Miguel Abadía Méndez
1926-1930
Nació
en Piedras, Tolima en junio 5 de 1867. Murió
en La Unión, Cundinamarca, mayo 9 de 1947.
Miguel Abadía Méndez fue el último presidente de la Hegemonía Conservadora, y
perteneció a la llamada generación de políticos
gramáticos, que administraron el país basados
en el poder de la retórica y el dominio del
lenguaje.
Realizó
sus estudios en el Colegio del Espíritu Santo
en Bogotá, ingresó a la Universidad Católica
y, posteriormente, al Colegio Mayor de Nuestra
Señora del Rosario, donde obtuvo el grado
de doctor en Derecho y Ciencias Políticas.Participó
en la redacción del periódico literario El
Ensayo (1887) y El Colombiano, hoja publicada
para defender la candidatura de Miguel Antonio
Caro a la Vicepresidencia de la República
en 1891.
Son
de su autoría el Compendio de historia moderna,
Nociones de prosodia latina y Geografía de
Colombia, basada en el texto de Carlos Martínez
Silva. Tradujo, además, las obras de Monlaur
y la Historia moderna de Fredet, entre otras.
Emérito profesor de Derecho y hombre público
en ministerios (desempeñó las carteras de
Instrucción Pública, Hacienda, Relaciones
Exteriores, Gobierno, Guerra y Correos y
Telégrafos), asambleas, cámaras legislativas
y legaciones diplomáticas, Abadía Méndez
fue miembro de las Academias Colombianas
de Jurisprudencia y de la Lengua. Elegido
presidente de la República para el cuatrienio
1926-1930, llegó a la primera magistratura
postulado como candidato único del partido
conservador y sin que el partido liberal
participara en la contienda electoral.
La
negativa de esta última colectividad a contribuir
con una cuota en el gobierno, convirtió a
la administración Abadía en un gobierno hegemónico.
Su gestión estuvo caracterizada por problemas
económicos de gran magnitud: tuvo que recurrir
a un empréstito por 10 millones de pesos
para no detener las obras públicas más importantes,
y posteriormente abrió una licitación para
un nuevo préstamo público de 60 millones
de pesos, otorgada a una firma norteamericana.
En 1928 su gobierno firmó otro empréstito
por 35 millones, destinado a atender diversas
obras de infraestructura, como ferrocarriles,
carreteras y puertos; y hacia 1929 le correspondió
enfrentar la recesión económica mundial que
afectó gravemente a Colombia y amenazó con
una parálisis financiera y de la producción.
A1 igual que su antecesor, el general Pedro
Nel Ospina, el presidente Abadía Méndez usó
el recurso de las misiones extranjeras para
hacer reformas a las instituciones.
En
1927 llegó al país una misión italiana para
cambiar el régimen de prisiones y controlar
el delito, pero fracasó en el logro de sus
objetivos. Las relaciones internacionales
en su administración ocuparon un sitio destacado;
Abadía logro poner fin a tres cuestiones
diplomáticas que afectaban a Colombia: con
el canje de ratificaciones del tratado Lozano-Salomón
(firmado en marzo 24 de 1922, ratificado
en marzo 19 de 1928) quedaron normalizados
los límites con el Perú; los del Brasil,
con el tratado firmado entre el canciller
brasileño Octavio Mangabeira y el ministro
plenipotenciario por Colombia en Río de Janeiro,
Laureano García Ortiz (noviembre 15 de 1928);
y en el tratado Esguerra-Bárcenas (marzo
24 de 1928), firmado con Nicaragua, se ratificó
la soberanía colombiana sobre el Archipiélago
de San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
Durante
el gobierno de Miguel Abadía Méndez el orden
público se vio gravemente afectado, entre
otras cosas porque las actividades sindicales
fueron perseguidas y reprimidas. Dentro de
este marco se presentó en diciembre de 1928
la masacre de las bananeras, triste solución
militar al conflicto laboral entre la United
Fruit Company y sus trabajadores. Este y
otros sucesos registrados en la administración
Abadía Méndez, condujeron al desgaste del
partido conservador y posibilitaron la llegada
del liberalismo al poder, en 1930, con Enrique
Olaya Herrera. |