PALABRAS
DEL PRESIDENTE URIBE EN SESIÓN SOLEMNE DE LA COMUNIDAD ANDINA Lima, 22 oct (SNE). Las siguientes son
las palabras del Presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, durante la Sesión
Solemne de la Comunidad Andina, acto que se llevó a cabo
en el marco de la visita del Mandatario colombiano al Perú.
“Acudo con inmenso respeto e ilusión esta tarde a
visitar la Casa de la Comunidad Andina. Agradezco inmensamente
el esfuerzo que todos ustedes, dirigidos por el embajador Alan
Wagner, vienen adelantando en favor de consolidar esta integración.
Esta integración hay que fertilizarla todos los días.
La veo hoy mejor que hace dos años. Quizá la circunstancia
de haber emprendido de manera conjunta la negociación de
Mercosur, de haber tomado la decisión por algunos países
de enfrentar el TLC con los Estados Unidos, de tener que tramitar
una extensión por un período prudente del Sistema
General de Preferencias en la Unión Europea, como paso previo
para iniciar un proceso de negociación con la Unión
Europea, quizá todo eso haya contribuido a que tomásemos
más en serio la integración andina.
Porque cuando nosotros no la tomamos en
serio, los extraños
lo reclaman. Los europeos nos han dicho: ¿Pero cómo
quieren ustedes acuerdos con Europa, si ustedes no respetan los
acuerdos entre los andinos? Sería imposible negociar un
tratado con Europa sino mostramos voluntad, cumplimento de todas
las normas andinas.
Individualmente no habríamos avanzado en la negociación
de un tratado con los Estados Unidos. Individualmente habría
sido difícil, y de pronto complejo en los efectos, del tratado
con Mercosur. Sin embargo, a pesar de los avances, todavía
hay muchas normas de la Comunidad Andina que incumplimos. Procesos
de la Comunidad Andina que no han avanzado con suficiente celeridad.
A todo ello nos debemos aplicar.
He propuesto a los distinguidos colegas
Presidentes de las naciones hermanas, que hagamos el esfuerzo
de cumplir todos las normas que
alguno u otro estén incumpliendo. He propuesto que revisemos
las instituciones de comercio que puedan ser perturbadoras. Por
ejemplo, si en un país o en otro hay instituciones de comercio
que facilitan la perforación de la normatividad andina,
tomemos la decisión común de superar estas dificultades,
tomemos la decisión común de eliminar esas rendijas
en nuestras instituciones internas.
Creo que nos esperan retos que tienen que
pasar de la teoría
a la práctica. Cuando asumí la Presidencia de Colombia,
al menos en mi país parecía una utopía alcanzar
un acuerdo con Mercosur. No se mencionaba. Se le tenía y
se le negaba importancia. Hemos logrado superar ambas barreras.
Negociamos sin temor, creemos haber conseguido unos acuerdos equitativos,
y al mismo tiempo hoy valoramos la importancia de esa integración
con Mercosur.
El tratado con los Estados Unidos nos da
una gran oportunidad para fortalecer más esta integración.
Los tres países que lo negociamos debemos tener muy claro
que la presentación de ese tratado ante nuestros pueblos
y también ante el pueblo de los Estados Unidos, reposará en
la capacidad de mostrar en la práctica que se ha firmado
un tratado equitativo. Ese tiene que ser nuestro reto.
El problema hoy de la globalización no es un problema de
ideologías. Como acabo de repetirlo en el Congreso del Perú,
para buscar oportunidades para los pueblos no puede haber fronteras
ideológicas. La línea es la línea de equidad.
La única que no se puede transgredir. Y además debemos
dejar todos los espacios para que mañana o pasado mañana,
cuando las hermanas naciones de Bolivia y Venezuela juzguen oportuno
entrar en ese proceso, que nosotros les hayamos abierto el camino.
Y como lo dijimos en Quito, señor embajador Wagner, que
aquellos que por ahora no entren, sientan que quienes estamos negociando
y negociemos, lo estamos haciendo con la plenitud del compromiso
de que aquellos países que no entren, van a tener el total
respeto a sus derechos al interior de la Comunidad Andina.
Mi invitación es a una agenda que ponga en marcha lo negociado
con Mercosur, que complete el tratado con los Estados Unidos, que
pueda mostrar en este diciembre un resultado bueno con el Sistema
General de Preferencias de Europa, y una perspectiva ya asegurada
de negociación con Europa.
Porque nada nos ganamos aun ante el plazo
de diez años
que nos dé la Unión Europea, sino aprovechamos esos
diez años para negociar un tratado permanente.
