Con estas palabras, el Presidente Álvaro Uribe Vélez instó nuevamente a la guerrilla de las Farc a que se desmovilice, con la garantía de la práctica democrática, y el ejemplo de más de 50 mil personas que han abandonado las armas, iniciando una nueva vida de la mano de la legalidad.

Cartagena, 6 may (SP). El Presidente Álvaro Uribe Vélez reiteró este miércoles que su Gobierno está listo para hacer la paz con las Farc y el Eln, y que muestra de ello es que no dudó en postular a guerrilleros que están en la cárcel como elegibles de la Ley de Justicia y Paz.

“Para nosotros el fin de esta política (de reintegración) no es el cementerio ni la cárcel; es la paz. Por eso no hemos vacilado en permitir que integrantes de las Farc que estén en la cárcel, también tengan el beneficio de la Ley de Justicia y Paz. Ya se han empezado a postular como elegibles para la Ley de Justicia y Paz, integrantes de las Farc que están en la cárcel, y ojalá lo podamos acelerar en los días que vienen”, dijo.

Al dirigirse a su homólogo de Guatemala, Álvaro Colom, con quien participó en la clausura del Congreso Internacional de Desarme, Desmovilización y Reintegración, Uribe Vélez expresó que lo mejor que se puede ofrecer a la guerrilla es la “garantía de la práctica democrática”.

“Quiero invitar a quienes aún persisten en las guerrillas a que se desmovilicen. Cada vez que un colombiano que está en esos grupos se desmoviliza, es un motivo de felicidad para la Patria entera”, puntualizó.

El Mandatario reiteró la propuesta a la guerrilla para que demuestre al país su deseo de paz, haciendo un cese de acciones violentas por lo menos durante cuatro meses.

“Hemos pedido que cesen las actividades criminales durante un tiempo y se empiece el diálogo, pero el diálogo eficaz. El diálogo que necesita como puerto de arranque el cese de actividades de criminales, pero en el puerto de arranque no tiene que estar el desarme y la desmovilización, esos pueden ser los puntos del puerto de llegada. Para ellos estamos listos”, afirmó.

Entre tanto –dijo- el Gobierno seguirá recibiendo con generosidad a los guerrilleros que se siguen desmovilizando individualmente, mientras las Fuerzas Militares enfrentan a los que persisten en las acciones terroristas.