Pedro Nel Ospina
1922-1926
Nacido
en Bogotá, el 18 de septiembre de 1858, muerto
en Medellín, el 1 de julio de 1927.
Presidente de la República en el período 1922-1926, hijo del tercer matrimonio
de Mariano Ospina Rodríguez, quien fuera
presidente de la Confederación Granadina
entre 1857 y 1861, y de doña Enriqueta Vázquez
Jaramillo, Pedro Nel Ignacio Tomás de Villanueva
Ospina Vázquez nació en el Palacio de San
Carlos, y sus hermanos fueron Tulio y Mariano
Ospina Vásquez.
Tras
el derrocamiento de su padre Mariano Ospina,
en 1861, por el general Tomás Cipriano de
Mosquera, quien lo condenó a una muerte de
la que pudo escapar cuando estaba cautivo
en Cartagena, gracias a la ayuda de su esposa;
la familia Ospina Vásquez se exilió en Guatemala,
donde Pedro Nel inició sus primeros estudios,
en el Colegio San Ignacio de los jesuitas.
Allí fue compañero del que después sería
monseñor Muñoz, visitador nacional de las
misiones en Colombia, cuando fue desterrado
de Guatemala y Pedro Nel era presidente de
Colombia.
La
familia regresó a Medellín en 1871, y Pedro
Nel entró a estudiar en la Universidad de
Antioquia inicialmente literatura y luego
medicina por tres años, siendo rector Berrío.
Interrumpió los estudios por la guerra de
1876, y marchó al Cauca como jefe de la llamada
compañía El Vencedor. Participó en la célebre
batalla de Los Chancos, luego en la de Garrapata
y El Arenillo, y nombrado secretario del
Estado Mayor del general Marceliano Vélez,
entró vencedor en Manizales y después en
Antioquia.
Terminada
la guerra quedó un clima de hostigamiento
partidista que lo hizo viajar en 1877 a Estados
Unidos, en compañía de su hermano Tulio,
donde se graduó como ingeniero de Minas de
la Universidad de Berkeley, California. Viajó
por Europa para profundizar sus estudios
y conocer el avance industrial; estuvo en
las minas de plata de Freiberg (Alemania)
y en el Instituto de Química Analítica de
París.
En
1882 regresó a Colombia, y se dedicó a sus
negocios particulares en tierras y minas;
con su hermano Tulio abrió una fundación
en Medellín. Durante la guerra civil de 1885,
como jefe del Estado Mayor de la Cuarta División,
fue enviado a Estados Unidos a comprar armas.
A su regreso, dirigió el consejo de guerra
verbal contra Prestán, el rebelde incendiario
de Panamá. Rafael Núñez le ofreció desde
Cartagena el cargo de agente fiscal de Colombia
en Londres para conseguir empréstitos para
la Nación, pero Ospina lo rechazó; en su
reemplazo fue nombrado Rafael Reyes. Ospina
y Reyes se tropezarán muchas veces en el
camino de su vida pública. Pedro Nel Ospina
fue profesor de inglés en el Colegio de Santo
Tomás; en 1886 se hizo socio de la Compañía
de Instalaciones Eléctricas; en 1887 fue
nombrado rector de la Escuela de Minas de
Medellín, cargo que dejó por ir a Guatemala
año y medio; a su regreso, en 1894, fue gerente
de la Ferrería de Amagá, enseñó el cultivo
científico del café y mejoró los sistemas
de regadío.
En
1890 fue por primera vez a la Asamblea de
Antioquia; desde joven se destacó en el conservatismo.
En el período 1892-1894 fue representante
a la Cámara por Antioquia y desde esta posición
combatió la administración de Miguel Antonio
Caro; sostuvo una polémica con el estadista
Carlos Martínez Silva sobre la ley de facultades
extraordinarias, y luego combatió la llamada "Ley de los caballos" de 1888. En 1894 fue congresista por Antioquia, y debatió sobre la emisión clandestina
del Banco Nacional. Hizo parte de la sociedad
literaria El Liceo Antioqueño; fue redactor
de El Deber, órgano de la Sociedad Filapolita;
y colaboró en varias revistas literarias
antioqueñas de finales y principio de siglo,
lo mismo que en los diarios La Voz de Antioquia,
La Justicia y El Constitucional, con artículos
sobre economía y política. En El Montañés
publicó "Divina Panacea", poema escrito en Guatemala en 1888 y publicado en 1899, y "Discurso en el concierto celebrado a beneficio del pintor F. A. Cano" (1899).
