Gral. Gustavo Rojas Pinilla
1953-1957
Nació
en Tunja el 12 de marzo de 1900 y murió en
Bogotá el 17 de enero de 1975.
Militar y estadista boyacense,Presidente de la República entre 1953 y 1957, gobernó
con el lema: "Paz, justicia y libertad".
Hijo
de Julio Rojas Jiménez y de doña Hermencia
Pinilla Suárez, fueron sus hermanos: Julio
César, Carlos Arturo, Ana Elvira, María y
Margarita María. Pasó sus primeros años en
Tunja y Villa de Leiva, y en una propiedad
rural en Arcabuco. Hizo sus primeros estudios
en Tunja, en el Colegio de las Hermanas de
la Presentación,y los secundarios en la Escuela
Normal de Varones de Tunja, donde obtuvo
el diploma de normalista superior; sus compañeros
lo llamaban cariñosamente "Tatayo".
'Esta
formación pedagógica fue muy importante en
su vida, pues en sus discursos presidenciales
y políticos siempre se expresó en forma didáctica,
por lo cual sus ideas fueron captadas fácilmente
por el pueblo. Entre 1916 y 1917 hizo los
estudios complementarios de bachillerato
en el Colegio de Boyacá, donde recibió. el
diploma de bachiller en ciencias. Gustavo
Rojas Pinilla realizó una brillante carrera
militar, que inició cuando se vinculó a la
Escuela Militar, donde obtuvo el grado de
subteniente en 1920.
Sus
primeras actividades militares las realizó
en el regimiento de artillería Tenerife N°-
2, en Medellín; en 1923 fue trasladado al
regimiento de infantería Ayacucho N°9, de
Manizales, donde fue ayudante del general
Marco Alzate, comandante de la Quinta Brigada
y padre del político Gilberto Alzate Avendaño.
En la capital caldense fue ascendido a teniente
del Ejército. En 1924 pidió permiso para
retirarse del servicio activo, con el fin
de realizar estudios de Ingeniería Civil
en Three State College, en Estados Unidos.
Se graduó de ingeniero civil en 1927, y un
año después trabajó en la construcción de
la carretera Belén-Socha-San Salvador, que
se convirtió en la vía de Boyacá a Casanare
y Arauca. También participó en la construcción
de la carretera Vélez-Chipatá.
En
1932, con motivo del conflicto entre Colombia
y Perú, el capitán Gustavo Rojas Pinilla
se vinculó de nuevo al ejército colombiano;
se le destinó al grupo de artillería Bogotá
N°- 1, en Bogotá. A mediados de 1933 fue
destinado al puerto de Buenaventura, zona
considerada de posible ataque peruano; allí
ejerció las funciones de comandante de la
Batería de Costa e ingeniero militar de la
región. En 1936 fue ingeniero del departamento
técnico de la fábrica de municiones del ejército,
y como tal fue enviado en misión especial
a Alemania, con el fin de obtener la maquinaria
necesaria para fabricar las municiones en
Bogotá; por esos días ya había sido ascendido
a mayor del ejército y se destacaba su interés
por la ingeniería militar. A su regreso a
Colombia, fue nombrado jefe del departamento
técnico de la fábrica de municiones.
En
1942 fue nombrado director de la Escuela
de Artillería, y en 1943 fue enviado en misión
oficial especial ante el gobierno de Estados
Unidos, para la consecución de armas y materiales
para las fuerzas militares, dentro del programa
norteamericano Lend-lease; este programa
era un plan del gobierno de los Estados Unidos
para el suministro de armas a los países
de América Latina. En 1944 fue subdirector
de la Escuela de Guerra, y en 1945 fue nombrado
director de la Aeronáutica Civil. Desempeñando
esta actividad, realizó el trabajo "Pistas de aterrizaje en Colombia", que le sirvió de tesis para su ascenso a coronel del Ejército. En este estudio
Rojas proyectó el Aeropuerto El dorado, cuya
construcción realizó durante su mandato presidencial.
A
finales de 1946, el coronel Gustavo Rojas
Pinilla fue nombrado comandante de la Primera
Brigada con sede en Tunja, su ciudad natal.
En 1948 fue nombrado comandante de la Tercera
Brigada en Cali, donde el coronel Rojas sometió
la rebelión ocurrida allí a consecuencia
del asesinato del líder popular Jorge Eliécer
Gaitán, el 9 de abril de 1948. Por sus acciones
de pacificación en Cali y el Valle del Cauca,
Rojas Pinilla recibió honores del Departamento
del Valle y del gobierno del presidente Mariano
Ospina Pérez. Rojas siempre consideró que
su mejor actuación militar había sido la
realizada en Cali para calmar los ánimos
el 9 de abril de 1948. La violencia política
y social recrudeció entre 1948 y 1953 y,
en general, en la década de los cincuenta.