Los inversionistas hoy en el mundo entero
quieren tener certeza de largo plazo. Y si bien tres o cuatro
años de la Atpdea
con los Estados Unidos constituyen un plazo muy corto, que no da
confianza a los inversionistas, plazo muy corto, temor de inversionistas,
que se ha erigido en una de las causas para que busquemos negociar
un tratado permanente, los diez años de la Unión
Europea tampoco se constituyen en un plazo sustancial de aquel
que demandan los inversionistas.
Por eso hay que pasar de las concesiones
unilaterales a los tratados permanentes. Pero no nos podemos
quedar ahí. Me preocupa
que Centroamérica y el Caribe tengan tratado con los Estados
Unidos, nosotros lleguemos a tenerlo con los Estados Unidos, y
entre Centroamérica, el Caribe y la Comunidad Andina no
haya tratado.
No quiero pensar cómo va a funcionar eso. Que los productos
norteamericanos entren sin arancel a Centroamérica, al Caribe,
a nuestros países, y que haya barreras entre los centroamericanos,
los caribeños y los andinos. Eso parece una deformación
en los procesos de integración. Por eso creo, señor
Embajador, Director de la Comunidad Andina, distinguidos ministros,
embajadores y funcionarios, que hay que acelerar la agenda con
Centroamérica.
Advierto que alguna curiosidad debe tener
Canadá en la
evolución de las negociaciones del TLC con los Estados Unidos.
Podemos imaginarnos que de perfeccionarse esas negociaciones, habrá de
surgir una definitiva voluntad en Canadá para negociar con
nosotros. Creo que cuando estemos próximos a finiquitar
las negociaciones con los Estados Unidos, todos en bloque tenemos
que tocar las puertas de Canadá para acelerar un acuerdo
con Canadá.
Y debemos aprovechar los pasos que han
dado en procura de acercamientos con el Asia, con la economía china, con la economía
hindú, algunos de nuestros hermanos latinoamericanos y suramericanos,
para buscar esos mercados en equipo.
Me decía al presidente Toledo los avances que ha venido
teniendo el Perú en el mercado chino. La exploración
que ha venido haciendo el Perú para buscar un acuerdo con
los chinos. Nosotros lo tenemos que hacer.
A mí me parece grave que nuestra balanza crezca con China,
porque el crecimiento de ellos los obliga a comprarnos productos
básicos o a comprarnos productos energéticos. El
día que resuelvan el problema energético o que tengan
otras fuentes de abastecimiento de productos básicos, si
no tenemos tratado podemos llegar a tener dificultades.
Colombia ha crecido enormemente las exportaciones
a China por la coyuntura del carbón y del petróleo. ¿Pero
qué puede pasar en el futuro, cuando China avanza velozmente
en la búsqueda de sustitutos del petróleo y en Colombia
sin el petróleo?
Y por el otro lado, a nuestros mercados
llegan de contrabando productos chinos y parecería que somos incapaces de atajarlos.
Pienso que es mucho mejor enfrentar esas realidades, esas fuentes
reales de la evolución de la integración y encararlas
sentados en una mesa negociando un acuerdo.
Me parece gravísimo dejarnos entretener de las disquisiciones
intelectuales, de los prejuicios, y no buscar velozmente una integración
con economías asiáticas, con la economía china.
Quiero solicitar formalmente a la Comunidad
Andina que se examine la posibilidad de explorar ese acuerdo.
Cuatro acuerdos: uno con
Centroamérica y el Caribe, otro con Europa, uno tercero
con Canadá y un cuarto con los chinos. Creo que es una necesidad.
No perdamos tiempo. La Comunidad trabajando febrilmente, nos puede
conducir y nos puede ayudar.
Se ha convertido a la CAF en un gran punto
de apoyo financiero. Nuestros gobiernos comienzan a ver en la
CAF el cajero más ágil
de los multilaterales.
Cuando se ha hablado de tener un Fondo
Monetario de América
Latina y se han expresado proposiciones semejantes, creo que todo
eso podía conducirse al fortalecimiento de la CAF. Y veo
que hay una posibilidad inmediata, práctica, que es el aumento
de participación de algunos países y el ingreso de
otros.
No podemos ignorar el interés de Brasil y de México
de participar, o participar más, en la CAF.
Creo que el aporte de esos países y sus capitalizaciones
a la CAF, nos puede ayudar en el necesario fortalecimiento de una
institución que lo ha hecho bien y que ha solucionado muchos
problemas de nuestros pueblos.
Teniendo el instrumento, la experiencia
del instrumento que ha funcionado bien, la confianza de terceros
para entrar a capitalizarlo,
el compromiso de nuestros países de honrar, con rigor y
con devoción, las deudas contraídas frente a la CAF,
para qué pensar en alternativas diferentes. Lo práctico
es impulsarla y crecerla. Ahí tenemos un gran camino de
soluciones.
He venido con mucha fe en la integración a saludarlos.