En
1907 La Miscelánea solicitó a varios personajes
nacionales que escribieran sobre "Qué es el decadentismo", entre ellos estaban Pedro Nel y Tulio Ospina, Carlos E. Restrepo y Fidel Cano.
Es autor de: "Ah! las mujeres", cuento irónico; "Río arriba", los pensamientos de un viajero que va solo en una canoa; "Por tierras nuestras", descripción de paisajes y personajes colombianos; y de la hermosa descripción
de la muerte del Duque de Frisia, gran ejemplar
de la raza Holstein. Ospina alternó la política
con los negocios, en los que se destacó.
Estuvo al frente de la Casa Ospina Hermanos,
dirigió la construcción de cuatro empresas
de café, y fundó y organizó la hacienda La
Carolina, una de las más importantes de Antioquia.
Fabricó las primeras despulpadoras de café,
ruedas Pelton para la generación de energía
y herramientas de labranza; construyó lavaderos
y trillos y utilizó nuevos sistemas de riego.
Además, participó en la colonización de tierras
del San Jorge.
Pedro
Nel Ospina entró a la guerra de los Mil Días
cuando supo de la derrota conservadora en
Peralonso, para defender a su antiguo jefe
el general Marceliano Vélez. Con la juventud
conservadora de Antioquia organizó la División
Ospina, que comandó con su jefe de Estado
Mayor, Carlos E. Restrepo. Nombrado general
en jefe del Atlántico, reunió bajo su mando
a los generales Juan B. Tovar, Víctor Manuel
Salazar y Carlos Daníes, entre otros. Se
distinguió en la derrota causada a las tropas
del general Rafael Uribe Uribe en Corozal
y por la dispersión a que obligó a las tropas
del general Justo L. Durán cuando trataban
de unirse con las tropas del general Uribe
cerca de Riohacha. Se retiró por enfermedad
y el vicepresidente José Manuel Marroquín
lo nombró ministro de Defensa. Desde esta
posición, trató de desarrollar políticas
para el control de los oficiales, y la organización
del ejército.
Más
tarde el mismo Marroquín lo detuvo por su
presunta participación en la conspiración
del 31 de julio de 1901, con su pariente
el general Mariano Ospina Chamorro, para
tratar de restablecer al depuesto Manuel
A. Sanclemente y concertar pactos con los
liberales. Cuando fue detenido, denunció
la manera como algunos, aprovechando el puesto
de mando, traficaban con los pertrechos de
guerra para enriquecerse ilícitamente. Tomás
Cipriano de Mosquera lo desterró junto con
otros ciudadanos; Ospina se exilió en México,
Estados Unidos y Europa. Durante esta época
diseñó los planos del vapor Antioquia, que
navegaría luego por el río Magdalena. Regresó
al país en 1902, y nuevamente se dedicó a
los negocios particulares. Interesado en
la producción e industrialización del algodón,
fundó con otros empresarios antioqueños la
Fábrica de tejidos de Bello, que fue la primera
fábrica colombiana en tener nuevos procedimientos.
Simultáneamente, manejó sus modernas propiedades
cafeteras y ganaderas.
En
1903 hizo parte de la comisión nombrada por
el gobierno colombiano para tratar con el
gobierno norteamericano en Panamá sobre la
separación del istmo; sin embargo, la comisión,
integrada también por Rafael Reyes y Lucas
Caballero, fracasó ante la negativa norteamericana
de escuchar las demandas colombianas. Volvió
a ser senador de la República en el período
1903-1910, y apoyó la candidatura de Carlos
E. Restrepo por la Unión Republicana, como
conservador histórico que era, y deseoso
de llegar a acuerdos con los liberales y
de reformar la Constitución de 1886. Ospina
no aprobaba los métodos del general Rafael
Reyes. Durante el Quinquenio, cuestionó la
visita a Colombia del secretario de Estado
norteamericano, señor Root, por lo cual Reyes
envió a sus hombres para castigar al rebelde,
pero no lo encontraron.
