Enrique Olaya Herrera
1930-1934
Presidente
de la República entre 1930 y 1934. Enrique
Alfredo Olaya Herrera fue uno de los estadistas
más distinguidos de la generación del Centenario
en Colombia.
Hijo de Justiniano Olaya y Emperatriz Herrera, sus abuelos paternos fueron Rafael
Olaya y Dolores Ricaurte, y los maternos,
Pedro José Herrera y Mónica Medina. Tuvo
dos hermanos: Leonidas y Joaquín. Nacidos
entre los años 1880 y 1895, los miembros
de la generación del Centenario presentaron
su mayor vigencia social entre los años 1925
y 1940. ntre sus más destacados ideólogos
y dirigentes, junto con Olaya Herrera, encontramos
a Alfonso López Pumarejo, Laureano Gómez,
Eduardo Santos, Mariano Ospina Pérez, Roberto
Urdaneta Arbeláez, Luis López de Mesa, Luis
Eduardo Nieto Caballero y otros. Esta generación
se formó y tuvo vigencia social en una época
en la cual se celebraron los centenarios
históricos de Colombia: Comuneros, revolución
de 181U, centenario de la Campaña Libertadora
y otros.
Tan
grandes celebraciones hicieron reflexionar
y evaluar el desenvolvimiento histórico de
Colombia en sus cien años de vida nacional
independiente y, en la misma forma, buscar
el camino de la renovación y el despertar
hacia la modernización, para llevar a Colombia
a una verdadera "era del progreso económico y material". Ellos se formaron en un ambiente intelectual de inconformismo y erudición;
les correspondió actuar en la guerra de los
Mil Días, y en un país pobre y rural que
reclamaba fuerzas de renovación. Por ello,
su principal problema fue modernizar a Colombia
y transformarla de un mundo rural en un mundo
urbano; así mismo, tecnificarla para llegar
a la era del progreso y el desarrollo económico.
Olaya
Herrera hizo sus estudios primarios en la
escuela pública de Guateque, al lado de sus
padres. Su madre, quien gustaba de escribir
en prosa sencilla y muy castiza, influyó
mucho en su estilo intelectual. Su padre,
médico graduado, no ejercía su profesión
pues se dedicaba al comercio y la agricultura.
Se recuerda a Olaya Herrera como el "periodista niño de Guateque", pues cuando tenía 12 años fundó y dirigió el pequeño periódico El Patriota,
con el cual obtuvo canje con varios periódicos
de Colombia, entre ellos, El Espectador de
Medellín. Precisamente los Cano propusieron
una suscripción popular para adquirir una
pequeña imprenta con destino al "periodista niño". Olaya realizó sus estudios universitarios en la Universidad Republicana. Allí
tuvo las enseñanzas de juristas destacados
como Diego Mendoza Pérez, Juan Manuel Rudas,
Ignacio V. Espinosa, Carlos Arturo Torres,
José Camacho Carrizosa y otros. En la Universidad
fundó el semanario El Estudiante, un periódico
escrito a mano que circulaba entre los alumnos.
Allí
hizo ataques a la Regeneración, comentó la
política colombiana e internacional y escribió
la crónica universitaria. Ingresó al periodismo
activo realizando reportajes para el periódico
El Autonomista, de Rafael Uribe Uribe y Ricardo
Tirado Macías. En sus vacaciones estudiantiles
fundó en Guateque el periódico El soldado
cubano, con el cual hizo un ambiente favorable
a la independencia de Cuba y a las ideas
libertarias de José Martí. Esto señala que
los centenaristas, como Olaya Herrera, fueron
periodistas por vocación y unieron la experiencia
periodística a la carrera política.
Como
la mayor parte de los centenaristas, Enrique
Olaya Herrera inició sus actuaciones políticas
en la guerra de los Mil Días, cuando algunas
universidades y colegios cerraron sus aulas
y permitieron que sus profesores y alumnos
prestaran servicio en las filas partidistas
liberales o conservadoras. Olaya y otros
miembros de la Universidad Republicana acudieron
a las filas liberales y lucharon en los diferentes
frentes de campaña. Olaya se unió a las huestes
revolucionarias del general Cenón Figueredo,
en condición de abanderado liberal.
Se
recuerda su participación en la acción de
Nocaima, llevando la bandera y envuelto en
su bayetón rojo. Cuando terminó la guerra,
Olaya continuó sus estudios, culminando su
carrera de Derecho con la tesis La liberación
condicional, la cual fue publicada por la
Universidad Republicana. En 1904 obtuvo el
título de doctor en Jurisprudencia, y a fines
de 1906 salió para Bélgica, donde se especializó
en diplomacia y sociología en la Universidad
Libre de Bruselas. Por ello, su mayor actividad
estuvo orientada a la diplomacia, la política
y el periodismo.
Después de sus estudios en Bélgica, a su
regreso al país Olaya Herrera entró a formar
parte de la campaña contra el gobierno
del general Rafael Reyes, cuando la opinión
pública expresaba sus ideas sobre los tratados
de Colombia con los Estados Unidos y Panamá.
