Simón Bolívar
1819-1830
Nació en Caracas,Venezuela, el 24 de julio de 1783 y murió en Santa Marta, Colombia,
el 17 de diciembre de 1830
Nació
como cualquier niño rico de la época, el 24
de julio de 1783, en una espaciosa mansión
heredada por su padre, entre las esquinas de
Traposos y San Jacinto, en Caracas.
Cuando
seis días más tarde lo bautizaron en la Catedral,
su pariente el presbítero Juan Félix Jerez
y Aristeigueta exclamó conforme al ritual:
Yo te bautizo con el nombre de SIMON JOSE ANTONIO
DE LA SANTISIMA TRINIDAD. Sus apellidos: Bolívar
y Palacios.
Era hijo
del Coronel de las Milicias de Aragua Juan
Vicente Bolívar y Ponte y de Doña María de
la Concepción Palacios y Blanco. Don Juan se
había casado ya entrado en años, a los 47 años
de edad, en tanto que doña María apenas contaba
15 años para el momento del matrimonio. De
esta unión nacieron dos mujeres y un hombre
mayores que Simón: María Antonia, Juana y Juan
Vicente. Y una niña póstuma, es decir, que
nació después de muerto el padre, y se llamó
María del Carmen. Murió a las pocas horas de
nacida.
Cuando
Simón nació su mamá estaba muy delicada de
salud, por lo tanto, habían pensado en la negra
Hipólita que trabajaba en la hacienda de los
Bolívar, en San Mateo, para que amamantara
al niño. Pero para el 24 de julio todavía Hipólita
no había dado a luz el niño que esperaba; entonces
acudieron a la señora Inés Mancebo de Miyares,
matrona cubana, esposa del Jefe realista Fernando
González Miyares. De modo que fue ella la primera
que dio de mamar al niño Simón. Luego vino
la negra Hipólita.
Imitando
a su padre, que había sido coronel, Simón ingresó
al Batallón de Milicias de Blancos Voluntarios
de los Valles de Aragua. Un año más tarde se
graduaba de subteniente, con la calificación
de sobresaliente en aplicación.
Con esta
graduación viajó a Madrid, donde su tío Esteban
lo relaciona con importantes personajes de
la Corte y con la gente que frecuentaba la
residencia del sabio marqués Gerónimo de Ustáriz,
ilustre caraqueño que fue el que más contribuyó
en la formación intelectual de Simón Bolívar.
Precisamente
en casa del marqués de Ustáriz conoció a una
linda madrileña de la que se enamoró. Era ella
María Teresa del Toro y Alaiza, cuyo padre
Bernardo Rodríguez del Toro, era tío del Marqués
del Toro. Con esta chica de 20 años de edad,
casó Simón Bolívar el 26 de mayo de 1802, siendo
un año menor que ella. La dicha duró muy poco,
ya que la joven desposada, a escasos ocho meses
de vida conyugal, es atacada por la fiebre
amarilla y muere en Caracas el 22 de enero
de 1803.
Bolívar
comienza entonces una vida distinta. Viaja
a Europa intentando disipar su dolor. La vida
europea, en efecto, tranquiliza su espíritu,
pero también lo aquilata. Es mucho lo que estudia
y aprende. La huella imborrable de su paso
por Europa fue la coronación de Napoleón como
Emperador. La aclamación de que el corso era
objeto por parte del pueblo, inflamó el corazón
de Bolívar con un deseo de gloria. Ya empezaba
a aguijonearle la idea de libertar a su país,
redimirlo de la tiranía española. Por eso el
15 de agosto de 1805, en compañía de Simón
Rodríguez y de Fernado Toro, sube a la pequeña
colina romana del Monte Sacro y formula aquel
sublime juramento que cumplió al pie de la
letra: juro delante de usted, juro por el Dios
de mis padres; juro por ellos, juro por mi
honor, y juro por la patria, que no daré descanso
a mi brazo ni reposo a mi alma, hasta que haya
roto las cadenas que nos oprimen por voluntad
del poder español.
De regreso
a Caracas en 1807, en su propia casa de campo,
la Cuadra Bolívar, empieza a conspirar junto
con su hermano Juan Vicente, José Félix Ribas,
Mariano Montilla, Pedro Palacios, el Marqués
del Toro, etc.
En mayo
de 1809 llega a Caracas el nuevo Gobernador,
el Mariscal de Campo Vicente Emparan. Aprovechando
la invasión de España por Napoleón y la prisión
del rey Fernando VII, los criollos caraqueños
planifican el golpe de estado que se produce
el 19 de abril de 1810. Emparan es destituido
y expulsado del país. Se constituye una Junta
Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando
VII.
Esta Junta
nombra a Bolívar coronel y lo designa embajador
en Londres, para que trate de obtener reconocimiento
y ayuda por parte de Gran Bretaña. Al regresar
a Caracas, ha convencido al precursor Francisco
de Miranda para que retorne a Venezuela y se
incorpore a la lucha por la independencia.
