General Tomás Cipriano de Mosquera
1845-1849
1861-1864
1866-1867
Nació
en Popayán, el 26 de septiembre de 1798 -Murió
en la Hacienda Coconuco, Puracé, Cauca, el
7 de octubre de 1878.
Militar
y estadista caucano, cuatro veces presidente
de la República . Tomás Cipriano
de Mosquera y Arboleda fue una de las figuras
más trascendentales de la vida política
nacional del siglo XIX. Su temperamento,
ambición
personal y pasión por la vida pública lo
llevaron a ocupar puestos muy destacados
de la administración.
Haber sido cuatro veces presidente de la República confirma su condición de importante
líder político. De acuerdo con sus contemporáneos,
fue un hombre contradictorio en su pensamiento
político, porque en un principio lideró guerras
a nombre del partido conservador y contó
con su apoyo para llegar á la presidencia
en 7845, y luego combatir al lado de los
liberales, algunos de ellos enemigos de guerra
anteriores, para derrocar al gobierno conservador
de Mariano Ospina Rodríguez. Lo cierto es
que Mosquera siempre fue un liberal moderado
y esta posición no le permitió identificarse
plenamente con ninguno de los dos partidos,
a los cuales consideraba, mirándolos desde
sus propias posiciones ideológicas, muy radicales.
Su inquietud intelectual lo condujo a estudiar
a los economistas y filósofos utilitaristas
europeos y a estar al tanto de los acontecimientos
mundiales.
Estas
corrientes no dejaron de permear su pensamiento
y le permitieron afianzar su posición de
liberal moderado. Hijo de José María Mosyuera
y Figueroa y María Manuela Arboleda Arrachea,
nació en el seno de una familia de tradición
terrateniente y de ascendencia española,
radicada en América desde el inicio de 1a
Colonia. Fue el sexto de diez hermanos, entre
los que se distinguieron en la actividad
pública: Joaquín, presidente de la Nueva
Granada, Manuel José, arzobispo de Bogotá,
y Manuel María, diplomático. Muy joven ingresó
al ejército republicano, su amistad con el
Libertador Simón Bolívar y su participación
en las guerras de independencia lo llevaron
a identificarse con el gran proyecto bolivariano
de la unidad americana.
Gustavo
Arboleda en el Diccionario Biográfico y Genealógico
del Antiguo Departamento del Cauca, describe
así el rápido ascenso militar y político
de Mosquera: "ingresó al ejército republicano, como cadete, primero de 1814, fue subteniente
en abril de 1815, teniente en Junin de 1816,
cayó preso entonces y al cabo de un año se
rescató con dinero y marchó a Jamaica, en
compañía de su hermano Joaquín".
En
1818, estando ambos de regreso, el gobernador
de Popayán, José Solís, dio orden de que
se les registrase el equipaje, por ser conocidos
insurgentes. En 1820 fue capitán de la primera
compañía del batallón de reserva, comandante
en Popayán y de su guardia cívica. Se incorporó
a la dirección del general Pedro León Torres
en febrero de 1827. En 1822 lo ascendieron
a teniente coronel, a coronel en 1824, a
general en 1829 y el Congreso creó para él
en 1864 el título de Gran General.
En
1821 fue primer adjunto al Estado Mayor General,
luego; ayudante de campo del Libertador,
encargado del Estado Mayor General, secretario
general del mismo Bolívar y encargado de
la segunda brigada de la guardia.
En
1824, enviado a Barbacoas, de guerreador
y comandante de armas. Allí tuvo que hacer
frente al realista [Agustín] Agualongo, quien
atacó dicha plaza el 24 de junio. Herido
de gravedad, se le galardonó con un ascenso
militar y con el nombramiento de gobernador
de la nueva provincia de Buenaventura, que
abarcaba el territorio de Barbacoas y cuya
capital era Iscuandé.