Se organizaron las guerrillas de los Llanos
y numerosos grupos de resistencia en Tolima,
Caldas, Valle, Boyacá, Cundinamarca, Santanderes
y otras regiones.
La
intensidad de la violencia se reflejó en
los cambios profundos experimentados por
la sociedad colombiana, principalmente en
las áreas rurales, aumentando la migración
de los campos a las ciudades. Durante la
violencia, las instituciones fundamentales
se desquiciaron y ocurrieron cambios en las
pautas de la tenencia de la tierra; se manifestó
la crisis nacional, en una de las etapas
más difíciles de la historia contemporánea
de Colombia. El año 1949 fue muy importante
en la vida de Gustavo Rojas Pinilla, pues
fue el de su ascenso al grado de general
de la República, el 11 de octubre. El 19
de octubre siguiente, Rojas fue encargado
de la Dirección General del Ejército Nacional.
Mediante el decreto 3840 del 3 de diciembre
de 1949, el presidente Mariano Ospina Pérez
lo nombró ministro de Correos y Telégrafos.
El
general Gustavo Rojas Pinilla fue delegado
de Colombia al supremo comando de las fuerzas
militares de las Naciones Unidas de Washington.
Investido de esta dignidad, visitó Corea
y pasó revista a las tropas de Colombia que
combatían contra el comunismo. El batallón
Colombia estaba compuesto por mil soldados,
de los cuales 131 murieron en enfrentamientos,
y hubo 428 heridos, 69 desaparecidos y 28
prisioneros, que fuero canjeados en la paz.
A finales de 1952, el presidente de la República
encargado, doctor Roberto Urdaneta Arbeláez,
nombró al general Gustavo Rojas Pinilla comandante
general de las Fuerzas Armadas de Colombia,
cargo que ocupó hasta el golpe militar del
10 de mayo de 1957. Estos fueron días de
intensa violencia en el país, de enfrentamientos
entre los grupos liberales y conservadores
y de generalización de la crisis nacional.
El
13 de junio de 1953 tuvo lugar el golpe militar
contra el gobierno del presidente Laureano
Gómez, que llevó a la Presidencia de la República
al teniente general Gustavo Rojas Pinilla.
Rojas contaba con el apoyo de los ex presidentes
Mariano Ospina Pérez y Roberto Urdaneta Arbeláez,
y de los políticos Gilberto Alzate Avendaño,
Lucio Pabón Núñez y otros que le ofrecieron
su respaldo. Contaba, además, con el apoyo
de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional,
el Directorio Nacional Conservador y representantes
de ambos partidos. En la primera alocución
presidencial, el nuevo presidente alertó
a los colombianos para defender las instituciones
y señaló el camino de la "Paz, Justicia y Libertad" para todos los colombianos. El nuevo presidente dijo: "La Patria no puede vivir tranquila mientras tenga hijos con hambre y desnudez"
.
La Asamblea Nacional Constituyente, que había
sido convocada por el presidente Laureano
Gómez, expidió un acto legislativo por el
cual reafirmó la posición del presidente
Gustavo Rojas Pinilla. Según su argumento,
el 13 de junio de 1953 había quedado vacante
el cargo de presidente de la República y
afirmaba: "Que es legítimo el título del actual presidente de la República teniente general
Gustavo Rojas Pinilla, quien ejercerá el
cargo por el resto del período presidencial
en curso". El nuevo gobierno siguió los postulados de paz, justicia y libertad; orden
contra la anarquía, la violencia y la crisis
moral; y se propuso conseguir la restauración
moral y democrática de la República, sumida
en grave descomposición. El ex presidente
Darío Echandía calificó el golpe militar
de Rojas como un "golpe de opinión", debido a la confianza y a la reconciliación que cambiaban la situación general
del país, y al vasto y multitudinario respaldo
nacional al nuevo presidente.
El
presidente Rojas Pinilla manifestó en su
programa de gobierno un reformismo social
de estilo militar, con el cual buscó consolidar
una política eminentemente nacionalista.
