacional, aunque ya existan acuerdos bilaterales para proteger al personal de EE.UU.
"La ayuda no puede ser una ayuda con condiciones mezquinas, ni con presiones", observó Uribe recientemente. Está en lo cierto. Y el Plan Colombia debería ser una excepción de tal mezquindad.