Tras explicar cómo la sociedad española ha conocido desde hace décadas la violencia terrorista, el Príncipe Felipe de Borbón afirmó que la respuesta a este terrible problema no puede limitarse a la persecución y condena penal de sus autores, sino que debe también abarcar la necesidad de apoyar y reconfortar a las víctimas.

Medellín, 29 may (SP). “Es necesario realizar un esfuerzo conjunto para evitar el desamparo individual y social de las personas y sus familias por causa del terrorismo, así como (la) ruptura de la unidad económica familiar. Un esfuerzo, reflejo del respeto y la consideración que todas las víctimas merecen, de la deuda que con ellas tenemos contraída”.

Así lo aseguró este viernes su Alteza Real,

Felipe de Borbón, luego de indicar que “no hay dinero en el mundo que sustituya la vida que ha sido arrebatada”, ni que repare del todo las lesiones físicas o sicológicas producidas, ni la pérdida de libertad o de seguridad.

Durante la instalación del ‘Quinto Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo’, que se realiza en Medellín, los Príncipes de Asturias les rindieron un homenaje a quienes perdieron la vida, a aquellos que han sufrido heridas físicas o sicológicas o a los que están privados del derecho a la libertad por causa del “execrable terrorismo”, que atenta contra los derechos del ser humano.

“Hoy están aquí, precisamente, muchas personas que han padecido el inmenso dolor que causa el zarpazo terrorista, que nada ni nadie pueden reparar, y que merecen la máxima atención y comprensión de toda la sociedad que se precie de considerarse, a sí misma, mínimamente basada en un modelo de convivencia sano y deseosa de encarar el futuro de manera constructiva y ética”, expresó.

Tras explicar cómo la sociedad española ha conocido desde hace décadas la violencia terrorista, con más de mil personas asesinadas, un considerable número de heridos, secuestrados y estragos materiales, el Príncipe de Asturias afirmó que la respuesta a este terrible problema también debe contemplar la necesidad de apoyar a las víctimas.

“La respuesta no puede limitarse a la persecución y condena penal de sus autores, sino que debe también abarcar la necesidad de apoyar y reconfortar a las víctimas, de intentar paliar su dolor y de acompañarles en el duelo; de ayudar, en lo posible y en lo material, a paliar los daños sufridos y a guardar su memoria”, señaló su Alteza Real.

Indicó que tanto su país como otras naciones han aprendido mucho de las víctimas del terrorismo, como auténtico referente cívico de las sociedades democráticas y, por ello, se está avanzando en su reparación.

Antes de terminar su intervención, Felipe de Borbón hizo un reconocimiento a todas las personas que dedican sus mejores esfuerzos y su sacrificio a luchar contra el terrorismo y a ayudar a las víctimas del terrorismo.