Se interesó por hacer reformas sociales y
por el desarrollo económico, bajo una política
de orden. El presidente Rojas adoptó una
línea política reformista, en la cual, a
la vez que mantenía un estrecha alianza con
el Ejército y la Iglesia, estimulaba reformas
sociales en beneficio de los sectores de
bajos recursos. Este programa se planteó
también como un "movimiento cristiano nacionalista" para el progreso social y económico del pueblo colombiano.Su gobierno se preocupó
por fortalecer un binomio político en acción:
Pueblo - Fuerzas Militares. Según sus ideas,
ante el fracaso político-social de los partidos
tradicionales, el binomio Pueblo - Fuerzas
Militares sería el camino para realizar los
cambios urgentes en el país. Así mismo, buscó
el fortalecimiento del Estado colombiano
basado en la doctrina social de la Iglesia
católica y en el ideario del Libertador Simón
Bolívar. Consideró que el nacionalismo y
el patriotismo debían ser las fuerzas de
cohesión del pueblo colombiano, anegado en
violencia y crisis nacional. El presidente
Rojas consideró necesario fortalecer la justicia
y la paz entre los colombianos.
Según
sus ideas, sin la justicia social sería muy
difícil la paz y mucho más la libertad; no
se puede hablar de paz sin justicia social
y justa distribución y goce de las riquezas.
Así mismo, para el logro de estas metas socio-económicas
era indispensable estimular el trabajo y
facilitar, por parte del gobierno, la asistencia
social, la educación, la orientación técnica
y los beneficios de una justa política social
que defendiera al trabajador, no sólo como
productor de riqueza, sino como elemento
humano. Según sus ideas, para garantizar
el trabajo era necesario proteger el capital;
por ello las relaciones entre capital y trabajo
debían mantenerse y desarrollarse lejos de
toda hostilidad y dentro del verdadero concepto
de Patria.
También
era indispensable el fortalecimiento de la
educación para las masas colombianas, en
un pueblo con mayoría analfabeta. Por ello,
Rojas fortaleció la educación popular práctica
y tecnológica, la educación rural con nuevas
tecnologías agrícolas y la cultura popular.
Estimuló los programas de las Escuelas Radiofónicas
de Sutatenza y la programación de la televisión
educativa, que se inició en Colombia durante
su administración. La cultura popular no
debía estimularse con medios rudimentarios,
sino aprovechando los medios tecnológicos
más avanzados: la televisión, la radio, el
teatro, la imprenta y todos los medios que
llevan a la superación cultural.
El
gobierno militar del presidente Gustavo Rojas
Pinilla auspició la construcción de numerosas
obras, destacando entre ellas las siguientes:
la terminación del ferrocarril del Atlántico;
la pavimentación de la mayor parte de las
carreteras troncales del país; la creación
del SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje),
el Banco Popular, el Banco Ganadero; la construcción
del aeropuerto Eldorado y 18 más; la construcción
de acueductos, alcantarillados, avenidas,
carreteras y numerosas obras de infraestructura
en pueblos de distintas regiones colombianas.
Introdujo la televisión en el país, y automatizó
la telefonía urbana y rural para el fortalecimiento
de las comunicaciones. Durante su administración
se terminaron las obras de Acerías Paz de
Río y el Hospital Militar. Como buen "maestro", egresado de la Escuela Normal de Varones de Tunja, Rojas Pinilla se propuso
la creación de numerosas escuelas, colegios
y universidades; creó, organizó y dio especial
apoyo a la Universidad Pedagógica ' de Colombia
con sede en Tunja, elevando a esta categoría
a la antigua Normal Superior Universitaria
de Colombia.
En
el Departamento de Boyacá, su tierra natal,
se preocupó por la ampliación y pavimentación
de la carretera Tunja-Bogotá; la electrificación
de Boyacá con la instalación de tres unidades
en Termo-Paipa; y la construcción de acueductos:
Teatinos de Tunja, Sogamoso y Belencito.
Fueron también obras suyas: el Palacio Municipal
y el Palacio de Justicia de Tunja, la Industria
Militar (Indumil) en Sogamoso, la planta
de leches de Chiquinquirá, con destino a
los niños pobres, la Transmisora de la Independencia
y numerosas obras sociales para los damnificados
de la violencia. Otras obras de su administración
fueron: la terminación de la represa hidroeléctrica
de Lebrija, la nueva refinería de Barrancabermeja,
la carretera BogotáChía, el Centro Administrativo
Nacional (ca,r7), el Club Militar y la construcción
del Observatorio Astronómico.
Una
de sus preocupaciones fue la amnistía para
los alzados en armas, principalmente para
los guerrilleros de los Llanos Orientales,
Tolima, Antioquia y otros departamentos y
territorios nacionales azotados por la violencia.