Dejó
transitoriamente el mando al coronel Francisco
García, volvió a encargarse, salió una vez
más a campaña, para someter varias guerrillas
que merodeaban por el río Santiago, pasó
a Guayaquil, siguió hasta Bogotá en comisión
del servicio; el 7 de marzo de 1826 fue promovida
a la intendencia de Guayaquil, cargo que
dejó el año siguiente, para ir a Popayán,
de comandante general del Cauca y en seguida
para desempeñar allí la intendencia del departamento
(1827-28), después de haber sido primer ayudante
del Estado Mayor General. De la intendencia
del Cauca fue promovido a la jefatura del
Estado Mayor General y a la inspección general
del ejército, del cual se separó a fin de
marchar a Lima como ministro plenipotenciariu
(1829-30); viajó por Europa y los Estados
Unidos (183033) y fue bien acogido en varias
cortes.
Concurrió
a la Cámara de Representantes en 1834, 35
y 36, estuvo de comandante militar de Bogotá,
y jefe de la primera división (1837), de
secretario de Guerra y Marina y se encargó
del despacho de lo Interior y• Relaciones
Exteriores (1838-40); jefe de la primera
división (1840), general jefe del ejército
(1841-4Z), ministro plenipotenciario en el
Perú, Chile y Bolivia, residió una temporada
en Santiago, y luego en Lima (1842-45).
Con
la disolución de la Gran Colombia, formalizada
en la Convención de Ocaña en 1828, se empezaron
a perfilar dos corrientes políticas en torno
a Bolívar y Francisco de Paula Santander,
como los pilares de su identidad política.
Después de la consolidación de los partidos
políticos en la década de 1840, se identificaron,
entonces, los bolivarianos como conservadores
y los santanderistas como liberales. Mosquera
se situó al lado de los bolivarianos, que
asumieron el ideal del centralismo en oposición
al federalismo promulgado por los santanderistas.
Pero el elemento cuestionador del grupo estaba
motivado más por razones de tipo clasista
e intereses familiares, que por móviles ideológicos.
En
el gobierno conservador de José Ignacio de
Márquez, Mosyuera fue nombrado secretario
de Guerra y como tal dirigió y triunfó en
la guerra de los Supremos en 1840. El país
había tomado la vía de la disolución, con
un federalismo impulsivo e incipiente encamado
en los "Supremos Directores de la Guerra", dirigidos por José María Obando y otros caudillos militares de tendencia liberal,
fue buscaban a través de la guerra derrocar
al grupo que gobernaba encabezado por el
presidente Márquez.
El
1 de abril de 1845 Mosquera llegó por primera
vez a la Presidencia, con el respaldo de
los antiguos bolivarianos o ministeriales,
que comenzaban a denominarse conservadores.
Con Mnsquera se inició una transformación
de las instituciones económicas políticas
en Colombia. La economía viró hacia una apertura
del comercio exterior, motivada por estímulos
extranjeros muy particularmente por Inglaterra,
comprometida en liderar el comercio mundial-,
y una consecuente percepción por parte del
gobierno y, en general, de la clase dominante,
de las oportunidades que brindaba el campo
de la exportación.
En
lo político, Mosquera marcó las pautas e
inició el proceso de las reformas liberales
que se sintetizaron en los programas administrativos
de los posteriores gobiernos liberales. En
el manejo de loa negocios de Hacienda, el
cambio más notable fue la transformación
de la industria del tabaco, de un monopolio
estatal a una empresa de exportación a mayor
escala operada por inversionistas privados.
Con el apoyo de su ministro de Hacienda,
el liberal Florentino González, Mosquera
propuso la abolición de muchos de los impuestos
coloniales que aún existían, lo mismo que
una descentralización fiscal.
Elaboró
un proyecto de ley sobre exportación de oro
y rebaja en el derecho de quintos. Además,
propuso un cambio en la moneda e instauró
el Sistema Métrico Decimal. Con el fin de
aliviar el presupuesto y poder destinar fondos
para las grandes obras que tenía proyectadas,
no vaciló, siendo él un militar de profesión,
en rebajar gradualmente el pie de fuerza
del ejército y en suprimir la marina, cuyas
unidades se hallaban en mal estado y causaban
enormes erogaciones fiscales al Estado. Mosquera
intensificó la política iniciada desde la
década de los años veinte, de parcelar las
tierras comunales indígenas.
