Cultivos
de algodón, maíz y palma se han reestablecido gracias
a la seguridad
“SEGURIDAD DEMOCRÁTICA HA AYUDADO AL CRECIMIENTO
DEL PIB”: GENERAL OSPINA
Bogotá, 22 oct. (SNE).- El Comandante General de las Fuerzas
Militares, general Carlos Alberto Ospina, dijo este viernes que “la
política de Seguridad Democrática ha colaborado,
desde el punto de vista económico, a un crecimiento del
Producto Interno Bruto (PIB), en lo corrido del año de un
4.16 por ciento, frente a un 3.5 del año anterior”.
El general Ospina sostuvo que las políticas de seguridad,
implementadas desde el Gobierno Nacional, han incrementado las
ganancias de la banca y han facilitado una mayor inversión
del Banco Agrario, especialmente en el crecimiento de la agricultura:
algodón, maíz y palma.
“Hay una mayor percepción de seguridad en los ciudadanos
colombianos y extranjeros residentes en Colombia, y eso genera
mayor confianza y esperanza”, manifestó.
Igualmente, el alto oficial enfatizó que desde el punto
de vista social, la Seguridad Democrática ha hecho que las
familias desplazadas regresen a sus lugares de origen y que se
disminuya notablemente el desplazamiento.
En lo concerniente al efecto político que se desprende
de esta estrategia de seguridad, Ospina Ovalle manifestó que
este impacto se percibe en “la gobernabilidad de los alcaldes”,
y resaltó que 523 municipios del país ya cuentan
con presencia de soldados campesinos.
Al tiempo que Ospina exaltó los resultados militares alcanzados
por la Seguridad Democrática, aseveró que esos resultados
han logrado que los terroristas se replieguen y se les dificulte
la ejecución de sus actividades criminales.
“Es claro que tenemos la inmensa responsabilidad de ganar
la guerra militarmente, para avanzar hacía una solución
negociada, respetando los derechos humanos y el DIH”, puntualizó Ospina.
Las declaraciones fueron entregadas por
el Comandante General de las Fuerzas Militares, durante su presentación en el
seminario 'Visiones Hemisféricas sobre la Crisis Colombiana
y su Regionalización', convocado por el Departamento de
Ciencia Política de Uniandes, el Latin American Program
del Woodrow Wilson Internacional Center for Scholars y la revista
SEMANA.
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