El
arzobispo de Medellín le advirtió a Reyes
que esta persecución podría no serle favorable,
y Reyes se contentó con que Ospina declarara
que no deseaba perturbar la paz del país.
Ospina permaneció un año por fuera del país,
y cuando regresó, el laboratorio de análisis
químico Ospina Hermanos (que había fundado
con su hermano Tulio en Medellín, en 1880,
para el servicio público), se convirtió en
club político contra el régimen de Reyes.
A su caída, Ospina ocupó el puesto de Jorge
Holguín en la Asamblea Nacional Constituyente,
y participó en la junta política que eligió
a Carlos E. Restrepo como candidato a la
Presidencia.
Fue
embajador en Estados Unidos en 1910, pero
fue removido del cargo debido al incidente
conocido como "el caso Knox": consultado Ospina por el gobierno norteamericano sobre una posible visita del
señor Philander Knox, secretario de Estado,
a Colombia, Ospina respondió que sería vista
con mucho malestar, a causa de los recientes
sucesos de Panamá. Pasó luego a la Embajada
de Colombia en Bélgica y Holanda. De regreso
en Colombia fue elegido a la Cámara de Representantes
en 1913, desde donde trabajó por la unificación
del partido conservador. Durante el gobierno
de Marco Fidel Suárez, fue primer designado
y luego gobernador de Antioquia, desde el
18 de septiembre de 1918 hasta el 12 de abril
de 1920. Allí se distinguió por su habilidad
administrativa, que le abrió las puertas
a la Presidencia de la República; agilizó
la construcción del Ferrocarril de Antioquia
y la ampliación de la Escuela de Minas, y
desarrolló programas para la protección de
la infancia.
En
1922, Pedro Nel Ospina se postuló como candidato
único del conservatismo para la Presidencia,
contra el candidato liberal general Benjamín
Herrera. El 7 de agosto de 1922 se posesionó,
y su principal preocupación fue modernizar
e industrializar el país. Cuando llegó a
la Presidencia, el caos estaba en todos los
sectores de la vida nacional y la incipiente
clase obrera trataba de organizarse. Su lema
fue "probidad y eficiencia", concentrando su interés en el manejo de los fondos públicos. Su programa se
basaba en el trabajo unido de los distintos
estamentos para el beneficio común, en la
pureza del sufragio y en la metódica orientación
de la función estatal hacia las necesidades
esenciales.
Ospina
fue el primer presidente del mundo que empleó
el avión para misiones oficiales, al viajar,
poco después de electo, entre Puerto Berrío
y Girardot. El presidente Ospina desarrolló
las vías de comunicación con los dineros
de la indemnización que pagó Estados Unidos
por la separación de Panamá, y con el crédito
extranjero; esta época se conoce como "La Danza de los millones". Marcó las pautas para el desarrollo del país a partir de un plan de obras públicas,
bajo la dirección de sus dos ministros del
ramo, Aquilino Villegas y Laureano Gómez.
Los
ferrocarriles recibieron un gran impulso,
posibilitando con ello el progreso del país;
de los 900 kilómetros que había de línea
férrea, pasó a 1500, y hacia 1930 había 2700
kilómetros, con los que se pudieron incrementar
las exportaciones de café. Construyó el Ferrocarril
del Pacífico y firmó el contrato para la
construcción del muelle de Buenaventura.
Favoreció la aviación comercial, con la constitución
de la empresa colombo-alemana CSADTA, primera
compañía de aviación en América Latina, que,
junto con el uso del correo aéreo, permitió
una mayor integración del país a la economía
mundial. Construyó el oleoducto Barrancabermeja-Cartagena,
inaugurado en junio de 1926. Creó el Banco
Agrícola Hipotecario. Mejoró la preparación
científica de los oficiales del ejército
trayendo una misión suiza.