En
resumen, las reformas económicas apuntaron
básicamente hacia una apertura de la economía
nacional al exterior y un énfasis en el individualismo
económico, al remover los obstáculos que
impedían el mercado libre de la tierra y
de la mano de obra en beneficio de los intereses
de la empresa privada. Se puede afirmar que
las tendencias económicas más importantes
de mediados del siglo XIX, fueron establecidas
bajo cl primer gobierno de Mosquera.
En
materia religiosa, la ley del 25 de abril
de 1845 declaraba a los funcionarios, corporaciones
y empleados eclesiásticos, responsables ante
la ley por funciones edesiásticas que les
fueran atribuidas por el Congreso; esta ley
suscitó la protesta del papa Gregorio XVI
Mosquera propuso una ley contra la inmovilidad
de los censos, y enunció el principio: Tierra
para los que la trabajan., y renta para los
que no están destinados a producción. Otro
proyecto establecía la conversión en deuda
pública de los bienes de la Iglesia y las
comunidades religiosas, lo mismo que los
bienes de los colegios y los establecimientos
de beneficencia.
Estas
medidas se profundizarán en gobiernos posteriores
y acentuarán el problema religioso como punto
de ruptura entre liberales y conservadores.
Ni clero influyendo en política, ni ejército
permanentes, era lo que diferenciaba a liberales
y conservadores. Todas estas reformas económicas,
políticas y religiosas del gobierno de Tomás
Cipriano de Mosquera, lo alejaron del grupo
político que lo había apoyado en las elecciones
para presidente. Vale la pena señalar que
el antagonismo político entre las dos facciones
(liberales los conservadores) no estaba propiamente
nucleado por las reformas económicas en sí.
Liberales y conservadores eran librecambistas.
El
antagonismo estaba dado en la manera como
cada cual pensaba que era la forma más acertada
para lograr el progreso económico y, sumado
a esto, el problema religioso, que sería
asumido en forma decidida por los conservadores
como bandera política. Otras dos obras de
importancia llevadas a cabo por Mosquera
fueron: contratar al arquitecto Thomas Reed
para que proyectara y dirigiera la construcción
del edificio para la sede del Congreso Nacional
(el Capitolio), y tomar las medidas necesarias
para darle forma al proyecto de navegación
a vapor por el río Magdalena. Se crearon
dos compañías, la Nacional de Santa Marta
para la navegación del Magdalena y la Compañía
de Cartagena para la navegación por vapor
del Magdalena y Dique, ambas con capital
granadino reforzado con capital extranjero.
Mosquera era un hombre culto y estudioso,
preocupado por el conocimiento de la ciencia,
la historia, la geografía y la cultura, materias
a las que dedicó buena parte de su vida.
Esto
tuvo como resultado dos obras importantes
sobre geografía de Colombia y unos cuantos
artículos científicos. En enero de 1948 instaló
el Instituto Caldas, con la asistencia y
participación de las personas más destacadas
de la cultura, la industria, la política
y la Iglesia; la finalidad de este instituto
era fomentar la cultura, la administración
pública, los trabajos científicos, las comunicaciones
y el desarrollo del país en general. De esta
entidad surgió la iniciativa de los trabajos
corográficos encomendados más tarde al coronel
Agustín Codazzi. Se organizó la nomenclatura
urbana de Bogotá, se impulsó el estudio cartográfico
de la Nueva Granada y se publicó por primera
vez el censo o Estadística General de la
República. El 31 de marzo de 1849 Mosquera
entregó la presidencia a José Hilario López,
y se separó de la vida pública por algunos
años.
Viajó
a Nueva York para dedicase a los negocios
de familia y creó allí una casa comercial
llamada Mosyuera Herrán Ltda., con oficinas
en Panamá, Nueva York y Washington. La casa
comercial no tuvo un futuro prometedor, v
años después fue necesario cerrarla debido
a una inminente quiebra. De esta época es
la redacción y primera publicación (traducida
al inglés) de su Memoria sobre geografía
física y política de Nueva Granada, dedicada
a la Sociedad Geográfica de Nueva York en
1882.