Transcurrió
el tiempo. El 3 de julio de 1811, ante la demora
del Congreso, Bolívar expone la necesidad de
que se declare cuanto antes la independencia
absoluta. Critica que el Congreso pretenda
discutir este proyecto en calma y exclama: "Trescientos años de calma, ¿no bastan? La Junta patriótica respeta, como debe,
al Congreso de la Nación, pero el Congreso
debe oír a la Junta Patriótica, centro de luces
y de todos los intereses revolucionarios. Pongamos
sin temor la piedra fundamental de la libertad
suramericana: vacilar es perdernos."
Así, dos
días después, el 5 de julio de 1811, se declara
solemnemente la Independencia de Venezuela.
La reacción
de los realistas no se hizo esperar. El marqués
del Toro, primero y después Miranda, se encargan
de conducir el ejército patriota. A la larga,
por razones varias, Miranda también fracasa
y se pierde la Primera República, con la capitulación
de 1812, que Monteverde no cumplió.
Bolívar
logra pasaporte para Curazao, su primer destierro.
En octubre de ese mismo año de 1812 viajó a
Cartagena, donde dirigió a los ciudadanos granadinos
el famoso Manifiesto de Cartagena, en el que
invitaba a redimir a los venezolanos de los
padecimientos que sufrían.
Al nombrársele
Comandante del pueblo de Barrancas, a orillas
del Magdalena, inicia una gloriosa campaña
a través de los territorios realistas y en
menos de dos meses acaba con el poderío español
en toda la zona del Magdalena hasta llegar
a Cúcuta. Crecido ya en la acción libertadora,
Bolívar llega al pueblo fronterizo de San Antonio
del Táchira el primero de marzo de 1813.
Acompañado
de oficiales de la talla de Rafael Urdaneta,
José Félix Ribas, Ricaurte, Girardot, D'Elhuyar,
entre otros, Bolívar emprende la campaña de
liberación del territorio nacional, estaba
empezando lo que se llamó La Campaña Admirable,
que después de recorrer victoriosamente los
pueblos a su paso, entró triunfalmente en Caracas,
el 6 de agosto de 1813. En Mérida había sido
aclamado por primera vez como Libertador. En
Trujillo dictó la polémica Proclama de Guerra
a Muerte, el 15 de junio de 1813.
Ya en
Caracas, se le ratificó el título de Libertador
y se le dio el grado de Capitán General de
los Ejércitos de Venezuela, para enfrentarse,
a partir de 1814, con los terribles Boves y
Yáñez.
Entre
triunfos importantes como La Victoria, San
Mateo y Carabobo, y reveses tan nefastos como
las batallas de La Puerta, los patriotas se
ven acorralados por Boves y Bolívar decide
la Emigración a Oriente. En la batalla de Urica
muere Boves, pero también se pierde la patria.
Bolívar,
nuevamente en la Nueva Granada, recibe el apoyo
de las autoridades patriotas. Se le asciende
entonces a General de División y se le confía
la pacificación de Cundinamarca.
En mayo
de 1815 llega a Jamaica, donde escribe su famosa
Carta Profética en la que parece adivinar el
porvenir de toda la América. Luego se dirige
a Haití. Allí, junto con varios patriotas venezolanos,
planifica la llamada expedición de Los Cayos,
con la ayuda del gobernante de la Isla, Alejandro
Petión. Fracasa en su primer intento, pero
vuelve a Haití y organiza una segunda expedición.
El 28 de diciembre de 1816 desembarca en Juan
Griego, de allí pasa a Barcelona, donde hay
combates sangrientos, favorables al Libertador.
En abril
Piar ha ganado la Batalla de San Félix. Después
de este hecho sitió a la ciudad de Angostura
(hoy Ciudad Bolívar), ésta se rinde y los patriotas
entran victoriosos. Ahora con el formidable
Orinoco y la indestructible Angostura en sus
manos, más el Gobierno republicano establecido
allí, Bolívar piensa en la conjunción de todos
los esfuerzos. En enero de 1818 se dirige al
Apure, donde conoce al General José Antonio
Páez, caudillo indiscutible de los llanos.
Páez hace
que su ejército reconozca la autoridad del
Libertador.El 15 de febrero de 1819 instala
su famoso Congreso de Angostura, ante el cual
pronunció su más brillante discurso. En él
renuncia al mando supremo, propone un gobierno
republicano, en el que se reconozca la soberanía
del pueblo, que haya libertad civil y libertad
de los esclavos; que además de los Poderes
Ejecutivo y Judicial, haya también un Poder
Moral que sea la base de la moralidad y la
educación. Sostiene Bolívar que "moral y luces son nuestras primeras necesidades".
Con los
soldados de la Legión Británica que habían
venido dispuestos a colaborar con nuestras
luchas, Bolívar se dirige hacia los Llanos.
Desde la aldea de Setenta, cerca de Mantecal,
Bolívar inicia la invasión del territorio neogranadino,
en mayo de 1819.
La travesía
fue penosísima. Para evitar el encuentro con
los españoles, Bolívar ordena cruzar el Páramo
de Pisba. El 7 de agosto el ejército patriota
se cubre de gloria con la Batalla de Boyacá.