El 13 de marzo de 1909, Olaya arengó a
la multitud en términos vehementes, caracterizándose
como un verdadero "tribuno
del pueblo", ante la presencia de los líderes más destacados del liberalismo. Entraba así
en aquella campaña contra la dictadura,
iniciada por Nicolás Esguerra, José Vicente
Concha y Miguel Abadía Méndez, la cual
culminó con la renuncia del general Reyes,
el 16 de marzo de 1909, y el encargo del
mando al general Jorge Holguín; esto es
lo que se ha llamado movimiento del "Trecemarcismo" contra la dictadura de Reyes. Olaya fue elegido en 1910 como miembro de la Asamblea
Constituyente para la reforma de la Constitución
de 1886; representó al Departamento de
Quesada.
Sus
compañeros de partido fueron Rafael Uribe
Uribe, Benjamín Herrera, Gabriel Vargas Santos,
Nicolás Esguerra, Tomás O. Eastman, Carmelo
Arango y Tomás Quevedo Alvarez.
Entre
los conservadores, participaron los diputados
Carlos E. Restrepo, José Vicente Concha,
Pedro Nel Ospina, Guillermo Valencia, Emilio
Forero, Hernando Holguín, Abel Carbonell,
Pedro M. Carreño y Guillermo Quintero Calderón.
Se inició así un período de conciliación,
tolerancia política, espíritu de transacción
y un sentido nacional republicano. La conciliación
política fue propuesta por un grupo de colombianos
encabezado por el antioqueño Carlos E. Restrepo,
quien ejerció la Presidencia de la República
en el período comprendido entre 1910 y 1914.
Olaya Herrera contribuyó eficazmente para
la elección de Carlos E. Restrepo en esos
años de conciliación nacional, cuando se
conformó el llamado Partido Republicano,
cuya bandera fue la conciliación entre los
partidos y la reforma constitucional encaminada
a corregir los errores de la Constitución
de 1886. El republicanismo se presentó como
una síntesis de los partidos políticos, con
un espíritu de paz y de unidad política.
En 1911 Olaya Herrera contrajo matrimonio
con doña María Teresa Londoño Sáenz, hija
de Andrés Londoño y Manuela Sáenz Pinzón.
Tuvieron dos hijas: María, casada con Jorge
Cárdenas Núñez, y Lucía, casada con Manuel
Aya Schroeder. El presidente Carlos E.
Restrepo nombró a Olaya primer ministro
de Relaciones Exteriores, mediante decreto
699 del 7 de agosto de 1910. Olaya regentó
este ministerio hasta el 23 de noviembre
de 1911, y lo volvió a ocupar durante la
administración del presidente Jorge Holguín,
en 1921, hasta el 4 de enero de 1922; además,
ocupó el cargo de ministro de Agricultura
en la misma administración. En la década
de los veinte, Olaya Herrera colaboró en
el Parlamento y la diplomacia. Siendo canciller,
durante la presidencia del general Holguín,
obtuvo la aprobación del tratado con Estados
Unidos, cuya amistad y acercamiento propició.
En 1922 aceptó la legación diplomática
en Washington, en la cual se desempeñó
durante ocho años, manejando con gran empeño
los problemas de Colombia con Estados Unidos.
Hacia
1930, los dirigentes liberales consideraron
que Enrique Olaya Herrera era el estadista
más apropiado para llevar al liberalismo
al poder, después de la hegemonía de la Regeneración.
Así, el 22 de enero de 1930 su candidatura
fue inscrita por un grupo de amigos liberales
y conservadores en la ciudad de Puerto Berrío.
Dos días después Olaya hizo su entrada en
Bogotá, donde fue recibido en forma delirante
por el liberalismo. Su triunfo llegó el 9
de febrero de 1930, cuando las elecciones
dieron el siguiente resultado: 369 962 votos
por Enrique Olaya Herrera, 240 284 votos
por Guillermo Valencia y 213 417 votos por
Alfredo Vázquez Cobo. El sector de avanzada
del conservatismo adhirió a la candidatura
de Olaya Herrera, entre ellos especialmente
los republicanos, encabezados por el ex presidente
Carlos E. Restrepo.
El
movimiento liberal fue encabezado por Alfonso
López Pumarejo, quien estimuló a su partido
con la célebre frase: "El liberalismo debe prepararse para asumir el poder". Olaya Herrera ocupó la Presidencia de la República durante el cuatrienio 1930-1934.
