El microcrédito representaba el uno y medio por ciento de la cartera colombiana; hoy representa el cinco y medio. Solamente este año debemos entregar millón y medio de microcréditos.
Este país hace un gran esfuerzo en cohesión social.
¿Qué más falta?
En todo hay que avanzar. Hemos avanzado mucho en Seguridad Democrática, pero todavía tenemos dificultades en algunas áreas del país.
Diría yo que el Gobierno tiene que reconocer todo lo que falta.
¿Qué es lo bueno? Una gran determinación popular y gubernamental con esa política.
Tiene unos resultados intangibles bien importantes: se ha recuperado el monopolio, que nunca debió perder el Estado, para combatir a los criminales; se han desmantelado los paramilitares; debilitado la guerrilla. En todas las regiones de Colombia ustedes ven hoy que el único que combate a los criminales es el Estado.
Se ha recuperado el monopolio de la Justicia. En muchas regiones de Colombia la Justicia había sido desplazada y reemplazada. El pelito de familias, el pleito entre vecinos ya no lo conocía el juez, el fiscal, sino el jefe guerrillero, el jefe paramilitar.
La reparación de víctimas es hoy una prioridad nacional.
Lo colombianos tiene más confianza en las instituciones, para demandar la prestación del servicio de seguridad. Antes era creciente el número de los colombianos que querían o irse del país o resolver el problema por sus propios medios.
Y todo esto se ha hecho, y esta es una gran virtud para la democracia colombiana, con legislación civilista, con plenitud de libertades.
Aquí hemos tenido que enfrentar el desafío terrorista más grande, por la riqueza de nuestros terroristas, por su autosuficiencia, porque ellos no han dependido de contribuciones extranjeras, sino de su propio negocio del narcotráfico. Y los estamos derrotando con legislación ordinaria. Pero queda mucho que hacer en eso.
Por ejemplo, en el tema de inversión, nosotros hemos hecho una serie de reformas, con mucho costo político. Las reformas son hoy más fáciles de concebir, en el esquema técnico, que de aclimatar en la aceptabilidad, en la aceptación política.
Cuatrocientas treinta y siete entidades del Estado reformadas, sin desmantelar el Estado. Reforma constitucional que elimina privilegios pensionales; reforma constitucional que racionaliza las transferencias a las regiones; reforma tributaria para estimular la inversión; reforma laboral.
Y hay muchas reformas pendientes. Todavía tenemos entidades del Estado sin reformar.
Por ejemplo, ahora, en la Presidencia, antes de venir hacía acá, estábamos definiendo la reforma de una empresa que se llama Etesa, donde hay mucho problema.
Tenemos pendiente la reforma para introducirle flexibilidad a los fondos de pensiones; tenemos pedante una reforma para que, sin afectar recursos públicos, sin crearles nuevas cargas a los empleadores, este país pueda tener un seguro de desempleo.
En fin, en una sociedad con tantas dificultades, el Gobierno tiene que estar atento de las nuevas reformas.
Ahora, yo recuerdo un profesor que me decía: ‘Hay que mantener una línea. Hacer reformas sin salirse de la línea’. La idea del Gobierno es tener unos objetivos, una línea y hacer ajustes todos los días: ni estancamiento ni ‘bandazos’, esa es la norma que nos guía.
Entonces, uno ve, por ejemplo, en cohesión social: se han hecho muchas cosas, pero faltan otras. Uno dice: tenemos 41 millones de colombianos con seguro de salud, pero nos faltan cuatro o cinco millones. Y en seguida (dice): hay áreas del país en donde la calidad del servicio es mala, la tenemos que mejorar.
Y otro problema, porque quiero contarles a ustedes que está lleno del vaso y que está vacío del vaso: aquí todavía tenemos dos regímenes de salud, uno para los trabajadores informales que tienen menos cubrimiento, y otro para los trabajadores formales que tienen más cubrimiento. Nivelarlos le cuesta a este país 2 mil 800 millones de dólares y esa es una tarea que tendremos que cumplir en los años que vienen.
Nosotros hemos avanzado mucho en educación. Hoy hemos logrado un cien por ciento de cobertura en educación básica. Tenemos el mejor sistema de formación vocacional de América Latina. Pero todavía tenemos muy baja cobertura para niños menores de 5 años.
Hemos avanzado enormemente en nutrición, pero tenemos un gran problema en falta de infraestructura escolar en muchas regiones del país.
O sea que de todo esto falta”. |