Los realistas abandonan Bogotá. Era un hecho
la libertad de la Nueva Granada. Bolívar regresa
inmediatamente a Angostura. El 17 de diciembre
crea la República de Colombia, con tres Departamentos:
Venezuela, Cundinamarca y Quito.
En 1820
se firma un Armisticio y el Tratado de Regularización
de la Guerra, propuesto por Bolívar, y se llega
al acuerdo de suspender las acciones. Aprovechando
el Armisticio, Bolívar encarga al General Antonio
José de Sucre la campaña del Sur de América.
Esta se inicia con la posesión de Guayaquil,
continúa con las batallas de Bomboná y Pichincha,
que dan libertad al Ecuador y, finalmente,
con la estupenda victoria de Ayacucho que liberta
al Perú y favorece la creación de Bolivia.
Roto el
Armisticio, la guerra lleva directamente a
la batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821,
con lo que se aseguró la independencia de Venezuela.
En la
seguridad de que con la derrota de Carabobo
los realistas no se iban a reorganizar en Venezuela,
Bolívar decidió irse al Sur a dirigir personalmente
la Campaña iniciada por Sucre. Rumbo al sur,
Bolívar gana la batalla de Bomboná. El 24 de
mayo de 1822 Sucre vence en Pichincha y liberta
a Quito. Aquí conoció Bolívar a Manuelita Sáenz,
de quien se enamoraría fervientemente.
El 27
de julio se celebró la entrevista secreta entre
Bolívar y San Martín en Guayaquil.
Desde
el Perú es llamado angustiosamente Bolívar
para que dirija la guerra en un país amenazado
por las intrigas internas. El Libertador avanza
hacia la capital peruana, vence a las tropas
de Canterac en la Batalla de Junín, el 6 de
agosto de 1824; continúa íntimamente en contacto
con Sucre; pero en Huancayo recibe la Ley del
Congreso de Colombia, mediante la cual le prohiben
continuar dirigiendo la guerra en los Departamentos
del Sur, y delega sus facultades en el General
Sucre. Este continúa victorioso, siempre guiado
desde lejos por el Libertador, hasta que el
9 de diciembre de ese año logra la victoria
de Ayacucho, mediante la cual se acaba el secular
dominio de los españoles en América.
Inmediatamente
vino la creación de Bolivia, gracias a la decisión
de Sucre y a la autodeterminación de los propios
altoperuanos. Sucre fue nombrado Presidente
vitalicio de Bolivia, pero él aceptó sólo por
dos años.
Enterado
Bolívar de los acontecimientos de Venezuela,
en los que preveía la ruina de su obra grancolombiana,
se dirige a Puerto Cabello, desde donde dicta
un Decreto, el 1 de enero de 1827, concediendo
amnistía a todos los comprometidos en el movimiento
de La Cosiata. Según ese Decreto Páez seguiría
como Jefe Superior de Venezuela.
Seis meses
estuvo el Libertador en Caracas. El 5 de julio
de 1827 se embarca con destino a Bogotá. No
volverá a Venezuela. En 1828 se reúne la Convención
de Ocaña. Bolívar aprecia desde Bucaramanga
que hay dos corrientes claramente establecidas:
una en su favor y otra santanderista.
El 25
de septiembre de ese mismo año ocurre el atentado
contra el Libertador. Manuelita Sáenz, su leal
compañera, le salva una vez más la vida.
En marzo
de 1830 entrega el Poder a Domingo Caicedo,
como Presidente del Consejo de Gobierno. Y
en abril, cuando se instala el llamado Congreso
Admirable, renuncia el Libertador a la Presidencia
de la República. Inmediatamente sale de Bogotá
hacia Cartagena.
Pero el
Libertador tiene su salud ya minada por la
tuberculosis. El 1ero. de diciembre llega a
Santa Marta en busca de mejores aires. Allí
acepta el ofrecimiento del español don Joaquín
de Mier, para que pase a recuperarse en su
quinta "San Pedro Alejandrino". El médico Alejandro Próspero Reverend, que le atiende, es el primero en darse
cuenta de que el enfermo no mejorará. Que sus
días están contados.
El 10
de diciembre Bolívar dicta su testamento. De
los millones de pesos que tenía antes de comenzar
la guerra de la independencia ya no le queda
nada. Enseguida recibe los Santos Sacramentos
y dicta su última Proclama, que concluye con
estas palabras: "¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la Patria. Si mi muerte
contribuye a que cesen los partidos y se consolide
la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro".
A la una
en punto de la tarde del 17 de diciembre de
1830 deja de existir el Libertador de seis
naciones. Muy pocas personas le acompañan en
el momento de exhalar el último suspiro. Para
amortajarlo tuvo que valerse el médico Reverend
de una camisa del General José Laureano Silva,
porque las de Bolívar estaban rotas. Así murió
el que todo lo dio por la libertad de su patria.
Hoy los pueblos no olvidan su mensaje y las
nuevas generaciones son las responsables de
mantener siempre en vigencia el pensamiento
y la doctrina del Libertador Simón Bolívar. |