Déjenme entregar en la reflexión de ustedes estas
preocupaciones. Y déjenme decir que la Comunidad Andina
nos tiene que ayudar para que definitivamente el Fondo Monetario
Internacional introduzca modificaciones de fondo. Los proyectos
de infraestructura, especialmente aquellos de integración
regional, hay que excluirlos de la contabilidad del Fondo.
A las líneas de crédito para inversiones sociales
estratégicas, hay que darles aval para conseguir unos plazos
y unas tasas de interés más aceptables en los mercados.
Como lo ha dicho el presidente Toledo,
el hambre no da espera. La cohesión social en nuestra América
del Sur no da espera.
Pienso que nada hacemos con vocerías individuales de cada
uno de nosotros ante el Fondo Monetario. Que detrás de cada
uno de nosotros tiene que ir la Comunidad Andina para presentar
allí este tipo de aspiraciones.
Y creo que en materia de construcción de infraestructura,
tenemos que pasar de las declaraciones a los hechos. Es hora de
que la Comunidad Andina nos jalone, para definir obras estratégicas
en el IRSA (Integración de la Infraestructura Regional de
América del Sur). Un IRSA a que no debe ser un nuevo ente
burocrático sino un programa, y que ese programa ojalá sea
manejado por la misma Comunidad Andina. No veo razón para
crear otros entes. Hay que potenciar los resultados que pueden
dar entes ya creados. Si se quiere, ampliarles su objeto social.
El IRSA debe ser un proyecto sin ente administrativo
específico,
asignado a entes como la Comunidad Andina, que nos defina los proyectos
regionales de infraestructura, que nos promueva e inste a cada
uno de los países a avanzar en ellos y que nos ayude a obtener
las líneas especiales de financiamientos para hacerlo.
Hemos hablado mucho de la Hidrovía Suramericana, y apenas
tenemos el trayecto de Bolivia, Paraguay, un pedacito del Brasil
y Argentina. La comunicación del Perú, de Colombia,
de Venezuela, del Ecuador, con la Hidrovía Suramericana,
todavía sigue esperando.
No entiendo cómo, remontado el Siglo XX, seguimos sin la
Carretera Panamericana. El primero de noviembre, en compañía
de mis colaboradores de Gobierno, nos reuniremos con el señor
presidente Torrijos. Estamos en mora de identificar el punto en
el Darién donde se deben encontrar las carreteras. Y hay
que construirlas. El tema ecológico hay que enfrentarlo
con realismo. Es más fácil proteger la ecología
abriendo las avenidas, para que esa ecología se vigile,
que manteniendo esa ecología en la clandestinidad, para
que en algún momento nos demos cuenta que la destruyeron.
Tenemos que avanzar en la potenciación de la integración
eléctrica y en la construcción de esa integración
donde no existe. Colombia ha venido pidiendo su inclusión
en el Plan Panamá Puebla. Encontramos inaudito que los países
centroamericanos hayan concebido importante integración,
y que nosotros tan cerca de ellos, estemos tan lejos de esa integración.
Y hemos pedido hacerlo en el área de infraestructura, y
básicamente en tres proyectos. En la interconexión
eléctrica. Y esa interconexión eléctrica hay
que construirla hacia el norte y fortalecerla hacía el sur.
Nuestras economías pueden tener en el problema de provisión
de energía, el gran obstáculo para el desempeño
en los lustros que vienen.
Hemos pedido la integración de Colombia al Plan Panamá Puebla,
en la construcción de un gasoducto, que debe provenir de
la hermana República de Venezuela, recorrer el norte de
Colombia y conectarse con el Plan Panamá Puebla. Y por supuesto,
la Carretera.
Mi invitación es a que esto se convierta en tarea común
de la Comunidad Andina. Está bien que el uno proponga una
medida y la jalone, el otro otra idea y la jalone, pero finalmente
la tarea es menos difícil, el esfuerzo es más fructífero,
si todos nos aplicamos a conseguir esos propósitos.
De haber seguido cada uno por su lado en
lo de Mercosur, quizás
no habríamos logrado el avance que hoy registramos.
Muchas gracias, señor Secretario
General, embajador Wagner. Muchas gracias, distinguidos embajadores
de las patrias hermanas.
Muchas gracias, apreciados compatriotas funcionarios de la Comunidad
Andina.
La credibilidad de la Comunidad dependerá cada día
más de sus resultados. Hemos venido esta tarde aquí a
hacer un acto de fe, con ilusión en la Comunidad.
Pero estas integraciones son como los partidos
de fútbol:
a la gente le gusta mucho que los equipos jueguen bien en el medio
campo. Pero finalmente, por bien que jueguen en el medio campo,
si no meten goles, el público se olvida. Porque el público,
en el momento en que hay un buen pase en el medio campo aplaude,
pero eso no es lo que recuerda después. Lo que marca finalmente
son los goles. A meter goles y muchas gracias”.
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