Trajo una misión pedagógica alemana, compuesta
por Anton Etiel, Carl Deckers y Carl Glockner,
para reformar la instrucción pública en
1924, pero la reforma no llegó a efectuarse
a cabalidad por la oposición de que fue
objeto, entre otras por el clero; el proyecto
contemplaba reformas de la primaria, la
secundaria, el magisterio, la universidad
y el mejoramiento de la remuneración de
los profesores para profesionalizar la
enseñanza. Aunque el Congreso no estudió
siquiera el proyecto de ley, durante el
gobierno de Ospina se acrecentó la instrucción
pública. Reglamentó el ejercicio de la
dentistería y el servicio de higiene pública;
compró el Laboratorio Samper-Martínez,
que no prosperó; inauguró el edificio para
el Laboratorio Nacional de Higiene, dirigido
por el doctor Pablo García Medina; y mejoró
los lazaretos construyendo acueductos,
carreteras, plantas físicas y aumentando
las raciones para los enfermos. Uno de
los principales actos de gobierno fue haber
traído la misión de expertos extranjeros
financieros,
dirigida por Edwin Walter Kemmerer, que
llegó al país en 1924 y organizó el Ministerio
de Hacienda y de Crédito Público para la
recaudación de rentas e impuestos y la
regulación de gastos; y creó la Contraloría
General de la República.
Fruto
del trabajo de la misión Kemmerer fueron
las reformas y el desarrollo de las finanzas
aprobadas por el Congreso Extraordinario
de 1923, entre las cuales estaba la fundación
del Banco de la República y la estructuración
del organismo económico nacional; la ley
de fuerza restrictiva del presupuesto, que
cimentó el crédito del Estado; la creación
del Departamento de Contabilidad y la Contraloría,
así como de establecimientos bancarios e
instrumentos negociables que regularon y
fomentaron una parte de la actividad comercial;
y la ley de impuesto sobre la renta, que
dio un mejor carácter a los recaudos y desahogó
el fisco. Pedro Nel Ospina también se preocupó
por las relaciones exteriores; en 1924 restableció
las relaciones con Panamá y firmó los límites
definitivos entre las dos naciones; y fijó
los límites terrestres con Venezuela, que
se habían empezado a discutir en la administración
Concha. Reorganizó los ministerios: Correos
y Telégrafos, Gobierno, Guerra, Hacienda
y Crédito Público, Industrias, Instrucción y Salubridad, Obras Públicas y Relaciones Exteriores.
El
gobierno de Ospina se preocupó por mantener
la paz y generar trabajo, significó el paso
de la sociedad típicamente agraria a la relativamente
industrializada. Cuando dejó la presidencia,
Ospina se había transformado de general en
un gran estadista. Sin embargo, las obras
que emprendió, gracias a los empréstitos
exteriores, aumentaron mucho la inflación,
hasta el punto de Llegar a producir una crisis
que trajo la desvalorización de la propiedad
y la ruina de muchos. Ospina dejó el gobierno
con graves problemas económicos. Los liberales,
que no participaron en su gobierno según
lo acordado en la Convención de Ibagué, tampoco
presentaron candidato en 1926. Así, Miguel
Abadía Méndez fue elegido sin contendor para
el período presidencial 19261930. Después
de la presidencia, Pedro Nel Ospina recordó
los tiempos en que tanto amó la literatura
y al poeta Gregorio Gutiérrez González. Elegido
diputado por el norte de Antioquia, no pudo
asistir a la posesión del cargo, sólo asistió
a la Asamblea el 28 de marzo. Debido a su grave enfermedad, el gobernador de Antioquia mandó suspender los preparativos
para los carnavales. Murió el 1 de julio
de 1927 en Medellín.
Casado
con la señora Carolina Vásquez Uribe, su
prima hermana, su familia estuvo constituida
por sus hijos Pedro Nel, Luis, Manuel y Elena.
Mantuvo una preocupación por conservar la
integridad familiar, y supervisó directamente
la educación de sus hijos, a quienes llevó
a Europa en varias ocasiones a complementar
los estudios que habían realizado en Colombia.
De este grupo familiar se destacan Luis Ospina
Vásquez, intelectual y erudito antioqueño,
quien siempre mantuvo un vivo interés por
las ciencias sociales; a él se debe la creación
de la Fundación Antioqueña para los Estudios
Sociales (FAES), con sede en la ciudad de
Medellín; y Elena Ospina Vásquez, quien perteneciendo
a esta acaudalada familia, hizo votos de
pobreza y realizó numerosas obras sociales.
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