Bogotá, 1° jun (SP). La Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena (Cormagdalena) ha adjudicado este año obras por 82 mil 500 millones de pesos para controlar inundaciones en las zonas ribereñas.
Los proyectos, que benefician a más de un millón de habitantes de 44 municipios ubicados en nueve departamentos, buscan mitigar las inundaciones en el área de influencia del río, según explicó Juan Gonzalo Botero, Director Ejecutivo de la Corporación.
“Por instrucciones del señor Presidente de la República en los diferentes Consejos Comunales, Cormagdalena ha destinado importantes recursos para el Control de Inundaciones. En los dos primeros meses del año la Corporación ha adjudicado obras que superan los $80 mil millones de pesos, para mitigar las inundaciones que año tras año se producen en los meses de Junio y Noviembre”, indicó el funcionario.
Por su parte el Ministro de Transporte, Andrés Uriel Gallego, recordó que en materia de control de inundaciones el Gobierno Nacional tiene dos grandes programas: uno en La Mojana y otro en el Medio y Bajo Magdalena.
Allí la entidad está haciendo los terraplenes de control de inundaciones, la limpieza de caños, los muros de contención que rodean y protegen a los cascos urbanos, y algunos sistemas de compuertas y de controles complementarios de inundación, explicó el Ministro.
Un compromiso recientemente adquirido entre la Corporación y la Presidencia de la República, fue la adquisición y entrega de maquinaria pesada para atender futuras emergencias invernales en el Bajo Magdalena.
Gracias a esto, Magangue y Pinillos (Bolívar) cuentan desde febrero con la nueva maquinaria, conformada por cuatro retroexcavadoras y dos bulldozer, que será administrada en comodato por los dos municipios.
Según Cormagdalena, en los últimos cinco años el valor de las obras en el río asciende a 115 mil millones de pesos. Con estos recursos se han construido 443 kilómetros de diques, muros de concreto y pilotes, en 40 municipios de ocho departamentos. Las obras desarrolladas son terraplenes en tierra, muros de concreto, hinca de pilotes y obras de drenaje.
Estas obras han contribuido a controlar la erosión de las orillas y las inundaciones en una buena parte del medio y bajo Magdalena, mitigando la problemática que se solucionaría única y exclusivamente con la reubicación tanto de las poblaciones que habitan en los márgenes del río, como de las grandes extensiones rurales dedicadas a actividades agrícolas y ganaderas en predios que le pertenecen únicamente a la arteria fluvial.
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