Perfil del ministro de la Protección Social, Juan Luis Londoño de la Cuesta
EL HOMBRE QUE QUERÍA GANARLE LA GUERRA AL DESEMPLEO
Bogotá, 12 feb (CNE). “La historia sólo recuerda a los exagerados”. Esa frase la solía pronunciar Juan Luis Londoño siempre que alguien se refería a su hiperactividad. Esta frase se convertía en su mejor escudo para justificar un don natural que lo caracterizaba. El de hacer las cosas ya. El de ganarle la carrera al tiempo, no perder un minuto y no ahorrar el mínimo esfuerzo en su objetivo de serle leal a sus convicciones y cumplir con las metas impuestas.
El ministro Londoño de la Cuesta, bogotano con ascendencia paisa, nació el 26 de junio de 1958. A sus 44 años era considerado como uno de los economistas más importantes y con mayor proyección de Colombia.
Los temas sociales fueron su gran obsesión de los últimos años, al punto que hizo a un lado sus ideas neoliberales para reivindicar, a través de sus trabajos y estudios, a la población más pobre de la nación.
Economista de la Universidad de Antioquia y Los Andes, con un PhD en economía de la Universidad de Harvard, Londoño de la Cuesta fue el baluarte del Gobierno para que el Congreso, durante la última legislatura, aprobara leyes de la mayor transcendencia para Colombia como las reformas Pensional, Laboral y de Riesgos Profesionales.
Según Londoño, esas reformas le permitirán a Colombia encontrar nuevamente la senda del crecimiento económico, indispensable para generar rápidamente nuevos puestos de trabajo. Esa fue su obsesión del semestre pasado. Sacar adelante las reformas y prepararse para ganarle la guerra al desempleo.
Una vez aprobadas las reformas, Londoño se dedicó tesoneramente, como un alfarero, a convencer a todos los empresarios del país sobre la necesidad de firmar Pactos de Empleo en cada una de las regiones. Sabía que el éxito de su labor estaba ahí. En solucionar uno de los problemas más graves del país y ofrecerles a los colombianos la posibilidad de una vida y un empleo digno.
Pero su trabajo no quedó ahí. Cuando asumió la cartera de Salud se propuso como meta fundamental la vacunación de la totalidad de la población infantil colombiana.
Asumió esta tarea con tanto ahínco que en menos de dos meses su cartera logró aplicar un millón 400 mil vacunas a niños y niñas menores de cinco años, alcanzado con ello un 90 por ciento de cobertura en la materia. Algo nunca visto hasta entonces en el país.
Londoño creía firmemente en que los programas de asistencia social que ofrece el Gobierno le debían llegar a los pobres. Por eso impulsó cambios en el Sisbén, orientados a sacar a los ‘colados’ del sistema. Lideró además en el Congreso la inclusión en la Reforma Pensional de un artículo que obliga a quienes más devengan a aumentar su cotización para garantizarle una pensión mínima a uno de los sectores poblacionales más desprotegidos: el de los ancianos indigentes.
Su actividad en importantes cargos del sector económico se inició en 1990 cuando desempeñó la Subdirección de Planeación Nacional. Al mismo tiempo asumió la Secretaría del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes).
Posteriormente fue Ministro de Salud del Gobierno del entonces presidente César Gaviria Trujillo, época en la cual lideró y defendió en el Congreso, junto con su colega Luis Fernando Ramírez, la Reforma a la Seguridad Social o, como se le conoce hoy en día, la Ley 100. En este entonces trabajó de la mano con el actual presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, quien fue ponente de este importante proyecto.
También se desempeñó como economista del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y fue Secretario Técnico de la Misión Chenery.
Director de la Revista Dinero y Jefe de Debate de la campaña presidencial de Noemí Sanín, escribió 15 libros y 34 artículos en revistas académicas. Se destacó como uno de los mejores cinco ejecutivos antioqueños, por lo que recibió la Orden del Zurriago.
Casado con María Zulema Vélez y con tres hijos (Juliana, Daniela y Juan Felipe), en 1993 fue elegido como uno de los mejores 10 ejecutivos jóvenes del país por la Cámara Junior de Colombia y en 1996 recibió el Premio Nacional de Ciencias Sociales de la Fundación Alejandro Angel.
En 1999 fue finalista del Premio Simón Bolívar en la categoría de Opinión y ganó el Premio de Periodismo Económico de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif).
Otra de sus prioridades fue poner en pleno funcionamiento el Ministerio de la Protección Social, surgido de la fusión de los ministerios de Trabajo y Salud. Londoño quería que su cartera hiciera énfasis en la prevención. Él creía firmemente que los colombianos tenían que dejar de actuar como bomberos y ambulancias. Todos debían empezar a pensar preventivamente.
"Hemos creado las bases de un verdadero sistema de protección social cuyo beneficio principal es que nos permite pasar de superar las crisis cada vez que ocurren a prevenir y mitigar los riesgos socioeconómicos y los de salud", aseguró Londoño cuando presentó al país el nuevo Ministerio.
Un soñador, un estudioso, un trabajador incansable. Así era Juan Luis Londoño de la Cuesta, quien en alguna oportunidad le dijo al presidente Uribe: "Los domingos son para mi familia".