Las inquietudes científicas de Mosquera se
reflejan en los títulos que adquirió a través
de las sociedades científicas latinoamericanas
y europeas: miembro honorario de la Sociedad
de Agronomía de París, corresponsal del Instituto
Histórico y Geográfico del Brasil, miembro
fundador de la Sociedad Real de Antigüedades
del Norte de Dinamarca, entre otros. Su labor
científica se sustentaba en las observaciones
y apuntes que hacía durante sus viajes y
campañas militares, y en estudios comparativos
de las diversas lecturas de geógrafos, astrónomos,
botánicos, naturalistas y mineralogistas,
fundamentalmente los de la Expedición Botánica
y algunos científicos europeos. En 1854 volvemos
a encontrar a Mosyuera interviniendo en la
vida pública nacional, esta vez combatiendo
el gobierno ilegítimo del general José María
Melo, quien había derrocado al presidente
José María Obando.
El
triunfo sobre Melo se logran la toma de Bogotá
por los ejércitos de los generales 'Tomás
Cipriano de Mosquera, Pedro Alcántara Herrán
y José Hilario López, en diciembre de 1854.
En los años siguientes, Mosquera se ocupó
de su curul en La Cámara de Representantes
y después en el Senado, entre 1á55 y 1857.
En 1858, como presidente del Congreso, participó
en la elaboración de la Constitución de aquel
año. Allí quedaron acordadas las bases fundamentales
de la Confederación Granadina; es decir,
se institucionalizó el federalismo.
En
septiembre de 1858 fue electa gobernador
del Estado del Cauca; desde allí se dio a
la tarea de atraer la simpatía de los liberales
y se reconcilió con su antiguo enemigo José
María Obando, al cual nombró jefe del ejército
caucano. Logró consolidar alrededor suyo,
por primera vez, todas las tendencias que
constituían el partido liberal. Aunque la
Constitución del 58 había sancionado Legalmente
el federalismo, las políticas del presidente
Mariano Ospina Rodríguez tendían al centralismo.
Esta actitud conservadora v la afanosa búsqueda
de la independencia de las regiones por parte
de los liberales, ausentes del poder, los
llevaba a confundir la noción de autonomía
administrativa v base de la Federación, con
la soberanía o poder inmanente del Estado
para manejar los altos intereses de la Nación
y regular las relaciones entre los diversos
elementos que la componían. Por esta razón,
en 1859 las tensiones políticas se hicieron
intolerables, y dos leyes expedidas por el
gobierno central desbordaron la copa, dando
inicio a una guerra que tuvo a Mosquera por líder. Estas leyes fueron la del 8
de abril, sobre elecciones, y la del 10 de
mayo, orgánica de la hacienda; por la primera
quedaba asegurado el predominio del partido
conservador, la segunda autorizaba al poder
ejecutivo para que cuando juzgara necesario
nombrara Distritos de hacienda en cada estado,
regidos por un intendente, con facultades
P amplísimas en todos los ramos de la administración.
Mosquera tachó de inconstitucionales estas
leyes, dadas por el Congreso, e hizo contacto
con varios liberales en distintos estados,
quienes acordaron prestarle apoyo en su proyecto
insurreccional. Aunque no todos estaban de
acuerdo con sus ideas, lo apoyaron y aceptaron
que fuese el Supremo Director de la Guerra,
porque no veían otra forma de recuperar el
poder diferente a la de hacer una revolución
de partido.
Por
un decreto del 8 de mayo de 1860, Mosquera
declaró separado el Estado del Cauca de 1a
confederación Granadina. Desde ese momento
el país entró en un estado de guerra que
duró hasta finales del año 62, con la derrota
de los conservadores antioqueños. Además
del título de Supremo Director de la Guerra,
Mosyuera recibió otros no menos importantes,
como el de presidente provisorio de la Unión,
presidente de los Estados del Cauca, Antioquia
y Tolima (este último creado por él) y, miembro
principal de la Convención de Rionegro.
Estos
títulos lo hacían el personaje más conspicuo
y de mayor poder político en el momento.
