En primera instancia se sembrarán 15 mil hectáreas de maíz
COMIENZA PROGRAMA DE RENOVACIÓN DE CAFETALES
Bogotá, 10 feb (CNE). El Gobierno Nacional comenzó el programa de renovación de cafetales, que para el 2003 incluye la siembra de 15 mil nuevas hectáreas de maíz que se intercalarán en los cultivos de café, lo cual generará más de cuatro mil empleos directos.
El anuncio lo hizo el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Carlos Gustavo Cano, quien dijo que el programa permitirá que los caficultores reciban un incentivo de 10 pesos por cada planta de café soqueada y que esté intercalada con maíz. El incentivo se suma al ya reconocido por la Federación Nacional de Cafeteros.
El programa forma parte de las iniciativas sociales para el campo puestas en marcha por el presidente Álvaro Uribe Vélez, las cuales ubican el cultivo de maíz amarillo como estratégico para la recuperación del campo y la generación de empleo. El objetivo es sustituir las importaciones.
"Además de expandir el área de siembra en las regiones tradicionalmente productoras, se está dando especial atención a la zona cafetera, donde se ha propuesto la siembra este año de 15.000 hectáreas de maíz intercalado con café", aseguró el Ministro.
El programa, que cuenta con recursos del Ministerio de Agricultura por 400 millones de pesos, es ejecutado por la Federación Nacional de Cafeteros y la Federación de Cultivadores de Cereales y Leguminosas (Fenalce).
Este cultivo va de la mano con el programa de incentivo para la renovación de 60.000 hectáreas de cafetales del Fondo Nacional del Café.
El Ministerio de Agricultura también destinó importantes recursos para la capacitación de 500 técnicos y agricultores y para el suministro de 150 toneladas de semillas de maíz, que se destinarán a siembras en socas de café que beneficiarán a más de cinco mil pequeños agricultores.
Con la siembra de las 15.000 hectáreas de maíz amarillo, el Gobierno prevé una producción de 45.000 toneladas.
Cano destacó que la siembra de maíz intercalado con café representa mayor generación de ingresos durante la fase improductiva del grano, la creación de unos 40 a 60 jornales adicionales por hectárea, la racionalización de los costos, el uso de la misma infraestructura para los dos cultivos y la fácil comercialización