Inició la Hegemonía Liberal de las décadas
del treinta y cuarenta. Entre sus ministros
destacados estuvieron Carlos E. Restrepo,
Eduardo Santos, Francisco José Chaux, Tulio
Enrique Tascón, Abel Carbonell, Fabio Lozano
Torrijos, Alfonso Araújo, Jaime Jaramillo
Arango, Carlos Arango Vélez, Gabriel Turbay,
Sinforoso Ocampo, Raimundo Rivas, Esteban
Jaramillo y otros. El liberalismo que Llegó
al poder con Olaya presentó al país cambios
fundamentales en relación con sus nuevas
tendencias del liberalismo social. Su mayor
interés estaba en los problemas y reformas
sociales: legislación obrera, asistencia
pública, protección al obrero y al campesino
y otros.
Sin
embargo, el presidente Olaya tuvo que afrontar
el grave problema económico que llevó al
país al derrumbamiento de capitales, después
de la Gran Depresión de 1929, que fue mundial
y tuvo repercusiones en Colombia y los demás
países americanos. Olaya Herrera inició en
la década del treinta el ciclo del proteccionismo
nacional, con el cual se fomentó el desarrollo
de la industria colombiana con capitales
nacionales, para hacer de ella la base de
los estímulos desarrollistas. Se imprimió
un desarrollo hacia adentro, con fundamento
en el mercado nacional y la expansión de
la demanda interna. Se presentó un descenso
apreciable en las importaciones y un gran
estímulo a la industria nacional. Los precios
del café en el mercado internacional descendieron
vertiginosamente, y se suspendieron repentinamente
los capitales extranjeros en Colombia, los
cuales se fugaron de nuevo al exterior. Esta
tendencia proteccionista generó una conciencia
nacionalista que hizo virar al país del librecambismo
decimonónico al proteccionismo de la década del treinta. Durante el gobierno del presidente Alfonso López
Pumarejo, que sucedió a Olaya, se fortaleció
esta tendencia.
El
gobierno de Olaya Herrera fue recibido en
un ambiente de optimismo, después del pesimismo
que imprimió al país la Gran Depresión de
1929. A Olaya le correspondió orientar al
país hacia una política de concentración
nacional y, al mismo tiempo, tuvo que afrontar
el conflicto con el Perú. En septiembre de
1932 el puerto de Leticia fue tomado por
soldados peruanos; el general Alfredo Vázquez
Cobo fue llamado para dirigir las operaciones
armadas de Colombia. En un ambiente de solidaridad
nacional, el pueblo colombiano colaboró con
dinero y joyas para financiar la guerra.
Después de varios enfrentamientos, la guerra
colomboperuana terminó con la firma del protocolo
de Río de Janeiro en 1934. Durante su gobierno,
Olaya Herrera fomentó la industria nacional,
se preocupó por la construcción de carreteras
y ferrocarriles, estimuló la educación pública
y, en especial, el progreso del magisterio.
Estimuló la producción de petróleo en el
Catatumbo, se terminaron las obras de Bocas
de Ceniza v se hicieron construcciones en los puertos de Barranquilla y Buenayentura.
También
se realizaron importantes obras en la ciudad
de Bogotá, por lo cual las gentes le rindieron
un gran homenaje cuando entregó el gobierno
al presidente López Pumarejo. El gobierno
del presidente Olaya fundó la Caja de Crédito
Agrario, Industrial y Minero, con el fin
de ayudar a los pequeños agricultores. En
la misma forma, mediante el decreto 711 de
1932, fundó el Banco Central Hipotecario
para la financiación de las viviendas de
tipo medio. Para el fortalecimiento de la
producción y exportación del café, se creó
la Federación Nacional de Cafeteros. Su gobierno
se interesó por las reformas laborales en
beneficio de los trabajadores; se dictaron
leyes de protección a la infancia, el descanso
dominical y las vacaciones remuneradas; los
trabajadores tuvieron algunas conquistas:
la inembargabilidad parcial de los salarios,
la ampliación del seguro de vida obligatorio,
la reglamentación de las sociedades cooperativas,
el estímulo al empleo a través de obras públicas,
la jornada de ocho horas de trabajo y otras medidas.
En
los dos primeros años de gobierno se manifestó
la violencia en algunas regiones de Colombia,
en especial en Boyacá y Santander, inicialmente
motivada por factores políticos. Los pueblos
de mayor problema fueron Chiquinquirá y el
occidente de Boyacá, el norte en la región
de Guicán, la provincia de García Rovira
en Santander y algunos pueblos de Norte de
Santander; la burocracia conservadora de
la provincia defendía sus cargos públicos
contra las nuevas autoridades liberales.
El presidente Enrique Olaya Herrera culminó
su mandato en 1934, y continuó su vida pública
como ministro de Relaciones Exteriores en
1935, en el gobierno del presidente Alfonso
López Pumarejo. Después fue designado embajador
ante la Santa Sede en Roma, donde murió,
el 18 de febrero de 1937, en el desempeño
de este cargo. Trasladados sus restos a Bogotá,
recibieron emocionados honores a su memoria.
Como exponente destacado de la generación
del Centenario, Enrique Olaya Herrera legó
a los colombianos su espíritu conciliador
y de unidad republicana, cuya proyección encontramos en las tendencias de unión entre los
partidos políticos. |