CUESTIONARIO
DEL NIÑO
TONY ANGELO, DE BARRANQUILLA, RESPONDIDO POR EL PRESIDENTE URIBE
Por Tony Angelo
1. Señor Presidente, ¿como
fue su infancia?
Mis primeros pasos y mis primeras letras,
están unidos
a la vida campesina. Recuerdo que, al tiempo con el estudio, aprendí a
montar caballo, el manejo de la ganadería, los cafetales
y los cañaduzales en Salgar. Creo que una de mis mayores
fortalezas es haber cursado mis primeros años de estudio
en una escuela rural. Mis ex condiscípulos son todos campesinos
laboriosos que me enseñaron a ser humilde y persistente,
a entender que todos somos iguales y que la vida es el escenario
de una lucha cotidiana para transformar al mundo.
2. Algún recuerdo especial cuando era niño?
Muchos. Iba todos los días a caballo a la escuela con mi
hermano Jaime y allí me recibía mi maestra, la señorita
Lilian Álvarez. Ella es la expresión del magisterio
con vocación. Intensamente vinculada a la vida de sus alumnos,
que marca la vida del niño con el ejemplo y la palabra.
3. Era buen estudiante?
Mi maestra, doña Lilian Álvarez, le dice a la gente
que sí. Yo no puedo autocalificarme como buen estudiante,
porque eso es elogio propio; y elogio propio es vituperio.
4. Era travieso o inquieto?
Era juicioso en el campo de la disciplina,
pero inquieto por el conocimiento. Eso sí: decían que yo no iba a crecer
porque no comía alimentos de sal, sólo me gustaba
el dulce.
5. Qué pueden esperar los niños
de su gobierno?
Colombia tiene 14 millones de niños. Los niños colombianos
han sufrido mucho, han sufrido el maltrato de la violencia, el
maltrato de la miseria, de la inequidad, del desplazamiento, el
maltrato de la desnutrición, y de la falta de oportunidades
educativas.
Obras son amores y no buenas razones. Por
eso el Gobierno tiene profundo interés en cumplirle a la niñez
colombiana: avanzando en seguridad, en oportunidades para quienes
se desmovilicen
de los grupos violentos, con el programa de Bienestar Familiar,
con el programa de cobertura educativa.
Uno como padre de familia está en condiciones de hacer
reflexiones y cambiar su actitud con los niños, para que
sea una actitud totalmente positiva. Como funcionario de Estado
y de Gobierno, uno tiene que sentarse a pensar que hay un gran
compromiso con los niños, y que ese compromiso se tiene
que honrar en obras y no en buenas razones; y que esas obras se
tienen que traducir en resultados.
6. Si lo invitamos puede visitar nuestro colegio?
Habrá ocasión para visitarlos. Por lo pronto, le
envío un cariñoso saludo a toda la comunidad académica.
7. Un consejo para
los niños
¡Que se esfuercen por ser líderes!, ¡grandes
líderes! En cada uno de los frentes de la vida social, necesitamos
colombianos sobresalientes: en la ciencia, en el deporte, en las
artes, en el servicio público, en los oficios manuales,
en el sindicalismo, en el periodismo… Mucho trabajo en el
estudio, queridos niños. Recuerden que ustedes van a ser
la primera generación de colombianos que vivirán
la paz y el progreso. |