Para afianzar la justicia social con la ayuda
a los desposeídos, creó la institución SENDAS
(Secretaría Nacional de Asistencia Social),
que dirigió su hija María Eugenia Rojas de
Moreno. SENDAS auspició los mercados populares,
los aguinaldos del niño pobre, los restaurantes
escolares, las guarderías infantiles y creó
centros de bienestar social en las ciudades
y campos. Se preocupó por la vivienda popular,
la casa campesina, el seguro campesino y
la bolsa de empleos. Se creó la Oficina de
Rehabilitación y Socorro para colaborar con
los damnificados de la violencia. El gobierno
de Rojas Pinilla reconoció los derechos políticos
de la mujer; mediante el acto legislativo
número 3 de la Asamblea Nacional Constituyente
(ANAC), de agosto 25 de 1954, le concedió
el voto. El 3 de agosto de 1954 Rojas fue reelegido para el período 1954-1958.
El
gobierno militar tuvo que afrontar, entonces,
una segunda ola de violencia, que afectó
profundamente al país con sus modalidades
de venganza, bandidaje y sadismo. Estos hechos
se unieron a la oposición ejercida por los
grupos políticos del laureanismo y el comunismo.
Simultáneamente, las agitaciones estudiantiles
del 8 y 9 de junio de 1954, la censura a
los periódicos El Tiempo, El Espectador y
El Siglo; y otros hechos agudizaron la crisis
nacional. Como oposición al gobierno militar
surgió el Frente Nacional, interesado en
el regreso de la instituciones tradicionales,
constitucionales y democráticas. Ante los
paros bancarios, las huelgas estudiantiles
y los diversos disturbios en el país, el
general Rojas Pinilla dejó el mando presidencial
el 10 de mayo de 1957 y encargó la Presidencia
a una Junta Militar.
Durante
los años 1958 y 1959 el gobierno del Frente
Nacional le hizo un juicio al gobierno militar.
El general Rojas Pinilla se presentó ante
el Senado para defenderse de las acusaciones
en su contra. Sus defensores fueron Carlos
V. Rey, Daniel Valois Arce y Jesús Estrada
Monsalve. El veredicto del Congreso Nacional,
del 18 de marzo de 1959, fue condenatorio
contra el general Rojas; sin embargo, siete
años después, el Tribunal Superior de Cundinamarca
le devolvió sus derechos políticos, el 20
de diciembre de 1966, y un año después, la
Corte Suprema de Justicia confirmó este acto
judicial, el 18 de octubre de 1967. El general
Rojas Pinilla y sus simpatizantes conformaron
un movimiento político llamado Alianza Nacional
Popular (ANAPO), que se inició en Duitama
el 6 de enero de 1962.
En
las elecciones de 1968, la ANAPO logró numerosos
escaños en el Congreso Nacional. En las elecciones
del 19 de abril de 1970, la ANAPO obtuvo
el 39% de la votación general; su contrincante
conservador, Misael Pastrana Borrero, alcanzó
al 40.6% de los votos. Por ello, ante un
posible fraude en las elecciones, se manifestó
una alta tensión entre las masas anapistas.
Sin embargo, el general no permitió derramamiento
de sangre. Del grupo inconforme de los anapistas
surgió el movimiento M-19, que consideraba
agotadas las vías electorales, por lo que
sólo quedaba la vía armada. El 13 de junio
de 1971, el general Gustavo Rojas Pinilla
y su hija María Eugenia Rojas de Moreno,
junto con el grupo dirigente del movimiento
político, proclamaron oficialmente la fundación
del nuevo partido Alianza Nacional Popular
(ANAPO), en Villa de Leiva, ante una de las
más grandes concentraciones de masas que
se haya registrado en el país. El 21 de abril
de 1974, Rojas fue elegido senador de la
República; su suplente fue el político boyacense Edmundo Quevedo Forero.
En
cuanto a su vida familiar, el general Gustavo
Rojas Pinilla estaba casado con la dama antioqueña
doña Carola Correa Londoño, y tuvieron tres
hijos: Gustavo Emilio, María Eugenia y Carlos.
El general Rojas murió de un infarto cardíaco
en su finca de Melgar, el 17 de enero de
1975. Su entierro fue en Bogotá, donde estuvo
en cámara ardiente en el Capitolio Nacional.
Sus ideas políticas (continuadas por su hija
María Eugenia, quien ha sido senadora y fue
candidata a la Presidencia en 1974; y actualmente
por su nieto, el senador Samuel Moreno Rojas)
de un socialismo a la colombiana, con la
búsqueda de la justicia social y la paz,
la ayuda a los menesterosos y desvalidos,
la justa distribución de los bienes, la defensa
de la autodeterminación de los pueblos, el
progreso y el desarrollo, se convirtieron
en su mensaje a la posteridad de un país
que reclama cambios urgentes para alcanzar
la paz y la prosperidad anhelada por todos.
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