Éste hecho fue claramente percibido por los
liberales, quienes decidieron Frenar ese
poder a través de las disposiciones de la
Constitución de 1863. Como presidente provisorio,
Mosquera lanzó nuevos ataques a la Iglesia,
afectando sus bienes e independencia del
poder civil. Sanciona la ley sobre tuición
o guarda de cultos, donde se obligaba a los
curas a presentar autorización del poder
civil para poder ejercer el culto religioso.
Dictó
su famoso decreto sobre desamortización de
bienes de manos muertas, afectando profundamente
los intereses económicos de la Iglesia. Expulsó
a la Compañía de Jesús del territorio colombiano,
acusada de participar en la guerra al lado
del partido conservador. La Convención de
Rionegro, instalada en mayo de 1863, infligió
fuertes críticas a los proyectos de Mosquera
atacó abiertamente sus políticas anticlericales,
las cuales fueron matizadas a través de un
proyecto de ley presentado por los liberales
Salvador Camacho Roldán, Bernardo Herrera
y Justo Arosemena. Aun así, la Convención
lo eligido presidente de los Estados Unidos
de Colombia hasta abril de 1864 (desde el
14 de mayo de 1863 hasta el 1 de abril de
1864). Esta elección fue más bien la ratificación
del cargo que ya venía desempeñando como
presidente provisorio de la Unión (desde
el 18 de julio de 1861 hasta el 10 de febrero
de 1863).
En
su tercera presidencia, Mosquera tuvo que
enfrentar una guerra con el Ecuador, de la
cual salió victorioso, en la batalla de Cuaspud
(diciembre de 1863). Esta victoria le sirvió
para recuperar un poco su disminuido prestigio,
al recibir reconocimiento y simpatías de
parte del cuerpo diplomático del gobierno.
Terminado el período presidencial, viajó
a Francia con cl cargo de embajador, y dedicó
otra parte de su tiempo a corregir y preparar
la publicación de su segunda obra de geografía,
titulada Compendio de Geografía General,
Política, Física y Especial de los Estados
Unidos de Colombia, publicada en 1866. Elegido
por cuarta vez presidente de la República,
gobernó desde el 20 de mayo de 1866 hasta
el 23 de mayo de 1867, apoyado por el liberalismo "popular", el de los antiguos draconianos y los artesanos. Una vez asumido el cargo y
considerado que el gobierno de Manuel Murillo
Toro había sido descuidado y poco vigilante
en la venta de los bienes desamortizados,
permitiendo que los bienes quedaran en manos
de Unos cuantos, dictó un decreto que ordenaba
una investigación sobre la manera como se
había llevado a cabo la venta de los bienes.
Este
decreto alarmó a sus enemigos, especialmente
a los liberales, en cuyas filas se hallaban
muchas personas beneficiadas en la compra
de inmuebles pertenecientes al estado y a
los bienes de manos muertas enajenados. La
reacción fue grande y se manifestó de forma
tenaz en la prensa tanto liberal como conservadora.
esto también dio pie para que sus opositores
dentro del gobierno buscaran la forma de
derrocarlo. En estas circunstancias, Mosyuera
se vio obligado a cerrar el Congreso en abril
de 1867, para evitar el complot que se tramaba.
La medida no tuvo resultados favorables y
fue derrocado por un golpe de Estado en mayo
de 1867. Fue conducido a prisión y luego
juzgado por cl Sanado, el cual le hizo un
juicio de responsabilidades y lo sentenció
a tres años de ostracismo. El 3 de enero
de 1871 regresó de su destierro en Lima,
a los 73 años Elegido presidente del Estado
Soberano del Cauca, ocupó este cargo hasta
I873; y en 1876 concurrió al Senado en representación
del Cauca. Después se retiró a su hacienda
Coconuco y murió a los RO años de edad.
El general Tomás Cipriano de Mosquera se
casó en primeras nupcias con su prima hermana
Mariana Arboleda y Arroyo, y en segundas,
con María Ignacia Arboleda. A causa de
las secuelas que le dejó un tiro en la
mandíbula
sufrido en la defensa de Barbacoas en 1824,
se ganó el apelativo de "Mascachochas",
por la cantidad de muecas y los ruidos que
hacía al hablar. |